En la actualidad existe una fuerte presión por parte de laboratorios y médicos homeopáticos, tanto en nuestro país como a en el resto de Europa, por obtener el reconocimiento del sistema desarrollado por Hahnemann en el siglo XIX para el tratamiento de la enfermedad. Las presiones del lobby homeopático son, curiosamente, a nivel político tratando de saltarse los controles de calidad científicos (Wim Betz, 1995, comunicación privada).
Homeopatía
Hay cosas que deben decirse de golpe, sin previo aviso: El oscillococcinum es una disolución infinitesimal constituida por autolisado filtrado de corazón e hígado de Anas Barbariae (pato de Barbaria) con excipiente de sacarosa y lactosa.
El 30 de Junio de 1988 apareció publicado en la prestigiosa revista científica Nature un artículo firmado por el equipo de Jacques Benveniste, exponiendo una serie de experimentos sobre degranulación de basófilos disparada por anticuerpos muy diluidos.
Enfermedad: concepto y diagnóstico homeopático
Para los homeópatas la enfermedad y los síntomas constituyen una misma entidad. Este es el punto de partida básico para el tratamiento homeopático -sin él la ley de la analogía se vendría abajo- y es la consecuencia lógica de la existencia de la fuerza vital con la que se eliminan de un plumazo los mecanismos causantes de la enfermedad. Es más; para Hahnemann intentar conocer cómo la fuerza vital provoca una enfermedad es una empresa inútil.
Tanto los partidarios de la homeopatía como de cualquier otra terapia médica no-científica, critican frecuentemente a la medicina científica, oficial o “alopática”.
El término “alopática”, con el que frecuentemente se refieren a la medicina científica, procede de una mera contraposición al término “homeopática”, y supone una generalización de los planteamientos simplistas en los que se basa la homeopatía.
La Homeopatía, como terapia médica, fue creada por Samuel Friedrich Hahnemann (1755-1843). Hahnemann nació en Meissen (Alemania) y estudió en Leipzig, Viena y Erlagen, graduándose en 1779. Durante los primeros años de su profesión no ejerció la medicina clínica, sino que se dedicó a la traducción de obras médicas y lingüísticas.