Cuando finalicéis de leer la revista os daréis cuenta de que se han introducido nuevas firmas: Paul Kurtz, Philip Klass y Earl Hautala.
Los tres forman parte de un importante movimiento nacido en Estados Unidos para luchar contra la invasión de lo irracional en el mundo actual.
Nuestro humilde grupo nació con el propósito de esclarecer lo que había de verdad en torno a los ovnis. Nuestra postura no estaba predefinida ni a favor ni en contra, aunque sí lo estaba nuestro propósito de utilizar el método científico.
Por otra parte la historia española de los últimos cincuenta años, sumamente jerarquizada, ha provocado que no se dude del argumento de autoridad. Y así; hemos tragado ruedas de molino indigeribles. En España, nunca nadie ha hablado en contra de los ovnis, o de la parapsicología, o de la pseudomedicina. En todos los medios de comunicación sólo se ha presentado el lado crédulo. Una de nuestras labores fue presentar "la otra cara de la moneda" como elemento de reflexión para que, después, cada cual sopesase y valorase los argumentos, para crear su propia opinión.
La crítica nunca ha sido bien vista en nuestra reciente historia. Contradecía el orden establecido. No obstante, la crítica juega un papel fundamental en el desarrollo de una sociedad que pretenda madurar.
Estados Unidos es quizá el reino de todos los irracionalismos modernos. Pero a diferencia de España allí sí se admite la crítica. Por ejemplo, hablando del tema ovni, ante la avalancha de libros crédulos, había un puñado de personas que alzaron su voz y esgrimieron sus razones, que fueron ampliamente difundidas. Ante grandes dioses como Däniken o Berlitz se opusieron voces como la de Philip Klass, la de Larry Kusche o la de Menzel.
En España se han publicado muchos libros de la línea crédula. Sin embargo rara vez han salido a la luz las obras críticas.
Casi todos los interesados en el tema ovni en España han oído hablar, por ejemplo, de Philip Klass, llamándole "debunker", "negativista" y "escéptico a ultranza", pero realmente casi nadie lo ha leído. Entre otras cosas porque nunca nada suyo ha sido traducido al castellano.
Hoy tenemos la enorme satisfacción de presentar a nuestros lectores uno de sus múltiples trabajos que amablemente ha accedido a que lo publicáramos. Esperamos que no sea el único y que su magnífica labor empiece a conocerse en nuestro país.
Hace diez años, un grupo de intelectuales americanos, bajo la direccion de Kurtz, decidieron formar un frente común para investigar las pretendidas manifestaciones de lo paranormal. Aquel grupo se llama CSICOP.
Estamos orgullosos de decir que ya desde el número de verano de 1986, en el Skeptical Inquirer, órgano informativo del CSICOP, nuestro grupo aparece como el comité español de dicho grupo. Para que se vaya conociendo su labor, en el presente número publicamos algunos trabajos de Paul Kurtz, que esperamos se repita en el futuro.
Bajo los auspicios del CSICOP, en Estados Unidos y en otros países, fundamentalmente anglófonos, surgieron grupos con propósitos similares. Uno de ellos en el área de la Bahía de San Francisco, es el Bay Area Skeptics (BAS), del cual, en nuestro anterior número ya publicábamos un trabajo. Uno de sus miembros, Earl Hautala, nos ha cedido gustosamente un artículo para el presente número.
Los irracionalismos americanos no son idénticos a los españoles. Por ejemplo, en algunos estados de la Unión se ha llegado a la escandalosa situación de que en las escuelas se intoxique a los niños con ideas creacionistas y antievolucionistas. Incluso el propio presidente Reagan se manifiesta totalmente antievolucionista. Es
decir, totalmente anticientífico.
Hoy en día hay una batalla campal entre creacionistas/irracionales y evolucionistas/racionalistas. En España este problema no se ha planteado. Suponemos que la causa por la que en nuestro país no se haya llegado al enfrentamiento entre creacionismo y evolucionismo es debido a que en su día el papa fascista Pio XII defendió, de una manera sui generis, la evolución. Por otro lado, la amplia difusión que en su día tuvieron las obras del jesuita Teilhard de Chardin, con su evolucionismo edulcorado, también ha contribuido a que no se desate la polémica. De todos modos no sabemos si la ausencia de discusión es buena. No lo será si ello significa que una vez más hemos tragado con lo que dice la jerarquía, sin una reflexión crítica.
Una de nuestras metas será el propiciar dicha reflexión, para lo cual, entre otras muchas cosas, iremos publicando los trabajos de los autores pertenecientes al CSICOP que mejor encajen en los problemas españoles.
Últimamente una directriz del citado grupo es informar sobre el mal potencial que encierran algunas de las mal llamadas medicinas alternativas, que muchas veces no son sino pseudomedicinas, cuya práctica a conducido a muertes prematuras e innecesarias. Lamentablemente, en nuestro grupo todavía no hay ningún médico preocupado por esta temática. Nos gustaría contar con alguno. Nuestras páginas están abiertas para sus colaboraciones.
Por otro lado el CSICOP, a través nuestro, está dispuesto a poner toda su amplísima información y experiencia sobre estos temas a todos los médicos interesados.
La homeopatía, la iridología, la magnetoterapia, el curanderismo psíquico, etc. ha sido sometido a rigurosos tests por parte de sus especialistas. Invitamos a cualquier médico interesado a que se ponga en contacto con nosotros para hacerle llegar tanto las experiencias del CSICOP como una amplia bibliografía por ellos elaborada.
Esperamos vuestras sugerencias sobre las líneas de acción que deberíamos tomar para lograr que en España haya una voz racionalista que dé a conocer "la otra cara de la moneda" ante el avance de lo irracional.
Saludos.
Boletin de subscripción.
