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Correo: arp@arp-sapc.org


Número 13 / Año IV
Julio de 1989


HELP!


Félix Ares de Blas

Tenemos muchas ideas que no nos atrevemos a poner en práctica porque no tenemos infraestructura suficiente para mantenerlas a lo largo del tiempo. Realizar una acción puntual es sencillo, pero su mantenimiento suele ser muy costoso, por eso pedimos vuestra ayuda en todo aquello que podáis colaborar. Hoy os voy a pedir vuestra colaboración para la sección "desde el sillón escéptico".
Os recuerdo que dicha sección tiene varios objetivos. Uno de ellos es informar de las últimas novedades, pero hay otro, tan importante o más; se trata de que todos los artículos -y la mayor parte de los libros- que allí aparecen los tenemos en San Sebastián a disposición de quien nos los solicite. Cuando estéis interesados os podremos enviar una fotocopia. Dada nuestra penuria de medios administrativos, lo único que os pedimos es paciencia. Lo haremos cuando podamos.
Uno de los proyectos que hemos tenido, desde siempre, ha sido el hacer una base de datos con todo el material documental del que disponemos y ofrecérselo a los socios. Lamentablemente, no tenemos capacidad administrativa suficiente. De todos modos queremos empezar. Algunos de entre nosotros disponemos de una pequeña base de datos donde se reflejan los artículos que poseemos. Si tú eres uno de ellos y estás dispuesto a que algún otro socio te pueda pedir un artículo de vez en cuando, mándanos tu base de datos. La uniremos a la nuestra. Nosotros usamos un ordenador personal compatible, sistema operativo DOS 3.3 y como base de datos el dbaselll Plus.
Por favor, si leéis un artículo que creáis que puede merecer la pena, enviadnos una fotocopia, haremos una mención al mismo en "desde el sillón escéptico" para que los socios lo conozcan y nos lo puedan pedir. Si, además, nos enviáis unas pocas líneas, haciendo un resumen de lo que trata, nos ahorrareis mucho trabajo.
Algo parecido hay que decir de los libros. La única diferencia respecto a los artículos es que no hace falta que nos enviéis una fotocopia del mismo. Nos basta con saber quien lo tiene y que podemos recurrir a él en caso de necesidad.
Cambiando de tema: Estoy muy orgulloso de poderos decir que el filósofo Gustavo Bueno ha aceptado ser socio de honor de nuestra agrupación. Como casi todos sabréis, en la convocatoria de este año de los Premios Príncipe de Asturias, Gustavo Bueno ha sido uno de los nominados para el Premio de Humanidades. Lamentablemente no lo ha ganado, como hubiera sido nuestro deseo, pero no cabe duda de que el haber quedado finalista para el mismo también es un éxito importante. Desde estas páginas tanto Alberto Hidalgo como yo mismo y todo el equipo directivo, queremos dar las gracias a todos los miembros de ARP que enviaron, al Jurado de los Premios, sus cartas apoyando la candidatura de G. Bueno. De verdad, muchas gracias.

* * * * *

Número 13 / Año IV
Julio de 1989


BIORRITMOS Y RITMOS BIOLÓGICOS

"...En el contexto de los ritmos biológicos y sus aplicaciones prácticas se ha desarrollado en los últimos años una teoría llamada 'biorrítmica'. Muy sintéticamente, esta teoría propone que todo lo que ocurre a una persona, tanto física como psicológicamente, está fuertemente influenciado por la relación de tres ritmos, universales e invariables, que empiezan en el momento del nacimiento y que continúan hasta la muerte. Los tres ritmos son: el físico de veintitrés días, el emocional de veintiocho días y el intelectual de treinta y tres. Estos ritmos Interactúan entre sí, apareciendo fases positivas y negativas en cada ritmo, y días críticos cuando coinciden momentos negativos en varios ritmos Estas teorías no poseen aparentemente ninguna base científica que las sustente y responde a la misma efectividad predictiva que los horóscopos. No deben confundirse tales biorritmos con los ritmos biológicos y psicológicos descritos, cuya influencia en el conductor parece más que probada!
por numerosas investigaciones".

Dr. Luis Montoro González
Dr. Francisco Tortosa Gil
Dr. José Soler Pérez
(Unidad de Investigación en Psicología y Seguridad Vial. Facultad de Psicología. Universidad de Valencia)

[Publicado en la revista "Tráfico", nº 43. Página 43]

Número 13 / Año IV
Julio de 1989


EL COROLARIO DE ASIMOV

ISAAC ASIMOV


En el libro de mi colega inglés Arthur C. Clarke "Perfiles del Futuro" (Harper & Row, 1962, edic. revis. 1972), se adelantaba lo que el autor denomina "Ley de Clarke". Que dice:

Cuando un distinguido pero anciano científico afirma que algo es posible, casi siempre está en lo cierto. Cuando determina que algo es imposible, probablemente está equivocado.

Arthur continúa explicando lo que pretende decir con la palabra "anciano". Dice: "En física, matemáticas y astronáutica es cuando se tienen más de treinta años; en otras disciplinas la decadencia senil suele posponerse a los cuarenta."
Sigue dando ejemplos de "distinguidos pero ancianos científicos" que han repateado y ridiculizado toda clase de cosas que han venido a suceder casi inmediatamente. El distinguido británico Ernest Rutheford rechazó la posibilidad de la energía nuclear, el distinguido americano Vannevar Bush consideró una patraña los misiles balísticos intercontinentales, etcétera.
Pero naturalmente cuando leo frases como esas y conociendo a Arthur como yo lo conozco, empiezo a preguntarme si, entre todos los demás, se está refiriendo a mí.
Después de todo, soy un científico. No soy exactamente un científico "distinguido" pero los no científicos en algún sitio han adquirido la noción de que lo soy, y no estoy por la labor de castigarles con la desilusión, de manera que no lo niego. Además, finalmente, estoy ligeramente por encima de la treintena desde hace bastante tiempo, de modo que reúno la cualidad de "anciano" según la definición de Arthur. (Dicho sea de paso -ja, ja- él tiene tres años más que yo.)
Bien, entonces, como científico distinguido pero anciano, ¿acaso he afirmando que algo sea imposible o, en cualquier caso, que algo no tenga conexión con la realidad? ¡Por supuesto que sí! De hecho, raramente me conformo con decir que algo esté "equivocado", dejándolo así, sin más. Yo suelo utilizar profusamente términos y frases como "sin sentido", "chaladura", "locura estúpida", "idiotez pura" y muchas otras pertenecientes al lenguaje amable y romántico.
Entre las aberraciones populares mas frecuentes, nunca he escatimado enfrentarme con el Velikovskianismo, la astrología o los platillos volantes, por citar algunas.
Sin haber tenido aún la ocasión de tratar en detalle esas materias, mi opinión sobre las observaciones del suizo Erich von Däniken acerca de los "astronautas del pasado" es que se tratan de una basura absoluta. Similar opinión me merece la ampliamente asumida convicción (citada, pero sin la corroboración de nadie, por Charles Berlitz en "El Triángulo de las Bermudas") de que el "Triángulo de las Bermudas" es el terreno de caza de alguna inteligencia alienígena.
Entonces, ¿Me tiene que inquietar la Ley de Clarke? ¿No me da a entender que seré citado ampliamente, y con burla, en algún libro escrito dentro de un siglo por algún sucesor de Arthur?
La respuesta es no. Aunque acepto la Ley de Clarke y pienso que Arthur está en lo cierto con su sospecha de que los pioneros vanguardistas de hoy serán los conservadores nostálgico-retrógrados del mañana (1). No me lo reprocho. Yo soy muy selectivo con las herejías científicas que denuncio, para lo cual me guío por lo que he denominado Corolario de Asimov para la Ley de Clarke. Este es el Corolario de Asimov:

Cuando, a pesar de todo, el público se agrupa en torno a una idea denunciada por distinguidos aunque ancianos científicos y apoya esa idea con gran fervor y emoción, esos distinguidos aunque ancianos científicos, a pesar todo, probablemente tienen razón.

