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ARP
La Alternativa Racional.

Boletín No. 28.

LAR 28, La Alternativa Racional. Primavera 1993. PVP: 500 Pts.

-Agostinelli. New Age: El talismán a transistores.
-Huber. Lo paranormal y las paradojas cuánticas.
-Toca. Educación y pseudociencias.
-Gámez. Costa Rica deniega asilo político a dos cienciólogas españolas.
-Gray. El ecologista escéptico.

p-1

La Alternativa Racional.
Órgano informativo de la asociación Alternativa Racional a las
Pseudociencias (ARP).

-Depósito Legal: BI. 11-1986.
-Edición y maquetación: Ares de Blas, Félix; Martínez Villaro, Jesús.
-Impresión: Imprenta KOPIAK. c/ Máximo Aguirre, 23. 48010 Bilbao.
-Precio de Suscripción: España y Portugal: 2.000 Pta.
Resto del mundo: 27 ECU o US $35.00.
-Dirección Postal: Apartado de Correos 904,
20080 Donostia—San Sebastián.
-E-Mail: Ares_Felix_ARP@euskom.spritel.es
-N° Registro estatal: 7l.144.
-Presidente: Ares de Blas, Félix.
-Vicepresidentes: Armentia, Javier E.; Martínez Villaro, Jesús.
-Directora Ejecutiva: Quintana Álvarez, Mercedes.
-Coordinadores de Zona: Naranjo Fernández, Gabriel;
Sabadell Melado, Miguel A.
-Asesores: Bohoslavsky Rojlín, Mario; Caba Martín, Pedro;
Fernández Ferndz., Álvaro; Sanjuán López, Andrés;
Sanz Larrínaga, Víctor; Toharia Cortés, Manuel.
-Asesor jurídico: Gómez Reimóndez, Alberto.
-Dibujos: Ares, Félix; Armentia, Javier; Fernández de Q., Aitor;
Vizcarra, Antonio.

La Alternativa Racional mantiene intercambio de contenidos con otras
publicaciones escépticas de asociaciones reconocidas por el CSICOP.
Fuera del margen arriba indicado, queda prohibida la reproducción total
o parcial de contenidos sin la previa autorización expresa de los
editores o autores.

La Alternativa Racional no se identifica necesariamente con las
opiniones de los artículos firmados, que pertenecen a la exclusiva
responsabilidad de los autores.

Socios de honor: Benski, Claudio (físico, estadístico);
Broch, Henri (físico); Bueno, Gustavo (filósofo);
Bunge, Mario (físico, filósofo); Kurtz, Paul (filósofo).

Número 28, año VIII, marzo de 1993.

-Editorial....................................................... 3.
-El talismán a transistores...................................... 4.
-La ciencia transformadora....................................... 9.
-Lo paranormal y las paradojas cuánticas......................... 10.
-Educación y Pseudociencias...................................... 18.
-La homeopatía mata a 21 personas en Argentina................... 21.
-Costa Rica deniega asilo político a dos cienciólogas españolas.. 22.
-El ecologista escéptico......................................... 30.
-Desde el sillón escéptico recomendamos.......................... 34.
-Milagro en la televisión francesa............................... 39.
-Astrología, ¿Ciencia o creencia?................................ 41.
-Ovnis en el Parlamento Europeo.................................. 41.
-Correo del lector............................................... 42.

p-2

Editorial. España: un triste record. Félix Ares.
En el número de Otoño de 1992 del Skeptical Inquirer están los
indicadores de Ciencia y Tecnología para 1991, que publica en
National Science Board de Estados Unidos (1). En ellos se muestra el
interés por la ciencia de los ciudadanos de catorce países occidentales.
Entre ellos España tiene un récord. Más del 45% de los españoles están
de acuerdo con la afirmación de que "en mi vida diaria no es importante
para mi conocer sobre ciencia". Somos los campeones, seguidos muy de
cerca por Grecia y por Bélgica. En Estados Unidos, sin embargo, sólo
están de acuerdo con esta frase aproximadamente el 12%.

Sólo el 68% de los españoles estamos de acuerdo en que "la ciencia y la
tecnología están haciendo nuestras vidas más saludables, más fáciles, y
más confortables". Aquí no somos campeones, pero tenemos un honorable
segundo puesto; sólo nos superan en menosprecio a la labor científica
los portugueses. En Estados Unidos son algo más del 82% los que están de
acuerdo.

¿Qué ceguera lleva al 32% de los españoles a pensar que la ciencia y la
tecnología no están haciendo su vida más saludable, más fácil y más
confortable? ¿Alguien les ha dicho alguna vez que la esperanza de vida
de nuestros conciudadanos de hace un siglo no era superior a los 45
años? ¿Alguien les ha dicho que en el París de la revolución francesa,
en los barrios pobres, llegar a los 30 años era muy difícil? ¿Alguien
les ha hecho ver las enfermedades y sufrimientos que padecía una
humanidad sin una medicina científica, sin alimentos suficientes y sin
una calefacción adecuada en los fríos inviernos?

No quiero caer en un panegírico acrítico de la Ciencia y la Tecnología,
pero me preocupa que en el cuerpo social vaya calando la idea de que la
ciencia y la tecnología no aportan nada digno de mención.

Me preocupa nuestra ceguera histórica; por ejemplo, el olvido de los
grandes avances de la medicina. En 1928 Alexander Flemming descubrió la
penicilina y con ella empezó toda una nueva familia de fármacos que nos
han hecho la vida infinitamente más llevadera. En muchos lugares del
mundo, incluyendo España, se levantaron monumentos a Flemming. Me da la
sensación de que se admiraba a la ciencia y se reconocían sus
aportaciones al bienestar de la humanidad. ¿Hoy haríamos una estatua a
algún científico famoso?

Recientemente la Organización Mundial de la salud ha dado por
desaparecida la gran plaga que fue la viruela. ¿Alguien, en nuestro
país, ha levantado un monumento a Jenner para celebrar el hecho?

Que yo sepa no ha sido así. No he visto gran interés en este hecho
trascendente. Más bien he leído reacciones en contra, como la de algunos
autollamados ecologistas que se lamentaban de la desaparición de la
enfermedad porque disminuía la variedad genética.

Obviamente no todos los movimientos ecologistas son iguales, pero me
inquietan algunos de ellos por lo que tienen de fanáticos, de
anticientíficos, y de soñadores acríticos del buen salvaje. Me da la
sensasación de que en éste, como en otros muchos casos, se convierte en
verdad indiscutible, aquello que se repite muchas veces.

(1)-National Science Board, Science & Engineering Indicators -1991.
Washington D.C. U.S. Government Printing Office. 1991 (NSB 91-1).

p-3

¿Ciencia humanizada o charlatanismo? El Talismán a transistores.
Alejandro Agostinelli (* Periodista especializado en divulgación
científica. Es directivo del CAIRP y asesor editorial de la revista
El Ojo Escéptico. Dirección postal del CAIRP: C. de C. 26, suc. 25,
1425, Buenos Aires.)

¿Qué trae de nuevo la conspiración de Acuario para la ciencia? ¿Es
verdad que necesita renovarse entrando en la variante light de la onda
new age? El anticipo de Tiempo extraño, el libro de Andrew Ross
extractado en Futuro el 24 de octubre, debió sorprender a los lectores
que siguen de cerca el sostenido crecimiento de la subcultura de la
Nueva Era en la Argentina, que se aleja cada vez más del under para
acercarse a ciertas superestructuras, copando por los cuatro costados
los medios de difusión y colocando en entredicho la capacidad del hombre
por sobrevivir a las supersticiones que va sembrando en el camino. Si
bien Ross centra sus reflexiones en los Estados Unidos, donde la
conducta de la intelectualidad de Acuario se ha vuelto más previsible,
el impacto social del fenómeno ya entró de lleno a nuestro país. La
cultura de los horóscopos computerizados, el ecologismo visualizado como
terapia de un planeta humanizado que agoniza "aplastado por el progreso"
(como si la ciencia tuviera propiedades morales, y no los políticos que
deciden sus aplicaciones), la psicología del Yo Soy como eje de
doctrinas que endiosan al individuo o el Control Mental instituido como
práctica "avalada por la ciencia", son sólo algunas puntas de una
estrella fugaz made in USA que se importó mecánicamente, sin otro ajuste
que su traducción al español. De todos modos, quienes ignoran a qué
compartimento corresponden estas disciplinas (ciencia/esoterismo/
religión/charlatanismo) no dudan en sentarse a escribir verborrágicos
ensayos donde no dudan en encerrar a la palabra pseudociencia entre
comillas. Con todo, los auténticos espíritus científicos saben que
ciertas vacilaciones, a veces, pueden determinar que enfermos con
dolencias graves renuncien a sus tratamientos para viajar a la India a
hacerse bendecir por un sanador que, en realidad, es un gurú que
materializa rolex de oro que regala a adeptos adinerados en un país con
cientos de miles de pibes con las barrigas hinchadas por el hambre.

El conocimiento imaginario.

Andrew Ross cree que la comunidad new age -bautizada así en los 60 por
los afluentes esotéricos y orientalistas del hippismo- ofrece a nuestros
contemporáneos interesantes estímulos a la sociedad y a la cultura,
excepción hecha del lenguaje claustrofóbico del individualismo,
atributo inadmisible para cualquiera que postule su progresismo ante la
admiración general, máxime en tiempos donde cuesta tanto diferenciarse
de la chatura ideológica media. Ingrato, odioso como debe ser, el avance
ominoso, del racionalismo -celoso guardián del purismo
ortodoxo-contrarrevolucionario- condena a la Nueva Era a la
marginalidad, al ostracismo, a la oscuridad. Así se explica por qué los
impulsivos newagers no tardan en asumir ciertos rasgos paranoicos.

p-4

"Es el resentimiento del excluido", interpreta Ross. No, claro: no es
que él los justifique. Pero a partir de esa sensación ellos se
convertirán en cruzados de una nueva fe; en soldados luchando contra las
presuntuosas ínfulas de la ciencia oficial, su tempestuosa carga de
poder y autoridad y su ceñudo donaire de rigor y objetividad. Por eso es
que el nuevaerismo "es empujado a emular el discurso dominante del
racionalismo", única estrategia posible en un mundo donde la última zona
franca -un reducto al que todavía no se había despojado de cierta cuota
de credibilidad- era el ámbito científico. El abundante detritus de
logias que pulula en el movimiento sin nombre tiene un eficaz poder
corrosivo, que no cesa de transvasar pseudoconocimientos a las nuevas
generaciones. ¿Es posible convencer a la cultura de mercado de que se
abstenga de picotear el cerebro de los adolescentes? En nombre de la
ciencia, que presta sin querer sus credenciales a la Nueva Era, la
racionalidad de la sin razón participa de una embestida desde varios
frentes, uno de los cuales es la mitad más una de las revistas que
proclaman dedicarse a la divulgación científica. El negocio, como
siempre, consiste en atraer al público y transformarlo en adicto al
misterio. Volverlo un ente acrítico, fascinado por esas ciencias y esas
tecnologías que se presentan como indistinguibles de la magia, en un
penoso remedo de la tercera ley de Clarke.

De la tecnocracia a la chantociencia.
"Emular el discurso dominante del racionalismo"... Pero esa ansiedad
imitativa ¿no obedecerá a que el conjunto de actividades que procuran el
desarrollo científico están entre las pocas del trajín humano que -al
menos por ahora- no fueron seriamente envilecidas por la mentira, la
corrupción y el fraude? Esa manifiesta vocación por arrimarse a
expresiones usuales en ciencia, entonces, ¿no responderá a que las
disciplinas que se anidan en la new age han encontrado el refugio más
conveniente, que logra mimetizarse vistiendo ropajes vistosos y un
lenguaje que se presume tan científico que el potencial consumidor casi
no percibe los graves matices que separan lo trucho de lo
científicamente comprobado? Llama la atención que el "descubrimiento"
que más entusiasma al joven especialista de la Universidad de Princeton
sea que la ciencia tiene mucho que aprender de la Nueva Era o, lo que es
lo mismo, que ésta contribuye al avance de la ciencia. Por ahora, la
novedad apenas alude a la crisis cultural que activó el despertador,
siendo el colapso de la educación científica uno de los indicadores más
alarmantes. En este marco, queda flotando la sensación de que la new age
y sus derivados emergen como el síntoma de una carencia. Más bien lo
contrario de una respuesta.

Hasta la llegada de Ross, los amigos de la Nueva Era se contentaban con
verse a sí mismos integrando una alegre caravana ecológico-pacifista que
se disponía a tocar el planeta con una liberadora varita mágica sin
necesidad de normas a postular ni principios generales que respetar; que
se declaraba renuente a dejarse embrujar por falsos profetas; que podía
seguir deambulando de esquina a esquina de la galaxia sin encontrar la
definición que le calce en la horma. Pero el eterno problema de las
definiciones es que con ellas podemos correr el riesgo de dejar algo
importante afuera del negocio... perdón, del movimiento. Ross parece ser
la excepción. Porque arriesga una definición ("es una formación
contracultural en una era de crisis tecnocrática"), le endilga objetivos
específicos ("se alimenta del deseo popular de tener un control más
democrático sobre la información y los recursos") y ensaya un
diagnóstico ("reconstruye una ciencia con cara humana"). Defender lo que
sea en nombre de cierto tipo de contracultura todavía conserva cierta
aureula de prestigio. Ergo, nivelar pensamiento científico con el
establishment al que se desea derrocar es una de las tácticas más
astutas de los pseudointelectuales de Acuario.

p-5

Multiculto S.A.
En realidad, la new age es un movimiento sincrético en el que una
mixtura de disciplinas ocultistas ha ido creciendo hasta cobrar
dimensiones comparables a las de una religión de masas. Curiosamente, se
da la paradoja según la cual necesita elevar el prestigio de su idea de
espiritualidad adornando sus doctrinas con conceptos que toma prestados
de las disciplinas científicas aceptadas, a las que, sin embargo,
condena por "su falta de sensibilidad". ¿Que los disparates son
excepcionales porque en todos los gremios hay chantas? En nuestro país,
los profesores Fabio Zerpa, Antonio Las Heras o Lotito son los primeros
en advertir que en su ramo "también hay chantas". Ocurre que el negocio
de la new age es más un señuelo para enganchar a la clase
media/media-alta (segmentos de un mercado que raramente asistiría a una
misa de sanación del pastor Giménez) que una búsqueda social o cultural
renovadora; es una superstición tecnificada donde una nueva generación
de embaucadores necesita disfrazar su discurso con neologismos que
apelan más al corazón que a la razón. Y es heterogénea porque hace
flamear, ante todo, las banderas del universalismo. ¿Tendrá esto algo
que ver con la libertad de creencias? No; lo que en realidad quieren
decir es que si no te consiguen vender un curso de Control Mental, a lo
mejor puede interesarte una pirámide energetizada en el cerro Uritorco.
En ese todo vale absorben cuanta creencia moderna anda dando vueltas por
ahí porque "todo forma parte de una misma toma de conciencia
planetaria". Esa pretensión universalista es el plafón de los patriarcas
de varias sectas destructivas que vienen tostando la píldora de Acuario
mucho antes de que surgieran las primeras revistas onda new age, algunas
de las cuales se han convertido en verdaderas máquinas de fabricar
liderazgos alienantes. ¿Alguien dijo insensibilidad?

Ahora bien, si las imprecisas fronteras del movimiento dificultan el
abordaje del apólogo, el crítico no está mejor ubicado. Ross avisa que
las transgresiones del nuevaerismo introducen cambios positivos en la
percepción interior de la ciencia porque cuestiona sus estrictas
demarcaciones y promueve una mayor apertura mental frente a los nuevos
paradigmas que se avecinan. Pero... ¿es cierto que "las disciplinas del
Tercer Milenio" aportan ideas novedosas? Hay preguntas que urgen
respuesta. Por ejemplo, ¿qué ha hecho por el bienestar de la humanidad
la astrología? ¿Qué aportó al conocimiento de la Historia la Psicología
Transpersonal, que ofrece viajar en el tiempo a fin de revivir
encarnaciones pasadas? ¿Cuántos secretos de Estado fueron develados por
telépatas contratados por conspiradores duchos en psicotrónica? En más
de cien años de existencia, ¿en qué ayudó la parapsicología no ya en la
lucha contra el cáncer sino como paliativo de un resfrío? ¿Qué han
enseñado de nuevo los hombres-antena (es decir, los médiums que
incorporan seres extraterrestres)? ¿Dónde están los estudios
estadísticos con que los homeópatas demuestran que su doctrina no es un
prolijo engaño basado en el efecto placebo? ¿Alguien vio a un
profesional de la salud recomendando flores de Bach a un depresivo que
acaba de anunciar su próximo intento de suicidio? ¿Qué dicen los
médicos de la visualización o de los cursos de Control Mental donde el
único elemento activo de la terapia son distintas estrategias de
sugestión? ¿Son realmente inocuas las esencias de eficacia desconocida
que apartan al paciente de los tratamientos de eficacia probada?
Demasiadas preguntas que se pueden resumir en una: ¿No será que, en
definitiva, la Nueva Era está allanando el camino al abuso de la

p-6

credulidad pública cuando promueve que a cambio de mucho, poco o nada la
gente sea malentretenida (para no decir estafada en su buena Fe) con
talismanes, cámaras kirlian, tratamientos bioenergético—holísticos o
cristales de cuarzo?