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Enviar a: Luis Alfonso Gámez. Apartado nº 6.112, 48080 Bilbao.
El CSICOP después de diez años: Reflexiones acerca de la "tentación sobrenatural".
Paul Kurtz es profesor de filosofía de la Universidad del Estado de Nueva York en Buffalo y presidente del CSICOP desde su fundación en 1976. Kurtz es el editor del libro "A Skeptic's Hanbook of Parapsichology", en el que colaboran renombrados escépticos y parapsicólogos y se ofrece al lector una detallada historia de la parapsicología y la investigación psíquica, junto con una visión del panorama actual en este campo.
Este interesante ensayo es uno de los publicados en "The Skeptical Inquirer" con motivo de la celebración del décimo aniversario de la fundación del CSICOP.
Cuando hace una década fundamos el Comité para la Investigación Científica de los Supuestos Hechos Paranormales, no teníamos la esperanza de que creciera y floreciera como lo ha hecho. Estamos particularmente satisfechos de la favorable acogida que nos ha dispensado la comunidad científica y del entusiasta apoyo de los distinguidos Miembros y Consultores Científicos que se han unido a nuestra causa.
Desgraciadamente, las creencias ciegas en los fenómenos paranormales parecen ser endémicas en el entorno social contemporáneo; y así el CSICOP se ha convertido ya en una organización indispensable a la hora de diferenciar hechos de ficciones. Dado el alto nivel de alfabetización y educación, resulta sorprendente la alta incidencia que tiene la creencia en la pseudociencia y en lo paranormal, especialmente porque afecta a todos los estratos de la sociedad. Es interesante llamar la atención sobre el hecho de que la creencia ciega en lo sobrenatural y lo paranormal, de un modo u otro, ha estado siempre presente en la cultura humana. Quizás, el reciente incremento de las creencias paranormales sea simplemente una repetición de creencias y actitudes ancestrales bajo nuevas formas.
¿Cómo explicamos la fuerza de los sistemas de creencia paranormales en esta época contemporánea? Se han ofrecido varias explicaciones causales. Una de las oídas más a menudo sostiene que los supuestos hechos paranormales han sido tratados de una manera sensacionalista por los medios de comunicación irresponsables. Los milagros psíquicos, los encuentros ovni y otras extrañas anomalías se dramatizan con color y sonido; se las hace aparecer tan reales para el espectador que todos los criterios empleados para diferenciar la verdad de la ficción se debilitan y frecuentemente se vuelven inefectivos.
Quienes estamos asociados al CSICOP hemos dicho en multitud de ocasiones que no rechazamos a priori la existencia de supuestos hechos responsables de fenómenos paranormales, y que muchos de ellos merecen un paciente examen para averiguar si algo realmente extraordinario está teniendo lugar actualmente. En un sentido, si se encuentra una explicación científica para un supuesto hecho paranormal, éste se convierte inmediatamente en un suceso no-paranormal y pasa a formar parte del universo natural, aún cuando J.B. Rhine y otros insistan en que sólo un universo "no físico" puede explicar tales fenómenos. Puede ser que la psicoquinesis, la precognición y la visión remota sean algún día verificadas por la paciente observación y la experimentación en el laboratorio. Hasta que así sea, nosotros continuaremos siendo escépticos. El escepticismo es la misma esencia del trabajo cientifico, pero no tiene que ser considerado como una nueva ortodoxia y debe analizar imparcialmente los supuestos hechos no ortodoxos.
II. En el enfrentamiento con las extravagancias de las creencias paranormales durante el último decenio, he encontrado que un hecho sobresaliente emerge: la persistencia
de lo que llamo la "tentación sobrenatural", la tendencia de los seres humanos a recurrir al pensamiento mágico y adscribir a lo oculto, misterioso, escondido y desconocido causas de hechos que ellos no son capaces de comprender. Sin duda, ésta no es una tendencia reciente en la historia humana; ha estado presente a través de la larga evolución de la especie. Los hombres y mujeres primitivos estuvieron abrumados, con toda seguridad, por el carácter accidental de la existencia humana: frecuentemente enfrentados a tragedias brutales que no podían comprender -enfermedades, inundaciones, erupciones volcánicas, muerte, etc.-, atribuyeron éstas a la ira de demonios y deidades desconocidas, e intentaron calmar a esos poderes y fuerzas ocultas mediante el sacrificio y la oración. Este es el origen de los sistemas religiosos míticos, pero también tiene sus paralelos hoy en día en la atribución de causas paranormales a eventos que de otra forma parecen inexplicables.
Tenga la tentación sobrenatural origen genético -algunos han sugerido una explicación sociobiológica- o sea un producto de la cultura humana es un tema importante que no voy a tratar de resolver aquí. El hecho es que existen notables similitudes entre las mitologías religiosas que abundan en la sociedad contemporánea y los sistemas de creencias paranormales. Así son pertinentes algunos datos interesantes que pueden arrojar luz sobre este tema.
III. Desde la fundación del CSICOP hace diez años, he venido dando un curso en la Universidad del Estado de Nueva York en Buffalo titulado "Filosofía, parapsicología y lo paranormal". La mayoría de los estudiantes que se matriculan en el curso (entre 35 y 50 cada semestre) comienzan como creyentes en lo paranormal. Algunos años, más del 80% de los que responden el cuestionario que distribuyo el primer día de clase dicen que creen en la percepción extrasensorial (pes), la precognición, la existencia de fantasmas, la psicoquinesis, la levitación y otros fenómenos de esta índole. Sin embargo, al final del curso, existe un cambio masivo en las creencias: entre el 80 y el 90% se han vuelto escépticos.