Pero, ¿Por qué tiene que ser esto? ¿Por qué yo, que no soy un elitista sino un liberal a la antigua y un igualitario (ver "Thinking About Thinking" en "The Planet That Wasn't", Doubleday, 1976) proclamaré así que la infalibilidad de la mayoría, conlleva infaliblemente lo erróneo?
La respuesta es que los seres humanos tienen el hábito (quizá malo, aunque inevitable) de ser humanos, lo cual les conduce a creer en aquello que les conforta.
Por ejemplo, hay muchos y grandes inconvenientes y desventajas en el universo tal como es. No puedes vivir eternamente, no puedes obtener algo a cambio de nada, no puedes jugar con cuchillos sin cortarte, no puedes ganar siempre, y así sucesivamente (ver "Knock Plastic", en "Science", "Numbers, and I", Doubleday, 1968).
Naturalmente, entonces, quien prometa eliminar esos inconvenientes y desventajas será creído ávidamente. Los inconvenientes y desventajas seguirán ahí, pero ¿qué ocurre entonces?
Tomemos el inconveniente mayor, más universal e inevitable: la muerte. Diga a la gente que la muerte no existe y conseguirá que ésta le crea y aplauda con gratitud sus buenas noticias. Realice luego un escrutinio para comprobar la cantidad de seres humanos que cree en la vida tras la muerte, en el cielo, en las doctrinas espiritualistas, en la transmigración de las almas. Tengo la absoluta convicción de que encontraría una amplia, e incluso rotunda, mayoría en favor del esquinazo a la muerte mediante su negación con una u otra estrategia.
Hasta donde alcanza mi conocimiento, no he hallado el menor atisbo de evidencia de que la muerte sea otra cosa que la permanente disolución de la personalidad, y tras ello, en lo concerniente a la conciencia individual, no hay nada.
Si quiere rebatirme este punto, presénteme la evidencia. No obstante le adelantaré que no voy a aceptar algunos argumentos.
No aceptaré ningún argumento de autoridad ("La Biblia lo dice.")
No aceptaré ningún argumento que provenga de convicciones internas. ("Tengo fe en que es así.")
No aceptaré ningún argumento que suponga abuso hacia la persona. ("¿Qué es usted, un ateo?")
No aceptaré ningún argumento irrelevante. ("¿Acaso piensa que se nos ha traído a la Tierra solamente para existir un momento en el tiempo?")
No aceptaré ningún argumento anecdótico. ("Mi prima tiene una amiga que estuvo con un médium y habló con el espíritu de su difunto marido.")
Y cuando todo esto (además de otras variantes de falsa evidencia) haya quedado eliminado, nos encontraremos sin nada de que hablar (2).
Pero entonces, ¿por qué cree la gente? Porque lo desea. Porque en las masas el deseo de creer genera una presión social a la cual resulta difícil (y en la mayoría de lugares y ocasiones, peligroso) hacer frente. Porque poca gente ha tenido la oportunidad de ser educada en la comprensión del significado de la evidencia o en la argumentación racional.
Pero en mayor medida porque lo desean así. Y es por lo que un fabricante de pasta de dientes considera insuficiente decirle que su producto limpiará sus dientes casi tan bien como lo haría un cepillo de dientes a secas. Por el contrario, le sugerirá más o menos indirectamente que esa marca en concreto le convertirá en un acompañante sexual muy deseable. La gente, de algún modo más deseosa de sexo que de limpiarse los dientes, estará más que dispuesta a creerle. Además, la gente también adora creer en historietas, y la falta de verosimilitud de éstas no es óbice para la creencia, sino que por el contrario resulta una ayuda positiva.
Seguramente todos nosotros reconocemos esto en una era en que al conjunto de las naciones puede ocurrírsele creer en cualquier clase de estupidez concreta, que afecte a sus gobernantes y que, además, sirva para que se esté dispuesto a morir por ella. (Sin embargo, esta era tan solo difiere de otras anteriores en que el perfeccionamiento de las comunicaciones hace posible esparcir estupidez con una mayor velocidad y eficiencia.)
Respecto a su pasión por las historietas, ¿es acaso sorprendente que millones de personas estén dispuestas a creer, bastando que simplemente se lo digan, que las naves extraterrestres estén zumbando alrededor de la Tierra y que exista una amplia conspiración de silencio por parte del gobierno y los científicos para ocultar los hechos? Nadie ha explicado jamás qué es lo que esperan ganar gobierno y científicos mediante semejante conspiración o como ésta puede sostenerse, cuando todos los demás secretos se han expuesto con todo detalle. Pero, entonces, ¿a qué puede deberse esto? La gente siempre está dispuesta a creer en cualquier conspiración sobre cualquier asunto.
La gente está también dispuesta y deseosa de creer en historietas tales como la supuesta capacidad de llevar a cabo conversaciones inteligentes con las plantas, en supuestamente misteriosas fuerzas que se tragan barcos y aviones en una particular zona del océano, en la supuesta partida de píng-pong de la Tierra y Marte con Venus y en la supuestamente precisa descripción de sus consecuencias en el Libro del Exodo, la supuesta proliferación de visitas de astronautas extraterrestres en la prehistoria y su legado de artes, técnicas e incluso de algunos genes.
Para hacer estos asuntos aun más excitantes, a la gente le gusta sentirse rebelde contra alguna poderosa fuerza opresiva -en tanto la cosa resulte segura-. Rebelarse contra el poderoso sistema policial, económico, religioso o social resulta muy peligroso y muy pocos se atreven a ello, excepto, algunas veces, como integrantes anónimos de una corriente. Rebelarse contra el "sistema científico", sin embargo, es lo más fácil del mundo, y cualquiera puede hacerlo y sentirse enormemente bravo, sin arriesgarse a tanto como la horca (3).
De esta manera, la vasta mayoría, creyendo en la astrología y pensando que los planetas no tienen mejor cosa que hacer que formar un código que nos diga si mañana será o no un buen día para cerrar un negocio, se vuelven más excitados y entusiastas con la patraña cada vez que a un grupo de astrónomos se les ocurre denunciarlo.
Y, en efecto, cuando unos pocos astrónomos denunciaron al americano de origen ruso Immanuel Velikovsky, sin saberlo proporcionaron a este hombre (y de rebote, a sus seguidores) un aura de mártir, la cual fue asiduamente cultivada por él (y por ellos), si bien ningún mártir en el mundo fue dañado tan levemente o ayudado tanto por las denuncias.
De hecho, yo solía pensar, que fueron íntegramente las denuncias científicas las que colocaron a Velikovsky en la cima y que, si el astrónomo americano Harlow Shapley tan sólo hubiera tenido la sangre fría de ignorar la locura velikovskiana, ésta habría perecido de muerte natural.
Pero dejé de pensarlo. Ahora tengo una fe mayor en el saco sin fondo de credulidad que los seres humanos llevan a espaldas. Después de todo, considere a Von Däniken y sus astronautas de la antigüedad. Los libros de Von Däniken son incluso menos razonables que los de Velikovsky y están mucho peor escritos (4), y a pesar de ello funcionan bien. Además, hasta donde conozco el tema, ningún científico se ha dignado a rebatir a Von Däniken. Quizá esto se deba a que los científicos piensen que semejante actitud le proporcionaría demasiado honor, ocurriendo lo mismo que con Velikovsky.
De esta manera, Von Däniken ha sido ignorado, y debido a ello es incluso más afortunado que Velikovsky, y obtiene más dinero.
Ya ven, pues, cómo elijo mis "imposibles". Yo decido que ciertas herejías son ridículas e indignas de crédito, no tanto porque la palabra de la ciencia diga "¡Esto no es así!", sino porque la palabra de la no-ciencia dice "¡Lo es!" con tanto entusiasmo. No es tan grande la confianza que me merece el buen hacer de los científicos como la del mal hacer de los acientíficos.
Dicho sea de paso, admito que mi confianza en el acierto de los científicos, es en cierta manera débil. Los científicos se han equivocado incluso estrepitosamente, muchas veces. Ha habido herejes que han desafiado al sistema científico, siendo perseguidos por ese motivo (tan lejos como es capaz de perseguir el sistema científico), y resultando finalmente que era el hereje el poseedor de la razón. Esto no ha sucedido una vez, insisto, sino muchas.
Incluso esto no ha modificado la confianza que esgrimo cuando arremeto contra las herejías que denuncio, dado que en aquellos casos ganados por los herejes, el público, casi siempre, se ha mantenido al margen.
Cuándo en la ciencia se introduce algo nuevo, cuando remueve las estructuras, cuando ello finalmente debe ser aceptado, normalmente es algo que excita a los científicos -¡ciertamente que sí!- pero que sin embargo no provoca ninguna ansiedad entre el público en general -a no ser para pedir la cabeza del hereje-.
Para comenzar tomemos a Galileo, dado que es el santo patrón (¡pobre hombre!) de todos los excéntricos autocompasivos. Ciertamente, Galileo no fue inicialmente perseguido por los científicos por sus "errores" científicos, sino por los teólogos, debido a sus muy reales herejías (que por cierto fueron suficientemente reales para las normas del siglo XVII).
Pues bien, ¿creen acaso que el público en general apoyó a Galileo? Por supuesto que no. No hubo ningún grito en su favor. No hubo ningún gran movimiento en favor de que la Tierra girase en torno al Sol. No hubo ningún movimiento "Sol-centrista" que denunciara a las autoridades acusándolas de conspiración para ocultar la verdad. Si Galileo hubiese sido quemado en la hoguera, como lo fue Giordano Bruno una generación antes, la acción probablemente habría ganado popularidad, al menos entre aquella parte del público que presenciaba los castigos en primera fila.
O consideren el caso de herejía científica mas impresionante desde Galileo, el del naturalista inglés Charles Robert Darwin. Darwin recogió evidencias en favor de la evolución de las especies mediante selección natural, y lo hizo cuidadosa Y pacientemente durante décadas, tras lo que publicó un libro meticulosamente razonado que establecía el hecho de la evolución hasta un punto en que ningún biólogo racional puede negarlo (5), aunque se polemice acerca de los detalles del mecanismo evolutivo.
Bien, ¿creen acaso que el público general se puso al lado de Darwin y su pintoresca teoría? Esta era ciertamente conocida. Su teoría causó tanto impacto en su día como el causado por Velikovsky un siglo después. Resultaba ciertamente pintoresco -¡imagínense las especies desarrollándose mediante mutaciones completamente aleatorias, y seres humanos arrancando do criaturas de aspecto simiesco!-. Ningún escritor de ciencia ficción imaginó jamás algo tan rotundamente asombroso, dado que la gente, desde su primerisima infancia había tomado como verdad absoluta el hecho de que Dios creó todas las especies tal como son, en el plazo de unos pocos días, y que el hombre en particular fue hecho a semejanza divina.
¿Suponen que el público en general apoyó a Darwin de forma entusiasta, convirtiéndole en alguien rico y respetable, y denunciando al sistema científico por la persecución de que era objeto? Bien saben que no. El apoyo hacia Darwin provino de los científicos. (El apoyo de cualquier herejía científica racional proviene de los científicos, aunque normalmente, al principio, de una minoría).
De hecho, no sólo entonces estuvo el público en general contra Darwin, sino que lo está ahora. Me consta que, si ahora mismo se pidiera votar en los Estados Unidos sobre si el hombre fue creado repentinamente a partir del barro o si por el contrario éste es consecuencia de complejos mecanismos de mutación y de selección natural durante millones de años, una gran mayoría votaría por el barro.
Existen otros casos, menos celebres, donde la gente no llegó a sumarse a los perseguidores simplemente porque desconocía el mínimo argumento.
En 1930 el más eminente químico en vida era el sueco Jöns Jakob Berzelius. Berzelius elaboró una teoría sobre la estructura de los compuestos orgánicos, basada en la evidencia disponible hasta entonces. El químico francés August Laurent reunió una evidencia adicional que mostraba que la teoría de Berzelius no resultaba correcta. El mismo sugirió una nueva teoría propia que resultaba mas precisa y que, en su esencia, todavía hoy posee fuerza.
Berzelius, que además de anciano era muy conservador, fue incapaz de aceptar la nueva teoría. Su respuesta fue un duro ataque y ningún químico mínimamente bien considerado de la época tuvo el valor de enfrentarse al gran sueco.
Laurent no se retractó y continuó acumulando evidencias. Por ello se le premió siendo vetado en los laboratorios más famosos y haciéndole permanecer en provincias. Se cree que contrajo tuberculosis a resultas de trabajar en laboratorios fríos e insanos, muriendo en 1853 a la edad de cuarenta y seis.
Una vez muertos Laurent y Berzelius, la nueva teoría de Laurent comenzó a ganar terreno. De hecho, un químico francés que inicialmente había apoyado a Laurent, pero que se retractó ante el descontento de Berzelius, aceptaba ahora esta teoría y lo que es más, la intentaba hacer pasar por suya propia. (Los científicos son, además, humanos.)
Pero esto no es lo más triste a que ha podida llegarse. El físico alemán Julius Robert Mayer, por su liderazgo en la ley de conservación de la energía en 1840, fue llevado la locura. A Ludwig Boltzmann, el físico austríaco, por su trabajo en la teoría de la cinética de los gases a finales del siglo pasado. se le empujó al suicidio. El trabajo de ambos hoy en día está aceptado y considerado a toda prueba.
¿Qué es lo que el público hizo frente a todos estos casos? Nada. ¿Por qué nada? Nunca se enteró de su existencia. Nunca les preocupó. Ello no concernía a ninguno de sus grandes intereses. Y aún más, si quisiera adoptar una postura totalmente cínica, diría que los herejes acertaron y que el público, de alguna manera enterado de ello, bostezaba mientras tanto.
Esta clase de cosas también suceden en el siglo veinte. En 1912 un geólogo alemán, Alfred Lothar Wegener, presentó al mundo sus ideas sobre la deriva continental. Imaginaba que todos los continentes inicialmente habían constituido un sólo bloque de tierra y que este bloque, que denominó "Pangaea", se fragmentó en porciones que flotaron por separado. Sugirió que la tierra flotaba sobre un lecho de roca blanda y semisólida, que permitía separarse a los fragmentos continentales por su flotación.
Desgraciadamente, la evidencia parecía sugerir que el lecho rocoso era muchisimo más rígido y duro como para permitir la deriva de los continentes, y las nociones de Wegener se rechazaron y fueron incluso objeto de burla. Durante un cuarto de siglo, la poca gente que apoyó la ideas de Wegener tuvo dificultades para lograr concesiones académicas.
Luego, tras la Segunda Guerra Mundial, nuevas técnicas de exploración del fondo marino permitieron descubrir las grietas terrestres, el fenómeno de expansión tierra-agua, la existencia de placas superficiales, y ello hizo obvio que la corteza terrestre era un conjunto de grandes fragmentos en constante movimiento y que los continentes se desplazaban subidos en estos fragmentos. La deriva continental, o las "placas tectónicas" como más propiamente se denomina, se convirtió en la piedra angular de la geología.
Yo personalmente puedo dar testimonio de este cambio. En las dos primeras ediciones de mi "Guide to Science" (Basic Books, 1960, 1965), mencioné la deriva continental, rechazándola con todo convencimiento en un sólo párrafo. En la tercera edición (1972) dediqué varias páginas a ello y admití mi equivocación por haberla rechazado con tanta ligereza. (De hecho, esto no supone ninguna desgracia. Si siguen las evidencias, deberán cambiar su convencimiento según vayan llegando evidencias adicionales que invaliden a las anteriores. Son aquellos quienes apoyan ideas por razones emocionales los que no pueden cambiar. La evidencia adicional no afecta a las emociones.)
Si Wegener no fuera un verdadero científico, podía haberse hecho a sí mismo rico y famoso. Todo lo que tendría que haber hecho sería tomar el concepto de la deriva continental y echarlo por tierra haciéndole que sirviera de explicación a los milagros de la Biblia. La expansión de Pangaea podría ser la causa, o el efecto, del Diluvio Universal. La formación de la Gran Grieta Africana podría haber ahogado Sodoma. Los israelitas cruzaron el Mar Rojo porque sólo tenía media milla de ancho en aquellos días. Si él hubiera dicho todo eso, el libro habría sido devorado y podría haberse retirado gracias a los derechos de autor.
En concreto, si cualquier lector desea hacer esto ahora, está aún a tiempo de hacerse rico. Cualquiera de los temas señalados en este artículo como inspiración de ese libro será aceptado sin reparos por la masa de "verdaderos creyentes," se lo aseguro.
A tal objeto presento una nueva versión del Corolario de Asimov, que puede servirles para decidir qué creer y que rechazar:

Si una herejía científica es ignorada o rechazada por el público, existe alguna posibilidad de que sea correcta. Si una herejía científica es apoyada emocionalmente por el público en general, casi seguro que está equivocada.

