Sabemos que hay una refutación ontológica desde la perspectiva de la física y de la química muy fuerte que invalida los principios sobre los que se asienta la homeopatía, como es el hecho de la total falta de memoria del agua, así como su incapacidad de demostrar la presencia de una sola molécula de su principio activo en sus diluciones (numero de Avogadro). Sólo esto ya debería bastar para cuestionar su utilidad pública para la mejora de la salud.

Pero, pese a fallar la teoría, se puede pensar que podría ser buena la práctica…

Por lo que parece, y pese a los numerosos ensayos realizados hasta el momento en diferentes revistas de prestigio en el ámbito internacional, no hemos encontrado ningún trabajo que avale la ‘bondad’ de ningún preparado homeopático.

REVISIONES DE LA COLABORACIÓN COCHRANE

Si algo caracteriza el trabajo de los profesionales que colaboran en la Colaboración Cochrane, de ámbito mundial, es la inexistencia de prejuicios científicos, pues se dedican a evaluar desde los tratamientos médicos más convencionales hasta las más sospechosas propuestas “alternativas”.

Como ejemplo, podemos observar en el volumen correspondiente al cuarto trimestre del año 2002, que las revisiones incluyen desde “La evaluación de la práctica del ejercicio físico para la prevención de la osteoporosis en mujeres postmenopáusicas” a temas como “Acupuntura y electroacupuntura para el tratamiento de la artritis reumatoide”. No se puede pedir más “apertura” y más disposición a aceptar todo aquello que el pensamiento crítico nos permita.

La Biblioteca Cochrane1 nos ofrece hasta diecisiete revisiones de tratamientos homeopáticos sin encontrar resultados favorables en ningún caso.

Por su interés, aquí hablaremos sólo en concreto de algunas de sus revisiones sobre el asma crónica, la gripe (y trastornos similares a la gripe) y la inducción al parto.

El principal problema que encuentran aquí los revisores es la dificultad de localizar lo que podríamos denominar un tratamiento homeopático “estándar”.

En el caso del asma crónico2 (también estudiado como veremos más tarde por otros investigadores en otras revistas) se incluyeron tres estudios, en los que (citamos textualmente) “se usaron tres tratamientos homeopáticos diferentes, lo que impide la reunión cuantitativa de los resultados. Es poco probable que los tratamientos estandarizados en estos ensayos sean representativos de la práctica homeopática habitual, en la que el tratamiento tiende a ser personalizado”.

Una metodología que necesita ser individualizada para mostrarse eficaz es difícilmente falsable con la metodología del ensayo clínico, basada precisamente en la comparación de series de pacientes. En cualquier caso, resulta sorprendente el hecho de que no exista una terapia homeopática comúnmente aceptada para el tratamiento del asma. ¿Todos los diferentes tratamientos homeopáticos son eficaces para el tratamiento de esta enfermedad?

En cualquier caso, esta revisión concluye que “No existe suficiente evidencia para evaluar de forma fiable el posible papel de la homeopatía en el asma. Existe la necesidad de disponer de datos de observación, así como de realizar ensayos con asignación aleatoria, para documentar los diferentes métodos de prescripción homeopática y cómo responden los pacientes”. Fijémonos que en este caso, la revisión concluye que ni siquiera para evaluar de forma fiable este tratamiento.

 

En el caso de los trastornos de tipo gripal, el tratamiento homeopático demostró su absoluta ineficacia en la prevención de la gripe, pero obtuvo unos ¿prometedores? (sic) resultados en el acortamiento de la duración de los síntomas, concretamente en algo más de seis horas. Se pudieron, eso sí, obtener datos relativos a sólo dos estudios. No hemos revisado el test de homogeneidad de los datos de esta revisión, pero resulta sorprendente la discordancia de los datos de los dos únicos estudios considerados.