Comienzo el curso preguntando a los estudiantes si ellos han tenido extrañas experiencias psíquicas o paranormales o si conocen a alguien que las tenga, y dan a conocer su información anecdótica a la clase. Durante la primera mitad del curso, presento el universo paranormal intentando ser objetivo e imparcial. Según vamos avanzando, comienzo a presentar explicaciones escépticas alternativas.
Creo que el punto culminante del curso lo representa el proyecto final. Les pido a los estudiantes que emprendan una investigación experimental, normalmente en equipos de dos a cuatro individuos. Deberán informar sobre el progreso de su proyecto de investigación en semanas subsiguientes. Les advierto que han de ceñirse al protocolo, tener un número suficiente de pruebas y experimentos, y ponerse en guardia para defenderse de cualquier filtración sensorial o fraude. Los estudiantes han sido muy creativos en sus proyectos de investigación. Han llevado a cabo experimentos de "ganzfeld" (1) y visión remota; han analizado la psicoquinesis, usado desde los dados hasta los generadores de números aleatorios; y han utilizado las cartas Zener en innumerables ocasiones para examinar la clarividencia, la precognición y la telepatía.
Diversas hipótesis han sido consideradas: ¿Tienen los gemelos idénticos algún tipo de afinidad telepática? ¿Qué ocurre con los padres e hijos, los hermanos y hermanas, los maridos y esposas? ¿Existe alguna diferencia entre niños, adolescentes y adultos en lo que se refiere a los fenomenos psi? Algunos estudiantes han estudiado las lecturas psíquicas o de cartas Tarot de practicantes de las mismas; algunos han examinado las predicciones astrológicas; y otros han analizado informes de aparición de poltergeist, o se han ocupado de los psíquicos que ayudan a detectives, del efecto lunar o de los ovnis.
Me ha sorprendido encontrarme con que en alrededor de 100 experimentos dirigidos durante los pasados diez años los resultados han sido invariablemente negativos. Tengo que añadir que también hacemos pruebas con cartas Zener en clase (para clarividencia y precognición)
e intentamos introducir en el banco de datos al menos 1.000 pruebas por parte de cada estudiante. Otra vez, los resultados tanto de individuos como de la clase en su totalidad han sido siempre negativos. Nunca ha existido desviación significativa alguna de lo esperado por azar.
Para que nadie me ataque diciendo que soy "parte interesada" y por lo tanto estoy ejerciendo una influencia negativa en los datos, permítanme recordarles que una gran parte de los estudiantes experimentadores comienzan siendo "ingenuos", creyendo en los fenómenos. Ellos están tan impresionados como yo de que ninguno haya obtenido resultados positivos. Al igual que la parapsicóloga británica Susan Blackmore se volvió escéptica después de intentar durante una década verificar la existencia de los fenómenos psi y obtener sólo resultados negativos, los estudiantes en mis clases se han vuelto muy escépticos. Parece que empieza un proceso de desconversión: al final del curso la mayoría de los estudiantes son escépticos acerca de cualquier evidencia de supuestos hechos paranormales, aunque imparciales en cuanto a la posibilidad de que existan fenómenos psi.
Una de las razones que me impulsó a llevar a cabo estos proyectos es que quería ver por mí mismo si podían obtenerse resultados positivos. Estas continuadas conclusiones negativas acabaron por desconcertarme, porque yo pensaba que al menos en algunas ocasiones ellos podrían lograr algunos resultados favorables gracias al azar. ¿Qué conclusión sacamos de esto? ¿Acaso la pes es tan débil que no tiene lugar muy a menudo? ¿O es que la pes no existe?
Siempre he pensado que uno de los más importantes trabajos publicados en "The Skeptical Inquirer" fue el de Barry Singer y V.A. Benassi titulado "Fooling Some of the People All of the Time" (Invierno 1980-81, 17-24) (2), en el que informaban de la tendencia existente entre los estudiantes a participar en el pensamiento mágico. Un mago les hizo a sus estudiantes una demostración de poderes psíquicos haciéndose pasar por "psíquico", y, aún cuando les decía que era un prestidigitador y no un psíquico de verdad, sin embargo muchos continuaban creyendo en la veracidad de sus proezas psíquicas. Esto apunta la existencia de algo muy en el fondo de la psicología humana que hace difícil superar la tendencia hacia el pensamiento mágico: la tentación sobrenatural. De cualquier manera, Singer y Benassi hicieron esto sólo en una clase durante cada curso y no expusieron a los estudiantes a tipo alguno de crítica continuada. He averiguado que si existe una exposición intensiva (por ejemplo, de quince semanas de duración) al punto de vista racional, si las críticas alternativas son válidas, y si los estudiantes están dispuestos a comprobar por sí mismos los hechos empíricamente, esto tiene más efecto que cualquier otra cosa a la hora de defenderse de la tentación sobrenatural. En otras palabras, un más elaborado examen escéptico de los supuestos hechos paranormales tiene un importante efecto terapéutico; disminuye la tendencia a creer sin evidencia.
No quisiera terminar sin hablar de esta nota positiva. Esto indica que la imparcialidad y la presentación clara de temas paranormales, junto con el análisis escéptico, favorece el desarrollo de las defensas racionales -al menos para mucha gente-. Esta es la razón más importante de todas para que el CSICOP continúe en su esfuerzo por ofrecer avances científicos y explicaciones alternativas a la opinión pública. Y ésta ha sido nuestra misión: fomentar un reconocimiento de los objetivos de la ciencia y, por medio de la presentación continuada de los resultados de nuestros estudios, elevar el nivel de racionalidad de la sociedad. La investigación crítica ha demostrado ser el mejor antídoto contra la percepción y concepciones erróneas para un número significativo de personas educadas. La tentación sobrenatural puede aplacarse de esta manera.
Notas:(1) Los experimentos "ganzfeld" se basan en que una persona aislada sensorialmente sea capaz de "recibir" la imagen que otra persona sitiuada en otro lugar le envía. Estos experimentos se han presentado por parte de los creyentes como evidencia psi.