Habrán advertido que en mis dos versiones del corolario de Asimov, he deslizado cuidadosamente una cuestión. En la primera decía que los científicos estarían "probablemente acertados". En la segunda, que el público estaría "casi con seguridad equivocado". No soy absoluto. Adivino algunas excepciones.
Obviamente, no sólo la gente es humana, ni lo son solo los científicos, sino que yo también soy humano. Yo quiero que el universo sea como a mi me gusta que sea, y ello me parece de lo más lógico. Yo quiero que las tonterías, los juicios emocionales estén siempre equivocados.
Desgraciadamente, no puedo tener un universo de la forma que yo quisiera, y una de las cosas que me convierten en un ser racional es el darme cuenta de ello.
En alguna parte de la historia se han dado contados casos en los que la ciencia dijo "no" y el público en general, por razones completamente emocionales, "si", estando en lo cierto el público. A propósito de esto, expongo un ejemplo en medio minuto.
En 1978, el médico inglés Edward Jenner, guiado por habladurías de vieja, basadas en el tipo de evidencia anecdótica que desprecio, indagó para ver si una leve enfermedad de las vacas podría efectivamente conferir inmunidad a los seres humanos contra la mortal y temida enfermedad de la viruela. (No sé contentó con la evidencia anecdótica, entiendan, él experimentó.) Jenner encontró que las viejas estaban acertadas e introdujo la técnica de la vacunación. El sistema científico de la época reaccionó ante la nueva técnica con el mayor de los recelos. De haber estado en sus manos, esta técnica habría quedado sepultada.
Sin embargo, la aceptación popular de la vacunación fue inmediata y completa. La técnica se extendió por toda Europa. La familia real inglesa fue vacunada; el Parlamento inglés otorgó a Jenner diez mil libras. De hecho, a Jenner se le dio un estatus semidivino.
Resulta fácil ver el porqué. La viruela fue una enfermedad increíblemente terrible, ya que cuando no producía la muerte, desfiguraba para siempre. Por otro lado, el público en general estaba casi histérico por el deseo de creer que un simple pinchacito de aguja pudiera evitar semejante enfermedad.
Y en este caso ¡el público tenia la razón! El universo fue como éste quería que fuese. A los dieciocho meses de introducirse la vacunación, por ejemplo, el número de muertos por la viruela en Inglaterra se redujo a un tercio de los que antes se daban.
De modo que, ciertamente, hay excepciones. La imaginación popular algunas veces es correcta.
Sin embargo a menudo no lo es, y debo decirles que no me quita el sueño la posibilidad de que cualquiera de los entusiasmos populares de hoy día tengan alguna posibilidad de ser científicamente correctos. No me quita una hora de sueño, ni tan sólo un minuto.

Trad. de Jesús Martínez Villaro.

[Existe una versión española de la obra de Arthur C. Clarke a la que se refiere Asimov: "Perfiles del futuro". Lamentablemente, en mi biblioteca solo figura la edición francesa: "Profil du futur", Editorial Denoel. Encyclopodie Planète. París 1964. De aquí podemos deducir que la edición española es de la editorial Plaza y Janés en la colección Horizonte, dirigida por Antonio Ribera. Su lugar de publicación es Barcelona y el año lo podemos situar en torno a 1970]

(1) Einstein mismo encontró inaceptable el principio de incertidumbre y, como consecuencia de ello, se pasó los últimos treinta años de su vida como un mero monumento viviente. La física siguió adelante sin él.
(2) Recientemente se han ofrecido informes detallados de lo que la gente supone haber visto durante su "muerte clínica." Yo no creo una palabra de ello.
(3) Un lector me escribió una vez diciéndome que el sistema científico podía hacer que no consiguieras becas, promociones y prestigio, que podía destruirte la carrera y cosas por el estilo. Esto es bastante cierto. Por supuesto, esto no es tan desagradable como ser quemado en la hoguera o encerrado en un campo de concentración, cosa que podría hacer un sistema real. Pero eso sólo ocurre en el caso de científicos. Si no lo eres, el sistema científico no puede hacerte otra cosa que muecas.
(4) Velikovsky, para hacerle justicia, es un escritor fascinante y posee un aura de cultura de la que carece absolutamente Von Däniken.
(5) Por favor, no me escriba contándome que existen creacionistas que se autodenominan biólogos. cualquiera puede llamarse a si mismo biólogo.

Número 13 / Año IV
Julio de 1989


LA CONVERSIÓN DE J. ALLEN HYNEK

Philip J. Klass.

El hombre que fue titulado el "Galileo de la urología", el Dr. J. Allen Hynek, ofreció una atudescripción mucho más modesta en una entrevista aparecida en la publicación británica "New Scientist" el 17 de Mayo de 1973. Hynek dijo: "Cuando miro atrás en mi carrera, veo que he hecho bien poca cosa que fuese original. Parece que he poseído la habilidad de apreciar el valor de una idea y de reunir a otras personas para abordarla. Nunca he lanzado ninguna teoría nueva; ni he realizado ningún descubrimiento prominente. Creo que no soy un innovador".
Una descripción ciertamente cándida para un científico, entonces a sólo varios años para su retiro como jefe del departamento de astronomía de la Universidad de Northwestern. Pocos meses después, crearía su "Center for UFO Studies" (CUFOS), abierto sólo para poseedores de un doctorado, con lo que dar la talla de una "Academia Nacional de la eUFOria", y Hynek emergió pronto como líder espiritual del movimiento OVNI, cuando tan sólo una década antes su nombre había sido anatema para los defensores de ese movimiento.
Pronto, su cara de barba cuidada y su voz profesoral comenzó a verse y oírse en los shows-coloquio de televisión, a veces en relación con la campaña de publicidad masiva empleada por la Columbia Pictures como promoción del thriller de Steven Spielberg "Close Encounters of the Third Kind" (1), para el cual Hynek era el asesor técnico.
Esta considerable metamorfosis es referida demasiado brevemente en su reciente libro (2) "The Hynek UFO Report" (ver reseña en el "SKEPTICAL INQUIRER", winter 1978), publicada a finales de 1977 y coincidiendo con la película de Spielberg. Allí decía: "Mi transformación fue gradual, pero a finales de los 60 fue completa. Hoy día no emplearía un instante más en materia de OVNIs si no creyera seriamente que el fenómeno es real, y que los esfuerzos para su estudio y comprensión, y eventualmente para su solución, podrían tener un profundo efecto -quizá incluso podría ser el punto de partida de una revolución en el concepto humano del universo".
Hynek entró en el campo de la ufología en febrero de 1940 después de que la U.S. Air Force crease una oficina en la base de la Fuerza Aérea de Wright-Patterson en Dayton, Ohio, para investigar los informes sobre OVNIs. Cuando la USAF encontró que muchos de los informes sobre OVNIs correspondían a avistamientos de Venus y otros cuerpos celestes brillantes, decidió contratar a un astrónomo como asesor. Hynek estaba enseñando astronomía bastante cerca, en la Ohio State University, en Columbia. Desde 1948 hasta 1969, Hynek funcionó como asesor del Proyecto Blue Book en la Oficina de la USAF para la investigación OVNI.
El "Journal of the Optical Society of America" de Abril del 53 publicó un artículo de Hynek sobre el tema de los OVNIs, en el que se describía un incidente en el que un piloto militar "persiguió un objeto brillante multicolor que al efecto había sido brevemente observado en una pantalla de radar. Tras investigar el incidente, Hynek escribió: "Parece que nuestro combativo piloto estuvo persiguiendo (la estrella) Capella". A continuación decía: "Desgraciadamente, ni Capella ni cualquier otra estrella puede servir de explicación a los otros muchos avistamientos de luces noctumas errantes. Pero no me cabe la menor duda, para dejar bien claro este punto, de que existe una explicación natural y relativamente sencilla para ello, quizá hasta pueda tratarse de aviones corrientes bajo condiciones especiales de prueba".
Después de más de una década de la investigación de los más desafiantes informes OVNI remitidos a la USAF, Hynek resumió sus impresiones en una carta fechada el 17 de febrero de 1960. La carta, remitida al comandante de la recién formada "Air Force Research Division", sugería que la responsabilidad de la investigación de los informes OVNI debía ser transferida del "Aerospace Technical Intelligence Center" de la USAF, al nuevo "Geophisics Research Directoriate", cercano a Boston.
Hynek escribió: "Pienso que por ahora está completamente claro, que aquellos relativamente pocos avistamientos aún pendientes de solución, están relacionados con fenómenos de la atmósfera superior y puedan aportar ejemplos interesantes sobre fenómenos meteorológicos y sobre fenómenos ópticos atmosféricos que, como tales, son dignos de estudio por si mismos... Creo que con su equipo de científicos (en la investigación geofísica), muchos de los casos de avistamiento que permanecen como "desconocidos" y que se transforman en jaquecas políticas para la Fuerza Aérea... podrán ser rápidamente solucionados..."
A finales de abril de 1964, la USAF destacó a Hynek a Socorro, Nuevo México, para investigar el informe de un solitario policía que había visto aterrizar un OVNI en forma de huevo en las afueras de la ciudad, a plena luz del día. Allí había señales en el terreno y arbustos ligeramente quemados, sugiriendo que había aterrizado un OVNI que produjo estas señales por otro lado habituales en los clásicos casos de siempre. (Las marcas también podrían haberse hecho con una pequeña pala, y las ligeras quemaduras en los matorrales mediante la brasa de un cigarrillo.)
Tras permanecer un día en Socorro, concluyó que el incidente posiblemente no era un engaño, catalogándolo como el caso OVNI más impresionante de la historia del fenómeno.
Hynek determinó que el objeto en forma de huevo que el Policía dijo haber visto, pudo haberse tratado de un aparato militar realizando pruebas, e instó a que fuera localizado, devuelto a Socorro y que se mostrara a los medios de comunicación, para, según sus palabras, "desmantelar el mito de los platillos volantes".
EI 5 de abril de 1966, durante unas breves alocuciones concertadas por la "House Armed Services Committee", a resultas de una reciente oleada de informes OVNI, Hynek declaro: "No conozco a ningún científico competente que pueda decir que esos objetos vengan del espacio exterior".
Durante ese mismo año se publicó un libro escrito por el íntimo amigo de Hynek, Jacques Vallée. Este incluía un prólogo de Hynek, en el que decía: "En mis cerca de veinte años de relación con la investigación de informes (OVNI), aún tengo por escribir un libro sobre el tema, principalmente porque no hay ninguna evidencia física que lo respalde". (subrayado del autor)
En el verano de 1966, la USAF procedió a dar respuesta a las ampliamente extendidas críticas sobre su manejo de la controversia OVNI, donde se le acusaba de ocultar pruebas, y se ocupó de buscar alguna universidad importante que llevara a cabo una investigación independiente e imparcial. Se sabía que Hynek estaba dispuesto para este trabajo en la Universidad de Northwestern, pero su reputación de escéptico hizo descartar su candidatura.
Otro científico disponible para el trabajo era el Dr. James E. McDonald, un físico atmosférico de la Universidad de Arizona. Pero McDonald fue descartado porque, también, ya había adoptado una posición pública sobre los OVNIs, afirmando que estaba convencido de que eran vehículos extraterrestres en misiones de reconocimiento.
La USAF sondeó cierto número de prestigiosas universidades y no encontró ninguna dispuesta para este compromiso. Por último, a finales de 1966, aceptó la tarea la Universidad de Colorado, la cual se efectuaría bajo la dirección del Dr. Edward U. Condon, un físico mundialmente conocido que previamente había dirigido la "National Bureau of Standards".
Apenas dos meses después de la elección de la Universidad de Colorado, Hynek redactó un artículo sobre los OVNIs en el "Saturday Evening Post", publicado el 17 de diciembre de 1966. Este artículo mostraba que Hynek había empezado a modificar sus opiniones iniciales. "Estoy de acuerdo con la Air Force" -decía-. "No existe ninguna evidencia incontrovertible, hasta donde sé, para afirmar que tengamos visitantes del espacio exterior. Pero seria estúpido descartar absolutamente la posibilidad".
Durante los dos años siguientes, el equipo de estudio de la universidad de Colorado se convirtió en el punto focal de la investigación OVNI y Condon, en un "experto en OVNIs", a quien los medios de información se dirigían pidiendo declaraciones sobre el tema, en vez de pedírselas a Hynek, quien ahora estaba en el aire.
Simultáneamente, McDonald emergió rápidamente como líder espiritual de los defensores de los OVNIs, en parte por el prestigio de sus credenciales académicas y en parte por su infatigable cruzada dialéctica por todo el país para promover el interés por el tema. MaDonald también se convirtió rápidamente en la querida de los periodicuchos sensacionalistas, donde se lo caracterizó típicamente como la "mayor autoridad mundial sobre OVNIs".