Véase el caso del mentalista Carlos Warter, que de estrella newager de
la farándula local fue desenmascarado cuando se supo que ante sus
seguidores se presenta como un maestro multidimensional y su prédica
era, en realidad, el ejemplo vivo del gurú yuppie que vive a costa de la
ingenuidad de sus adeptos. O véase, si no, cualquier variante del
Control Mental. ¿Puede levantar el ánimo de quien no encontró alivio ni
contención psicológica entre las alternativas muchas veces menesterosas
que ofrece la psicología universitaria? Puede que sí, como puede que no.
¿Y esto significa que sirve de algo, pese a que no se rige por la
metodología de la ciencia? No necesariamente. A lo mejor, está diciendo
que el conocimiento científico se tiene que traducir en respuestas
prácticas y concretas. Las promesas mágicas de las falsas ciencias son
exitosas porque ocupan lugares que tanto la praxis como los discursos
científicos van dejando vacantes. El tobogán por el que desciende la
popularidad de las religiones tradicionales es el mismo al que suben,
por la escalerita de atrás, los apóstoles de la Nueva Era; pero sólo en
parte, ya que los recursos pseudotecnológicos de la new age ofrecen
soluciones que no siempre atañen al ámbito espiritual. Otra vez, el
talismán a transistores refresca mejor.

¿Quiénes son los inquisidores?
Si el catedrático de Princeton considera que la Nueva Era propone una
ciencia con cara de hombre, ¿cómo describiría Ross el semblante de la
ciencia moderna evitando proferir los sambenitos que habitualmente
disparan los enemigos del progreso científico? Así como en su retórica
confunde a los impulsores de Acuario con los "nuevos soñadores de la
ciencia", a los intelectuales, científicos y desconfiados, con o sin
título, los hace bailar con la más fea, sobre todo si ellos denuncian
que en la new age han detectado tendencias falsamente científicas que
cultivan el absurdo o promueven creencias potencialmente perjudiciales.
Ross no pierde el tiempo con sutilezas. Trata a los escépticos de
"tempranos cazadores de rojos", llama al CSICOP una "inquisición
internacional de académicos cazafantasmas" o pontifica que "los
racionalistas (se creen) una raza superior". Ni el CSICOP (Committee for
the Scientific Investigation of Claims of the Paranormal) ni su
equivalente nacional, el CAIRP (Centro Argentino para la Investigación y
Refutación de la Pseudociencia), sostienen que, porque provenga de la
new age, toda nueva idea deba ser rechazada. Esa posición es ridícula y
quien la adopte demuestra que suscribe los postulados pseudocientíficos
que condena. Es evidente que estos organismos no apelan a la negación en
bloque ni se arrogan el derecho de asumir una actitud de vigilancia
policial respecto de los límites de ciencia. Pero, como todo
reduccionista, Ross trata de arrinconar al adversario caricaturizándolo
en el grotesco con la intención de hacerlo vulnerabie a la crítica.
Ciertamente, la acción de la ciencia es ilimitada, en el sentido de que
no existe problema que no pueda ser objeto de investigación. En los
casos controvertidos, como ocurre con las propuestas exóticas que
presenta la new age, la primera cuestión a dirimir es si han sido
abordadas con escepticismo (que no consiste en negar a priori sino en no
pronunciarse respecto de la existencia de un fenómeno nuevo, a menos que
se presenten evidencias de lo contrario) y, segundo, si se ha aplicado
el método científico para llegar a ciertas conclusiones.

El escepticismo científico activo representado por el CSICOP, el CAIRP y
otras 70 entidades con objetivos similares que funcionan en todo el
mundo, aspira a ofrecer una herramienta para limar las aristas más
filosas del pensamiento mágico y difundir al público

p-7

investigaciones imparciales de unos fenómenos que se pretenden ignorados
por la comunidad científica. Como con frecuencia tales resultados
desilusionan a quienes se rinden ante las proclamas maravillosas de la
pseudociencia, los refutadores, en el mejor de los casos, son empujados
al rincón de los aguafiestas. En el peor, al de los inquisidores
irrecuperables. Esta acusación suele ser una reacción dogmática que
busca anular la crítica (por supuesto, invocando el derecho a la liberad
de expresión... -justo cuando los medios abren la pantalla de par en par
a los discursos rápidos, atrayentes y digeribles de la pseudociencia!).

Lo cierto es que, históricamente, los cazadores de brujas han sido
quienes han fomentado la creencia en lo irracional, y no los escépticos.
Para cometer sus crímenes, la Iglesia primero tuvo que abonar la
creencia en el aquelarre, un infierno imaginario donde las brujas,
montadas en sus escobas voladoras, viajaban para sellar sus pactos con
el demonio. Las brujas fueron torturadas hasta confesarse brujas por
verdugos que creían en sus poderes de bruja, y las arrojaban a la
hoguera ante un pueblo que terminaba siendo convencido de que con eso
resolverían sus problemas. El macartismo inició su campaña cuando logró
convencer a los norteamericanos de que el comunismo era una amenaza
peligrosa para la sociedad. ¿Cuál es la actitud más preocupante? ¿La de
quien advierte sobre la proliferación del oscurantismo o la del pícaro
que se prepara para capitalizar la cosecha? Dicho de otro modo, ¿quién
se parece más a un inquisidor: Ladislao Márquez, un ilusionista
profesional empeñado en demostrar lo fácil que es confundir trucos de
magia con poderes paranormales, o Antonio Las Heras, que invita a
conjurar la magia negra con los amuletos Personalizados que "energiza"
en su Instituto?

En última instancia, entristece la debilidad de los argumentos de
tantos intelectuales que, como Andrew Ross, eligen abrazar los nuevos
rostros de la superchería para manifestar su descreimiento de la
"ciencia racionalista". Deberá pasar por lo menos una década para
evaluar las secuelas culturales del fenómeno con la suficiente
perspectiva histórica. Pero persiste una duda inquietante. ¿Quiénes
realizarán esa investigación? ¿Sociólogos o los discípulos del pai
Luconi? Por suerte, la "ciencia irracionalista" fundada por los
Conspiradores de Acuario tiene todo el aspecto de ser una moda pasajera,
a diferencia de la ciencia, que crece y evoluciona en cada
descubrimiento nuevo, en cada destello de la inteligencia. Algunos
vaticinan que, a más tardar, la Nueva Era se agotará cuando la humanidad
se recupere de la fiebre de fin de siglo. Lo que no deja de ser una
buena noticia.

p-8

La Ciencia transformadora.
(A.C.A.) El método científico también tene sus gurúes; personajes
odiosos, oscuros o simpáticos con sus seguidores y sus detractores.
Tanto como para que el debate no se corra de foco, tomemos dos
científicos argentinos paradigmáticos, que ocupen un lugar dentro de las
ciencias humanas: los epistemólogos Mario Bunge, más conocido por sus
combativas críticas al psicoanálisis que por sus notables aportes a la
filosofía de la ciencia, y Gregorio Klimovsky, un matemático que, a la
vez, nunca ha ocultado su proximidad con el pensamiento freudiano. La
fecunda tarea intelectual de ambos los hizo acreedores de una
considerable atención pública. En un sentido lato, son científicos que
operan sobre la realidad respetando la misma metodología. Sin embargo,
no acuerdan completamente en todo: Bunge rebaja al psicoanálisis al
nivel de una ciencia oculta mientras que Klimovski se esfuerza en hallar
el sustento científico que los incondicionales de Freud o Lacan siguen
buscando.

Los baches que separan sendos compartimentos dicen varias cosas sobre la
naturaleza de la ciencia: que tenga un método no implica que sea el
entramado de creencias indiscutibles, dogmáticas y absolutas del que se
aferran ciertos hombres de poder con la mezquina misión de preservar el
establishment científico. Si bien nunca falta algún carcamán que
confirma la regla, la comunidad académica aspira, ante todo, a producir
conocimiento. Por lo tanto, es permeable a lo nuevo. Es por eso que la
ciencia, antes que esclerosante, es un conjunto de actividades que dará
frutos en la medida que desarrolle sus ideas en ámbitos abiertos a la
reflexión, donde la creación nazca del debate entre pares, la
especulación multiplique las vías de acceder a la realidad y promueva el
quehacer intelectual liberando al hombre de ciencia del prejuicio, uno
de los peores enemigos del progreso. Y si antes la ecuación debió ser
alpargatas sí, libros también, hoy es ciencia + compromiso social.

Está claro que Klimovski y Bunge no son los sacerdotes de una religión
que tenga por estandarte el delantal blanco, la probeta y el
microscopio. Sin embargo, ellos no sólo suscriben los objetivos del
CAIRP, la primera organización sudamericana dedicada a desmitificar los
alegatos del charlatanismo, el engafo y el fraude en que incurren los
cultores de la pseudociencia que hoy se expresan a través del movimiento
new age, sino que también son dos de sus más activos consultores
científicos. ¿Entonces? Fácil: dos notables de la ciencia argentina,
pese a sus diferencias, perciben que el reflujo nuevaerístico tiene más
de charlatanismo que de nueva racionalidad.

Los amanuenses del Tercer Milenio son las muletas intelectuales del
movimiento, y siempre estarán prestos a blanquear el trabajo sucio de
los videntes, los astrólogos, los quiromantes, los tarotistas, los
extraterrestrólogos y los esoteristas nuestros de cada día. Reconocerlos
es fácil: van por la vida ensayando un lenguaje ampuloso,
criptocientífico, saturado de expresiones herméticas pero con
pretensiones renovadoras. El escepticismo científico invita a sacarles
la careta y a apostar al pensamiento racional como agente de cambio.

p-9

Lo Paranormal y las paradojas cuánticas. Gerald E. Huber.
El autor es estudiante de matemáticas en la Universidad de Regensburg
(Alemania). Esta es su primera colaboración para LAR, revista de la que
es asiduo lector.

Entre los parapsicólogos es normal citar la mecánica cuántica (MC, en
adelante) para sustentar afirmaciones como la interconexión holística
total, la PQ&PES, la superioridad de la mente sobre la materia y, en
general, lo inapropiado del método científico, ya que no existe una
realidad objetiva (1). Mi intención es mostrar que estas ideas surgen
principalmente a raiz de libros divulgativos de escritores como
Gribbin (2) o Nick Herbert (3), cuya interpretación de la MC actual,
aunque no se la pueda llamar esotérica, conduce a grandes errores.

Estos escritores dan la impresión de que la mayoría de los físicos se
desentienden de los problemas que no pueden resolver, afirmando que
éstos son puramente filosóficos. Pero la impresión que este autor obtuvo
de sus contactos con físicos es que la mayoría de ellos considera que no
existe tal problema, que éste es una simple cuestión filosófica que en
la ciencia ha surgido antes un centenar de veces y que, para su
satisfacción, ha sido resuelta con una metodología estándar (4). El
"problema" tiene que ser desechado -al igual que sucede, por ejemplo,
con la pregunta "¿por qué la nieve es verde?"- puesto que las premisas
son erróneas. Dado que es un asunto puramente filosófico es posible
explicarlo sin tener que recurrir a cosas extrañas tales como
hamiltonianos, espacios de Hilbert y similares.

La cuestión fundamental se centra en la realidad, pero antes de nada
quiero aclarar que lo que en este contexto se entiende por "no realidad"
no es que no exista un mundo objetivo ante nuestros sentidos, sino que
el mundo ha de describirse en términos que no se conrresponden
exactamente con nuestras impresiones sensoriales. Esto no debería
sorprendernos. ¿O acaso pensaban que la Naturaleza había estado
esperando a la Humanidad para que ésta la clasificara en categorías?

Si agitamos una moneda dentro de una caja cerrada, es de esperar que
antes de mirar si ha salido cara o cruz la moneda se encuentre ya en uno
de esos dos estados. Sin embargo, el formalismo de la MC se simplifica
si suponemos que, antes de mirar, la moneda se encuentra en un estado
intermedio, llamado superposición de estados o función de onda sin
colapsar. Antes de abrir la caja (es decir, de interferir) para ver la
moneda, ésta la podemos representar por medio de una película en la que
los fotogramas pares muestran la cara de

p-10

la moneda y los impares, la cruz. Al proyectar la película veríamos las
imágenes superpuestas de dos monedas. Si abrimos la caja la película se
para mostrando o cara o cruz. A esto se llama "colapso de la función de
onda". Hasta aqui no hay ningún problema porque uno puede afirmar
cualquier cosa sobre algo que no está sujeto a observación.

En la llamada paradoja de Einstein, Podolsky y Rosen (EPR) tenemos en
otra caja una segunda película acoplada a la primera de forma que,
siempre que en una sale cara en la otra sale cruz. Si miramos dentro de
una de las cajas, inmediatamente la película de la otra caja se para
también. Pero supongamos que llevamos la segunda caja a años luz de
distancia, entonces la señal de parada que viaja desde una película
hasta la otra tendría que superar la velocidad de la luz (para
"colapsar" al mismo tiempo), en contradicción con la relatividad
especial. ¿Cómo puede ocurrir esto? Porque, de hecho, no ocurre nada.

Aunque es fácil de imaginar, la noción de la película que se detiene es
un sinsentido. Tan sólo hay un cambio de Lenguaje. Por ejemplo,
acordemos que, a partir de ahora, intercambiamos los significados de las
palabras "rojo" y "azul" (ver fig. 1). Inmediatamente entonces, a las
lejanas estrellas que previamente llamábamos estrellas rojas las
llamamos estrellas azules. Instantáneamente empiezan a emitir luz azul
en vez de luz roja. La diferencia con la MC es que en el ejemplo
anterior podemos entender intuitivamente ambos lenguajes, pero el
lenguaje de la MC es contrario a la intuición; en él no se le puede
asignar una posición definida a un objeto.

-Cualquier niño puede producir una no-localidad abstracta (fig. 1).
Definamos al lenguaje ordinario (LO) un segundo lenguaje (SL) igual que
el primero, sólo que en éste las palabras "rojo" y "azul" han
intercambiado su significado.

Frases verdaderas en LO Frases verdaderas en SL
ej. "El cielo es azul" ej. "El cielo es rojo"

p-11

-Experimento: Pasamos de LO a SL. Instantáneamente todas las estrellas
rojas de la galaxia pasan a ser estrellas azules.

planeta Tierra eje x (hace muchos años—luz) muy lejos
Cielo azul *Estrella roja emitiendo luz roja
eje t, pasamos de LO
a SL en t=s Esttella
Cielo rojo *Estrella azul emitiendo luz azul
Se puede ver fácilmente que, a causa de esto, no se puede enviar un
mensaje

LO _|¯|_|¯¯|_|¯|_|¯|_|¯¯¯¯|__|¯¯¯¯¯|___|¯¯|_______|¯ input binario
SL

estrella roja
_|¯|_|¯¯|_|¯|_|¯|_|¯¯¯¯|__|¯¯¯¯¯|___|¯¯|_______|¯ "output"
estrella azul (no visible realmente)

Hasta ahora esto funciona bien. Pero, ¿cómo sabe un amigo
extraterrestre, que quiere descifrar el mensaje, qué lenguaje estamos
usando? Deberíamos enviar esta información por medios normales, es
decir: a velocidades menores que la de la luz. Lo mismo vale, si
intentamos enviar un mensaje usando un colapso de la función de onda.
El lenguaje que utilizamos en este caso no es LO ni SL, sino el de la
mecánica cuántica y el de la mecánica clásica.

Sin embargo, es frecuente que tengamos que describir el mundo físico en
términos que no podamos "sentir" inmediatamente. Si observamos un color
podemos describirlo como la suma de los tres colores básicos: rojo, azul
y verde; éste es el fundamento de la televisión en color. Pero en el
mundo físico no hay colores básicos, sino un espectro continuo de
fotones con energías diferentes. Esto hace que nuestras sensaciones sean
inexactas. Por ejemplo, no podemos distinguir si un rayo de luz es
amarillo monocromático o es una mezcla de rojo y verde (ver fig. 2).
Podríamos, eso sí, trazar una gráfica de la luz emitida por un objeto
amarillo tras analizarla con un espectroscopio, pero eso dejaría de ser
una sensación directa. Incluso si la gráfica mostrase que la luz es
amarilla pura, la sensación que se

p-12

tendría al mirar la gráfica sería distinta de la que se tendría al mirar
la luz. Tratar, pues, de imaginar la superposición de estados de la
moneda tiene tanto sentido como tratar de imaginar colores distintos a
los que conocemos. Nótese que esto no depende sólo de la ausencia en el
ojo de fotoreceptores para, digamos infrarrojos, sino que es una
propiedad intrínseca de la percepción. Si reemplazamos en un ojo los
receptores del rojo por recptores del infrarrojo, simplemente veremos
cosas rojas distintas con un ojo que con el otro, pero no veremos un
color nuevo misterioso. El que nunca veamos una función de onda sino
objetos ocupando lugares concretos no debe ser motivo de preocupación.