(2) "Engañando a algunas de las personas todo el tiempo".
En "The Skeptical Inquirer" (Buffalo, New York), vol. X, nº 3 (primavera 1986), 229-232; bajo el título "CSICOP After Ten Years: Reflections on the 'Transcendental Temptation'".
Trad. de Luis Alfonso Gámez Domínguez.
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Tassili: Fantasía y mistificación. Con el presente artículo se pretende mostrar cómo algunos interrogantes suscitados a la sombra del misterio pueden de la mano de la Ciencia resolverse de forma sencilla y, lo que es más importante, sin necesidad de recurrir a hipótesis extravagantts como es norma entre sensacionalistas e ignorantes.
"Si abandonáis esos hechos, tened cuidado. Los charlatanes se apoderarán de ellos. No hay término medio: la ciencia o la ignorancia".
Antecedentes. El lunes 10 de diciembre de 1984 apareció publicado en el diario local La Gaceta del Norte un escrito periodístico que llevaba por título "El gran enigma de... la piedra del desierto". Este artículo estaba firmado por un conocido profesional de la radio, asiduo divulgador de temas pseudocientíficos, y formaba parte de una serie de colaboraciones que, con una periodicidad semanal, venía manteniendo el citado periódico.
El articulista aludía en su ensayo a una extraña piedra que le había sido regalada durante uno de sus viajes profesionales a Melilla por un amigo fotógrafo, a quien, a su vez, se la habían entregado los Tuareg del desierto como agradecimiento a una visita. Le indicaron que había caído del cielo; en realidad, quisieron decir -siempre según el periodista firmante- que era el resultado de un suceso que les ocurrió en el pasado a las "gentes de los cielos" que habitaron en la zona. El lugar de procedencia de la piedra era Tassili n'Ajjer, al noreste de Hoggar, un paraje famoso por sus pinturas rupestres, entre las que aparece el llamado "gran dios marciano".
Las leyendas de los Tuareg cuentan como hace mucho tiempo vinieron unos hombres de los cielos entre ellos; viajaban en grandes máquinas, pero algo pasó, cuyos detalles se han perdido en el transcurso de los milenios, que hizo estallar las máquinas. Fue un gran fuego que duró muchos días y las máquinas y los hombres del cielo quedaron destruidos. Las pinturas de Hoggar son el recuerdo, la interpretación que ellos dieron a lo que sus tatarabuelos les contaron, recogiendo la historia de sus padres, que a su vez, la habían escuchado a los abuelos de sus abuelos, de lo que en realidad aconteció.
Se describía la piedra como un ejemplar impresionante, del tamaño de la palma de la mano, que contenía "extrañas piezas de apariencia mecánica, tales como... tornillos". Estos "tornillos" -aventuraba el cronista- parecían proceder de una erupción volcánica, o bien habrían quedado incluidos en la roca tras el calor generado por la explosión de aquellas misteriosas máquinas de tiempos remotos. La utilización de técnicas fotográficas reveló que dichas piezas carecían de rosca, y se componían de anillos unidos, en vez de formar una espiral. Eran de diferentes tamaños y diámetros y, en el supuesto de que fueran realmente tornillos, ninguno presentaba la totalidad de su forma, estando desprovistos de cabeza, y mostrando en su interior un canal en estrella.
El artículo concluía con un comentario final del periodista, señalando la posibilidad de que se tratara de ejemplares fósiles de plantas o de algún tipo de gusano -en concreto, anélidos del tipo Nereis-, y reflejando su sorpresa ante la circunstancia de encontrar restos fosilizados en el Sahara que demuestran que en un tiempo hubo vida en toda la extensión de la palabra.
Los fabricantes de paradojas. El citado artículo no constituye un ejemplo aislado. Es frecuente encontrar en publicaciones sensacionalistas elaboradas explicaciones revestidas de un tono cientifista y apoyadas en argumentaciones ilógicas y apriorísticas. Esta gratuidad de razonamiento
La Gaceta del norte, lunes 10 de diciembre de 1984, página 45. El gran enigma de la piedra del desierto. Antonio José Ales.
Cada año, durante cuatro, viajé a Melilla por motivos profesionales. Me gustó la ciudad, en realidad me sentí atrapado por ella y por sus gentes, por su atmósfera, por su espíritu fronterizo, y -a qué negarlo- por un cierto exotismo, inevitable. Yo no soy de los que entran fácilmente a discutir si Melilla árabe o cristiana -ya me entienden-, me limito a disfrutar de la ciudad y de sus encantos.
Conocí a los importantes, intimé con ellos, pero a la par y con el mismo gusto me hice amigo "de siempre" de las gentes sencillas de los barrios, de los alumnos del aula de la tercera edad, de algunos camareros, de algunos indios y de un fotógrafo: Esteban Soria. Esteban estuvo a punto de pegarse con un fotógrafo de Madrid -cuando yo era popular y hasta famoso-, porque quería la exclusiva de mis actividades en Melilla. Me encantó Esteban. Nos hicimos amigos y me regaló una piedra muy rara, que a él le habían entregado los "tuareg" en uno de sus viajes al desierto. Me la dio cuando estaba a punto de regresar a la Península, yo le prometí analizarla, la guardé en mi maletín y... Lo pasé muy mal en la aduana de Málaga -curioso, no, que viniendo de Melilla los "vistas" malagueños se lancen por ti con cierto ensañamiento; los de Madrid son menos duros-, para explicar que aquello no era más que una piedra, un fósil. Al fin todo se arregló y la piedra llegó a mi "taller de parapsicología". Prefiero llamarle taller, lo de laboratorio ¡me parece tan pretencioso...!