(Continúa después del recuadro)

LA CANCION DE SWANN Y HYNEK

El "psíquico" Ingo Swann, que afirma haber realizado exploraciones "extra-corpóreas" de los planetas Mercurio y Júpiter, dijo haber descubierto que Mercurio poseía atmósfera y un campo magnético tres semanas antes de que la nave Mariner 10 de la National Aeronautics and Space Administration orbitara en torno al planeta. Más adelante Swann predijo que la nave de la NASA Pioneer 10 encontraría en su misión a Júpiter una atmósfera desagradablemente fría "de múltiples colores" y "vientos con velocidades terroríficas", así como "poderosas fuerzas magnéticas".
Respecto a las predicciones de Swann y los hallazgos de las misiones espaciales de la NASA, a Hynek se le citó en el National Enquirer (9 de sept. de 1975) diciendo: "Esas son cosas que el señor Swann no podría haber imaginado ni leído. Sus impresiones sobre Mercurio y Júpiter no se pueden rechazar".
Carl Sagan, astrónomo del planetario de la Universidad de Cornell, ofrecía una descripción bastante diferente en su libro "Other Worlds" (Bantam, 1975): "Recientemente, dos intrépidos místicos americanos hicieron un viaje mediante 'proyección astral' a Júpiter, describiendo la naturaleza del planeta antes de la llegada del Pioneer 10. Se me pidió que estimara la precisión de su relato. Si sus informes hubieran pasado por mi clase de astronomía elemental, los hubiera calificado con la clave 'D' (Suspenso). Sus informes no eran nada mejor que lo que podría extraerse de la peor vulgarización de la astronomía planetaria..."


Menos de un año tras el comienzo del trabajo de Colorado, el proyecto se vino abajo por disensiones. Dos de los científicos que favorecían la hipótesis extraterrestre descubrieron un memorando escrito antes de que la misión se les encomendara, donde se afirmaba que el coordinador del Proyecto, Robert J. Low y el propio Condon estaban sesgados y compinchados en un informe que rechazaba los OVNIs. Estos dos científicos enviaron copias del memorando a McDonald y otros líderes del movimiento OVNI, quienes a su vez lo remitieron a los medios de comunicación.
Esto llevó al diputado Edward Rush (Dr. Ing.), sumamente interesado en los OVNIs y estrechamente relacionado con McDonald, a programar un "Simposio OVNI" el 29 de julio de 1968 bajo los auspicios de la "Hause Committee of Science and Astronautics", de la que Rush era miembro. Rush pidió a McDonald que eligiera un científico a quien invitar para testificar y McDonald optó por no invitar a ningún escéptico experimentado en OVNIs. La persona elegida fue Hynek, dada su reputación previa y porque a McDonald no le disgustaba el testimonio de Hynek: "...El peso creciente de los continuos informes de grupos de personas de todo el mundo, de cuya competencia y honradez no tengo razones para dudar, que hablan de naves inexplicables, con efecto sobre animales sobre motores de vehículos, sobre el crecimiento de las plantas y sobre el terreno, me ha llevado a desgana a la conclusión de que o bien estamos ante una materia científicamente válida o que poseemos una sociedad mundial integrada !
por personas de claras ideas, cuerdas y respetables en todo tipo de materias excepto en informes de OVNIs".
El informe de la Universidad de Colorado, hecho público a comienzos de 1969, recomendaba que el gobierno abandonara el terreno de los OVNIs, ofreciendo así a la USAF la justificación que ésta había esperado largamente para poder dar por terminado el proyecto Blue Book, cerrándose la oficina del proyecto a finales de ese mismo año. A partir de ese momento la USAF dejaba de necesitar un consultor contratado para el tema OVNI, y Hynek se fue al paro -ufológicamente hablando-.
El 15 de junio de 1971 se suicidó McDonald junto a su casa de Tucson. El movimiento OVNI perdía de este modo a su auténtico líder espiritual, así como la respetabilidad académica ofrecida por sus credenciales. Hynek poseía credenciales académicas comparables, pero su metamorfosis en ese momento se hallaba en la fase de criticar las conclusiones del informe Condon, como a menudo se denomina al estudio de Colorado.
En la primavera de 1972 apareció el primer libro de Hynek sobre OVNIs, titulado "The UFO Experience", cuyo tono general podría calificarse como "ambiguo" respecto a la cuestión de los OVNIs. Por ejemplo, refiriéndose a los dos científicos destituidos por Condon por airear el "memorando secreto", Hynek explicó que estos científicos habían "apoyado la HET (Hipótesis Extraterrestre o de Inteligencia Extraterrestre) como la solución central que debía contrastarse. Esto fue ciertamente la cosa más espectacular que se abordaba incluso sin que existiera ninguna evidencia real de que constituyera el problema básico."
Entre los últimos días del verano y finales del 73, los Estados Unidos experimentaron una importante oleada de informes OVNI, Uno de los incidentes más espectaculares ocurrió el 11 de Octubre, cuando dos trabajadores de un astillero de Pascagoula, Mississippi, informaron haber sido abducidos por criaturas de aspecto extraño con manos en forma de pinza, "levitados" al interior de un platillo volante, donde sufrieron un examen físico.
Hynek rápidamente voló a Pascagoula para entrevistarse con los dos hombres. En una conferencia de prensa celebrada allí, Hynek realizó el siguiente comentario sobre el caso: "No albergo la menor duda de que esos dos hombres han tenido una experiencia muy terrorífica." Y el 23 de Octubre, durante una aparición en la compañía de televisión NBC, Hynek dijo: "Por lo que a mí concierne, esos dos hombres han tenido una experiencia muy real y muy terrorífica... No creo que hayan perpetrado un fraude. (Mi propia investigación me condujo justo a la conclusión contraria, por las razones que expongo en el capítulo 27 de mi libro "UFOs Explained".)
Ya en el siguiente año, Hynek comenzó a ser citado de manera complaciente en la prensa sensacionalista, como lo fue McDonald pocos años atrás. Por ejemplo, en la edición del 27 de Julio de 1974 del "National Star", se le denominaba "la principal autoridad mundial en platillos volantes". El "National Tattler" del 4 de Mayo de 1975 lo citaba como "la autoridad mayor de América en OVNIs". En un recuadro de lujo, la revista "Oui" de Abril de 1977 le llamaba "el Galileo de los estudios sobre OVNIs". Esto sería luego confirmado por "Newsweek" en el número del 21 de Noviembre de ese mismo año, donde se decía que era "el Galileo de la Ufología". Menos de cinco años antes de esto, la auto-descripción de Hynek había sido: "...Nunca he lanzado ninguna teoría nueva; ni he realizado ningún descubrimiento prominente. Creo que no soy un innovador." La metamorfosis había trastocado ya todo esto.
Según fue deslizándose desde una postura escéptica hacia otra entusiasta por los OVNIs, a comienzos de los 70, fue siendo acogido cálidamente por los líderes de otros grupos OVNI que inicialmente le habían dedicado las más duras críticas. Pero cuando Hynek comenzó a extender el ámbito de su CUFOS en 1974, y públicamente acusó a otros grupos OVNI de estar más interesados en la publicidad y la captación de socios que en resolver la cuestión de los OVNIs, esta romántica situación comenzó a enfriarse.
En años más recientes, el estatus ambivalente de Hynek acerca de lo que este pensaba que serían los OVNIs, había confundido y a veces irritado a los líderes de otros grupos OVNI, que apoyaban la idea de que estos eran vehículos extraterrestres. En alguna de sus afirmaciones, Hynek sugirió que él también consideraba los OVNIs como naves extraterrestres. Pero en otras parecía estar mas inclinado hacia la idea de que estaban relacionados con el concepto de ciencia-ficción de los universos cruzados. En otras, llegó a sugerir que los OVNIs estaban de alguna forma relacionados con los "poderes" dobla-cucharas de Uri Geller y con otros fenómenos psíquicos.
Por ejemplo, en el número de la revista "People" del 16 de Agosto de 1976, se hacía la siguiente cita de Hynek: "Existen demasiadas evidencias sólidas (de los OVNIs como naves espaciales) ¿Cómo pueden explicarse las cosas que se ven en el radar? ¿Cómo pueden explicarse las improntas en el terreno? ¿Cómo puede explicarse algo que aparece y desgarra las copas de los árboles? ¿Cómo puede explicarse que reboten las balas contra lo que quiera que sea esto, en el aire?"
Pero en una entrevista publicada el mismo mes en la revista "UFO Report", se le citó diciendo: "Ultimamente he ido desechando, cada vez más, la idea de que los OVNIs sean naves espaciales 'con pelos y señales' de otros mundos. Simplemente, existen demasiadas cosas que contradicen dicha teoría... parece ridículo que una superinteligencia viajase inmensas distancias para hacer cosas relativamente estúpidas como detener coches, recoger muestras del suelo y asustar a la gente".
En la entrevista publicada en "People", a Hynek se le preguntó sobre "La gente que dice haber estado a bordo de una nave espacial". A ello respondió: "Francamente, me cuesta un gran esfuerzo evitarlos. Casi me avergüenzo de esos informes. Ninguna de esas personas ha sido jamás capaz de aportar nada fidedigno. ¡Se trata de baratijas, baratijas y baratijas!"
Pero en la entrevista publicada el mismo mes en "UFO Report", Hynek ofrecía un punto de vista bastante diferente: "Los encuentros cercanos del tercer tipo... se refieren a ocupantes humanoides. Actualmente disponemos en archivo de unos 800 avistamientos de ese tipo... cuando oí hablar por primera vez de tales episodios, mis propios prejuicios naturales me dijeron que los rechazara... siempre he pensado que ningún científico debería descartar datos simplemente porque estos no le agraden... Me decanté hacia una actitud positiva (hacia los casos de ocupantes) cuando John Fuller, el conocido escritor... me contó la fascinante historia de Betty y Barney Hill... Mis ideas se alteraron completamente cuando fui llamado por el Dr. (James) Harder, de la Universidad de California, para interrogar a los dos trabajadores del Mississippi... que insistían en haber sido 'secuestrados' y llevados a la fuerza al interior de una nave... la historia relatada por esos dos rudos trabajadores del a!
stillero se sostuvo en pie pese a un exhaustivo examen cruzado."
A finales de 1977, la Columbia pictures suministró la tan sonada película "Close Encounters of the Third Kind" ("Encuentros en la Tercera Fase"), cuyo título se tomó de la terminología acuñada por el propio Hynek para referirse a los supuestos encuentros con tripulantes de OVNIs. Simultáneamente, Dell publicó una versión paper-back de la película con un epílogo escrito por Hynek que ofrecía la siguiente valoración de los incidentes relatados allí: "Dejamos así 'Close Encounters of the Third Kind'... ¿Son tan sólo fantasías? Decididamente, no, si damos crédito a los muchos informes... resultará sorprendente para la mayoría de los lectores el saber que existe una catálogo con algo más de 1.100 casos donde se informa de contactos con tripulantes de los OVNIs..."
A pesar de los más de 30 años de experiencia de Hynek en la investigación de los OVNIs, y a su afirmación de que es relativamente fácil de identificar los fraudes, todavía no ha precisado si él se cree o no que tan sólo uno de esos más de 1.100 caos de UFOnautas podría aceptarse como un hecho.
Quizá la mejor caracterización del papel de Hynek en la ufología, la ofreció Patrick Huyghe, un ayudante de la revista "Us", en un artículo escrito para la revista "New Age" a raíz de la película "Close Encounters of the Third Kind" y del libro de Hynek más reciente: "cualquiera que sea el desenlace final del fenómeno, el nombre de Hynek está destinado a ir ligado a los OVNIs, como Darwin a la evolución, Freud a los sueños y Nixon al Watergate."
Durante las primeras entrevistas a Hynek, publicadas en "New Scientist", el entrevistador lan Ridpath le sugirió que sería recordado no como astrónomo, sino como el hombre que hizo "respetables" a los OVNIs. A ello, Hynek contestó: "No me importa." Tras repetir varias veces la idea de Ridpath, Hynek añadió: "siempre es bonito añadir una piedra a la estructura total de la ciencia."