¿Existe algún aparato con el que podamos ver la superposición de estados
de la moneda, del mismo modo que vemos la luz a través del
espectroscopio? Durante algún tiempo se pensó que una teoría en la que
la moneda estuviera realmente apoyada sobre uno de los lados antes de
mirarla, era tan válida como la MC, sólo que más complicada -Einstein
así lo creía-. Pero entonces llegó el Teorema de Bell diciendo que
existía una diferencia medible entre los dos tipos de teoría. Las
pruebas experimentales realizadas muestran que la MC es correcta y que
las llamadas teorías de variables ocultas están equivocadas. Por
supuesto, uno siempre puede decir que las premisas del experimento son
incorrectas y como una de las premisas es la relatividad especial, los
adivinos afirmarán que ésta es incorrecta y que de este modo se prueba
la interconexión universal instantánea. Si nos aferramos a una teoría
que es absurda fácilmente podremos inventarnos más absurdos, y
normalmente tendremos que hacerlo, para que la teoría concuerde con los
hechos. Cuando el objeto extirpado del vientre por un "cirujano"
filipino resulta ser un trozo de pollo, eso prueba que se ha producido
un verdadero milagro. Porque, ¿cómo, si no, se explica que la carne
humana se haya transformado en carne de pollo mientras observábamos
atentamente la operación?

E.H. Walker parece que cree en tales cosas. Interpreta la MC bajo una
teoría de variables ocultas para replicar a una crítica de
Martin Gardner: "¿Realmente intenta decir Gardner que la prueba del
Teorema de Bell demuestra que la MC es local?... ¿Realmente intenta
decir Gardner que para el problema de la medida en MC dispone de una
solución que nos libera de la necesidad de admitir que la conciencia (el
observador) existe? En todo esto Gardner apoya lo que se ha demostrado
ya que es falso" (5). Pero el asunto que Walker no parece entender es
que no se ha demostrado que la MC no sea local, es decir, que permita
transmitir señales a velocidades mayores que la de la luz; lo que se ha
demostrado es que las variables ocultas no son locales, con los que o
contradicen la relatividad especial o no existen.

p-13

Se necesita la ayuda de un instrumento para saber lo que son dos haces
de luz que parecen iguales (fig. 2)

-amarillo>> rojo y verde.
-amarillo>> amarillo.

Sin la ayuda de un prisma, uno no puede decidir si un rayo de luz es
amarillo monocromático o no.

No hay razón por la que la percepción humana debería ser capaz de
decidir por si misma, si una cosa (p.ej. un gato) está en un estado de
superposición o no.

Este es el asunto. Pero como en la mayoría de teorías contrarias a la
intuición, no sólo podemos construir una "paradoja" sino un montón de
ellas. Para disfrute del lector nos gustaría añadir un breve comentario
sobre la conocida paradoja del gato de Schrödinger (ver fig. 3).

p-14

En principio, no necesitamos describir una moderna en términos de la MC,
ya que contiene tal cantidad de sistema mecanocuánticos que los efectos
cuánticos se compensan entre sí y desaparecen. Pero podríamos
preguntarnos qué pasaría si conectásemos un objeto normal a un sistema
monocuántico por medio de algún sofisticado mecanismo que impidiera la
compensación de los efectos cuánticos. Así, junto con la moneda
monocuántica, ponemos en la caja un gato y un mecanismo que mate al gato
si sale cara. En este caso, antes de mirar dentro de la caja, no sólo la
moneda estaría en una superposición de cara/cruz, también el gato
estaría en una superposición de muerte/vida. Esto puede sonar raro, pero
no hay ninguna contradicción con ningún hecho medible. Por otra parte,
¿no está el gato mirando la moneda? Si es así, entonces ésta tendría que
mostrar un lado concreto y el gato estar muerto o vivo (es decir, en un
estado definido). Así pues, el gato está en una superposición de estados
y al mismo tiempo no lo está. Ciertamente aquí tenemos una
contradicción.

El gato de Schrödinger (fig. 3). DeWitt loc. cit.

Recuérdese lo que significa "mirar". Pasamos del lenguaje de la MC al de
la vida diaria cuando describimos el colapso de la función de onda. Como
prueba una demostración debida a Von Neumann, podemos provocar el
colapso a voluntad, siempre que estemos lo suficientemente lejos del
sistema monocuántico, pues de otro modo perderíamos exactitud. Pero si
tomamos una decisión no podemos cambiarla sin cambiar todos los demás
datos del modo apropiado. Es decir, podemos elegir el colapso del
sistema con el gato que observa, o el del sistema con el observador que
abre la caja, pero no ambos. Es la misma situación que cuando, por
definición, colocamos los O° de longitud en Greenwich y a partir

p-15

de aquí le asignamos una longitud a un punto cualquiera de la Tierra.
¿Por qué Greenwich? Podríamos tomar cualquier otro punto como origen y
medir la longitud del mismo lugar que antes: evidentemente obtendríamos
un valor distinto. ¡Menuda contradicción! Tendríamos aquí también un
lugar que ocupa dos posiciones al mismo tiempo, pero lo cierto es que no
existe tal contradicción, pues se trata de un cambio de punto de vista.
Es la misma situación que en el caso del gato, sólo que ahí nos cuentan
que es una paradoja.

La cuestión filosófica que plantea la MC es que, por un lado, tenemos
una teoría monstruosa, llena de hadas y con un montón de leyes y poderes
secretos para hacer a las hadas irreconocibles para siempre. Por el otro
tenemos una teoría sencilla, con igual poder predictivo, pero que no
satisface nuestra necesidad emocional de entender el mundo
intuitivamente. ¿Qué teoría elegimos? Volvamos la vista hacia la
"energía vital", los epiciclos y el éter y allí encontraremos la
respuesta de la ciencia (6).

Notas:
(1) Gardner, M.: "Science: Good, Bad and Bogus". Prometheus Books,
Nueva York, 1981. Existe edición española: "La Ciencia. Lo Bueno, lo
Malo y lo Falso". Alianza Editorial, Madrid, 1988. Colección "El libro
de Bolsillo". n° 1366.
(2) Gribbin, J.: "In Search of Schrödinger's cat". Bantam Books,
Nueva York, 1984. Existe edición española: "En busca del Gato de
Schrödinger". Salvat Editores, Barcelona, 1986. Colección "Biblioteca
Científica Salvat", n°26.
(3) Herbert, N.: "Quantum Reality, Beyond the New Physics".
Anchor/Doubleday, Nueva York, 1985.
(4) Compárese, por ejemplo, con: Greiner, W.: "Quantummechanics
Volume 1". Springen, Berlín, 1989, p. 332. Lvy-Leblond, J.M.: "A Quantum
Credo", en: Physyca B Vol.151, 1988, pp.378-380. Kellet, B.H.: "The
Physics of the Einstein-Podolsky-Rosen Paradox", en Foundations of
Physics Vol.7(9/lO), 1977, pp.735-757.
(5) Walker, E.H.: "A Review of the Criticism of the Quantum Mechanical
Theory of Psi Phenomena", en Journal of Parapsychology, Diciembre 1984,
Vol.48 (4), pp.277-332.
(6) Quizá K. Popper piense de modo distinto.

Trad. de Jonathan Bustos Contell, Copyright de LAR.

El Vaticano reconoce que la Tierra gira alrededor del Sol.
Luis Alfonso Gámez.
"Ciencia y fe no pueden volver a recaer en aquella trágica y recíproca
incomprensión que hace cuatro siglos dio origen al caso
Galileo Galilei".

La noticia saltó a las primeras páginas de los periódicos el pasado 1 de
noviembre. Podemos comprender, pero nunca olvidar. El recuerdo es la
única arma que tenemos para evitar desmanes como los de la Inquisición.

p-16

Boletín de suscripción a la Alternativa Racional.
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Educación y Pseudociencias. Ángel Toca Otero.
El autor es profesor de bachillerato en un Instituto de Torrelavega
(Cantabria) y socio de ARP.

En nuestros días asistimos, no sin cierta preocupación, al renacimiento
de la irracionalidad como forma de pensamiento. Los fines de nuestra
Asociación son claros, la búsqueda de respuestas racionales a toda la
parafernalia pseudocientífica que inunda la sociedad. Sin embargo,
existen determinadas situaciones que abonan el nacimiento de
explicaciones irracionales y que de alguna manera deberían de ser
combatidas con igual energía.

Dejamos claro desde el principio que estas líneas no pretenden ser un
análisis filosófico de las causas que provocan la irracionalidad; para
ello existen voces autorizadas dentro de nuestra Asociación que podrían
diseccionar el problema con más rigor. Se trata pues de una llamada de
atención sobre ciertas prácticas sociales (de las cuales somos a veces
responsables indirectos) que habría que comenzar a atajar.

Una primera clasificación nos permitiría discernir dos grupos bien
definidos: el de las actividades relacionadas con la educación
científica de los ciudadanos, y el de las opiniones de personajes
destacados a través de los medios de comunicación.

1.-Educación Científica.
Aquí caben de nuevo dos subgrupos bien definidos; a saber, el de la
educación académica por una parte, y por otra, el de la educación que
reciben los ciudadanos como información propuesta por las revistas de
divulgación.

La Educación Académica.
Aunque no es posible introducir en el mismo saco a las tres etapas
educativas que reciben los ciudadanos, sí podemos esbozar defectos
comunes a las tres y a continuación indicar algunos que sean
pertenecientes a cada etapa.

a) En primer lugar destaca e1 dogmatismo con el que se imparten las
disciplinas científicas en nuestra educación; la sensación del
estudiante ante el hecho científico es la de encontrarse ante un
conocimiento misterioso, regulado por mecanismos matemáticos de difícil
traducción en términos de hechos cotidianos. Detrás de este fenómeno
subyace o bien un completo desconocimiento, o bien una filosofía muy
simple del hecho científico.

b) En segundo lugar, la identificación que se produce entre ciencia y
técnica desde los niveles más bajos de nuestro sistema. Esta
identificación provocará más tarde la idea de la ciencia como algo
perverso en sí mismo (como ejemplo, leemos en el suplemento de
Ciencia y Tecnología de La Vanguardia del 05/09/92 el siguiente titular
de una encuesta realizada en la que se pedía la opinión que le

p-18

merece la ciencia al público: "El daño al medio ambiente, lo peor de la
ciencia").

Característico de cada etapa es:
1.- De la EGB (obligatoria para todos los ciudadanos) destaca el
desconocimiento de la asignatura, debido fundamentalmente al hecho de
que los profesores de esta etapa no son especialistas en ciencias.
Pretender que a lo largo de 2-3 asignaturas científicas que se estudian
en 3 años, se puedan obtener especialistas que dominen los entresijos de
estas materias no deja de ser algo que produce perplejidad. En este
punto conviene revisar lo que serán los nuevos estudios de Magisterio;
estudios en los que se refuerzan más si cabe los conocimientos de tipo
psicopedagógico y se abandonan más los conocimientos específicos de
asignaturas concretas, entre ellas las científicas.

2.- De las Enseñanzas Medias (futura Enseñanza Secundaria y
Bachillerato) cabe destacar el pronunciado desinterés por la carrera
docente que sufren los protagonistas directos del hecho educativo. Es un
fenómeno agudizado en las asignaturas científicas, ya que los futuros
licenciados en estas ramas poseen unas expectativas muy altas con
respecto a su futuro laboral (económicas, de prestigio social, etc.),
expectativas que se ven truncadas ante la competencia de ingenieros y
peritos; y que por tanto encaminan a frustrados a las aulas a impartir
unos conocimientos que no sienten como suyos.

3.- De la Universidad podríamos destacar muchas cosas. Pienso que lo
realmente importante es esa exacerbación del dogmatismo, reflejado en
la inexistencia del debate durante el aprendizaje académico. Este hecho
provoca una ausencia total de análisis por parte del estudiante que
admite todo como algo establecido sin contraste. Este dogmatismo es
capaz de transformar el trabajo práctico del laboratorio en simple
recetario; desaparece la formulación de hipótesis y su posible
contrastación experimental. No es raro, por tanto, que el futuro
profesor que pasa por este ambiente refleje en su aula algo que no se
aproxime ni de lejos al hecho científico.

De la Educación recibida a través de revistas de divulgación.
En este aspecto no creo que sea necesario extenderme mucho. Todos
sabemos el tipo de divulgación científica que se hace en España;
mientras que Muy Interesant, Conocer y otras baten récords de tirada,
Investigación y Ciencia y Mundo Científico se mantienen en la parte baja
de esas tiradas. La razón es obvia a la luz de la educación recibida; el
conocimiento científico no se digiere en dos lecturas rápidas mientras
se oyen las noticias y se ojea el periódico.

El hombre de hoy en día necesita estar informado, aunque esta
información sea superficial y subjetiva. Dentro de estas condiciones las
revistas de divulgación cumplen muy bien su cometido.

2.-De las opiniones de personajes a través de los medios de
comunicación.
Es evidente que los medios de comunicación ofrecen lo que la sociedad
les demanda; si esta quiere conocer lo que opinan sus personajes
favoritos sobre cualquier tema los medios no hacen más que atender a esa
súplica. El problema surge cuando este personaje pretende opinar más
allá del campo que le dio la fama; y esto es un mal endémico de nuestra
sociedad, una distorsión de la idea de democracia según la cual al ser
todos iguales ante la ley eso implica automáticamente que cualquier idea
que se tenga, por absurda que parezca, es igualmente válida ante el
tribunal de la razón (¿democracia intelectual?).

Y muy reciente tenemos el ejemplo de nuestra Reina, que se permite la
frivolidad de identificar cultura con su interés por lo esotérico
(reciente entrevista en El País

p-19

05/09/92). Como resumen final recojo parte de una entrevista a
Raimon Panikkar en La Vanguardia del 29/08/92, y que demuestra parte de
los argumentos aquí presentados (subrayados, paréntesis y alguna que
otra ironía, míos). La pregunta del entrevistador pretende recoger la
opinión del personaje sobre la presunta relación entre la física
cuántica y las grandes religiones orientales:

Mi tesis es que la ciencia moderna es perversa porque
epistemológicamente ha pervertido al conocimiento (Buena definición: la
mar es salada porque tiene sal). En primer lugar, ha pervertido el
sentido de los grandes conceptos: espacio, masa o energía, (estudio
defectuoso de los conceptos científicos durante su etapa de aprendizaje)
que se han considerado parámetros científicos, cuando no lo son (¿?).
Segundo, la ciencia moderna es cálculo, no conocimiento (ideas
equivocadas adquiridas a través de revistas de divulgación. Confunde
objetivos con métodos). La ciencia moderna es perversa porque cree que
se puede conocer sin amor (confunde amor con pasión).

Por otra parte, estoy maravillado de que la física contemporánea se
haya abierto, de que se problematice y esté dispuesta a reconocer al
misterio. Pero de ahí a decir que ciencia e intuición hinduista es lo
mismo hay un gran trecho (en esto estamos de acuerdo).

Skeptical Inquirer. Si crees que el creacionismo tiene tanta base
científica como los personajes de Walt Disney. Si piensas que el
horóscopo no predice tu vida. Si dudas de que detrás de los ovnis haya
algo sólido. En ese caso eres un escéptico y Skeptical Inquirer es tu
revista. La revista de más prestigio entre los escépticos de todo el
mundo. Suscripción por tres años (12 números) US $77.00 (incluyendo
envío).
Skeptical Inquirer, P.O. Box 703, Buffalo, NY 14226-99703, USA.

p-20

La Homeopatía mata a veintiún personas en Argentina.
Veintiún personas perdieron la vida en Argentina a causa de la
ingestión de un fármaco homeopático contra la gripe en el verano de
1992, informó la agencia Colpisa. La mayor intoxicación del siglo en el
país sudamericano tuvo su origen en un jarabe elaborado a partir de
propóleos comercializado por el laboratorio Huilen, líder en el campo de
la medicina y cosmética naturista. El envenenamiento sacó a la luz un
dato escalofriante: el 3O% de los medicamentos que se consumen en
Argentina pueden ser falsos, según las autoridades sanitarias.

El propóleos es una materia resinosa que usan las abejas en el interior
de las colmenas para taponar las fisuras, fijar los radios y barnizar
las paredes. Las abejas extraen el propóleos, que tradicionalmente se ha
utilizado para la fabricación de barnices, de los brotes y cortezas de
diversos árboles. Para el consumo humano, los laboratorios naturistas
diluyen el producto en alcohol común. Desgraciadamente, en el caso
argentino, la firma Huilen sutituyó el alcohol inocuo por uno letal.