Por ello, dado el material disponible, las conclusiones son que “los datos no son lo bastante sólidos como para hacer una recomendación general para usar Oscillococcinum (el tratamiento homeopático estudiado) como tratamiento de primera línea contra la gripe y síndromes similares a la gripe. Se justifica investigación adicional, pero es necesario que los tamaños de la muestra sean grandes. La evidencia actual no apoya un efecto preventivo de la homeopatía para la gripe y los síndromes similares a la gripe”3. Oscillococcinum es un nombre registrado por Laboratorios Boiron, y procede de un extracto de hígado y corazón de pato, que a principios de siglo se creía que contenía una bacteria que ocasionaba la gripe. Como suena.

 

En la tercera de las revisiones4, igualmente se niega la recomendación de la homeopatía para la inducción al parto, pero se menciona que “existen dudas acerca de que la metodología estudiada sea realmente la que se emplea en la rutina”.

Obviamente, ante estas circunstancias, los autores evitan cualquier comentario acerca de la eficacia de la terapia e incluso acerca de la conveniencia de llevar a cabo nuevos ensayos clínicos (tal como ya indicaron el 2 de marzo de 2002 en su editorial en el British Medical Journal, Feder y Katz “we believe that new trials of homoeopathic medicines against placebo are no longer a research priority”)5.

En el invierno del 2003 se publicaba una nueva revisión Cochrane, la cuarta, esta vez acerca del uso de la homeopatía en el tratamiento de la demencia6. En este caso, la terapia no obtiene mejores resultados que en los anteriores; en primer lugar, los autores reconocen la imposibilidad de encontrar un mecanismo de acción de la homeopatía comprensible según los conceptos científicos actuales.

A pesar de ello, y en respuesta al uso empírico que de esta terapia se registra en Europa, algunos autores se deciden a llevar a cabo una revisión de la evidencia disponible, con resultados (nuevamente) desalentadores: por no encontrar, no encuentran ni un solo estudio que cumpla los requisitos de calidad exigidos, no especialmente rigurosos en este tipo de tratamientos.

MÁS RESULTADOS NEGATIVOS PARA LA HOMEOPATÍA

Pero hay más y más pruebas sobre la incapacidad de mostrar eficacia de la homeopatía, como se puede ver en el ensayo clínico publicado en el British Medical Journal en 20027, en el que se comprueba como los remedios homeopáticos no eran mejores que el placebo en el tratamiento de pacientes asmáticos o en otro publicado en la revista Thorax8, por investigadores de la Universidad de Essex, en el que se concluye que los remedios homeopáticos no aportan ningún beneficio adicional sobre los inhaladores y esteroides que se prescriben a los niños con asma. El estudio a doble ciego incluyó a 93 pacientes de 5 a 15 años pare recibir seis sesiones a lo largo de un año de homeopatía o placebo, añadidos al tratamiento tradicional. Los resultados se basan en las respuestas de los niños a un cuestionario sobre calidad de vida activa y en la descripción de los síntomas en un diario semanal escrito por los padres. Sin embargo, el uso de remedios homeopáticos no se asoció a ninguna mejora significativa en relación con los síntomas o la calidad de vida respecto al grupo placebo.

Curiosamente, sin embargo, en España, el Real Decreto 2208/1994 de 16 de noviembre “por el que se regula los Medicamentos Homeopáticos de uso humano de fabricación industrial” permite la comercialización y distribución de medicamentos homeopáticos sin indicación terapéutica aprobada (artículo 5): es decir, sólo hay que asegurar la inocuidad, no que sirvan para algo.

UN RECIENTE ESTUDIO DEMOLEDOR CONTRA LA HOMEOPATÍA

Sin duda, podemos considerar como demoledor el estudio publicado en la revista The Lancet9 el verano de 2005. En él, los autores revisaron exhaustivamente diferentes bases de datos en todo el mundo, hasta encontrar ciento diez ensayos clínicos de homeopatía, que compararon con otros tantos ensayos de medicina convencional, evaluando la calidad de ambos grupos de estudios con el fin de determinar si los sesgos presentes en unos y otros podían ser considerados de la misma magnitud y por lo tanto igualmente “creíbles”. No vieron nada que permitiera recomendar la homeopatía para ningún tratamiento.