(1) En España se tituló "Encuentros en la Tercera Fase".
(2) Reciente respecto a la publicación de este artículo en "THE SKEPTICAL INQUIRER", Primavera de 1979.

Trad. de Jesús Martínez Villaro.

Copyright de la revista "Skeptical Inquirer". Publicado con autorización de la misma.

Número 13 / Año IV
Julio de 1989


INFORME DE LA ESTANCIA DE JAMES RANDI EN ESPAÑA

Pablo Angulo

DIA 21 NOV. 88

- LLEGADA de Randi a Barajas a primera hora de la tarde, donde es recogido por Alvaro Fernández y conducido al hotel Convención.
- RUEDA DE PRENSA en el mismo hotel previa entrevista informal por parte de una periodista de la agencia EFE. Asisten el redactor jefe de la entonces futura revista MAS ALLA, Enrique de Vicente, de MUY TNTERESANTE, Y representaciones de ABC y PANORAMA (esta última se larga al considerar que el tema no tiene relación con el artículo que prepara sobre las brujas, meigas y demás fauna). Por parte de ARP asisten Alvaro Fernández, Carlo Fabretti, Mercedes Quintana y Luís y Pablo Angulo; además, unas cuantas (bastantes) sillas vacías, vasos y bolígrafos. A pesar de comenzar una hora más tarde de lo previsto no acudió nadie mas.
Randi entonces, tras Alvaro, se presentó, comenté sus ideas, su trayectoria, los objetivos del CSICOP y su relación con nosotros; también aludió de pasada al experimento de Benveniste. Enrique de Vicente se interesó mucho por el tema, invitándosele a que realizara una entrevista sobre el asunto (pero posteriormente), para la cual no debía disponer de mucho tiempo, así que se contentó con hacer un par de preguntas más, contamos un poco su vida y escribir lo que le dio la gana para su revista (que para eso es suya). Randi poco después reiteró su apuesta sobre todo aquel que demostrase sus poderes, y al redactor de MÁS ALLÁ se le encendieron los ojitos; manifestó que él encontraba 50 "auténticos" videntes en un par de semanas, por lo que quedamos en avisarle sobre una próxima visita de Randi. Este entonces pasó al espectáculo y dobló una cucharilla, ante lo cual Enrique de Vicente y su colega de MÁS ALLÁ de la mesa intuyeron la posibilidad de que nuestro pretendido prestidigitad!
or fuera un psíquico mentiroso, y no sólo lo intuyeron sino que además lo manifestaron abiertamente ante nuestros atónitos oídos. Como por lo visto no teníamos nada más que decimos dimos por concluido el acontecimiento y nos retiramos a nuestras casas.

DIA 22 NOV. 88

- CONFERENCIA en la E.T.S.I. de Caminos. Tras un bonito día en que Alvaro acompañó a Randi en su estancia madrileña se llegó a la hora prevista para el comienzo de la charla. Se reunieron unas 60 personas en la Sala Verde (efectivamente lo era) de la Escuela, ante las que Randi comentó nuevamente los respetos que le merecen algunas pseudociencias y explicó en extenso el asombroso caso de la memoria del agua y sus peripecias para desencerrar el gato de Benveniste (prácticamente vino a decir lo mismo que puede leerse en el SKEPTICAL INQUIRER, en el número correspondiente a winter 89). Una vez finalizada la charla Randi dobló cucharillas, atrasó y adelantó relojes, y extrajo agua de la superficie de la mesa (que era de madera bien prensada y barnizada). Los alumnos de Caminos hicieron unas cuantas preguntas y nos fuimos a cenar.
En el transcurso de la cena Randi hizo algún que otro truco para divertimos, alguno de ellos con cigarrillos (nuestros cigarrillos) para hacernos desistir de la idea de fumar, e incluso de beber. Hablamos un rato y nos fuimos a la cama.


DIA 23 NOV.88

- CONFERENCIA en la Facultad de Ciencias Físicas.
Teníamos previsto acudir por la mañana temprano a un programa de radio de Antena 3, así que madrugamos a una hora intempestiva para buscar a Randi al hotel. Una vez allí recibimos una llamada de esta emisora anulando la cita, pues acababa de producirse unas horas antes un atentado terrorista contra la Dirección General de la Guardia Civil y el asunto requería toda su atención. Así pues, desayunamos alegremente y nos fuimos con Randi a ver tiendas de antigüedades, que por lo visto son una de sus mayores aficiones. Pasamos así la mañana y fuimos hacia la Facultad de CC. Físicas, donde, esta vez sí, nos esperaba un gran numero de personas.
La conferencia empezó puntualmente con el aula a rebosar (unas 250 personas); un público compuesto mayoritariamente de alumnos y algún que otro profesor. Randi expuso nuevamente los temas citados en las jornadas anteriores, pero ampliados y revisados y sacó a relucir sus dotes de showman, repitiendo sus trucos del día anterior ante los pasmados asistentes. Debido a la insistencia del público accedió a "explicar" el truco de los relojes. Tomó una vez más el reloj de su última víctima, sin tocar la esfera en ningún momento y sujetándolo firmemente con los dedos de cada mano por las correas, haciendo que el dueño tomase el reloj de manera que la esfera quedara pegada y oculta en la palma de la mano, mientras que con un dedo el asustado interfecto debía presionarlo por la parte posterior contra ella. Mientras hacía esto le explicaba al atónito asistente abstrusos y veloces manejos. Después de una intensa concentración y de unos cuantos pases mágicos, el aprendiz de mago pudo comp!
robar que el reloj se había adelantado 10 minutos, mientras Randi sostenía el reloj con los dedos por las hebillas. Cuando el infortunado hizo gesto de comprender, Randi le entregó su reloj, prendido como lo tenía por los dedos, pero de modo que no podía (el dueño del reloj) ver la parte superior de la esfera. Una vez en su poder se le desencajó la mandíbula al comprobar que las manecillas se habían adelantado otras cuatro horas sin permiso. Una vez más, tras algunas preguntas, se terminó el show.

- PROGRAMA DE RADIO en Antena 3.
Pese a la anulación del programa de la mañana teníamos concertado otro por la tarde, así que nos dirigimos hacia la calle Oquendo con el tiempo justo para comer. Salimos al aire en el programa de Miguel Angel García Juez a las cinco de la tarde junto con dos astrólogos invitados y la asistencia de James Randi y Alvaro Fernández. Como espectadores sin micrófono estábamos Miguel Angel Sabadell, Luis y Pablo Angulo. El programa no tuvo mucha historia; fue una sarta de estupideces a las que resultaba prácticamente imposible poner un poco de orden y lógica. Personalmente pude observar dos tipos de astrólogos: el primero defendía visiblemente nervioso su negocio, y aunque hay que reconocer que pose la una portentosa habilidad demagógica dudo que creyese mucho lo que decía. El segundo era una mujer de unos sesenta años que cuando Alvaro le desmontaba sus incongruencias buscaba la forma de envolverías en tonterías aún mayores. Esta, me temo, si creía en lo que decía, seguramente se !
habría dado a cuenta de sus poderes observando que la mayoría (no todas) las patatas que tocaba producían electricidad.
La intervención de Randi se limitó, por el problema de la traducción de sus palabras, una vez más a doblar cucharillas ante el estupefacto presentador y la mirada atónita de todas (o casi todas) las personas de la emisora que se aglomeraban en la cabina del técnico, dificultándole enormemente su misión. La verdad es que verlos apretujarse de aquella forma era todo un espectáculo. Una vez más, nuestra iluminada llegó a la conclusión de que Randi era un psíquico irredento, y así lo anunció al país sin temor alguno. A veces la venerable ancianita asustaba a su colega con aseveraciones de este calibre.
Acabado el programa, la portentosa vidente se empeñó en adivinarle el pasado y pronosticarle el futuro a Randi. Este, ligeramente molesto, la invitó a descubrirle un problema de salud en el pasado. Rápidamente, la transgresora del tiempo descubrió "un problema de corazón o circulación, o quizás algún tipo de accidente"; lamentablemente, a pesar de haber citado las dos principales causas de muerte en nuestro país, nuestra amiga falló en su visión. No contenta con esto le pronosticó roturas de piernas, trazos, dedos e incluso del rabo de mi gato. Visiblemente temerosos abandonamos la emisora y nos despedimos de Randi, quien poco después debía tomar un avión hacia Munich.

* * * * *


Número 13 / Año IV
Julio de 1989


LA "RECONVERSIÓN" DE PRISCILIANO EN EL APÓSTOL SANTIAGO
¿Rezará Juan Pablo II sobre los huesos de un hereje?