Los fanáticos de los productos naturales y los ecologistas afirmaron
que se trataba de un ataque al sector. Culparon a una mano negra de
haber sustituido el alcohol común por el mortal dietilenglicol, pero
carecían de pruebas. Antonio Somaini, presidente del Colegio de
Farmacéuticos de Buenos Aires, hizo causa común con los naturistas y se
convirtió en un abanderado del propóleos. "Hay que dejar bien claro que
la intoxicación no fue por propóleos, sino por el dietilenglicol", dijo.
El farmacéutico, representante de un colectivo que obtiene pingües
beneficios de la explotación de la credulidad del público, también se
inclinaba por la hipótesis del sabotaje. "Las partidas del laboratorio
-indicó- son de cuatro mil a seis mil frascos y si hubiera sido un error
involuntario, deberían estar contaminados todos esos miles de envases y
no sólo unos cincuenta, como se detectó".

Miedo.
La Fundación Latinoamericana de Terapias Naturales (Fultena) intentó
desvincularse del asunto y culpó al laboratorio Huilen por utilizar
agentes químicos para diluir el propóleos. "Dentro de las terapias
naturales, no podemos considerar a aquéllas que permitan aditamentos
químicos sintéticos en su planteamiento metodológico", afirmaron
representantes de Fultena. "Los miedos -reconocieron- dejan huellas
profundas y llevará tiempo recuperar la confianza del público en la
inocuidad de los remedios naturales".

Las farmacias homeopáticas de Buenos Aires registraron un descenso del
20% en las ventas de miel y derivados poco después de que se hizo
público el envenenamiento masivo. "La gente no quiere saber nada con la
colmena", explicó el gerente de un establecimiento dedicado
exclusivamente a la venta de estos productos.

p-21

Costa Rica deniega asilo político a dos cienciólogas españolas.
"El Estado español no garantiza nuestra libertad religiosa", argumentan
las sectarias. Luis Alfonso Gámez.

La embajada de Costa Rica en España denegó, el pasado 4 de febrero, el
asilo político a dos jóvenes integrantes de la Iglesia de la
Cienciología, que afirmaban ser víctimas de persecución debido a sus
creencias religiosas. El Gobierno centroamericano rechazó la solicitud
de las sectarias porque "no tiene presunción de que en España exista
persecución política o religiosa" [Efe. 1993].

Miren Karmele Landaribar, de 27 años, y Raquel Justicia, de l9, habían
pedido asilo en la legación de Costa Rica, "un país con una democracia
estable y fama de ser muy respetuoso con los derechos humanos", porque
"el Estado español no garantiza nuestra libertad religiosa". "Esto es
demasiado. Lo que aquí se están cuestionando son nuestros derechos
humanos", manifestó Miren Karmele después de conocer la decisión del
Gobierno costarricense. La joven ondarresa niega que la Iglesia de la
Cienciología sea una secta destructiva. "Es una religión como la copa de
un pino", dice.

La Audiencia de Vizcaya archivó, a finales de diciembre de 1992, una
denuncia por presunta detención ilegal que Miren Karmele había
presentado contra Pro Juventud en el Juzgado de Gernika cuatro años
antes. En aquella ocasión, la joven acusó a varios integrantes de la
asociación especializada en desprogramar sectarios de haberla mantenido
secuestrada durante cinco días para obligarla a abandonar la Iglesia de
la Cienciología.

El 17 de diciembre de 1987, la joven fue a comer con sus familiares a un
asador de Durango, para celebrar su cumpleaños. Una vez en el caserío,
su padre y el novio de su hermana se levantaron de la mesa para ir a por
la comida. Cuando volvieron, lo hicieron acompañados de dos hombres, que
se presentaron como integrantes de Pro Juventud. Con el consentimiento
de los padres de la joven, los dos individuos agarraron a Miren Karmele
y la condujeron al interior de la vivienda.

Cinco días de "secuestro".
Los desprogramadores informaron a Miren Karmele de que iba a permanecer
en su compañía varios días o semanas y le advirtieron que le iban a
llevar "a Barcelona, donde sería guardada por un tiempo en la casa de un
periodista americano" [Vasco Press, 1988]. Durante los días siguientes,
le leyeron "papeles difamatorios sobre lo que ellos consideran sectas
diabólicas". Al cuarto día, la joven hizo creer a los miembros de
Pro Juventud que aceptaba sus argumentos y consiguió que la trasladaran
a un piso de Lekeitio, donde había un jesuita.

Mientras, Alasne, hermana de la sectaria y también integrante de la
Iglesia de la Cienciología, amenazó con presentar una denuncia por
secuestro. Entonces, los padres le pidieron a Miren Karmele que

p-22

llamara a su hermana para tranquilizarla. La conversación, que las
sectarias mantuvieron en euskera, le sirvió a la retenida para informar
a su hermana de su intención de fugarse al día siguiente.

A las ocho y media de la mañana del quinto día, la joven abandonó la
vivienda en la que se encontraba secuestrada, aprovechando que el único
miembro de Pro Juventud que había en el piso estaba en la ducha. Su
padre y el sacerdote, que se encontraban en el interior de un coche
estacionado en las inmediaciones, se apercibieron de los hechos y
emprendieron la persecución de la joven, que echó a correr.

Al final, el integrante de Pro Juventud capturó a la muchacha, que se
resistió, lo que hizo que se concentraran a su alrededor unas quince
personas. "Yo decía a la gente que estaba alrededor que me llevara a la
Policía vasca -explicó Miren Karmele a la Prensa-, que había sido
raptada por esa gente que me forzaba a entrar en el coche y que
necesitaba ayuda. Estuve cinco o diez minutos con esto, hasta que un
chico se adelantó y me dijo que iba a llevarme a la Policía". Poco
después, la joven presentaba una denuncia contra los integrantes de
Pro Juventud en el Juzgado de Gernika.

Enrique Sagnier Sagues, representante de la organización de asistencia a
sectarios, aseguró en 1988 que habían sido contratados por los padres de
la joven para desprogramarla. Cinco años después, María Rosa Doladera,
actual directora Pro Juventud ha señalado que lo que pasó en el caso de
Miren Karmele es que la muchacha había aceptado someterse a tratamiento,
pero cambió de opinión en el último momento.

En su día, la madre de la joven afirmó que "la secta, a través de mi
hija Alasne, nos sacó casi dos millones de pesetas. Ahora, con Miren,
les hemos entregado alrededor de 200.000 pesetas, que, según ella nos
comentaba, eran para unos cursillos" [Villasante, l988]. Los padres
reconocieron que habían entregado dinero a la Iglesia de la
Cienciología por miedo, "ya que, de lo contrario, nuestra hija se habría
ido a Florida". "Lo que están haciendo ellos con mi hija sí que es un
auténtico secuestro", sentenció la madre de la joven.

"Operación Rocío".
El juez José María Vázquez Honrubia ordenó, el 20 de noviembre de 1988,
la detención de setenta y un dirigentes de la Iglesia de la
Cienciología, que celebraban un congreso en Madrid. El titular del
Juzgado de Instrucción número 21 de la capital de España investigaba a
los responsables de la secta por delitos contra la libertad y la
seguridad en el trabajo, contra la salud pública, amenazas y coacciones
a los adeptos, asociación ilícita, falsedad en documento público, estafa
y delitos fiscales y monetarios.

Aquel domingo, la Asociación Internacional de Cienciólogos celebraba en
el hotel Meliá Castilla, en Madrid, una Convención de las actividades en
el campo para Iberia, a la que asistían responsables españoles y
extranjeros de la secta. Por el módico precio de 20.000 pesetas, los
adeptos tuvieron oportunidad de participar en un seminario sobre Cómo
manejar la propaganda negra, impartido por Heber Jentzsch, presidente de
la Iglesia de la Cienciología. Según Pepe Rodríguez, el encuentro trató
de las técnicas de intoxicación informativa y desprestigio público que
emplea la secta para atacar a

p-23

instituciones y personas que ponen en peligro sus intereses
[Rodríguez. 1988].

Cuando los asistentes al seminario estaban comiendo en un salón del
citado hotel, diez inspectores y cuarenta agentes del Cuerpo Nacional de
Policía entraron en acción y detuvieron a setenta y una personas.
Simultáneamente, se registraban en la capital de España diecinueve
locales de la secta, y la Brigada Policial de Madrid cursaba las
instrucciones oportunas para que se hiciera lo mismo en otras ciudades.

Días después, Vázquez Honrubia ordenaba la expulsión de España de diez
diriegentes extranjeros de la secta y el ingreso en prisión de once
personas, entre ellas, Heber Jentzsch, el máximo dirigente de la
organización. El magistrado ordenó intervenir las cuentas corrientes de
la iglesia, que arrojaban un saldo cercano a los 200 millones de
pesetas. En la sede de la secta, la Policía se incautó de cinco kilos de
documentos y un programa informático con datos de las quinientas
empresas más importantes de España. "¿Qué hace una organización
religiosa con estos datos?", se preguntó el juez [Catalán, 1988].

Jentszch, por su parte, optó por representar el papel de mártir,
exculpar a las autoridades españolas y presentarse como víctima de una
conspiración internacional. "Esta es la nueva versión de la Inquisición
española -advertía el 23 de noviembre, cuando iba a declarar ante el
juez-. Creo que Interpol ha mandado gran cantidad de información falsa,
que trata de destruir la libertad. La culpa no es tanto del Gobierno
español como de Interpol, que es una organización de criminales". El
boletín correspondiente a diciembre de 1988 de Freedom -el panfleto de
la secta- se dedicó al descrédito de la Interpol y la defensa de
Narconón.

El dirigente de la Iglesia de la Cienciología consiguió la libertad bajo
fianza el 10 de diciembre de 1988, previo pago de 75 millones, y las
autoridades españolas le permitieron regresar a su país tres meses
después. Una vez en Washington, Jenstch centró sus ataques en la
Interpol, organización a la que acusó de estar relacionada con el
narcotráfico [Montagut, 1989].

"Agentes muertos".
Entre tanto, se supo que, por órdenes de la secta, una agencia de
detectives privados de Barcelona poseía datos reservados del juez
José María Vázquez Honrubia, la diputada Pilar Salarrullana y el
periodista Pepe Rodríguez. Los autores de los informes se referían a los
tres investigados como "agentes muertos". Uno de los abogados defensores
de la secta, José Manuel Gómez Benítez, indicó que "estas palabras no
significan, ni mucho menos, que haya que matar a estas personas, sino
que es una descalificación moral sobre unos individuos que consideran
contrarios a los intereses de la Iglesia de la Cienciología"
[Pardo, 1989]. El letrado no explicó, sin embargo, que significaba que
la iglesia catalogara a Pilar Salarrullana como "persona a destruir,
grado de peligrosidad número 6".

¿Qué objeto tenían las más de mil páginas de información sobre los tres
"agentes muertos", redactadas en inglés, holandés y español? "Allí, se
encuentran datos sobre mis teléfonos, domicilio y movimientos -explicó
la diputada a los periodistas-. Y, debajo de los mismos, la firma de la
persona que ha contratado el servicio y el precio pagado. Las
cantidades para dar información van desde las 25.000 hasta las 100.000
pesetas. Cuando vi en el informe el nombre de mis padres y los
movimientos de mis hijos, se me puso carne de gallina" [Cascó, 1989].

A mediados de julio de 1989, el juez Vázquez Honrubia remitió la causa
contra los dirigentes de la Iglesia de la Cienciología a la Audiencia
Nacional. El auto citaba trece posibles delitos de la secta, implicaba a
cien personas y valoraba en

p-24

más de 250 millones la cantidad de dinero defraudado a particulares y a
la Administración. La investigación demostraba, en palabras del
magistrado, que la Iglesia de la Cienciología "es una multinacional
dedicada a la venta de bienes y servicios que promete la salud física y
mental, basada en teorías completamente acientíficas, para obtener de
los captados sumas crecientes de dinero, que, conforme a algunos
perjudicados, asciende hasta los 17 millones de pesetas".
[Mercado, 1989].

Cuatro años después de la Operación Rocío, nada se sabe del proceso
judicial contra la Iglesia de la Cienciología. "Desde los más poderosos
gabinetes jurídicos del país, contratados por la secta, y mediante
letrados muy próximos al Gobierno, se ha ejercido presión directa contra
el juez José María Vázquez Honrubia... para que el Consejo General del
Poder Judicial le retire del caso y así puedan anular el rigor
investigador que caracteriza a este inflexible juez. Y en el Juzgado de
Instrucción número 21, del que es titular, se han recibido presiones a
favor de la secta desde las instancias más insospechadas
[Rodríguez, 1989; 253].

Los cieneciólogos vascos.
Un error en las direcciones que figuraban en los mandamientos judiciales
libró a los dos locales que la Iglesia de la Cienciología tenía en el
País Vasco de los registros ordenados por el juez Vázquez Honrubia el
20 de noviembre de 1988. El duro golpe que asestó el titular del Juzgado
de Instrucción número 21 de Madrid a la secta relegó a segundo plano
periodístico las conmemoraciones fascistas en memoria del dictador
Francisco Franco y el líder radical Santiago Brouard. Sin embargo, en
Vizcaya, cuando la Policía se dispuso a registrar las oficinas de
Dianética de Bilbao y Ondarroa, se encontró con que las direcciones de
los mandamientos judiciales no eran las de los locales de la secta. La
Brigada Judicial de Madrid había facilitado al Juzgado direcciones
erróneas y los dos centros vascos de Cienciología se libraron de la
visita policial. Aunque el error no fue enmendado en días sucesivos,
para la Policía, la Operación Rocío "había sido un éxito".

"Si lees el libro, verás cómo Ron, el fundador, llegó a Cienciología y
qué es Dianética", me aconsejaba Reyes Vidal, relaciones públicas de la
secta en Bilbao, días después de que el comodoro Jentzsch ingresó en la
cárcel [Gámez, 1988]. El libro era Dianética, de Hubbard. Un Pase usted
sin llamar y la curiosidad periodística me habían animado a franquear la
puerta del local bilbaíno de la Iglesia de la Cienciología y penetrar en
el mundo creado por Lafayette Ronald Hubbard. Durante la conversación
que mantuvimos en la sede de la secta, situado en el número 5 de la
calle Buenos Aires, la joven me habló de la organización como de un
grupo religioso y negó cualquier carácter sectario.

Ante mi negativa a adquirir el voluminoso Dianética, Reyes Vidal me
obsequió una cinta basada en la obra de Hubbard. En la grabación que
comercializa New Era Publications, editorial vinculada a la Iglesia de
la Cienciología, una agradable voz asegura que "Dianética es la ciencia
de la mente", que "obtiene resultados predecibles y exactos".

La Iglesia de la Cienciología, que se instaló en la bilbaína calle
Buenos Aires en 1984, se ha trasladado recientemente a un municipio de
la margen derecha del

p-25

Nervión. En los últimos nueve años, multitud de jóvenes vizcaínos fueron
abordados por adeptos de la secta e invitados a subir a sus locales para
someterse a un test de personalidad. En la mayoría de los casos, los
resultados de la prueba revelaban la conveniencia de que el interesado
se sometiera a la terapia ofrecida por Dianética. Y eso, para algunos,
supuso un largo y caro peregrinar de curso de superación en curso de
superación. "El adoctrinamiento -explica Pepe Rodríguez- se realiza a
través de una casi infinita serie de cursillos, cada uno más caro que el
anterior, que acaban incapacitando al individuo para vivir al margen de
la secta, ya sea económica o psíquicamente" [Rodríguez, 1985; 89-90].

Respecto a los precios de estos servicios, en su día, Reyes Vidal se
negó a facilitarme cifras concretas, "ya que hablar de caro o barato
depende de lo que la persona obtenga a cambio. Si alguien paga cinco
duros por algo que no vale para nada, eso es carísimo. Pero si paga un
millón por algo que le está salvando la vida, es diferente". La
responsable de la secta se sabía bien la lección. "Una vez realizado el
primer test, el alumno recibe una primera solución con un cursillo de un
precio de unas 4.000 pesetas -asegura el juez Vázquez Honrubia-, pero
tras él se convence al alumno de que no es más que el primer paso para
subir por el camino de la felicidad" [Mercado, 1989].

En la actualidad, los cienciólogos han abandonado la capital vizcaína.
Ahora, tienen su cuartel general en un municipio de la margen derecha
del Gran Bilbao. Localizarlos es fácil. Un sectario instala todos los
domingos un tenderete en la Plaza Nueva bilbaína, lugar en el que se dan
cita coleccionistas de sellos y monedas, criadores de pájaros... Basta
detenerse unos segundos a ojear el clásico libro de Hubbard, para que la
vena proselitista del joven salga a la luz.

"Desde que te he visto, me he dado cuenta de que eres una persona con
una sensibilidad especial", dirá mientras invita al curioso a adentrarse
en el conocimiento de la Dianética. En mi caso, para escabullirme,
argumenté que no tenía tiempo la lectura; pero que tenía una cinta sobre
el tema. El muchacho me sonrió y me facilitó el teléfono de la nueva
responsable de la secta en Vizcaya. "Si tienes algún problema o duda,
sólo tienes que llamarla. Ella es auditora", me dijo. Apunté el nombre
de la joven y el número de teléfono y me despedí del sectario con un
apretón de manos.

El negocio de la droga.