Ello hizo que la prestigiosa revista médica escribiera el presente editorial10, que nos permitimos traducir:

“Que la homeopatía salga tan mal parada al ser comparada con la alopatía en la revisión sistemática de Aijing Shang y sus colegas no causa ningún tipo de sorpresa. Lo que sí resulta interesante es que el debate siga vivo, aún después de 150 años de hallazgos desfavorables. Cuando más se diluyen las pruebas a favor de la homeopatía, mayor parece su popularidad.

Durante demasiado tiempo se ha adoptado hacia la homeopatía una actitud políticamente correcta basada en el “laissez-faire”, aunque existen ahora nuevos datos que nos ilustran sobre el tema desde fuentes inusuales. El comité parlamentario británico de ciencia y tecnología, editó un informe acerca de la medicina alternativa y complementaria en el año 2000. Recomendaba que ‘cualquier terapia que realice afirmaciones específicas de ser efectiva para tratar enfermedades específicas debería aportar las pruebas de que eso es así por encima y más allá del efecto placebo’. Yendo un paso más lejos, el gobierno suizo, tras cinco años de debate, ha retirado recientemente el reembolso público de la homeopatía y de otras cuatro terapias complementarias al no haber demostrado eficacia y beneficio bajo criterios de coste-efectividad.

En su comentario, Jan Vandenbroucke nos ofrece una interpretación filosófica del estudio de Shang. Otro filósofo de quien podría haber hablado es de Kant, quien nos recuerda que vemos las cosas no como son, sino como somos nosotros. Esta observación es también cierta para los consumidores de preparados para la salud, quienes pueden ver a la homeopatía como una alternativa holística a un modelo de medicina enfocado hacia la enfermedad y guiado por la tecnología. Es la actitud de los pacientes y la de los proveedores la que engendra una conducta dirigida hacia la búsqueda de terapias alternativas que genera una amenaza mayor a la atención médica convencional –y el bienestar de los pacientes– de lo que lo hacen falsos argumentos de supuestos beneficios obtenidos a partir de absurdas diluciones.

Seguramente, los tiempos para análisis selectivos, informes sesgados o de una profundización en la investigación para perpetuar el debate de la homeopatía versus la alopatía han pasado ya. Ahora los médicos necesitan ser valientes y sinceros con sus pacientes acerca de la falta de eficacia de la homeopatía, y también con ellos mismos acerca de las carencias de la medicina moderna para satisfacer las necesidades de atención personalizada de nuestros pacientes”.

Por su parte, los autores del estudio9 de The Lancet asumen que:

“Los efectos observados en los ensayos homeopáticos con control de placebo podrían ser explicados por una combinación de deficiencia metodológica y su publicación sesgada. Recíprocamente, nosotros postulamos que los mismos sesgos no pudieron explicar los efectos observados en los ensayos con control de placebo comparables de la medicina convencional. Nuestros resultados confirman estas hipótesis: cuando los análisis se restringieron a los ensayos grandes de mayor calidad no había ninguna prueba convincente de que la homeopatía fuera superior al placebo, mientras que para la medicina convencional permanecía un efecto importante. Nuestros resultados, entonces, sostienen la hipótesis que los efectos clínicos de la homeopatía, pero no aquéllos de la medicina convencional, se deben a efectos no específicos”.

Es decir, efectos no relacionados con el tratamiento homeopático.

Ni la duración del tratamiento, ni la comparación entre distintos tipos de homeopatía, ni ninguna otra variable, fue capaz de alterar el resultado de la comparación, lo que permite recomendar a los autores:

“En lugar de hacer más ensayos de control de placebo de homeopatía, los esfuerzos de las futuras investigaciones deben enfocarse en la naturaleza de los efectos del contexto y sobre el lugar de la homeopatía en los sistemas de cuidado de la salud”.