Breve historia de la piedra. Los "tuareg" se la entregaron a Esteban Soria como agradecimiento a una visita. Le dijeron que había caído del cielo, pero lógicamente no era verdad. Y no es que los "tuareg" mientan, se trata simplemente de errores de la traducción. Ellos quisieron decir en realidad que aquella piedra era el resultado de un hecho, de un suceso, que les ocurrió a las "gentes de los cielos" que una vez, hacía de esto miles de años, habían estado viviendo en la zona. La procedencia de la piedra era de por si atractiva: Tassilin Ajjer, al noroeste del Hoggar, un auténtico paraíso de pinturas rupestres, entre las que se encuentra el famoso "gra dios marciano", descubierto por Henri Lhote, en un misterioso enclave llamado "Jabbaren", que significa los "Gigantes", precisamente...
Leyendas "tuareg". En un viaje a Marruecos, acompañado por el inseparable Esteban Soria, fotógrafo consumado, nos acercamos hasta los primeros "tuareg", quienes nos contaron que "hacía de esto mucho tiempo, vivieron unos hombres de los cielos entre ellos; viajaban en grandes máquinas, pero algo pasó, que las leyendas no cuentan, porque los detalles se han perdido en el transcurrir de los milenios, que hizo estallar las máquinas. Fue un gran fuego que duró muchos días y las máquinas y los hombres del cielo quedaron destruidos. Las pinturas del Hoggar son el recuerdo, la interpretación que ellos dieron, a lo que sus tatarabuelos les contaron, recogiendo la historia de sus padres que a su vez la habían escuchado de los abuelos de sus abuelos, de lo que aconteció"...
La piedra. Es un ejemplar impresionante, del tamaño de la palma de una mano, que parece proceder de una erupción volcánica. La lava habría atrapado extrañas piezas de apariencia mecánica, tales como... tornillos. Si bien, y siguiendo "amablemente" las leyendas de los "tuareg", la explosión de aquellas misteriosas máquinas de tiempos remotos, habrían generado tanto calor como para derretir y cristalizar la tierra y los supuestos tornillos habrían quedado incluidos en ella al enfriarse.
Realmente, y a primera vista, parecen tornillos, piezas excesivamente burdas, como para ser procedentes de sofisticadas naves espaciales. La piedra fue analizada en el "taller" y para ello se emplearon técnicas fotográficas tanto de infrarrojos como ultravioletas, además de realizar grandes ampliaciones que nos dieron inmediatamente una gran cantidad de información. Los supuestos "tornillos" -en el sentido que de esos elementos tenemos hoy- no eran tales, las "piezas" no tenían rosca, no formaban una espiral como hubiera sido natural, sino que se componían de anillos unidos. La piedra contiene "objetos" de diferentes tamaños, diámetros, pero ninguno presenta la totalidad de su forma, es decir, que suponiendo por un instante que realmente fueran tornillos, no tiene cabeza.
Por otra parte y analizando el interior de los objetos, se observa un ánima, un canal, en forma de estrella, impensable por innecesario en la tornillería que conocemos. El ánima, o canal nos inclinaba a pensar que aquello no eran más que restos fosilizados de plantas, o de algún tipo de gusano. Pero este planteamiento nos traía nuevos problemas.
Si la piedra era el resultado de una erupción volcánica, o de algún tipo de catástrofe -natural o artificial- de tal magnitud como para derretir la tierra, habría quemado totalmente plantas o gusanos, a no ser que hubieran petrificado de forma natural, en un largo proceso -no infrecuente en el desierto-, de la misma manera que lo habían hecho grupos de árboles completos, incluyendo sus frutos, como tuvimos ocasión de ver e incluso de traernos algunas muestras para la colección del taller.
Si delicados frutos -quizá ciruelas- se petrificaron conservando perfectamente su forma y cada uno de sus elementos, incluso los más delicados, igualmente podría haber sucedido con plantas o gusanos.
Restos de vida entre la arena. Sorprende, a través de los restos fosilizados encontrados, comprobar cómo en el Sahara, alguna vez, hubo vida, vida en toda la extensión de la palabra; se encuentran lechos de antiguos ríos, bosques alucinantes convertidos en piedra y distintas y variadas especies fosilizadas, de edad incalculable.
Encontrábamos trilobites, con millones de años, huellas de animales que no éramos capaces de reconocer. En suma, un mundo de piedra, oculto a medias por la arena. Mi hijo mayor, Cristian, el aventurero de la familia que siempre me acompaña en los viajes, fue el fotógrafo oficial de esta expedición. Cuando tanto Esteban como yo defendíamos la posibilidad de que efectivamente los "objetos" de la piedra fueran tornillos, él -tenía entonces catorce años- insistía en que eran restos de especies.
Los trabajos realizados posteriormente en el taller confirmaron este punto, pero ¿de qué especie se trataba? ¿Eran plantas o animales?
El método científico, enemigo de la fantasía. Si el inefable Erich von Däniken hubiera encontrado esta piedra habría asegurado sin más que era otra prueba de la llegada -en tiempos remotos- de seres del espacio a la Tierra, pero cuando se emplea el método científico muchos sueños se derrumban, no sé si para bien o para mal. Hubiera resultado sumamente fácil dar paso a la especulación, a la fantasía haber publicado, sin ningún tipo de comprobación lo que los imaginativos "tuareg" nos contaron, pero ese tipo de actitudes no encaja con nuestros esquemas de trabajo hubiera sido un engaño.
Los "fósiles" incluidos en la piedra del Hoggar podían ser ejemplares de Nereis, correspondientes a la familia de los anélidos, que de por sí son fósiles muy raros. Los anélidos hacían pasar las arenas y la tierra por su aparato digestivo, desempeñando por esta razón un importante papel en los procesos geológicos. En principio, y mientras no encontremos otra pista, concluimos en que "no eran tornillos, sino Nereis".