Rogelio Vázquez Gómez

Los resortes psicológicos y fraudes de que se vale la moderna parapsicología para embaucar a personas de buena fe, pero poco informadas, no son nada nuevo. Todas las religiones, la católica seguramente más que ninguna, tienen una larga experiencia en todo tipo de milagros, visiones, revelaciones...; la tan traída y llevada Sábana Santa de Turín es un ejemplo de sobra conocido por los lectores de ARP. Pero no hace falta salirse de España para encontrar milagros inexplicables, sólo comprensibles gracias a la fe ciega del dogma, tras los cuales sólo es necesario escarbar un poco para descubrir imposturas de grueso calibre; por ejemplo, la reconversión de la tumba del hereje Prisciliano en la del Santo Apóstol Santiago, Patrón de las Españas.
Santiago de Compostela se ha convertido en uno de los tres mayores centros de atracción de la cristiandad -la Jerusalem de occidente según algunos- desde que en el siglo IX los poderes eclesiástico y civil lo "descubrieran" como lugar donde reposarían los huesos del apóstol Santiago. La confluencia de mitos y leyendas en torno al Camino, el Finis Terrae, etc. es de tal cantidad y tan diversos orígenes culturales, que sólo hacer una referencia a todos ellos llenaría un volumen.
Dado que el Papa Wojtila visitará la ciudad a mediados de agosto, entre otras razones para dar realce a la IV Jornada de la Juventud organizada este año por la Iglesia en Santiago, se hace urgente dar a conocer algunos datos importantes en torno al origen de este centro religioso, aunque esa misma urgencia obligue a no ser muy prolijos. Por ello, este escrito se centrará en desmontar, aunque sólo sea de forma parcial, el mayor fraude de todos los realizados por la Iglesia para hacer "creíble" el mito. Será necesario, en primer lugar, echar un vistazo a la vida de uno de los más famosos herejes del siglo IV, cuyas ideas influyeron profundamente en la población hispana durante varios siglos.

El joven "Lutero" y la vieja Inquisición.
A mediados del siglo IV de nuestra era nace en Iria Flavia (cerca del actual padrón, en la provincia de La Coruña) un personaje que, injusta e interesadamente olvidado por la historiografía oficial, es una figura clave en la historia del noroeste peninsular y de España: Prisciliano. Pertenecía a una familia adinerada y era de mente inquieta, incluso se le atribuye la práctica de la "brujería" -posiblemente algún tipo de druidismo, por entonces bastante arraigado en la Gallaecia romana- en su juventud temprana. No es de extrañar que pronto viajase a Burdeos para recibir enseñanzas, entre otros, de Elpidio, quien a su vez había aprendido de maestros tan insignes y herejes como Ambrosio, Jerónimo o Martín de Tours, gnósticos famosos que más tarde serían ascendidos a los altares católicos como santos.
Por entonces, el imperio romano estaba en plena decadencia, y no hacía mucho que el cristianismo había sido adoptado como religión oficial. La efervescencia de diferentes ideas en el seno de la Iglesia era enorme, pero ya esta religión empezaba a "poner orden" en su teología y multitud de corrientes que aparecían en su seno eran rechazadas y perseguidas como heréticas, según el talante cada vez más conservador, y el creciente apego a las ventajas del poder temporal, por parte de los Papas y de la curia romana. Una de estas corrientes recién tachadas de heréticas era el gnosticismo, cuya máxima central, la búsqueda de la liberación a través del conocimiento, se oponía abiertamente a la tesis fundamental de la teología eclesiástica ya por entonces: la salvación a través de la fe.
En este primer periodo, Prisciliano, Elpidio, su mujer Agape y otros fundan un grupo ascético en la ciudad gala; pronto fueron denunciados y expulsados. Prisciliano vuelve a Hispania y da refugio a sus compañeros; en el 379 comienza sus predicaciones a la tierra de origen, y pronto encuentra la oposición de personajes de la Iglesia como el obispo Ithacio, quien le denuncia por herejía y convoca un Concilio en Zaragoza al que no asisten ni el acusado ni la gran mayoría de los prelados convocados. Ithacio escribe a Roma reiterando sus acusaciones contra Prisciliano, pero la denuncia no encuentra ningún tipo de apoyo. Poco después, Prisciliano es promovido "desde la base" y elegido obispo de Avila. Sus ideas y puntos de vista se extienden entre todas las capas de la población y son aceptadas de forma amplia.
La lucha que se librará entre esta corriente gnóstica y la Iglesia oficial será breve pero intensa. Idacio desde Mérida excomulga a los priscilianistas por indisciplina; Prisciliano se presenta en la catedral de esta ciudad en un momento en que Idacio está oficiando y le reta a debatir públicamente las diferencias. Es arrojado a la calle. Ese mismo día el excomulgado redacta un escrito que coloca en la puerta de la catedral, adelantándose más de mil años al gesto de Lutero. Después, envía el documento a todos los obispos españoles.
Casi de forma inmediata, Idacio e Ithacio denuncian a Prisciliano por maniqueísmo ante el poder civil. Los priscilianistas son desterrados y llevan su propuesta a Roma; allí encuentran el apoyo del corregente Graciano, aunque no el del Papa. Idacio e Ithacio son procesados; éste último se refugia en Tréveris. A Prisciliano le es derogado el destierro y vuelve a su obispado en Avila en el punto culminante de su triunfo. A partir de aquí, el gnóstico defenderá sus ideas sin medias tintas: cuando la Iglesia prohibe a los apócrifos -evangelios "heterodoxos"-, Prisciliano reaccionará abiertamente contra tal medida; en contra de los dogmas cada vez más asentados, defenderá como principio el "libre examen".
En el 383, el general Máximo se rebela en Galia -justo después de haber pasado por el requisito previo del bautismo- y derrota a Graciano, gran valedor de Prisciliano hasta entonces. El nuevo corregente se instala en Tréveris, donde entra en relación con el exiliado Ithacio. El principal enemigo de Prisciliano consigue convocar un sínodo en Burdeos, a donde es reclamado éste. Finalmente, no son condenados ni él ni sus seguidores, pero de forma extraña -no hay que olvidar que se trata de una disputa en el seno de la religión cristiana-, el caso pasa a los tribunales imperiales.
En el invierno del 384, se realiza en Tréveris el juicio. Ithacio se emplea a fondo: se aplica tortura a Prisciliano hasta que se confiesa culpable de brujería y de diversas "anomalías" sexuales en los actos litúrgicos que practicaba; la acusación de brujería se refiere a la época cuando ni siquiera se había bautizado, y en cuanto a la segunda acusación, el hecho es que los priscilianistas solían celebrar sus actos litúrgicos en desnudez, hombres y mujeres juntos, pero esto, lejos del significado que hoy podría dársele, era considerado como un símbolo de sinceridad y pureza ante la divinidad. En realidad, la acusación que más pesó fue la de brujería, por la cual fueron condenados, y decapitados en la primavera del 385, Prisciliano y cuatro seguidores suyos. Fue un anticipo de los modos que más tarde generalizaría la Inquisición.
De forma inmediata, Máximo envía dos emisarios a Hispania con la misión de procesar, condenar a muerte o desterrar a los priscilianistas, además de confiscar todos sus bienes. Pero éstos, en su mayor parte, "desaparecen" en las brumas del hermetismo y la clandestinidad, algo todavía no olvidado por los seguidores de una religión que apenas hacía un siglo abandonara las catacumbas. Cuatro años más tarde, y ya derrotado Máximo, un grupo de gallegos consigue el permiso para llevarse los cadáveres de los ajusticiados en Tréveris. La expedición pasa de vuelta por París, Orleans, Tours, Burdeos...
Dice el historiador galo de la época, Sulpicio Severo, nada sospechoso de simpatía con los herejes: "Por lo demás, muerto Prisciliano, no sólo no se reprimió la herejía, que había brotado por obra suya, sino que, fortalecida, se propagó más ampliamente... Los cuerpos de los ejecutados fueron llevados a España y sus funerales fueron celebrados con grandes exequias. Es más, incluso el proferir juramento en nombre de Prisciliano se consideraba de la mayor respetabilidad". El mártir comienza a ser venerado en un santuario gallego.
Todos los testimonios indican que durante los revueltos siglos de la historia hispánica que van desde el V hasta la expansión musulmana por la península, e incluso hasta mas tarde, el priscilianismo perduró profundamente arraigado en buena parte de España, sobre todo en el noroeste. Las épocas de persecución que, excepto durante la dominación de los suevos (arrianos y por lo tanto también "herejes"), fueron todas, no pudieron desarraigar una corriente herética que, al propugnar la vuelta a los ideales comunitarios y ascéticos del cristianismo primitivo, al criticar a las jerarquías eclesiásticas por su apego a las riquezas y al poder temporal, se erigió en aglutinante de la protesta y el descontento popular.

Una "revelación" muy oportuna y conveniente.
A principios del siglo IX, el asceta Pelagio, asiduo de los valles que recorre el río Sar, "ve lenguas de fuego y escucha cánticos" en un lugar deshabitado que hoy conocemos con el nombre de Compostela; corre junto al obispo más Cercano con su historia y éste -de nombre Teodomiro-, basándose en la inspiración divina, de inmediato declara que allí está la tumba de Santiago. Con las mismas prisas, el rey Alfonso ordena levantar una iglesia en el lugar. Asombra la urgencia con que se mueve la burocracia eclesiástica y de la monarquía para resolver un asunto que, en las condiciones normales de la época, habría exigido largos años de tramites y "pruebas milagrosas". No se puede afirmar categóricamente -al menos mientras las pruebas permanezcan celosamente ocultas- que todo fuese un montaje previamente preparado, pero no cabe duda que las conveniencias políticas -impulsó a la ideología de lucha "contra el moro infiel", expansión de la cristiandad por el flanco sudoeste europeo- y r!
eligiosas -asimilación de las creencias heterodoxas, en este caso el priscilianisino- forzaron los acontecimientos al máximo: sólo hacía falta un hecho insignificante como la "visión" de Pelagio para que todo se echase a rodar.
En cuanto a la multitud de Crónicas y Cronicones en apoyo a la leyenda de Santiago ("Cronicon Iriense", "Tumbo A", "Codex Calistinus"..., todos del siglo XII), la totalidad de los historiadores de hoy, incluidos los eclesiásticos más serios, aseguran que son falsos.
Autores como Prudencio, Braulio, Ildefonso, Leandro de Sevilla, etc., cristianos de las épocas romana y goda, mantienen un absoluto silencio en cuanto al pretendido último viaje a Galicia del apóstol Santiago; un asunto que, por su importancia, es imposible que se les pase por alto. Un autor como San Julián de Toledo hace una referencia, quizás debido a que ya existía algún rumor "temprano", afirmando en el 686 que ningún Jacobo (Santiago) vino jamás a España, ni vivo ni muerto.
En el Seno de la Iglesia, las discrepancias en torno al mito de Santiago continuaron, al menos mientras no se instituyó el dogma oficial correspondiente. Entre otros, el arzobispo García de Loaysa divulgó un documento del Concilio de Letrán que desautorizaba las tradiciones jacobeas; también el padre Mariana se mostró contrario a ellas en sus escritos. Las disputas en la Iglesia sobre este tema se sucedieron hasta 1630, año en que el Papa Urbano VII consagró a Santiago como Patrón de España.
Por otro lado, la posición de los historiadores españoles en torno al tema siempre ha sido muy respetuosa con las versiones oficiales de la Iglesia y el Estado, y es que, como se sabe, la historia es un asunto muy delicado y más cuando se pueden poner en entredicho "principios" de la Patria tan fundamentales como su Unidad, Grandeza y demás. En fechas recientes, y tras el sonrojo producido por el hecho de que algunos historiadores extranjeros investiguen con seriedad un tema tan español y tan "olvidado", ya empiezan a aparecer estudios más serios por estos pagos. En realidad, casi todo lo que se dice aquí está en los libros desde hace tiempo; sólo que en muy poquitos, y todos ellos "perdidos" en los rincones oscuros de las bibliotecas.