Es decir, en establecer hasta qué punto una colaboración estrecha con el médico, la confianza en el mismo y un entorno adecuado, pueden favorecer un mejor estado de los pacientes en múltiples patologías y enmascarar los resultados de ensayos clínicos, especialmente si estos son pequeños y mal diseñados.

“Grandes estudios de homeopatía no muestran diferencia entre el placebo y los remedios homeopáticos. Mientras que en los tratamientos convencionales sí se puede observar un efecto”, indicó Matthias Egger, Universidad de Berna —Suiza—, y uno de los autores del estudio publicado en The Lancet.11

Dadas las circunstancias, nos preguntamos si los comités éticos que autorizan la realización de los ensayos clínicos, deberían seguir aceptando la investigación clínica de estos preparados en seres humanos12.


REFERENCIAS

1. López Borgoñoz, Carlos “La colaboración Cochrane y las medicinas alternativas. ¿Es capaz el método científico de encontrar eficacia en la acupuntura o en la homeopatía?” El Escéptico Págs. 30-35. Nº 16, Invierno-Primavera 2002-2003. Estas revisiones pueden consultarse fácilmente en www.cochrane.es (en español, página web de la Red Cochrane Iberoamericana, cuyo centro está ubicado en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona) o www.cochrane.org (en inglés).

2. Linde K, Jobst K A. “Homeopatía para el asma crónico (Revisión Cochrane)”, en La Cochrane Library Plus, Número 2, 2002. Oxford: Update Software.

3. Vickers A.J., Smith C. “Oscillococcinum homeopático para prevenir y tratar la gripe y síndromes similares a la gripe (Revisión Cochrane)”, en La Cochrane Library Plus, Número 2, 2002. Oxford: Update Software.

4. Smith CA. “Homoeopathy for induction of labour (Cochrane Review)”. en The Cochrane Library, Issue 4 2002. Oxford: Update Software.

5. Gene Feder y Tessa Katz "Randomised controlled trials for homoeopathy" Editorials BMJ 2002;324:498-499 (2 March)

6. McCarney, R.; Warner, J.; Fisher, P. y Van Haselen, R. “Homeopathy for dementia (Cochrane Review)”, en The Cochrane Library, Issue 1 2003. Oxford: Update Software.

7. G T Lewith, A D Watkins, M E Hyland, S Shaw, J A Broomfield, G Dolan y S T Holgate “Use of ultramolecular potencies of allergen to treat asthmatic people allergic to house dust mite: double blind randomised controlled clinical trial” BMJ 2002;324:520 (2 March).

8. A White, P Slade, C Hunt, A Hart y E Ernst "Individualised homeopathy as an adjunct in the treatment of childhood asthma: a randomised placebo controlled trial" Thorax 2003;58:317-321 (http://thorax.bmjjournals.com/cgi/content/abstract/58/4/317)

9. A. Shang, K. Huwiler-Müntener, L. Nartey, P. Jüni, S. Dörig, J. A. Sterne, D. Pewsner y M. Egger.,“Are the clinical effects of homoeopathy placebo effects? Comparative study of placebo-controlled trials of homoeopathy and allopathy”.The Lancet, vol. 366, revista 9487, (pp. 726-732) 27 de agosto de 2005.

10. Editorial de The Lancet, vol. 366, revista 9487, 27 de agosto de 2005.

11. BBC Mundo.com de 28 de agosto de 2005, news.bbc.co.uk/hi/spanish/science/newsid_4189000/4189642.stm.

12. Es recomendable leer el monográfico sobre homeopatía que prepararon Carlos Tellería, Víctor J. Sanz y Miguel Ángel Sabadell: “¿Es efectiva la homeopatía?” (disponible en http://www.arp-sapc.org/articulos/homeopatia) para ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico. Ello permite aclarar que estos comentarios no son prejuicios, sino conclusiones bien documentadas científicamente.