La Operación Rocío tuvo su origen en una querella por estafa que un
ex—toxicómano, José Carlos Navacerrada, presentó contra Narconón, una
organización dedicada a la rehabilitación de drogadictos, dependiente de
la Iglesia de la Cienciología. Santiago Vadillo, director del centro de
Narconón de Cercedilla (Madrid), en el que Navacerrada se había sometido
a tratamiento, le había recomendado el ingreso en Dianética si quería
dejar las drogas.

Después de pagar a la secta más de dos millones y medio de pesetas por
seguir diversos cursos, el joven decidió abandonar la organización.
Entonces, le advirtieron que siempre sería un toxicómano y le pidieron
cuatrocientas mil pesetas por darse de baja en Dianética. Navacerrada se
querelló contra la secta, que le amenazó con hacer públicas las
declaraciones que había efectuado conectado al Emetro, una especie de
detector de mentiras ante el que el adepto o paciente se confiesa
periódicamente.

Narconón utiliza "la tecnología de rehabilitación descubierta y
desarrollada por el famoso investigador americano L. Ronald Hubbard" y
muchos de sus internos acaban ingresando en la secta. Pepe Rodríguez

p-26

sostiene que la Iglesia de la Cienciología capta buena parte de sus
adeptos entre drogadictos, "a los que pasa a hacer depender
psíquicamente de la secta y usa como mano de obra gratuita".

En el caso español, la Iglesia de la Cienciología ha encontrado en el
problema de las toxicomanías el caldo de cultivo apropiado para echar
raíces en el país y recibir el apoyo de conocidos personajes.
Paco de Lucía, Quique San Francisco y Antonio Flores son algunos de los
famosos que han utilizado los servicios de los centros de rehabilitación
de Narconón [Rivas y Lefor, 1988]. Lola Flores no sólo manifiesta su
apoyo a Dianética en la contraportada de El camino de la felicidad, una
de las obras de Hubbard, sino que, además, era la propietaria del chalé
de Los Molinos (Madrid) sede de Droganón, otra de las tapaderas de la
secta.

El centro de rehabilitación de Narconón en el Norte de España está
situado en Cadagua de Mena (Burgos). En marzo de 1987, el médico titular
de Vivanco de Mena, Agustín Salazar, abrió un expediente contra el
centro por las deficientes condiciones higiénicas de las instalaciones;
pero las autoridades sanitarias de Castilla y León archivaron la
denuncia.

Narconón-Norte abandonó Bilbao en agosto de 1988. La organización
mantuvo abierta una oficina en el número 64 de la calle Iparraguirre
desde 1985, poco después de que los cienciólogos hicieron acto de
presencia en la capital vizcaína. Vecinos del inmueble me informaron de
que, en varias ocasiones, habían encontrado jeringuillas hipodérmicas en
el baño de la entreplanta, donde estaba el local de Narconón. Cuando, a
mediados de octubre de 1988, miembros de la secta cargaban en una
furgoneta los enseres que tenían en la delegación vizcaína, dejaban sin
pagar el alquiler de los últimos meses, además de otras facturas.

Sin embargo, Narconón es una empresa muy rentable. La cuota mensual que
paga cada interno ronda las 200.000 pesetas; aunque la organización no
cuenta con médicos ni con personal especializado en la rehabilitación de
toxicómanos. Del total de sus ingresos, Narconón sólo gasta alrededor
del 17% en la atención de los drogadictos y tiene unas gananacias netas
que superan los 100 millones al año.

"El imperio de Ron".
En 1947, Lafayette Ronald Hubbard, un escritor de ciencia ficción de
segunda fila, mandaba una carta a la Asociación de Veteranos de
Los Angeles, en la que reconocía su inestabilidad mental y su deseo de
recibir atención psiquiátrica. Un año después, Ron, como le llaman sus
seguidores, escribía su primer tratado sobre la Dianética.

Fue en 1950 cuando el escritor creó la Iglesia Internacional de la
Cienciología, ya que, al inscribirse como un grupo religioso, la
institución evitaba el pago de impuestos. Hubbard se convirtió así en el
profeta de una nueva religión basada en sus pretendidos descubrimientos
sobre el funcionamiento de la mente humana.

Adorado por sus adeptos, gustaba de presentarse como físico nuclear y
héroe de guerra, cuando la verdad es que nunca obtuvo una titulación
académica ni participó en batalla alguna. Sin embargo, él decía haber
sobrevivido a graves heridas de combate gracias a la Dianética.

La más demoledora síntesis biográfica sobre Hubbard es obra de un
observador de lo marginal. "Fue un hombre profundamente perturbado, un
mentiroso patológico que degeneró constantemente, pasando de ser un
sinvergüenza encantador a un paranoico egomaníaco 'incapaz de distinguir
-en palabras de [Rusell] Miller, [autor de The True Story of
L. Ronald Hubbard]-', entre los hechos y sus propias fantásticas
ficciones" [Gardner, 1988; 369-376].

p-27

Con el paso del tiempo, la locura del profeta fue a más. "Durante años,
la Org del mar, que así llamaba él a su flota, erró por el Atlántico
oriental, convencido su comodoro como lo estaba de que los nazis y los
rojos le perseguían. Se llevaron a cabo burdos intentos ridículamente
cómicos de hacerse con Rhodesia y Marruecos. Una prueba de que Hubbard
-ahora gordo, de cara flácida, impotente, con pelo en la espalda y los
dientes podridos- había llegado a creerse su mitología es que su
tripulación gastase meses enteros buscando los tesoros que recordaba
haber enterrado en reencarnaciones anteriores". [Gardner, 1988: 372].

La doctrina pseudocientífica de Hubbard dio lugar a un próspero negocio
de venta de libros, cintas y cursillos, que alcanzó dimensiones
mundiales. Pero en 1977 la Oficina Federal de Investigaciones (FBI)
descubrió en los archivos de la secta documentos secretos de la CIA y
otros organismos públicos y privados. En octubre de 1979, ocho miembros
de la Iglesia de la Cienciología fueron condenados y encarcelados por la
Corte Federal de los Estados Unidos, acusados de conspiración. A partir
de ese momento, empezaron los problemas para la secta.

En Alemania, la Iglesia de la Cienciología vio denegada su inscripción
en el Registro de Sociedades en 1981. Dos años después, el Tribunal
Supremo británico prohibió la entrada y residencia en el país de
miembros extranjeros de la secta, ya que el artículo 48 del Tratado de
la Comunidad Económica Europea los consideraba pertenecientes "a un
grupo o a una organización cuyas actividades son consideradas por el
Estado miembros constitutivas de un peligro social, sin estar, por otra
parte, prohibidas". En 1984, un tribunal británico calificó a la secta
de "corrompida, maléfica y peligrosa" [Rodríguez, 1985; 88].

Las investigaciones realizadas en España en 1988 revelaron que la
Iglesia de la Cienciología es algo más que una multinacional de la
espiritualidad. La autoridad judicial intervino 200 millones de pesetas
en diversas cuentas corrientes de la organización, que, paradójicamente,
se había registrado como una asociación sin ánimo de lucro. Además, la
secta disponía de información sobre las quinientas empresas más
importantes del país, había cometido numerosos delitos, investigado a
personas e infiltrado topos en la Administración.

La prestigiosa revista económica estadounidense Forbes estima que,
sumando todos los ingresos de cada una de sus ramas, la Iglesia de la
Cienciología se sitúa entre las cuatrocientas empresas más importantes
del mundo por volumen de negocio. El imperio de Ron es una rentable
compañía multinacional, que ha sobrevivido a su creador, fallecido en
1986, gracias a que la estupidez humana no tiene límites.

p-28

Notas:
-Catalán, Gustavo [1988]: "El jefe internacional de la secta de la
Cienciología ingresó en prisión". Diario 16 (Madrid), 24 de Noviembre.
-Efe [1993]: "Embajada Costa Rica niega asilo miembros Iglesia
Cienciología". Efe (Madrid), 4 de Febrero.
-Gámez, Luis Alfonso [1988]: "Iglesia de la Cienciología. SA". El Correo
Español-El Pueblo Vasco (Bilbao). 11 de diciembre.
-Gardner, Martin [1988]: La nueva era. Notas de un observador de lo
marginal. |The New Age. Notes of a Fringe Watcher|. Trad. de Juan Pedro
Campos Gómez. Alianza Editorial (Col. "EL Libro de Bolsillo", Nº 1.463).
Madrid 1990, 396 páginas.
-Gascó, J.I. [1989]: "Persona a destruir". El Correo Español-
El Pueblo Vasco (Bilbao). 21 de Febrero.
-Mercado, Francisco [1989]: "La Iglesia de la Cienciología, acusada de
perturbar al Parlamento y defraudar más de 250 millones". El País
(Madrid), 13 de Julio.
-Montagut, Albert [1989]: "El líder de Cienciología acusa a Interpol de
estar relacionada con el narcotráfico". El País (Madrid), 24 de Julio.
-Pardo, Francisco [1989]: "Los abogados de la Iglesia de la Cienciología
se querellan contra la diputada Pilar Salarrullana". El Correo Español-
El Pueblo Vasco (Bilbao). 21 de Febrero.
-Rivas, Álvaro; y Lefor, Óscar [1988]: "El escándalo de la Iglesia de la
Cienciología. Implicados magistrados, artistas y profesionales". Tiempo
(Madrid). Nº343 (5-11 de Diciembre). 8-18.
-Rodríguez, Pepe [1985]: Las sectas, hoy y aquí. Ediciones Tibidabo
(Col. "Conocer a Tiempo"). Barcelona. 191 páginas.
-Rodríguez, Pepe [1988]: "Narconón ganaba más de 100 millones de pesetas
al año". Interviu (Barcelona). Nº655 (29 de Noviembre-5 de Diciembre).
16-26.
-Rodríguez, Pepe [1989]: El poder de las sectas. Prologado por
Joan Manuel del Pozo. Ediciones B (Col. "Reporter". N°43). Barcelona.
290 páginas.
-Vasco Press [1988]: "Una joven de Ondarroa denuncia haber sido
secuestrada por especialistas en 'desprogramar' a miembros de sectas".
El Correo Español-El Pueblo Vasco (Bilbao), 18 de Mayo.
-Villasante, Óscar [1988]: "La madre de la joven miembro de un grupo
religioso les acusa de tenerla secuestrada". El Correo Español-
El Pueblo Vasco (Bilbao), 19 de Mayo.

Copyright © Luis Alfonso Gámez, 1993.

p-29

El Ecologista Escéptico. Vincent Gray.

El Dr. Vincent Gray es asesor sobre temas de energía en Wellington
(Nueva Zelanda). Este artículo apareció publicado en New Zealand Skeptic
(March 1992, nº23), órgano de difusión de New Zealand CSICOP Inc (150
Dyers Pass Road, Christchurch 2, New Zealand). Se reproduce en LAR con
su autorización.

Resumen: Las afirmaciones exageradas y alarmistas que nos hablan de
"crisis" tales como el calentamiento del planeta, los residuos tóxicos y
las especies en peligro de extinción, pueden suponer una pérdida de
credibilidad para los propios ecologistas que las defienden.

Nuestra vida es una sucesión de prioridades. Las necesidades relativas
al alimento, el vestido, la seguridad y el empleo han de estar
satisfechas antes de que podamos dedicar grandes esfuerzos a mejorar el
ambiente que nos rodea. En repetidas ocasiones se ha demostrado que la
gente prefiere un trabajo sucio, peligroso y mal pagado, a no trabajar
en absoluto.

El deterioro ambiental no es sólo una consecuencia de la prosperidad
económica; es causado, de una forma general, por el deseo de conquistar
y la exigencia de libertad. Y aunque el cuidado ambiental puede ser una
prioridad mínima en las mentes de muchos, no se descuida normalmente ni
en las comunidades más pobres. Muchos pueblos primitivos sabían que su
estrategia de supervivencia a largo plazo dependían de mantener un
equilibrio adecuado con sus fuentes de alimento y, por tanto, con el
ambiente.

Durante este siglo la demanda de seguridad ha tendido a dominar la
política. Las dos guerras mundiales y los numerosos conflictos locales
han situado el miedo a la muerte imprevista por encima de cualquier
otro, sobre todo a partir del desarrollo del armamento nuclear.

Pero con el retroceso de este miedo nuclear, la consiguiente reducción
de la probabilidad de hambrunas y el aumento general del nivel de vida
se ha hecho posible dedicar más atención a la mejora de nuestro medio
ambiente. Así ha surgido la "revolución ecologista", animada por la
formación de grupos políticos

p-30

preocupados principalmente por cuestiones ambientales.

Sin embargo, esto no ha sido tanto una revolución como un cambio de
énfasis. Todavía existen personas sin alimento suficiente y gente que
sigue muriendo en las guerras. En las ciudades occidentales, el
desempleo y la falta de vivienda están aumentando y es poco probable que
las políticas "verdes" ayuden a resolver estos problemas. Más bien,
pueden agravarlos.

Crisis ambiental.
La escasa prioridad que le da gente con problemas más importantes a los
asuntos ambientales ha llevado a los ecologistas a adoptar un lenguaje
alarmista que pretende llamar la atención. Cada problema se convierte en
una "crisis".

Reiteradamente se nos dice que es necesario y urgente tomar medidas
drásticas para evitar el desastre. Tenemos un "planeta arrasado" o unos
"recursos agotados". Todos los productos químicos son "tóxicos". El
mundo está lleno de "especies en peligro". El incremento poblacional es
una "explosión". Nos enfrentamos a un "holocausto ecológico". Cada
cambio en nuestro agua o aire sugiere un "agente contaminante".

Por otra parte, nada de lo que hacemos es correcto. No podemos evitar el
impacto ambiental y cuando lo hacemos es siempre para peor. Uno se
siente culpable tomando agua, azúcar o sal, por no mencionar el alcohol.

De acuerdo con su inventor, Ernst Haeckel, la ecología es la ciencia de
la interacción de unos organismos vivos con otros y con el mundo inerte,
pero la nueva ecología considera al animal humano como un ser egoista
que estropea permanentemente el ambiente "natural". En todas partes
tenemos ecosistemas, desarrollados como asociaciones de organismos, que
resultan amenazados por la actividad humana.

Los programas de televisión sobre la vida salvaje enfatizan
continuamente la influencia maligna de los seres humanos, incluso en el
contexto de un parque o una reserva natural, fruto de la intervención
humana. Algunos ecologistas dan la impresión de que el mundo sería un
sitio mejor si no hubiera personas. Un continente intacto y enormes
espacios de bosque, desiertos, ciénagas y estepas, son, todos ellos,
candidatos para la completa extinción de la especie humana.

Control poblacional.
Como la población humana mundial aumenta, es inevitable que se
incremente la posición de los seres humanos en el balance ecológico y
que otras especies desaparezcan. Este hecho parecen ignorarlo muchos
ecologistas que creen que podemos subsistir manteniendo aparte el
ambiente "natural", incluyendo las especies en peligro de extinción,
mientras incrementamos el número de seres humanos.

Las ideas de Thomas Malthus todavía se aplican en la misma línea cuando
se dice que el mundo, o un país concreto, sólo soportará felizmente el
nivel de población que pueda alimentar satisfaciendo sus necesidades
vitales. Un cambio por encima de este nivel, conllevará el hambre y la
emigración.

Pero la "revolución verde" ha incrementado enormemente la producción y
la eficacia de los cultivos en los últimos 50 años. Hemos tenido un
mundo saturado de alimentos durante varias décadas, acompañado de bajos
precios para las cosechas y un aprovechamiento nuevo de terrenos, antes
marginales, para el cultivo. Mucha gente podría ser alimentada al
existir una tecnología de gran rendimiento en la agricultura, por tanto
no hay "crisis". Las guerras, las sequías, las inundaciones y la
incompetencia política todavía causan penurias locales, pero el
problema, normalmente, es la distribución.

Hay un tema que afecta a la política de control poblacional y su
ignorancia es el mayor fracaso del movimiento ecologista. ¿Qué
resultados pueden conseguirse cuando se persigue un objetivo fácil,

p-31

pero afectado por un problema que no ha sido abordado -el crecimiento
poblacional no planificado-?

No es fácil controlar la conducta sexual, la vida de una comunidad o las
costumbres familiares, pero China ha demostrado que se puede hacer. La
mayoría de los chinos están convencidos que su futuro crecimiento
económico, con sus limitadas tierras de cultivo, depende de la política
de "un niño para cada pareja". La libre disponibilidad de
anticonceptivos, la planificación familiar y el aborto totalmente
asistidos, han provocado una reducción significativa del crecimiento
poblacional.

Los chinos son afortunados al no padecer los prejuicios religiosos de
otros países en los que la anticoncepción y el aborto siguen siendo
temas en discusión. La Iglesia Católica es el principal culpable, pero
la razón principal por la que se hacen tan pocos esfuerzos por controlar
la población en África es la actitud norteamericana ante el aborto. La
epidemia del SIDA, al menos, nos ha demostrado el tabú de los
preservativos. En un futuro próximo es probable que se desarrollen otros
métodos anticonceptivos masculinos y que la la píldora del día después
acabe por superar la oposición a la que se enfrenta hoy día.