Ironías de la historia.
Para cualquiera que intente estudiar la historia acerca del origen del culto compostelano, existen tal cantidad de pistas que, desde un punto de vista simplemente neutral, es imposible no empezar sospechando y acabar deduciendo el fraude.
La misma palabra Compostela es ya una pista significativa: se sabe ahora con certeza que este nombre no tiene su origen ni en "campo" ni en "estrella", como la mayoría creía y aún se supone que cree; la lingüística histórica ha demostrado que Compostela es una evolución a partir de "compositum" (lugar de enterramiento) y "stela" (inscripción funeraria). Lo cual parece indicar que el "campo de la estrella" es la interpretación interesada de un topónimo que ya existía para nombrar el lugar, con un significado completamente diferente al que, tras el "descubrimiento" de Pelagio, le han querido dar.
También existen en el desarrollo del mito santiagués hechos curiosos o coincidencias que están entre la ironía y quizás el cinismo intencionado. Es difícil saber si Santiago fue escogido para Compostela por la forma en que murió, pero el "hecho" es que su cadáver llega a Iria Flavia sin cabeza, exactamente igual que el de Prisciliano. Otro ejemplo de este tipo es lo que describe el "Libro de Santiago", escrito en 1137, haciendo una referencia a un maestro, amigo y correligionario de Prisciliano, de la siguiente forma: "Como se hace en Compostela para la tumba de Santiago (la catedral se empezó a construir en 1075; nota del autor), se construye sobre la tumba de San Martín, en Tours, una inmensa basílica que llegará a ser objeto de veneración en honor de este santo".
Cabe preguntarse, aunque esto ya sea entrar en especulaciones, por el origen y el sentido verdadero de un acertijo-juego de palabras tan peregrino y en apariencia inocente como el siguiente, conocido por todo el mundo: "¿De qué color es el caballo blanco de Santiago?" En los dichos populares hay a veces, tras una superficie de simpleza, una profunda sabiduría oculta. Si el dicho fue inventado por los habitantes del noroeste, tan dados a la sorna o "retranca", uno ya no puede estar seguro de que no estén burlándose del caballo blanco y también del que, oyendo tal "simpleza", puede estar cayendo en lo que atribuye al que se lo dice. Se trataría, en tal caso, de una venganza del oprimido, que se sirve del arma de la inteligencia disimulada para mantener una idea de la única forma que puede cuando todas las otras le han sido negadas: en el fondo, un homenaje póstumo a Prisciliano.
Como es de suponer, la Iglesia no sólo pasa encima de todas estas consideraciones, sino que las falsea y oculta intencionadamente; hasta el punto de que Wojtila, el Papa polaco, rezará en agosto en Compostela aunque sea sobre unos huesos que todas las evidencias apuntan como pertenecientes al gran hereje. Y lo más curioso es que nadie está en mejor posición que él para conocer los entresijos de esta historia; por algo "es más difícil que un camello entre por el ojo de una aguja" que un infiel consiga acceder a los archivos del Vaticano.


Número 13 / Año IV
Julio de 1989


OVNIS... PERO ¿HAN EXISTIDO ALGUNA VEZ?
REFLEXIONES SOBRE EL MUNDO DE LOS OVNIS, VAMPIROS, HOMBRES LOBO...

Luis Alfonso Gámez Domínguez

Parece existir un tácito acuerdo entre los ufólogos que aconseja no cuestionar públicamente la propia existencia de los ovnis. "Una cosa está clara: los ovnis existen", dicen autores de todas las corrientes ufológicas. Pero ¿se ha demostrado su existencia?, ¿han existido alguna vez?, ¿son los ovnis realmente necesarios para la ufología?
Partamos de un presupuesto aceptado tanto por ufólogos como por escépticos: la inmensa mayoría (95%) de los casos ovni denunciados tiene una explicación convencional. Esto quiere decir que, después de una investigación minuciosa, la mayor parte (95%) de los presuntos ovnis se desvanece; pero también que queda un residuo (5%) de casos que permanece inexplicado. En la consideración que este residuo merece a ufólogos y escépticos, estriba el quid de la cuestión.
Los ufólogos hacen del residuo el objeto de estudio de la ufología; los escépticos consideran que el residuo responde a la misma realidad que la inmensa mayoría (95%) de los casos ovni, con la salvedad de que los sucesos agrupados en el residuo no se pueden clarificar debido a dificultades insalvables.
La reinvestigación cuidadosa del residuo lleva a explicar muchos presuntos ovnis, y eso que se cuenta con medios muy limitados. ¿Qué ocurriría si se dispusiera de más medios y conocimientos? Lo más probable es que el residuo disminuyera hasta límites sorprendentes. De todos modos, se utilizaran los medios que se utilizaran, siempre quedaría un mínimo residuo de inexplicados, inevitable por muchos motivos: falta de datos, desconocimiento de ciertos hechos o fenómenos naturales testigos pocos fiables o contaminados, etc.
En 1969, Hudson Hoagland, filósofo de la ciencia, sintetizó claramente la explicación de la 'falacia del residuo':

"La dificultad básica inherente a cualquier investigación sobre fenómenos tales como los... ovnis es que resulta imposible para la ciencia probar una negación universal. Siempre existirán casos que permanecerán inexplicados debido a falta de datos, ausencia de repetibilidad, testimonios falsos, ilusiones, observadores engañados, rumores, mentiras y fraudes. Un residuo de casos inexplicados no es una justificación para continuar una investigación después de la abrumadora evidencia que ha echado por tierra las hipótesis sobrenaturales, tales como naves de seres procedentes del espacio exterior... Los casos inexplicados son simplemente casos inexplicados. No pueden constituir nunca evidencia para una hipótesis (1)."

Del mismo modo que existen pretendidos casos ovni inexplicados, existen asesinatos inexplicados, desapariciones inexplicadas, accidentes inexplicados, etc. ¿Acaso alguien se ha puesto a buscarle sentido a esos otros sucesos inexplicados? No, porque la existencia de ausencia de explicación no supone evidencia para nada. Si los ufólogos piensan que los ovnis entran dentro de una categoría especial de inexplicados; ante eso, lo único que puede decirse es que su punto de vista carece de fundamentación objetiva y, por tanto, sería inútil seguir discutiendo.
Los ufólogos mantienen que existe un residuo mínimo de casos inexplicados que soporta la evidencia ovni; los escépticos consideran que hace años que casos que forman parte del residuo inicial salen del mismo después de detenidas investigaciones, y que los casos que se incorporan al residuo son los que aún no han sido estudiados todo lo profundamente posible. La experiencia indica que cuanto más se profundiza en un suceso más fácil resulta explicarlo.
Llegado este punto, está claro que la hipótesis objeto de estas líneas defiende la inexistencia del fenómeno ovni como algo real. La hipótesis cero sostiene que todos los avistamientos de presuntos objetos volantes no identificados tienen su explicación convencional, aunque en algunos casos no se pueda dar con ella.
Pero podemos ir más lejos. Consideremos las repercusiones que esta hipótesis puede tener, y si tiene o no fundamento. Hagámonos la siguiente pregunta: ¿qué habría pasado si los ovnis en realidad nunca hubieran existido?
Los escépticos afirman que si los ovnis nunca hubieran existido, habría pasado lo mismo: habrían tenido y tendrían lugar casos similares a los que se han dado hasta el momento, existirían los mismos grupos ufológicos, los periódicos y revistas publicarían las mismas noticias, etc. Nada en la historia de la ufología habría cambiado.
Si se echa una ojeada a la historia de la ufología, llama la atención el hecho de que todos los sucesos sobre los que se ha asentado el mito ovni han resultado explicados con el paso del tiempo: la oleada de "misteriosas aeronaves" de 1897, el avistamiento de Kenneth Arnold, el suceso de isla Maury, las fotografías de Barra da Tijuca, el desgraciado accidente de Thomas Mantell, la abducción de Betty y Barney Hill, el "caso perfecto" de San José de Valderas, los avistamientos efectuados por astronautas, los ovnis observados por Jimmy Carter, la abducción de Travis Walton, los aterrizajes de Gallarta, el extraordinario espectáculo ufológico de Canarias de 1979, el incidente de Manises. Además de las historias que se relacionan con hombres de negro, platillos estrellados, contactados...
Si los sucesos sobre los que ha cimentado sus bases la ufología no tienen nada de enigmáticos, parece evidente que la ufología no ha tenido necesidad de que existieran ovnis. Es decir, la ufología puede prescindir de ellos. Luego si los ovnis nunca hubieran existido, nada habría cambiado.
Los escépticos piensan que los ovnis no han existido nunca como objetos volantes no identificados y no identificables, y consideran que la hipótesis cero es la única que encuentra respaldo en la historia de la ufología.
Teniendo en cuenta que la mayoría de los ufólogos siguen haciendo referencia a los casos clásicos que un día estuvieron en el residuo y ahora están en las carpetas de explicados, y los siguen empleando como casos-tipo, resulta que se están usando casos explicados para definir los inexplicados. Esto demuestra que, para hablar de ovnis, no es necesario que estos existan en la realidad; basta con creer que un caso explicado es inexplicado.
Si la ufología hiciera uso de la herramienta fundamental de la ciencia: la Navaja de Occam, plantearía el estudio del tema desde un punto de vista cultural, que es el que puede explicar la evolución que ha vivido el tema desde 1947.
Respecto al fenómeno ovni, dice Paul Davies en su obra "El universo desbocado":

"Es indudablemente uno de los fenómenos sociológicos más intrigantes de la moderna sociedad industrial. Podría ser muy bien que estuviéramos presenciando el uso del lenguaje tecnológico para describir lo que es, en realidad, el mismo sistema de creencias básicas que caracterizan los primeros años en que se formaron las grandes religiones del mundo [2]."

Parece evidente que el proceso evolutivo del tema ovni está íntimamente ligado a las creencias propias de la segunda mitad del siglo y a los adelantos científicos. ¿Por qué hasta ahora nunca se ha hablado en la historia de la humanidad de ingenios voladores originados por una tecnología superior cuyos cultivadores secuestran seres humanos? ¿Por qué hasta ahora nunca se ha hablado de ingenios que aterrizan en los campos para asustar a cuatro aldeanos? Todo indica que el fenómeno ovni se ha desarrollado como un mito perfectamente adaptado a la segunda mitad del siglo XX. Antes aparecían las hadas, los gnomos...,.ahora, cuando gozamos de una civilización tecnológica, aparecen unos ingenios en el cielo que dejan nuestros conocimientos en ridículo.
Los ufólogos justifican la existencia de los ovnis en la existencia de un residuo (5%) de inexplicados. La hipótesis cero se fundamenta en la existencia de un enorme porcentaje (95%) de casos explicados, mientras que la hipótesis ovni para continuar investigando el residuo se fundamenta en un reducido y poco significativo número (5%) de casos inexplicados. La evidencia ha demostrado que más de nueve de cada diez casos ovnis pueden explicarse después de una investigación mas o menos profunda. La hipótesis escéptica cuenta con bastantes evidencias.
El residuo ovni, los pocos casos inexplicados, puede equipararse con el residuo de crímenes y delitos inexplicados, y tiene tanto fundamento formular hipótesis que hablen de universos paralelos, extraterrestres,... respecto a los ovnis como hablar de vampiros, hombres lobo,... para explicar los crímenes no resueltos.