El mágico encanto del desierto. Pero pisar el Sahara no es una aventura cualquiera. El desierto tiene algo que se mete en el alma, es el ancestral deseo de aventuras, el viaje por definición -aún hoy-, el riesgo. El encuentro con grupos arcaicos -los "tuareg"- nos retrotrae a tiempos pretéritos, a un estilo de vida primitivo, pleno de magia, de misterio, de leyendas.
Vuelves a casa, al frigorífico, al agua embotellada, a las comodidades, pero las dunas, los vientos salvajes, las heladas noches, el aroma del café al amanecer, la grandiosa salida del sol sobre un horizonte de dunas, quedan para siempre en el alma.
Da igual que fueran gusanos y no tornillos, da igual, porque lo realmente importante fue la aventura. Nunca le dijimos la verdad a los que le regalaron la piedra a Esteban Soria, era mejor que siguieran manteniendo su extraña mitología.
Reproducción fotocopiada de la edición del lunes 10 de diciembre de 1984 en el diario La Gaceta del Norte, pág. 45.
Foto 1: Se observa perfectamente la forma anillada, y no en espiral. Foto 2: La misteriosa piedra del Hoggar.
es una norma común entre los "fabricantes de paradojas", como muy acertadamente califica el Dr. Carl Sagan a los cultivadores de la "ciencia popular", que representan el sinsentido del movimiento pseudocientífico (1).
Así, las especulaciones sobre el hallazgo de restos fosilizados que atestiguan la existencia de antiguas y poderosas civilizaciones sobre el planeta están a la orden del día. Quienes dicen cultivar la "astroarquealogía" (perdón por la palabrita) se entretienen en aglutinar clavos prehistóricos, tornillos cósmicos, pinturas rupestres, etc. en un intento de desafiar a la ciencia y a quienes se ajustan a sus métodos. Lastimosamente para ellos, sus argumentos son tan precarios que resultan sencillos de refutar, aún cuando se obstinen en recordar y compararse ridículamente con todos aquellos genios que no fueron reconocidos en su época. La actitud usual del científico es ignorarlos a la espera de que acaben por desaparecer. Pero, como señala Sagan, "sería útil o como mínimo interesante, examinar con mayor atención las pretensiones y argumentos de algunos de estos 'fabricantes de paradojas' y confrontarlos con los de otros sistemas de creencias" (1). Ese es el interés que persiguen estas páginas.
La piedra del desierto. Entrando en materia, el análisis del contenido de la noticia de prensa revela dos elementos que se entremezclan: por un lado, los supuestos "tornillos cósmicos" que representarían el testimonio fosilizado de la destrucción de las máquinas que tripulaban los no menos supuestos "hombres del cielo", y, por otro, las enigmáticas pinturas hechas en la piedra por los habitantes del desierto como fiel reflejo de lo acontecido. En ambos casos, la ciencia ha llegado a la comprensión de los problemas y los explica en términos más sencillos que los propuestos.
La procedencia de la piedra es el macizo de Tassili n'Ajjer, al este del de Hoggar, cuyos materiales aflorantes son areniscas cámbrico-ordorícicas (Paleozoico inferior) que reposan discordantemente sobre el zócalo cristalino de edad precámbrica, constituyendo lo que los geólogos llaman "Formación de los Ajjers" (2). La edad de estas rocas sedimentarias ronda los 500 millones de años.
¿Tornillos cósmicos? no, gracias. Las piezas que se atribuyen supuestamente a tornillos no son tales, si bien es cierto que su morfología es similar, haciendo la salvedad -como hace notar el articulista- de que carecen de rosca en espiral y no se advierte cabeza. La explicación ofrecida será según los ojos con que se mire: los crédulos y danikenianos creerán ver restos de pretéritas civilizaciones extinguidas; los profanos se encogerán de hombros y admirarán la perfección formal del fósil; por su parte, los escépticos recurrirán a los especialistas, en este caso paleontólogos, y sugerirán sin temor a equivocarse que se trata de tallos de crinoides fosilizados.
Pero, cabe ahora preguntarse: ¿qué son los tallos de crinoides?
Los paleontólogos vienen a decirnos que los crinoides son organismos invertebrados relacionados taxonómicamente con los erizos de mar (clase Echinoidea) y las estrellas de mar (clase Asteroidea), pertenecientes a la división de los equinodermos (Phylum Echinodermata). Son animales exclusivamente marinos que, por su aspecto general, se llaman corrientemente "lirios de mar" y tienen una larga historia fósil ya que se remontan a principios de la era Primaria o Paleozoico (Ordorícico inferior), constituyendo en la actualidad un grupo residual.
Morfológicamente, los crinoides constan de una serie de partes que pueden diferenciarse por (3, 4): - el cáliz o teca, que está formado por placas poligonales encajadas entre sí, dando lugar a una estructura rígida en forma de cúpula invertida y que, en las formas vivientes, contiene las partes blandas del organismo. - los brazos, que se articulan con el cáliz y pueden ser sencillos, bifurcados o ramificados;
funcionalmenre capturan el alimento y lo transportan hasta la boca. - el tallo o pedúnculo de fijación de los crinoides, que se inserta sobre el cáliz y está formado por placas esqueletales columnares. - cada uno de los anillos se llama artejo, perforados por un canal que atraviesa todos ellos o "canal axial", cuya forma es variable: circular, elíptica, estrellada, pentagonal, etc. El pedúnculo tiene en su extremo ramificaciones en forma de raíz para su anclaje en el fondo del mar.
Dibujo: brazos, proboscide anal, boca, cáliz o teca, pedúnculo o tallo, artejos. A.- Organización general de un crinoide sésil (fijo al fondo). B.- Detalle de la estructura del tallo (en sección, se observa el canal axial).