Pero ¿cuándo estará preparado el movimiento ecologista para implicar a
sus detractores en la defensa de una política sensible al control
poblacional?

Futuro imperfecto.
"El fin del mundo está cerca". Este es un slogan familiar y siempre ha
tenido sus partidarios. Pero últimamente los profetas se han hecho más
"científicos", usando las técnicas de la extrapolación y el
exponencialismo.

Recuerdo haber escuchado hace algunos años una conferencia sobre la
población en la Universidad Victoria en la que el responsable del
Departamento de Electricidad demostraba que la demanda de electricidad
en Nueva Zelanda seguía una curva exponencial, que terminaba por
alcanzar el infinito. La realidad se demuestra de otro modo.

El ministro de Energía mantuvo durante algunos años un equipo de
profetas cuyo trabajo era anticipar los cambios futuros en el precio del
petróleo. Sus predicciones aparecían normalmente en los informes anuales
y todas se equivocaban de una forma cómica: predecían un alza cuando
había una caída. Por fortuna, el equipo ha sido deshecho.

Una clase de científicos a quienes se reclama continuamente para hacer
predicciones sobre el futuro son los meteorólogos. Hasta no hace mucho,
la predicción del tiempo era poco más que una especie de magia negra. Un
estudio mostró que, en vez de los meteorólogos, se podían obtener
mejores resultados prediciendo el tiempo de mañana como el mismo que el
de hoy.

Incluso ahora, a pesar de todos los satélites y computadoras que hay,
los informes del tiempo están llenos de términos cualitativos o
equívocos, como "aguaceros", tiempo "variable", temperaturas "moderadas"
y vientos "frescos".

No obstante, los meteorólogos se han lanzado recientemente a predecir
las condiciones del tiempo de forma amplia, no sólo para mañana o la
próxima semana, sino para los próximos 50 ó l00 años.

Se han visto animados por el desarrollo de modelos climáticos realizados
por computadora. Tales modelos han tenido sólo un éxito muy limitado
para las predicciones a corto plazo, aunque esto no ha disminuido el
entusiasmo por las predicciones a largo plazo.

Los partidarios de estos modelos recibieron una gran atención por parte
del público en 1982, con éxitos algo relacionados, cuando predijeron que
una guerra nuclear podría dar

p-32

lugar a un "invierno nuclear", un periodo de luz solar reducida que
podría matarnos de hambre a todos. Los ecologistas cambiaron el "podría"
o "quizá", y convencieron a la mayoría de nosotros de que así sería.

Esta era una predicción que, esperamos, nunca pueda ser verificada,
aunque últimamente se ha dicho que fue exagerada y modelos más actuales
y refinados no han mostrado ninguna evidencia de un posible invierno
nuclear.

Efecto invernadero.
Ahora nos encontramos con el efecto invernadero, popularizado
recientemente a pesar de que fue predicho por Svante Arrhenius en 1903.
Los modelos por computadora del clima de la Tierra predicen grandes
incrementos de la temperatura media del globo como consecuencia de otra
predicción relativa al aumento de los gases de invernadero. La "mejor"
estimación, que se acepta normalmente es un incremento de 0.3ºC por
década para los próximos 80 años. Por contra, el incremento medio por
década durante los pasados 130 años había sido menor de 0.05ºC.

Desde 1940 hasta hoy, que es el periodo durante el cual los gases de
invernadero han aumentado, el incremento medio por década era de 0.06ºC
y durante el periodo 1979-1990, con tres métodos diferentes de media
(superficial, radiosonda y satélite), se ha demostrado que el incremento
por década oscila entre 0.03 y 0.17ºC (media, 0.11ºC). El método más
seguro, que es la medida por satélite, da una cifra todavía más baja,
sobre 0.03ºC.

Todo esto está más allá de la simple extrapolación. Las predicciones son
de 3 a 10 veces más de lo que está sucediendo actualmente. Se ha
persuadido a la gente y a los gobiernos de todo el mundo a creer estas
cifras, y a adoptar políticas económicamente perjudiciales que, hasta
los meteorólogos lo admiten, es poco probable que tengan algún efecto
sobre la situación.

El gobierno de Nueva Zelanda se ha comprometido con el objetivo de
reducir un 20% las emisiones de dióxido de carbono para el año 2000, una
política que agudizará la actual depresión, creará más desempleo, e
inhibirá el crecimiento de las exportaciones. Afortunadamente, al igual
que otras promesas electorales, no dan ninguna señal de seguir
actualmente esta política.

No hay realmente ninguna prueba contundente de que el efecto invernadero
esté causando un calentamiento global. El moderado calentamiento que
está ocurriendo es debido más probablemente a la variabilidad climática
natural que a una variación en la radiación solar. Si hay un efecto
invernadero no será tan grande como las predicciones nos dicen y no se
debería tomar la extrapolación a partir de otras tendencias como base
para hacer política. El modesto aumento de la temperatura que se da
actualmente afecta a las temperaturas nocturnas y es casi totalmente
beneficioso.

Las afirmaciones exageradas, el lenguaje alarmista y la falta de
atención sobre el bienestar humano, cuando éste se enfrenta con el dogma
ecológico, ha motivado la pérdida de credibilidad del movimiento
ecologista y de los propios científicos ecologistas. Esto es lamentable
por que necesitamos un mundo más agradable y confortable, y deberíamos
ajustar nuestras actividades al ambiente que nos rodea de una forma
armoniosa.

El movimiento ecologista ha despertado la conciencia de mucha gente
sobre estos asuntos, pero sería más eficaz si fuera más cuidadoso con
los hechos y las afirmaciones.

-Trad. de Mercedes Quintana.
-Original: Copyright de New Zealand Skeptic.
-Traducción: Copyright de LAR.

p-33

Luis Alfonso Gámez. Desde el sillón escéptico, recomendamos:
Libros:
-Moncada, Alberto: Historia oral del Opus Dei. Editorial Plaza & Janés.
Barcelona 1992. 175 páginas. Ex-miembro del Opus Dei y sociólogo,
Alberto Moncada declaró ante el tribunal de Madrid en la causa de
beatificación del marqués de Peralta, José María Escrivá de Balaguer.
Sin embargo, los jueces anularon su testimonio, al igual que se negaron
a escuchar los testimonios del arquitecto Miguel Fisac y
María del Carmen Tapia, ex-secretaria personal de El Padre, entre otros.
En la Historia oral del Opus Dei, Moncada recoge los testimonios de
Fisac y Tapia, junto con los de Antonio Pérez, Raimundo Panikkar y
Francisco José de Saralegui, y explica las relaciones de la Obra con la
Iglesia, los negocios, la política y la educación. De fácil lectura, el
libro retrata a la secta española más universal desde el punto de vista
de algunos de sus más destacados exmiembros.

Artículos:
-Fernández Ardanaz, Santiago: "Juan Pablo II afirma que en el Paraíso no
habrá placer sexual ni matrimonios". El Correo Español-El Pueblo Vasco
(Bilbao), 10 de Noviembre de 1992. Diez días después de rehabilitar la
figura de Galileo, Karol Wojtyla decidió dar una vuelta de tuerca más en
su lucha contra los placeres sexuales. El papa aseguró que en el paraíso
de los cristianos no hay ni sexo ni matrimonio. El tema, de máxima
importancia en un mundo sacudido por el hambre y la guerra, suscitó
reacciones entre los fieles. Cristianos viejos advirtieron que si en el
cielo no había sexo, ellos preferían no ir. Supongo que otros abogarán
porque, ya que una vez muerto se acaba el placer sexual, se aprovechen
todas las oportunidades mientras se esté en forma.

-J., F.: "Doctor Letona: 'Los naturistas forman parte de la familia de
los magos y adivinos'". Abc (Madrid), 9 de Noviembre de 1992. El doctor
Juan Martínez López de Letona,

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catedrático de Patología Médica y jefe de servicio de la Clínica
Puerta de Hierro, afirma que "los naturistas forman parte de la familia
de adivinos y magos". "Es obvio -dice- que, cuando el médico deja de
ejercer de acuerdo con las normas aceptadas por la comunidad científica
mundial, ya no hace práctica médica, sino que se mueve en la esfera del
curanderismo. La sentencia del Tribunal Supremo no podía, por tanto, ser
otra que excluir a la charlatanería del ámbito de la práctica médica.
Los naturistas forman parte de la familia de adivinos y magos y serán
responsables de las consecuencias de sus actos ante los tribunales". Si
abundaran los profesionales de la medicina con una cabeza tan bien
amueblada como la de Juan Martínez López de Letona, otro gallo nos
cantaría.

-Lamet, Pedro Miguel: "Y sin embargo, se mueve". Diario 16 (Madrid),
1 de Noviembre de 1992. Juan Pablo II rehabilitó a Galileo Galilei 359
años después de condenarle. El papa polaco tomó la decisión para disipar
los recelos que aún existen "hacia la concordia de la ciencia y la fe,
de la Iglesia y el mundo". Once años necesitaron los sabios del Vaticano
para dar con una salida airosa al caso. Los expertos no pretendieron
poner las cosas en su justo término, sino encontrar "una solución
honorable, honesta y leal". Por eso, durante su discurso en la
Academia Pontificia de Ciencias, Wojtyla se refirió al asunto Galileo
como a un "doloroso malentendido", consecuencia de "una trágica
incomprensión recíproca entre la fe y la ciencia", y absolvió a la
Inquisición del crimen. Toda una campaña de imagen.

-Rodríguez, Alex: "La lectura del horóscopo puede ser pecado en unos
países y en otros no, afirma el arzobispo Estepa". El País (Madrid),
2 de Octubre de 1992.

-Rodríguez, Isabel: "El monstruo iNESSistente". Diario 16 (Madrid),
1 de Noviembre de 1992. Un informe de la Sociedad Geográfica Real
reconoció que, durante los trabajos del Proyecto Urquart, se detectó
"algo largo y grande", de naturaleza desconocida, moviéndose en las
profundidades del lago Ness. Bob Manson, uno de los participantes en el
estudio, ha reconocido que "podría tratarse de un banco de peces... el
problema es que no hay bancos de peces en el lago Ness". La leyenda de
Nessie sigue viva.

-Ruiz de Elvira, Malen: "EE UU inicia una polémica y ambiciosa búsqueda
de inteligencia extraterrestre". El País (Madrid), 8 de Octubre 1992.

-Semir, Vladimir de: "¿Estamos solos en el universo?" Ciencia y
Tecnología. Suplemento de La Vanguardia (Barcelona), Nº142 (l0 de
Octubre de 1992), 2. "Una de las más apasionantes investigaciones
científicas de la humanidad comienza exactamente 500 años después del
descubrimiento del Nuevo Mundo. ¿Llegaremos a saber algún día si
efectivamente no estamos solos en el universo?" La pregunta que se hace
Vladimir de Semir permanecerá en el aire hasta que se detecte alguna
señal de inteligencias extraterrestres. Mientras tanto, hay que decir
que, por ahora, estamos solos o, por lo menos, aislados.

-Semir, Vladimir de: "Una isla surgida del fondo del mar rodeada de
fuego y de truenos". Ciencia y Tecnología. Suplemento de La Vaguardia
(Barcelona), Nº148 (21 de Noviembre de 1992), 6-7. El director del
suplemento científico de La Vaguardia nos sirve de guía en un viaje a la
isla de Santorini, una tierra sacudida por el fuego volcánico, que bien
pudo ser la mítica Atlántida.

-Toharia, Manuel: "Curanderos legales". Diario 16 (Madrid),
15 de Noviembre de 1992. "Flaco favor le hace el Tribunal Supremo a

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la sociedad, ya bastante inerme ante la charlatanería de unos
desaprensivos, al autorizarles la práctica médica paralela. Desde luego
-indica Manuel Toharia-, pronunciar unas palabras cabalísticas o bien
ingerir unas pildorillas homeopáticas supuestamente depositarias de
virtudes curativas no tiene por qué hacer daño a nadie. Y la
autosugestión hace que hasta se sienta alivio en determinados casos.
Pero que por seguir estos u otros tratamientos paralelos ahora
legalizados se muera un paciente de una urgencia que en un hospital
hubiera sido remediada con facilidad es todo un crimen de lesa
humanidad que recaerá sobre las conciencias de los jueces que dictaron
la sentencia". Quizás, el Tribunal Supremo sí nos ha hecho un favor al
establecer que cualquiera puede practicar las medicinas alternativas, ya
que eso quiere decir que de medicina y de ciencia no tienen nada. La
proliferación y aceptación de estas prácticas no es culpa de los jueces,
sino de los colegios de médicos, sólo preocupados por aumentar las
posibilidades de lucro de sus asociados. Ahora, la Justicia ha
establecido que no hace falta ser un matasanos para pinchar con unas
agujas, diagnosticar a través del iris y otras lindezas. Y es que para
matar a alguien sano no hace falta ser médico. Los verdugos nunca han
tenido necesidad de una carrera universitaria.

-Toharia, Manuel: "Homeopatía y curanderismo". Diario 16 (Madrid), 22 de
Noviembre de 1992. "La homeopatía (como la astrología) -escribe Toharia-
carece del más mínimo fundamento científico porque no sigue ni ha
seguido nunca las reglas de juego del método científico". El periodista
respondió así a quienes criticaron que comparara la homeopatía con el
curanderismo. Es comprensible. Si la identificación
homeopatía=curanderismo fuera aceptada por los profesionales de la
salud, la lucrativa estafa homeopática se vendría abajo. Cada vez son
más los médicos que recetan pócimas homeopáticas y más los farmacéuticos
que, sin ningún pudor, las expenden en sus despachos.

-Torres, Carles de: "A la caza de la vida". Ciencia y Tecnología.
Suplemento de La Vanguardia (Barcelona), N° 142 (1O de Octubre de 1992).
3.

-Torres, Carles de; y Bernabeu, Manuel: "Discos protoplanetarios,
estrellas casi planetas y la búsqueda de la vida". Ciencia y Tecnología.
Suplemento de La Vanguardia (Barcelona) N° 142 (1O de Octubre de 1992),
4-6. "El grado actual de nuestros conocimientos no nos permite afirmar o
negar si la vida es un proceso común del universo; es decir,
consecuencia de las leyes físicas y químicas que rigen su evolución",
dicen los autores. El problema reside en que la existencia de vida es
sólo el primer paso hacia la inteligencia. Algo que los exobiólogos no
suelen tener en cuenta es que existe un tan largo proceso evolutivo
biológico y sociológico desde que surge la vida hasta que se consolida
una civilización tecnológica que es muy difícil no ser pesimista. La
lectura de Estamos solos en el cosmos, la obra de Heinrich K. Erben,
puede resultar turbadora para los más optimistas; pero presenta la
cuestión en su justo término.

-Torres, Carles de: "Cómo buscar una aguja en un pajar". Ciencia y
Tecnología. Suplemento de La Vanguardia (Barcelona), N° 142 (1O de
Octubre de 1992), 7. "No es probable -reconoce el autor- que entremos en
contacto con otras civilizaciones galácticas. Pero, no obstante, no
debemos abandonar el estudio de la posible vida extraterrestre. Sería
traicionar el principio básico de la ciencia, que es ir siempre un poco
más allá de lo probable".

-Troià, Helena: "Visita el eterno mito de la Atlántida". Ciencia y
Tecnología. Suplemento de La Vanguardia (Barcelona), N° 148 (21 de
Noviembre de 1992), 5. "Ante la visión del espectacular paisaje

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que ofrece la isla de Santorini, por la huella que han dejado en ella
los movimientos violentos de tierra y mar, no extraña en absoluto que se
haya asociado con la desaparecida Atlántida", escribe Helena Troià. La
autora realiza un breve recorrido por la historia del mito atlante y se
pregunta si fue Atlas, el rey de los atlantes, el primer monarca de la
isla de Santorini.

-Ubarretxena, Aitor: "Félix Ares: No hay que descartar la posibilidad de
que exista vida fuera de la Tierra". Deia (Bilbao), 11 de Septiembre de
1992. El presidente de ARP se muestra más pesimista que optimista
respecto a la posibilidad de que no estemos solos en el cosmos. "No digo
que existan ni que estemos solos -advierte—. Ambas opciones cuentan con
posibilidades; pero lo cierto es que ha habido un cierto optimismo hasta
la fecha, y no hay que descartar que no haya planetas habitados con
civilizaciones avanzadas fuera de la Tierra".

-Ventosa, Javier R.: "Levantado el tabú sobre Los ovnis". Ya (Madrid),
14 de Octubre de l992, 2-4. Javier R. Ventosa es el autor de tres
páginas de información sobre la desclasificación del tema ovni en
España, noticia que el diario Ya consideró el tema del día el pasado
14 de octubre.