NOTAS

[1] Oberg, James E.: "The Failure of the 'Science of Ufology'".- New Scientist (Londres), Vol. 84. No 1.176 (11 octubre 1979), 102-105.

[2] Davies, Paul: "El universo desbocado. Del Big Bang a la catástrofe final". Trad. de Robert Estalella.- Editorial Salvat (Col. "Biblioteca científica Salvat" No. 1).- Barcelona 1988.- 205 pags.

Número 13 / Año IV
Julio de 1989

NAPOLES Y SAN GENARO

"[La sangre de San Genaro) es una sustancia mágica y misteriosa cuya fórmula poseo yo y que he conseguido después de muchas investigaciones. La revelo en el libro [Nápoles] y la verdad es que a muchos no les gustará ver que el tal milagro no lo es. Puedo demostrarlo, como lo demostré en su día en el Escorial... Es una historia muy larga, pero cuando obligué a un fraile [a] que se licuara la sangre en una fecha que no era la del santo, él se negó. Pero ante mis amenazas el "milagro" ocurrió fuera de fecha. Y el frailecillo aseguró que había sucedido porque el santo quiso salvarle a él, con un milagro intemporal, ante mi violencia. En fin, dejémoslo estar, pero la fórmula sale en el libro."

José Manuel Alonso Ibarrola. Escritor. En una entrevista realizada por Carmen Torres Ripa aparecida en el Correo Español, El Pueblo Vasco. 16 de abril de 1989. página 96.

El libro al que se refiere es "Nápoles", de la editorial Destino, Colección Las Ciudades. En cuanto lo leamos lo comentaremos.
F. Ares
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Número 13 / Año IV
Julio de 1989

LIBROS

Félix Ares de Blas

Titulo: A Skeptics Handbook of Parapsychology
Recopilador: Kurtz, Paul
Editorial: Prometheus Books. BuffaIo. New York 1985. 750 páginas.

En esta obra, el presidente del CSICOP. ha reunido un impresionante conjunto de artículos, tanto a favor como en contra de la existencia real de los fenómenos parapsicológicos. La obra se ha dividido en cuatro partes, a saber:

Parte 1.- Revisión histórica. Con artículos en los que se trata de dar una visión global de lo que ha sido la parapsicología, desde mediados del pasado siglo hasta el presente. El primer trabajo es de Ray Hyman y lleva por título "Una revisión crítica de la parapsicología", se trata de 90 páginas en las que se pasa revista desde las "seances" con mesas giratorias hasta los actuales experimentos del S.R.l. Al final hay una valiosisima bibliografía.
El segundo trabajo es de C.E.M. Hansel y lleva por título "La búsqueda de una Demostración de la ESP". En él se analizan, desde la óptica escéptica de su autor, los trabajos clásicos, de aquellos autores que, habiendo entendido el método científico, han tratado de dar a sus experimentos las características de repetibilidad y falsabilidad indispensables a la ciencia. Se analizan los trabajos de Charles Richet, de J.B. Rhine, de Helmut Schmidt y los experimentos "gandfel". La bibliografía final es sumamente interesante.
En el tercer artículo, Edward Girden y Eilen Girden nos hablan de "Psicokinesis: Cincuenta Años Después". En él hacen especial hincapié en los trabajos de Rhine, en la universidad de Duke, y en los de su sucesor como director del Instituto, A. Levi.
Recuerdo que hace muchos años quede maravillado por aquellos libros que venían de la universidad de Duke, en los que se hablaban de "que estaba científicamente demostrado" que existía la telepatía, la precognición, la clarividencia y la psicokinesis. También recuerdo que me llamaron mucho la atención los supuestos poderes paranormales de las palomas, capaces de orientarse durante cientos de kilómetros, de un modo "paranormal". En su trabajo, los Girden, nos cuentan cómo "los pájaros privados del sol y equipados con barras magnéticas [para eliminar la referencia al campo magnético terrestre] ... se desorientan". Un misterio menos. Y para mi, la explicación es bastante más maravillosa que la parapsicológica: Las palomas se orientan por el sol y por el campo magnético terrestre. En el cerebro de las palomas se ha aislado magnetita, y ésta parece la responsable de su orientación "parapsicológica". También se ha aislado magnetita en el atún. ¿Qué es más maravilloso, la explicaci!
ón de fuerzas misteriosas parapsicológicas o la realidad que implica una orientación solar y magnética? Yo, personalmente, me quedo con la segunda.
El cuarto trabajo es la reproducción de un artículo de Simon Newcomb, titulado "Ocultismo Moderno" que fue publicado por primera vez en enero de 1909, en la revista "Nineteenth Century". Magnífico. Su lectura ha sido una cura de humildad. Hace muchos años que mucha gente había llegado a conclusiones similares a las mías.

Parte 2.- Los argumentos para el fraude. En esta parte hay magníficos argumentos a favor de que la parapsicología es poco más que un gran fraude. Entre otros, hay un artículo de Margaret Fox Kane, confesando su fraude, publicado originalmente en el "New York World", del 21 de octubre de 1888. Hasta cierto punto, su lectura me ha corroído las tripas. No hace mucho, en la revista "Conocer", nuestro ínclito Dr. televisivo, Jiménez del Oso, todavía decía que tras las hermanas Fox podría haber algo de realidad. ¿Que ocurre en el mundo de la parapsicología, que ni siquiera la confesión del autor de un fraude sirve para admitir el fraude?
Los argumentos expuestos en esta parte son decisivos. Casi son el mayor golpe en contra de la realidad de los fenómenos paranormales que yo he leído nunca. Y digo casi por una razón que para algunos será sorprendente. Mucho más contundente que los argumentos en contra, expuestos en esta segunda parte, son los argumentos a favor de la parte 3.

Parte 3.- La Respuesta de los Parapsicólogos. En esta tercera parte, varios notables parapsicólogos, entre los que se encuentran John Beloff y Douglas M. Stokes, se defienden de las críticas. Decisivo. En sus defensas, hay tal cantidad de fe y tal cantidad de creencia en que la existencia del alma puede demostrarse por la parapsicología, que para mi ha sido decisivo. Con esa carga ideológica es muy difícil -por no decir imposible- que hagan ciencia en este campo. Su lectura ha sido un revulsivo. Yo he perdido mucho tiempo leyendo -y tratando de reproducir- las experiencias de Rhine y de Pratt. Pensaba que eran personas honradas tratando de analizar un fenómeno natural. Resulta que no, que lo que ellos -y sus sucesores- pretenden es demostrar la inmortalidad del hombre. Si las experiencias apoyan su meta final, se publican, sino se desprecian. Todavía el fenómeno no esta claramente establecido, todavía no hay un cuerpo de hipótesis explicativas, pero ellos ya han llegado a su !
conclusión: Se trata de un fenómeno sobrenatural. ¡Y a eso lo llaman ciencia! Quiero aclarar que no tengo nada en contra de que alguien estudie la posibilidad de la supervivencia del alma, o de cualquier otra cosa; pero sí estoy en contra de una investigación sesgada, apriorística y dogmática en la que sólo se admite una posible solución.
No me queda más remedio que insistir. La defensa de los parapsicólogos es el mayor ataque a su "ciencia".

Parte 4.- Parapsicología: Ciencia o pseudociencia. Un conjunto de artículos en los que se discute si la parapsicología es una ciencia o se trata simplemente de una pseudociencia.

Parte 5. - Algunos aspectos metodológicos y teóricos. Los títulos de los artículos dicen todo al respecto de lo que trata: "problemas estadísticos en la investigación Esp", por Persi Diaconis; "Parapsicología y mecánica cuántica", por Martin Gadner; "¿Puede el meta-análisis resolver la controversia en torno a la Percepción Extrasensorial?", por C. Akers.

Parte 6.- Otras críticas. En esta parte Piet Hein Hoevens, Gerd H. Hovelmans y Leonard Zusne, aportan más datos a la controversia.

En resumen. Para mi la obra ha sido esclarecedora. He aprendido muchas cosas; pero, como he dicho antes, lo mejor de todo ha sido leer las defensas de los parapsicólogos. Para mi, ahí es donde han perdido la batalla. Jamás pensé que un científico se atreviera a decir por escrito ese cumulo de majaderías.

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Número 13 / Año IV
Julio de 1989


DESDE EL SILLÓN ESCÉPTICO, RECOMENDAMOS:

ARTÍCULOS

A.C.F.: "O Triángulo das Bermudas: un mito actual". Revista Espiral IX-X-1983. Pagina 8. Este articulo no es nuevo. Pero nos lo acaba de enviar nuestro compañero Andrés Sanjuán. Se trata de una breve -brevísima- desmitificación del tema del triángulo de las Bermudas. Si queréis una copia, ya sabéis que nos la podéis pedir.

Juan Arias: "Jesús llevaba el pelo corto, afirma un catedrático de Patrología de Turín". El País del 10 de abril de 1989. Este artículo aporta algunos datos interesantes en torno a la estúpida polémica que se ha desatado sobre la autenticidad de la "Sábana Santa de Turín" tras la publicación de los resultados del C-14. El catedrático de Patrología -poco sospechoso de ateísmo o de tener motivos inconfesables para estar en contra de la autenticidad de la "Sábana"- dice que no es posible que sea verdadera pues Jesucristo no pudo llevar el pelo corto, y aporta unas cuantas razones de peso para defender su argumentación.

San Juan, Andrés: "A realidade evanescente das armas psicotrónicas". Faro de Vigo, domingo 23 de abril de 1989. Páginas 16 y 17. En este trabajo se analiza el tema de las armas psíquicas. Se exponen las conclusiones a las que llegó el Consejo Nacional de Investigación (NRC), de la Academia Nacional de Ciencias, sobre los fenómenos paranormales, a petición del gobierno de Estados Unidos. Ya, para acabar, destacamos una frase de dichas conclusiones: "El comité no encuentra en la investigación realizada en los últimos 130 años, justificación científica alguna de la existencia de fenómenos parapsicológicos. Por tanto no hay razón alguna para que actualmente el Ejercito se implique directamente..."


LIBROS

Elliott Friedman, Richard: "¿Quién escribió la Biblia?" Editorial Martínez Roca. Colección Enigmas de la Historia. Traducción Joseph N. Apfelbäume. 256 páginas. Barcelona 1989. En este trabajo el profesor Friedman, de la Universidad de California, afronta el tema de la autoría de la Biblia. Tras una análisis de los propios textos bíblicos y de los diversos momentos históricos de importancia para los mismos, llega a la vieja conclusión de que la Biblia fue escrita por diversos autores, con una edición final por parte de Esdras. Aunque la conclusión no es nueva, Sí lo son, al menos para mí, que no soy especialista, los argumentos para llegar a ella. En muchas ocasiones había leído datos sobre las diversas versiones del Génesis -textos J, E, D y P- pero nunca había visto la evidencia de ello. En esta obra se nos ofrece una versión del diluvio, en la que los textos J están en un tipo de letra y los textos en otro. El resultado es auténticamente revelador.

Ministerio de Cultura: "Directorio de Bibliotecas Españolas". Editado por el Ministerio de Cultura, Dirección General del Libro y Bibliotecas. Madrid 1988. 529 páginas. Se trata de un catálogo de todas -o casi todas- las bibliotecas existentes en España con una indicación de los fondos editoriales que posee y de los servicios que ofrecen -préstamo, microfilmación, búsquedas bibliográficas, etc.-. Puede ser muy útil para el investigador. Se puede pedir al propio Ministerio y cuesta 1.000 Pts. Esta obra también es accesible desde los Puntos de Información Cultural (PIC) -red informatizada de dicho Ministerio, distribuida en toda España y cuyo acceso es gratuito-.