Por lo que respecta a la biología de los crinoides, algunos son de vida libre y han perdido su pedúnculo, pero la mayoría son sésiles y viven fijos en el fondo del mar. Se desarrollan tanto en zonas de plataforma continental (formas plumosas con brazos y pedúnculos cortos, muy extendidos actualmente) como batiales o abisales (formas frágiles, de largo pedúnculo y brazos enormes, predominantes en estado fósil), siendo su distribución latitudinal muy amplia: desde mares tropicales hasta aguas árticas.
Los crinoides fueron los equinodermos más comunes durante el Paleozoico. Aparecen típicamente en rocas carbonatadas, como calizas o arrecifes fósiles. Lo más frecuente es que fosilice una parte del tallo (o raíz), o bien, artejos sueltos.
Es del todo criticable la actitud del periodista que, haciendo gala de un absoluto desconocimiento de las Ciencias de la Tierra, introduce multitud de inexactitudes. A continuación se ofrece respuesta a las más notables: -Las rocas de naturaleza ígnea (volcánicas, en concreto) no pueden contener fósiles, por la sencilla razón de que proceden del rápido enfriamiento de un magma que
asciende a zonas superficiales de la corteza terrestre, y cuya temperatura puede ser de varios cientos de grados centígrados (entre 600 y 1200º C, dependiendo de su composición y densidad). -La fosilización es un proceso extremadamente complejo que supone una serie de transformaciones químicas, que reemplazan los compuestos orgánicos del organismo muerto, por otros minerales (calcita, sílice, etc.). Las condiciones que se requieren para que un organismo fosilice son muy especiales y únicamente algunos ejemplares quedarán preservados (3) -en el caso de los crinoides, fragmentos de su pedúnculo o placas sueltas, normalmente-. -Los anélidos o gusanos segmentados son organismos desprovistos de partes esqueléticas, excepción hecha de su aparato masticador, y generalmente su cuerpo blando no queda fosilizado, aunque sí pueden preservarse restos de su actividad orgánica: algunos anélidos marinos (subclase Poliquetos) segregan tubos calcáreos de longitud y morfología variable, que pueden reconocerse en corte transversal por su particular estructura. -No tiene por qué ser sorprendente que aparezcan restos fosilizados en el desierto actual. El Sahara no ha sido siempre desértico y, de hecho, es considerado un desierto joven ya que su aridez se inicia al final del Neolítico (2); es decir, un intervalo mínimo en la escala del tiempo geológico. -Independientemente de la génesis de las pinturas rupestres, la presencia de restos fósiles no guarda ninguna relación con ellas. Teniendo en cuenta que la edad de los fósiles es la misma que la de las rocas sedimentarias que las contienen, estos pueden ser datados con una antigüedad de unos 500 millones de años, despejando cualquier duda acerca de un posible origen no natural.
Foto: Detalle fotográfico de varios tallos de crinoides.
Tassili n´Ajjer: una pinacoteca rupestre. Queda por comentar el significado de las pinturas rupestres del Tassili, de las que Sergio Ripoll, arqueólogo de la Universidad de Barcelona, opina que "han sobrepasado el campo de lo puramente artístico o arqueológico debido a las consabidas interpretaciones esotéricas o de 'prehistoria-ficción' a las que tan dados son varios autores cuyos libros se venden por decenas de millares por todo el mundo (...) Una pinacoteca que en los últimos años ha requerido una gran atención por grandes especialistas y numerosos aficionados que, por desgracia, algunos, han manipulado de forma descarada y anticientífica" (2).
En síntesis, las pinturas del Tassili están hechas en base a los recursos locales de tierras ocres y pizarras coloreadas que afloran en la región, predominando los matices rojizos, amarillentos y violáceos sobre otros colores como el verde, el
gris y el azul, que también provienen de las pizarras; el blanco, extraído del caolín, o el negro, del carbón de piedra. Las figuras pintadas aparecen con frecuencia superpuestas unas sobre otras, por lo que su datación es muchas veces insegura. Si a esto se añade que la utilización del método isotópico del C-14 ha sido escasa, la atribución de una cronología relativa a las pinturas y grabados del Tassili viene marcada por la sucesión de estilos diferenciada en varios conjuntos de distinta duración. Se distinguen, sucesivamente (2, 5): -El período arcaico denominado "fase de la gran fauna salvaje" (o fase del "bubale antiguo"), que sólo comprende grabados. -El "período de los antílopes o de las cabezas redondas", que consta de dos etapas: la primera abarca desde el IX milenio hasta el VII milenio antes de nuestros dias, y muestra representaciones humanas de grandes dimensiones, con cabeza discoide y miembros deformados, así como animales. El gigantismo y el predominio del color blanco parece sugerir que las pinturas fueron realizadas por pobladores de raza negra que representaban a sus seres mitológicos. En este período (8000 años antes del presente), y según la hipótesis de F. Mori, el Sahara meridional estaba cubierto por una vegetación mediterránea y mostraba importantes extensiones lacustres, reflejo de unas condiciones climáticas favorables para el desarrollo de la vida: gran pluviosidad y humedad (5). En la segunda etapa de este período dominan las pinturas con figuras simbólicas: máscaras, formas geométricas, huellas de manos (en positivo o negativo), animales fantásticos, composiciones abstracta... Esta fase finaliza en el V milenio. -El "período de los pastores bovidienses", que cubre mayormente el Neolítico sahariano, se extiende aproximadamente hasta el II milenio anterior a nuestra era, y supone una ruptura total con el período anterior, lo que indica el establecimiento de nuevos grupos humanos en esta área. Las pinturas pasan de un simbolismo figurativo a una concepción artística más natural y realista. Las figuras son de menor tamaño y representan animales como perros, bóvidos y otros herbívoros que atestiguan un clima subtropical (jirafas, antílopes, etc.). Las representaciones humanas son muy diversas, como lo fueron las poblaciones ganaderas que cohabitaron el Sahara en ésta época, pero son atribuidas principalmente al grupo de los peules, de piel cobriza y cabello liso, actuales pastores nómadas del meandro del Niger que podrían constituir la descendencia de los pastores neolíticos que emigraron del Sahara central durante la sequía. -El "período posneolítico" que se inicia con la "fase del carro o del caballo" y termina con la "fase del camello", próxima a nuestros días. La primera fase se inicia a finales del II milenio y termina al final del I milenio, diferenciándose una etapa llamada "de la cabra y el cordero", con figuras monocromas, de contorno negro y estilo detallista -la desertización del Sahara produjo cambios en el tipo de ganado y reducciones en la población habitante-, y una segunda etapa, caracterizada por la gran estilización de las figuras, y por la introducción del carro impulsado por animales de tiro (caballos). La "fase del camello" se inicia con el cambio de era y dura casi hasta la actualidad. Las representaciones -dromedarios y figuras humanas- son muy esquemáticas y tienden hacia la pictografía. Estas figuras suelen estar relacionadas con inscripciones en alfabeto tifinar, base de una lengua actual de tipo libio, y que los Tuareg comprenden total o parcialmente. La sustitución del caballo por el camello está en relación con la sequía definitiva del Sahara (2, 5).