-"Medicos naturistas". Abc (Madrid). 24 de Octubre de 1992. El periódico
discrepa en su editorial del contenido de la sentencia que establece que
cualquiera puede practicar la medicina alternativa. "Acatada la
sentencia -dice el diario-, habrá que añadir de inmediato nuestra
discrepancia ante el temor cierto de los profesionales de la medicina de
que sirve como excusa legal para que por ese hueco se cuelen curanderos
e intrusos". El problema es que, a la mayoría de los médicos, no les
preocupa si estas prácticas llamadas alternativas son científicas o no;
lo único que les importa es que su práctica quede limitada a los
profesionales de la sanidad para que sirva como destino de parados y
fuente de copiosos recursos. El médico que practica la acupuntura,
homeopatía... me merece el mismo respeto que el curandero o sanador
espiritual de turno; es decir, ninguno, porque sólo les diferencia la
posesión de un título.

-"E pur, si muove... ma non troppo". El Mundo (Madrid), 1 de Noviembre
de 1992. "La rehabilitación eclesial de Galileo Galilei es,
paradójicamente, una muestra del atavismo que atenaza a las más altas
instancias de la Iglesia de Roma. No tiene sentido decir, a estas
alturas, que la Inquisición no le hizo justicia a Galileo, como si lo
propio de la Inquisición hubiera sido hacer justicia y ahora se trate
sencillamente de determinar en qué casos erró. Lo que parece exigible es
que el Vaticano repruebe, de una vez y en su conjunto, las prácticas
siniestras de aquellos tribunales que se servían de la tortura para
juzgar las conciencias en nombre de Dios y que dictaban qué se podía y
qué no se podía pensar, castigando la discrepancia con toda suerte de
atrocidades, incluida la hoguera. Es ésta la injusticia histórica que
sigue pendiente". La Iglesia no va a censurar un tipo de comportamientos
que utiliza para silenciar a quienes discrepan de ella en temas como la
teología de la liberación. La Inquisición sigue siendo una herramienta
útil. Torquemada Ratzinger, que recibió a disgusto la rehabilitación de
Galileo, es el encargado de dar la vuelta al potro.

Vídeos
-El triángulo de las Bermudas. [The Bermuda Triangle]. Geofilms, 1992.
Producido por Martine Benoit y John Simmons; dirigido por John Simmons;
guión de John Simmons; música de Tony Royden. Narradora:
Juliet Stevenson. Duración 50 minutos. Interesante documental sobre uno

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de los misterios manufacturados más rentables de nuestro tiempo. Emitido
por Canal+, El triángulo de las Bermudas toma como punto de partida los
testimonios de Charles Berlitz -el charlatán por antonomasia-, la medium
inglesa Marian Dampier-Jeans y el ufólogo Lionel Beer, vicepresidente
del Bufora. El contrapunto racional lo aportan Bilal U. Haq, de la
Fundación Nacional de la Ciencia de Estados Unidos; Colin Summerhayes,
director del Instituto de Ciencias Oceanográficas de Gran Bretaña;
David Roberts, Redactor-jefe del Marine & Petroleum Geology Journal;
Richard Selley, geólogo de la Escuela Imperial de Londres; Norman Hooke,
de la compañía Lloyd's; y James Howe, guardacostas de los
Estados Unidos. La opinión de los científicos y técnicos es que "el mar
es poderoso por si solo" (Summerhayes), "hay que descartar a los
hombrecillos verdes de Marte" (Selley), "podemos afirmar categóricamente
que las desapariciones se deben a condiciones meteorológicas severas y
no se registran más que en otras zonas" (Hooke) y "se trata de gente que
se mete en problemas a causa de condiciones meteorológicas o por no
estar preparados" (Howe). El documental se dedica, seguidamente, a
exponer una teoría del geólogo norteamericano Richard McIver, según la
cual los depósitos de hidrato de metano existentes en el lecho marino
serían los culpables de algunas de las desapariciones del triángulo de
las Bermudas. La teoría es interesante, se apoya en datos y hechos
verídicos y podría explicar algunas desapariciones.

p-38

Milagro en la Televisión Francesa. Igor Ziegler (*).
Los gurús, videntes, curanderos y otros farsantes campan a sus anchas en
la primera cadena de la televisión francesa (TF1). Lo "paranormal" se ha
convertido en la guinda del pastel de los programas de variedades de
esta cadena. Nada nuevo que reseñar si no fuera porque en una emisión
reciente del programa de los martes "Ciel mon Mardi", presentado por
Christophe Dechavanne, se ha podido presenciar una desmitificación
inesperada y agitada.

Primer episodio. El 28 de enero, el equipo de Dechavanne presenta en
exclusiva a un tal Zadreg. Este joven se propone realizar en directo una
experiencia de "viaje astral". Con los ojos vendados y la cabeza
cubierta con una capucha opaca, se concentra unos momentos a fin de
"hacer salir su espíritu del cuerpo". Una vez que el espíritu flota en
el estudio, Zadreg puede ver y describir todo lo que se pasa a su
alrededor aun a pesar del disfraz. Incluso es capaz de montar en
bicicleta sobre el escenario. Enorme éxito entre el público. Dechavanne
confiesa estar alucinado con la proeza.

Desde luego, nadie se encarga de verificar el material utilizado ni de
proponer a Zadreg una prueba más sutil, como por ejemplo describir lo
que ocurre detrás suyo (cosa que debería poder hacer sin mayores
problemas).

Una semana mas tarde se emite el segundo episodio. Dechavanne anuncia:
"Hace ocho días, una persona vino a este programa para presentar algo
extraordinario. Le hemos pedido que volviera..." Zadreg reaparece
delante de las cámaras con todo su equipo. Señala de pasada que posee un
don natural y que, en su vida normal, se dedica a preparar animaciones
para los supermercados. Zadreg repite su actuación. Un nuevo triunfo.
¿Quién habría podido adivinar lo que viene a continuación? Antes de que
Zadreg abandone el escenario, uno de los animadores de la emisión
anuncia: "Esta noche está con nosotros alguien que pretende hacer algo
todavía más extraordinario". Dos nuevos personajes aparecen ante los
espectadores. Uno de ellos repite exactamente la proeza de Zadreg (esta
vez Dechavanne y miembros de su equipo verifican que la capucha es
opaca) añadiendo al "viaje astral" una "comunicación telepática" con su
colega.

Una vez el espectáculo concluido, uno de los cómplices declara al
público: "En realidad, somos prestidigitadores. Nuestra intención era
demostrar que cualquiera..." El resto de la frase se pierde entre los
abucheos y las vociferaciones de los asistentes. ¿Están furiosos por
haber sido engañados por dos impostores? O, más bien, ¿no estarán
decepcionados porque se les obliga a dudar de los maravillosos poderes
psi? El demoledor de ilusiones no se deja desconcertar por el alboroto.
Alza la voz y logra explicar que, con el material adecuado cualquiera
puede hacer el "número" sin necesidad de recurrir al viaje astral. Y
añade dirigiéndose a Zadreg: "es casi seguro que vuestro equipo y el mío
provienen del mismo almacén parisino, espcializado en material de
prestidigitación". Protestas de Zadreg y silbidos del público, que
protege a los honrados parapsicólogos y fustiga a los malvados
escépticos. En ese momento, se produce un nuevo milagro.
Christophe Dechavanne, presentador del programa, se apodera de la venda
y de la capucha del "viajero espacial", se las coloca y se da un paseo
en bicicleta por el estudio, al tiempo que advierte a un Zadreg cada vez
más angustiado que su material es translúcido. El presentador le sugiere
repetir la experiencia con una capucha realmente opaca en posesión de
los dos magos sacrílegos. Zadreg se zafa como puede: "Cuando quiera,
Christophe, pero no esta noche, visto el ambiente que hace imposible mi
concentración..." A lo que Dechavanne responde:

p-39

"Hace diez minutos el ambiente era poco más o menos el mismo y eso no le
ha molestado". Zadreg abandona finalmente el plató entre el silencio
turbado del público.

¡Un milagro en la primera cadena de la televisión francesa! Los
escépticos, colaboradores del presentador del programa, se han atrevido
a coger en la trampa a un charlatán en el curso de la emisión.

(*)Ziegler, Igor (1992): "Ciel mon pouvoir psi!". Cahiers AFIS Siente...
et pseudo-sciences, nº198 (Julio-Agosto 1992), p. 16—17.

Traducción de Javier Pereda Suberbiola.

Chiste: Nostredóminus, el último vidente!
-Lo logré! He vendido mi método de relajación, concentración ydesarrollo
personal a un equipo de baloncesto... Me reuno con ellos antes de cada
partido para meditar y...
-Ahora tiene nómina por el equipo rival.

p-40

Astrología. ¿Ciencia o Creencia? A continuación reproducimos la crítica
de libros aparecido en el diario El País del día 20 de enero de 1993, en
el suplemento de Ciencia, Técnica e Informática (Futuro).
Manuel Toharia. Serie McGraw-Hill de divulgación científica. Madrid,
1992; 204 páginas.

Raros son los periódicos, incluso los más serios, que no publican el
horóscopo del día o el de la semana. Tampoco las revistas, la radio o la
televisión escapan al embrujo de este tema. El problema, advierte en
este libro Manuel Toharia, periodista y escritor, es cuando "los
astrólogos y demás practicantes de estas supuestas artes adivinatorias
pretenden otorgarle a su actividad una carta de naturaleza decididamente
científica". Con numerosos argumentos, el libro es una negación continua
de la relación entre ciencia y astrología. Toharia marca una diferencia
básica entre ambos grupos: los astrónomos aplican con rigor la
racionalidad, mientras los astrólogos explotan la credulidad de las
gentes. "Los problemas actuales nacen del momento en que, por razones
difíciles de determinar, la astrología se ha querido revestir, sobre
todo en estos últimos años, de un ropaje falsamente científico,
adoptando una terminología y unas formas de elaborar los mensajes que
pueden confundir a muchas personas". El autor no discute en ningún
momento que la astrología forme parte de la cultura del hombre, pero
igual que ocurre con la superstición. El objetivo del libro es situar a
cada uno en su lugar: las ciencias por una parte, las creencias por
otra. Y reta a los astrólogos a que sigan un método científico para
demostrar sus afirmaciones y argumentos. "Ninguno ha conseguido hasta
ahora hacerlo", sentencia.

Última hora: OVNIS en el Parlamento Europeo.
Se acaba de presentar una propuesta para la creación de un Centro
Europeo de Investigación de los OVNIS. En la misma se dicen cosas
absolutamente erróneas como, por ejemplo, que "el 36% de los OVNIS no
tienen explicación racional." En la misma sesión parlamentaria también
se habló de homeopatía. Trataremos de informar con mayor amplitud en el
número 29 de LAR.

p-41

Correo del lector. ARP apartado 17.026, E-20080 Madrid.

Ignacio Fernández Bayo: el autor es Jefe de Ciencia en un periódico de
ámbito nacional y socio de ARP.

He leído con interés el primer ejemplar de LAR que cae en mis manos y lo
he encontrado interesante e instructivo. Mi felicitación a todos los
responsables y mi deseo de que el ejemplo de defensa de la racionalidad
en todos los campos del conocimiento se extienda.

Quiero, sin embargo, realizar algunos comentarios al firmado por
Mercedes Quintana y titulado ¨25 números, siete años de historia¨,
especialmente dos párrafos que en cualquier otro contexto y medio de
comunicación me habrían parecido menos inadecuados pero no son, a mi
entender, un buen ejemplo de racionalidad, ese bisturí que debería ser
el instrumento cortante y diseccionador de los contenidos de una revista
escéptica y racional como ésta.

El primero es esa insólita declaración ideológico—política que dice
textualmente ¨ahora que a todos los yuppies y nuevos ricos
(ex-comunistas, ex-ateos, ex-túpidos) les da por leer Año Cero, imagino
que LAR puede convertirse en una especie de Mundo Obrero, capaz de
marcar diferencias, no sólo ideológicas e intelectuales sino también
sociales, y con el mismo atractivo de aquellas causas -estadísticamente,
al menos- perdidas (¿Será por eso que caemos tan bien a los nostálgicos
de la revolución pendiente...?)¨.

Y yo que pensaba que me había metido en una asociación para promover las
actitudes racionales y denunciar las meramente emotivas y desligada de
una línea política determinada... ¿Se puede ver con buenos ojos las
posturas de Sartorius o hay que aferrarse a la ortodoxia de Anguita para
ser un buen escéptico? Se puede, incluso, ser más bien socialista o
incluso socialdemócrata? Y, perdón por el atrevimiento, ¿se puede apoyar
a un partido claramente de derechas como el PP o eso ya definitivamente
no cabe en los esquemas de la asociación?

Afortunadamente conozco muchas personas que cabrían perfectamente en la
primera de las características que al parecer tienen los ¨nuevos ricos¨:
son ex-comunistas. Pero no por ello parece haberles ensanchado la mente.
Requiere un proceso racional, en duro conflicto con la propia
emotividad, el ser capaz de reconocer que buena parte de los ideales de
uno, por los que se jugó el tipo en diferentes ocasiones y defendió con
ahínco durante años, se basaban en un sistema inoperante

p-42

y en muchas ocasiones aberrante. ¿Hay que seguir cerrando los ojos a la
realidad que explica el derrumbamiento del sistema político vigente en
los países del este europeo hasta hace poco? ¿Hay que aferrarse al
comunismo aunque los hechos muestren (ya se sabe que en ciencias
sociales no hay demostraciones pero no por eso los resultados de la
experiencia dejan de ser válidos) los fallos e incoherencias de esa
postura?

No fue precisamente el sistema soviético un defensor a ultranza de la
racionalidad. Más bien al contrario, sometió la investigación científica
a un molde repleto de prejuicios políticos e ideológicos que tuvieron
enormes repercusiones en el propio avance de la ciencia soviética. La
mecánica cuántica y la genética nacida a partir del descubrimiento de la
estructura en doble hélice del ADN fueron consideradas ciencia
¨burguesa¨ y prohibidas por decreto. Una fórmula ésta que no fue
privativa de los comunistas como prueba el que la
Cámara de Representantes de Indiana (EE.UU.) fijara por ley el valor de
Pi en 1897 o las prohibiciones legales de enseñar el darwinismo en
muchos estados del coloso americano.

Los comunistas, sin embargo, fueron más allá pues sometieron a las
famosas purgas estalinistas a quienes se dejaban seducir por las
¨engañifas¨ occidentales. La Teoría de la Relatividad sólo fue aceptada
a mediados de los cincuenta (varios años después de la muerte de Stalin)
y la expansión del universo y la mecánica cuántica debieron esperar un
poco más (puede consultarse alguno de los escritos de Martin Gardner
sobre el tema: entre ellos uno en castellano incluido en ¨La Ciencia: Lo
bueno, lo malo y lo falso¨, de Alianza Editorial). La genética del ADN
fue aceptable, al parecer, bien entrados los sesenta.

Volviendo a las posiciones políticas, para mí la gente puede evolucionar
o quedarse donde está; es cosa de cada uno y no me permito adosar
epítetos al estilo del ¨ex-túpidos¨ a ninguno por ello, pero no entiendo
que la asociación y la revista se permitan esa toma de postura política,
en forma de guiño, que de alguna manera afecta a todos sus componentes,
y menos que lo haga desde actitudes claramente emotivas y por ello mismo
poco racionales.

Y un último comentario: cada cual, más o menos, tiene su revolución
pendiente. Ignoro cuál es la de Mercedes Quintana aunque me puedo hacer
una idea; sin embargo, dicho así, sin concretar ¨La revolución
pendiente¨ tiene un significado determinado utilizado al menos en la
ciencia histórica y me imagino que en el resto de las ciencias sociales
y se refiere a la revolución burguesa que la mayor parte de los países
europeos tuvieron durante el siglo XIX (algunos incluso antes) y España
no. ¿Es esa la revolución añorada en el artículo objeto de comentario?

El otro párrafo a comentar, el último del texto, dice ¨Otra variable que
muestra diferencias altamente significativas y que no puedo dejar de
comentar es el sexo. Con una aplastante mayoría se refleja la diferencia
a favor de los hombres: el 92.6 de los socios y el 95.6 de los
suscriptores. Como es lógico, las razones que explican esta diferencia
son las mismas que originaron -entre otras cosas- la escasa presencia de
mujeres en carreras científico-experimentales, consideradas
tradicionalmente 'de chicos'. No son causas ligadas a ningún misterio de
la biología, simplemente lo que se enseña a unos y a otras desde que
nacen¨.

Pocas veces he visto despachar con semejante desparpajo un dato
incómodo. Parece que la autora (que cita luego bibliografía en la que
ampararse) ha resuelto un misterio que ni la psicología ni la biología
ni la pedagogía dan por concluido. Existen teorías para todos los gustos
para explicar las tradicionales y persistentes (a pesar de la evolución
que educativamente se ha producido) diferencias de actitudes entre ambos
sexos y probablemente no llegue a explicarse nunca. Pero pretender que
en ello no puede haber ninguna causa biológica, ni siquiera de forma
parcial, me parece poco racional y objetivo. Está bien establecido que
ni genética ni constitucional ni hormonalmente

p-43

son iguales el hombre y la mujer, ¿no hay pues causas ligadas a ningún
misterio de la biología? La rotundidad de la afirmación de
Mercedes Quintana deja poco resquicio para la duda pero yo,lo lamento,
sigo teniendo muchas; es más, estoy convencido de la influencia de
cuestiones biológicas.

