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Hace 25 años
Luis R. González
La Alternativa Racional nº 27
(Invierno 1992)
1
1 http://www.escepticos.es/webanterior/publicaciones/lar27.html
V
uelven Félix Ares y su Editorial a la primera
página. En esta ocasión, para sugerir un cambio de rumbo. Quizá pecaba de optimismo
al decir que el tema ovni se habÃa vuelto marginal y
con tendencia a desaparecer. TodavÃa tuvo al menos
un gran efecto mediático a finales del siglo con todo
aquello de la «muñecopsia alienÃgena» y las abducciones. Incluso ahora, ya en la segunda década del nuevo
siglo, sigue dando bastante que hablar, aunque solo
sea porque la proliferación de cámaras y técnicas digitales han inundado internet de presuntas fotografÃas
de ovnis. Cuando parecen genuinas, generalmente son
tan borrosas y alejadas que pueden ser cualquier cosa
(pues lo habitual, además, es que el fotógrafo no se
diese cuenta de su existencia en el momento de captar la imagen); y cuando son claras e inconfundibles,
siempre resultan ser una falsificación digital.
Félix Ares explicaba la necesidad de mantener una
lÃnea editorial rÃgida, evitando tocar temas que se alejasen de la identidad corporativa que se deseaba formar. El curso de ovnis organizado ese verano representó un hito, demostrando que la imagen de ARP habÃa quedado consolidada y, por ello, se habÃa decidido
dar un golpe de timón y publicar artÃculos sobre otros
muchos temas. Sin embargo, quiero quedarme con un
comentario que, desgraciadamente, sigue estando de
plena actualidad. DecÃa Félix:
Cuando una persona empieza a hablarme y me
dice «no, si yo también soy escéptico» me pongo a
temblar. Lo más probable es que la siguiente frase sea
una payasada de mucho cuidado.
El cambio de rumbo era una propuesta, pero todavÃa quedaba mucho material con reminiscencias ufológicas. Luis A. Gámez reflexionaba sobre un libro
de dos ufólogos escépticos ingleses, Phantoms of the
Sky, de David Clarke y Andy Roberts. Se mostraba
especialmente contento porque, aunque la hipótesis
expuesta no era revolucionaria (los ovnis como mito
moderno), sà lo era el que sus autores proviniesen del
seno del movimiento ufológico. Aunque precedidos
en esta lÃnea por algunos de sus colegas franceses (y
luego españoles e hispanoamericanos), al tratarse de
autores anglosajones, su relevancia era mayor. Aunque
las reflexiones eran interesantes, a Gámez se le escapó
el escéptico 16
un error especialmente punzante por estar referido al
resultado de las investigaciones de ufólogos escépticos
españoles como Ballester Olmos y Ricardo Campo: al
comentar los avistamientos ovni de Canarias en 1979,
señala la explicación correcta: el lanzamiento de misiles balÃsticos desde un submarino; pero lo atribuye a
uno soviético que habrÃa lanzado sus misiles hacia el
desierto siberiano, cuando en realidad fue de nacionalidad estadounidense. También tiene aspectos ufológicos un artÃculo traducido del Skeptical Inquirer sobre
las luces fantasmas de Colorado, explicadas como reflexiones de estrellas, luces y faros en la lejanÃa.
En este número se aprecia también una de nuestras preocupaciones básicas: llevar el escepticismo a
las aulas. Como un precursor del posterior EscolARP,
Xosé Pujales describe los resultados de una encuesta
realizada en Galicia sobre la confusión entre astrologÃa
y astronomÃa. Se constató que habÃa mucho trabajo por
hacer. Al menos nos quedaba el consuelo, como se recoge en uno de los artÃculos de prensa en la sección de
recomendaciones de «Desde el sillón escéptico», que,
según el nuevo catecismo de la época, consultar horóscopos se consideraba pecado.
Aunque nos parezca increÃble hoy, en 1992 ARP
tenÃa intercambio de publicaciones también con organizaciones no escépticas o incluso crédulas, como la
Sociedad Española de ParapsicologÃa. Mercedes Quintana publica un largo artÃculo donde resulta curioso
que alabase los artÃculos de tono crÃtico publicados en
el boletÃn de aquella sociedad (Psi Comunicación) por
José Luis Jordán Peña, de quien incluso llega a aclarar
en la primera nota al pie que se declara completa y
radicalmente en la lÃnea de ARP (es extraño que Félix
no le hubiera aclarado a Mercedes muchos aspectos
de este personaje). Pero esa es la única alabanza; en
un larguÃsimo artÃculo de ¡once páginas! Mercedes disecciona diversos trabajos publicados en el boletÃn y
termina con una frase lapidaria, que puede ser aplicada
a otros muchos grupos (y personas) similares:
La ignorancia, los conocimientos cientÃficos mal
asimilados, el deseo de llegar a la categorÃa de genio
por la vÃa rápidaâ¦, o todo ello unido, ha dado lugar
a una sorprendente comunidad de partidarios en móviles perpetuosâ¦
Invierno 2018/19