Pero veamos qué nos dicen los datos para ver si hay algún apoyo a la
tesis de la autora. En el curso 1989/90, el último del que he podido
obtener datos, las mujeres suponían el 50.72% de la población
universitaria española. Es cierto que en el grupo de carreras más
cercano a las denominadas por Mercedes científico-experimentales, que en
informe figuran como Exactas y Naturales (Matemáticas, Físicas,
Químicas, Biológicas, Geológicas) el porcentaje desciende a un 41.93%
pero en ningún caso de forma tan abrumadora como los datos de la
asociación reflejan. Es más, si añadimos los datos de carreras que bien
pueden incluirse en el mismo apartado, reflejadas en mi estadística como
Ciencias de la Salud (Medicina, Farmacia, Veterinaria...), donde las
mujeres suponen el 64.13% de los matriculados, la situación se invierte
y en el conjunto, las mujeres suponen el 52.60% de los alumnos de todas
esas carreras: ¡Más que la media de participación global en la
universidad!

¿Es esto una novedad reciente en nuestro país? De acuerdo con los datos
que poseo, desde el curso 85/90 la variación es ínfima y siempre con
mejores datos respecto a las mujeres que cursan Exactas y Naturales. Así
en el curso 85/86, en que las mujeres suponían sólo el 49.46% de la
población total universitaria, las que cursaban Exactas y Naturales
suponían el 43.72% del total.

Respecto a datos más antiguos sólo me ha sido posible obtener los
correspondientes al curso 1975/76, en el cual la población universitaria
femenina suponía el 36.20% del total y en el grupo de Exactas y
Naturales era incluso superior: 36.74%.

Queda pues desmontado el razonamiento que bajo el insólito
encabezamiento de ¨Como es lógico...¨ propone la autora. Y ello no obsta
para que se puedan dar explicaciones relacionadas de alguna manera con
su línea argumental (estoy convencido de que, lamentablemente, muchas
mujeres no llegan a acabar su carrera o truncan sus perspectivas
profesionales posteriores a la licenciatura por decidir dedicarse a
¨crear¨ y mantener una familia) pero, por favor, hay que hacerlo con más
solidez y proporcionando, si se considera oportuno y suficientemente
probable, hipótesis de explicación sin ese tono asertivo y tajante.

Como socio y suscriptor de ARP y LAR respectivamente confío en que tanto
la asociación como la revista (y Mercedes Quintana, quien espero que no
se moleste demasiado por esta carta) reflexionen sobre la escasa
aplicación de la racionalidad en estos dos textos. Sería deseable que
nos aplicásemos con cuidado lo que predicamos en el exterior y ser
ejemplo de la actitud que demandamos de la sociedad en su conjunto.

Reproducimos a continuación la respuesta de Mercedes Quintana,
Directora Ejecutiva de ARP.

El Sr. Fernández Bayo está en lo cierto al suponer que ARP es una
asociación ¨desligada de una línea política determinada¨ y no creo que
el comentario al que él alude haya pretendido dejar clara alguna otra
cosa. Apuntaba bien en él al hablar de ciertos ex—ateos, ex—comunistas
y ex-túpidos que ahora leen ¨Año Cero¨ ¿O acaso el fenómeno
Sánchez Dragó le parece poco significativo...? Alguien, por cierto que
hasta hace no mucho tiempo escribía como columnista en el periódico
para el que Vd. trabaja, contra el aborto, el materialismo, y otras
señas de identidad de aquella ideología que en otro tiempo defendía. Si
éste no es un caso claro de reconversión
ideológico—política-irracionalista, yo no sé qué es. Puede pensar que se trata de un caso aislado, no de un fenómeno social, pero mi experiencia
me dice otra cosa y hasta hay referencias para citar (¨La crisis del
'yuppie' pone de moda lo oculto¨, Magazine de El Mundo, pp. 43-44, 15 de
marzo de 1992).

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ARP es ideológicamente neutra, pero la práctica dice que, en efecto,
¨caemos mejor¨ a unos que a otros, y esto, que yo sepa, no significa que
lo recíproco también sea verdad. Aún llegan al apartado revistas de la
ULM-L, también hay un preso del GRAPO que colabora con artículos y
dibujos para LAR; por otra parte, hay quien tiene una botella de champán
esperando la caída de Fidel Castro, y también quien disfruta a lo grande
con Jesús Gil. Para mí, esto son anécdotas y así las tomo y las cuento.
No me parece malo decir qué es lo que hay, al margen de la teoría. Y si
alguien quiere ver en esto un ¨mensaje¨ con más pretensiones que lo que
digo, se equivoca.

Creo que las versiones del socialismo son bastante numerosas. La que Vd.
nos cuenta del materialismo dialéctico y sus consecuencias en la URSS me
parece una y sólo una. Siento mucho que no haya entendido el significado
de ¨revolución pendiente¨ en el contexto empleado, aunque a mí me parece
bastante trillado. Huelga hablar de revoluciones pendientes personales y
mucho me temo que también aquí fallaría al intentar entenderlas o
incluso ¨hacerse una idea¨ de ellas; por lo tanto, no contesto, ni por
alusiones.

El segundo tema que cita en su carta merece más extensión de la que,
creo, puedo dedicarle en este espacio, pero intentaré abreviar.

Es verdad que ¨existen teorías para todos los gustos¨ y precisamente por
ello yo lamento más que nadie que todas las revistas de divulgación
científica recojan y aplaudan siempre la misma: esa en la que cree el
Sr. Fernández Bayo. Dada la difusión de estas revistas, la facilidad con
que el sentido común asimila la explicación esencialista -o
biologicista- y lo bien que justifica el statu quo, no es de extrañar
que se convierta en la ¨teoría más votada entre los profanos¨, pero es
muy discutible que esta mayoría se encuentre, por ejemplo, en los Departamentos de Psicología Diferencial que, creo yo, son los que tienen
competencia y capacidad para hablar y discutir sobre él.

¿A qué diferencias biológicas alude el Sr. Fernández Bayo? Antes, se nos
decía, teníamos el cerebro demasiado pequeño; ahora, según nos cuentan,
lo que pasa es que estamos poco lateralizadas -cerebralmente-. Pero la
hipótesis de la lateralización hemisférica para explicar las diferencias
psicológicas entre los sexos es cuestionable de principio a fin. No
pretendía llevar al lector a un nivel de documentación crítica como para
discutir académicamente, pero es bueno que se aprovechen las pocas
oportunidades que hay para recomendar bibliografía divulgativa de una
hipótesis que, no es casualidad, vende mucho menos que la biología.

El Sr. Fernández Bayo cae en un error muy típico (¿o acaso no es un
error, sino una forma semideliberada de introducir elementos de
confusión para favorecer ciertos prejuicios?). Nos presenta estadísticas
que poco tienen que ver con la distribución de preferencias en la
población total (no sólo universitaria) e inrerpreta mal mis
afirmaciones. Pero correlación no es causación, y constatar la
existencia de diferencias no nos dice nada sobre el origen de tales
diferencias. Decir esto en un ambiente docto puede ser algo trivial,
pero fuera de ahí, parece que hay que repetirlo hasta la saciedad. Dije
que las razones que explican la aplastante mayoría masculina en ARP son
las mismas que originan, entre otras cosas, la escasa presencia de
mujeres en carreras científico-experimentales, no que la escasa
presencia en estas carreras fuera la causa de su baja presencia en ARP.
Los estudios —aún escasos- en la línea de aislar variables ambientales
que puedan explicar las diferentes tendencias de unos y otras (p.ej., la
tendencia a estudiar Ingeniería Técnica de Topografía o a asociarse a un
colectivo de carácter científico, pero crítico y polémico), sugieren que
paca cada tendencia hay implicadas varias dimensiones y no hay razón
para pensar que la constitución biológica es una de ellas, mientras ésta
misma pueda ser el resultado del aprendizaje. A esto me refería cuando
digo que las causas, por lógica, son las mismas: AMBIENTALES.

Para terminar, permítame unas reflexiones. ¿Por qué entre los
esquimales no se dan diferencias en tests visoespaciales y, sin embargo,
éstas son muy acusadas en la India, con un sistema social mucho más
discriminatorio para la mujer en aspectos de independencia espacial?
¿Por qué las diferencias en habilidades verbales se han reducido en

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los últimas 20 años de forma significativa en el área occidental? ¿Por
qué las excepciones tienden a aumentar paralelamente a cambios sociales
menos discrimininatorios para la mujer...? Si la evolución cultural se
basta para explicar las diferencias de tipo psicológico o
comportamental, la evolución biológica tiene poco que decir, a menos,
claro está, que nos muestren un gen capaz de mutar su frecuencia al
tiempo que la sociedad cambia sus esquemas. Si no hacen esto, la
explicación que busca causas biológicas me seguirá pareciendo una
mezcla bastante irracional de estereotipo cultural y prejuicio, por más
que derivados modernos de la frenología sigan haciendo furor entre
divulgadores y científicos nostálgicos que, a lo mejor, con suerte,
hasta han llegado al manual de Maccoby y Jacklin para intentar entender
por qué cada vez somos más las que nos negamos a permanecer bonitas y
calladas, como Barbie.

Respuesta de Ignacio Fernández Bayo.

Antes de nada, quiero agradecer a Mercedes que me enviara su
contestación para mi conocimiento y réplica si fuese menester. Es una
práctica lógica y justa (para que quien interviene en la edición de una
revista no se otorgue el derecho a decir siempre la última palabra) pero
que rara vez se lleva a la práctica.

Sólo quiero con estas líneas aclarar algunos puntos quizá algo confusos
de mi carta y no seguir alimentando una polémica que vaya más allá de
las razones que me impulsaron a escribir aquélla.
1)El caso Sánchez Dragó me parece, efectivamente, poco significativo
aunque preocupante. No creo, sin embargo, que entre los lectores de
Años Ceros, Karmas Sietes y similares se encuentre un número
significativo de ex-comunistas.
2)Me parece lógico e intachable que ARP y LAR sean neutras
ideológicamente y por eso mismo sigo diciendo que cuando su
directora ejecutiva, explicando el origen y situación actual de ambas,
escribe que LAR puede convertirse en una especie de Mundo Obrero me
parece que no cumple con la neutralidad.
3)Creo de mal gusto indicar al lector que allí donde yo trabajo escribió
tal o cual señor impresentable (quiero pensar que la inevitable
asociación de ideas no se hace de mala fe). No soy responsable de las
firmas que aparecen en ese periódico (excepto de dos que llegaron a él
por mi intervención, uno de ellos asesor de LAR/ARP), ni mucho menos de
sus opiniones.
4)Cuando hablo de ex-comunistas me refiero a una gran masa de antiguos afiliados o votantes (miles a juzgar por la disparidad de resultados obtenidos por el PCE en las elecciones de los años 70 en comparación con
las últimas a pesar de presentarse dentro de una coalición más amplia)
¨sin nombre¨ que han evolucionado hacia posturas más o menos cercanas (y
generalmente críticas) a las del PSOE o a las del IU en su versión
renovadora, que creo constituyen la inmensa mayoría de los que cabrian
en esa definición) de ex-comunistas. Es inevitable que también quepa
aplicar el término a los ¨notables¨ que abandonaron el comunismo y
fueron recibidos con los brazos (léase cargos) abiertos en el PSOE y
personas de talante similar al de Sánchez Dragó. Puede que a algunos de
estos les cuadre el calificativo de ¨nuevos ricos¨ o el de ¨yuppies¨,
pero me parece INJUSTO Y VEJATORIO tratar a aquella otra mayoría anónima
con esos términos y echarlos a ese saco que forman los paréntesis junto
a ex-ateos y ex-túpidos.
5)Creí que la presentación de datos sobre la población universitaria
tenía en sí misma el valor de explicar su traída a colación. Veo que no
era así. Mercedes vuelve a explicarme su argumento pero no se atiene a
lo que los datos aportan. Veamos:
-Tenemos un fenómeno A (la escasa presencia de mujeres en ARP-LAR) para
cuya explicación buscamos una causa X a la que identificamos como la
misma que explica el fenómeno B (la escasa presencia de mujeres en
carreras científico-experimentales). Pero resulta que el fenómeno B no
existe (esto es precisamente lo que los datos venían a demostrar)

p-46

y por tanto no puede existir esa presunta causa X. En conclusión,
seguimos sin saber la causa del fenómeno A. Y dado que, evidentemente,
se ha dado por supuesto que B existía sin mayor comprobación, creo que
se ha actuado con poca racionalidad, que es lo que yo, en definitiva,
quería señalar.
6)No era mi intención entrar en el debate del papel de la mujer en la
sociedad actual (y mucho menos en el de sus capacidades comparadas con
las del hombre) pero si es preciso realizar una declaración explícita
ahí va la mía: reconozco que en la sociedad actual existe una
injustificada discriminación de la mujer y abogo por la adopción de
cuantas medidas contribuyan a eliminar esta situación.

Lo que no puedo admitir es que para evitar argumentos y coartadas a
quienes se oponen a la equiparación plena de la mujer se deban silenciar
hipótesis, investigaciones y opiniones de ningún tipo. La eliminación de
la discriminación no vendrá de la argumentación sobre las causas de las
diferencias entre hombres y mujeres sino sobre la desvinculación entre
estas diferencias y la discriminación. Esto es, porque ninguna
diferencia (haya o no haya tal cosa) debe justificar ninguna
discriminación.

En fin, lo que me preocupa es que parece haber, con mucha frecuencia,
cierto miedo a admitir siquiera la posibilidad de que elementos
biológicos cooperen a explicar las diferencias de comportamiento
(tendencias, actitudes, motivaciones y deseos y no aptitudes ni
capacidades) de mujeres y hombres. Y sobre todo que con la finalidad de
no dar coartadas al enemigo se den por definitivamente resueltas
cuestiones que siguen siendo objeto de opinión y discusión. Sería
anteponer la ideología y los fines a los hechos y la realidad y eso es
lo que caracteriza, precisamente, a los prejuicios.

En todo caso, este debate no es el que yo planteaba y toda la
argumentación que realiza Mercedes en su contestación no viene al caso.
Lo que considero incorrecto es el modo en que se presentaba la cuestión;
y sobre todo por hacerlo en una revista que debería ser absolutamente escrupulosa en la diferenciación entre hipótesis y certezas universales
y donde las opiniones deberían expresarse como tales y no se ofrezcan
como casos definitivamente cerrados. Mercedes puede argüir razones bien fundamentadas, avaladas y convincentes para apoyar su tesis pero no
debería nunca olvidar que la comunidad científica no ha dictado
sentencia al respecto y por tanto no debería expresar su ¨opinión¨ como
si fuera indiscutible.

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¨Los autores de esta interesante discusión, Ignacio Fernández y
Mercedes Quintana se han cruzado una carta más (en poder de esta
redacción) donde por ambas partes se puntualizan y concretan las ideas
inicialmente expresadas. Sin pretender restarles valor, hemos decidido
omitir esta parte atendiendo exclusivamente a su extensión, en la idea
de que las dos cartas iniciales se bastan para arrancar el debate por
parte de nuestros lectores. Asi pues, aprovechamos esta ocasión para
recabar vuestras opiniones sobre éste o cualquier otro tema que
consideréis en la línea de lo que LAR trate o deba tratar¨

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La asociación Alternativa Racional a las Pseudociencias (A.R.P.) trata
de fomentar la investigación crítica de las supuestas manifestaciones de
lo paranormal y los hechos presuntamente situados más allá de los
límites de la ciencia siempre desde un punto de vista racionalista,
científico y responsable, y dar a conocer los resultados de tales
investigaciones a la comunidad científica y al público en general.

Para alcanzar estos objetivos, la asociación:
1. Mantiene un equipo de personas interesadas en examinar críticamente
las supuestas manifestaciones de lo paranormal y los hechos situados
más allá de los límites de la ciencia.
2. Está en contacto con asociaciones similares de todo el mundo,
estableciéndose para cada caso el tipo de relación que se estima
conveniente.
3. Propicia y encarga investigaciones a estudiosos objetivos y neutrales
de las áreas que sea necesario.
4. Prepara bibliografías de materiales publicados que analizan
cuidadosamente los temas objeto de estudio.
5. Publica artículos, revistas, monografías y libros que examinan las
supuestas manifestaciones de lo paranormal y los hechos presuntamente
situados más allá de los límites de la ciencia.
6. Organiza conferencias y simposios, y asiste a los medios de
comunicación para ponerse en contacto con la opinión pública.
7. No rechaza los hechos a priori, antes de investigarlos, sino que los
examina objetiva y cuidadosamente antes de manifestarse al respecto.

Alternativa Racional a las Pseudociencias (A.R.P.) es una entidad
cultural y científica sin ánimo de lucro. La Alternativa Racional es el
órgano informativo oficial de la asociación.

A.R.P. Apartado de correos 17.026, E-28080 Madrid. España.

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