Dibujo: Situación geográfica de Tassili n'Ajjer, macizo montañoso del N. de África (según Jean Pierre Roset)(5).
Corolario. El desafío que nos plantea la realidad científica puede ser más divertido que la imaginación derrochadora de los "fabricantes de paradojas". En nuestro caso, el misterio de Tassili queda reducido a restos de organismos fósiles que se desarrollaron al inicio de la era paleozoica y a unas pinturas rupestres prehistóricas realizadas por diferentes culturas a lo largo de 10.000 años, hechos de por sí apasionantes por el contenido que encierran: reconocer, por un lado, animales marinos que vivieron fijos al fondo del mar, a considerable profundidad hace casi 500 millones de años, y catalogar, por otro, la sucesión de pinturas y grabados que componen el acervo del arte prehistórico sahariano.
Algunos preferirán creer en la interpretación pseudocientífica y considerar la piedra del desierto y la pinacoteca rupestre como restos arqueológicos únicamente explicables recurriendo a un pretérito contacto entre nuestros antepasados y civilizaciones extraterrestres. Ellos seguirán viendo tornillos en los fósiles conservados en la roca, tornillos que demuestran la existencia de antiguos astronautas y sus naves, tornillos con los que alimentar sus perniciosas creencias, quizás los tornillos que a algunos les sobran...
Como epílogo, y retomando a C. Sagan, afirmar que "el mejor antídoto para la pseudociencia es la ciencia (...); la ciencia tiene una importante virtud adicional, la de ser verdad" (1).
Fco. Javier Pereda Suberbiola, Estudiante de 5º Ciencias Geológicas.
Bibliografía: (1) Sagan, Carl (1981). "EI Cerebro de Broca". Introducción; Sonambulos y traficantes de misterios: sentido y sinsentido en las fronteras de la ciencia. Editorial Grijalbo. Colección "Biología y Psicología de hoy", nº 4. (2) Ripoll López, Sergio (1981). "Las pinturas rupestres del Tassili". Revista de Arqueología. Año II, nº 14, págs. 50-57. (3) Meléndez, Bermudo (1982). "Paleontología". Capítulos I, XXI. Editorial Paraninfo. (4) Black, Rhona M. (1976). "Elementos de paleontología". Capítulo X. Fondo de Cultura Económica. (5) Roset, Jean-Pierre (1984). "Las pinturas prehistóricas del Sahara". Mundo Científico, nº 34, vol. 4, págs. 252-262.
Remarks. -"...castiguémonos diciendo que la verdad no es noticia y, por lo mismo, consigue más espacio el chalado que anuncia haber realizado un paseo en ovni por el Caribe que el científico que evidencia la falsedad de aquella noticia." Dardo Ruiz Díaz. -"En la prensa diaria aparecen de vez en cuando, pero con regularidad sorprendente, noticias extraordinarias sobre extraterrestres redactadas en el mismo estilo que se utiliza para informar sobre acontecimientos terrestres ordinarios. Estas noticias no aparecían, de hecho, en décadas anteriores -incluso no podrían haber aparecido
en una prensa diaria que se tuviese por seria-. Constituyen por eso un indicio revelador de ese renacimiento de la fe en los démones característica de los últimos años del siglo XX." Gustavo Bueno. -"La fantasía, aislada de la razón, sólo produce monstruos imposibles. Unida a ella, en cambio, es la madre del arte y fuente de sus deseos." Francisco de Goya. -"La verdad no triunfa jamás, pero sus adversarios acaban por morir." Max Planck. -"Pensar contra la corriente de su tiempo es heroico; decirlo, una locura." Eugene Ionesco. -"El que no sabe y no sabe que no sabe es un necio; evítalo. El que no sabe y sabe que no sabe es un ignorante; enséñale. El que sabe y no sabe está dormido; despiértale. El que sabe y sabe que sabe es un sabio; siguele." Tomás (Levi). -"Abruma a los desalentados como una pesadilla la amenaza de la guerra fría o de un invierno atómico. Por eso se busca, en el miedo a la catástrofe, dirigiendo la mirada a lo alto, la salvación que aportarán los superhombres llegados del cosmos, los supermen extratrresrres. Y así danzan hoy muchos devotamente, en el círculo de este ingrato legado de la Ilustración, alrededor de dos altares elegibles: el becerro de uno se denomina la nueva mística, el nuevo tao; el del otro, menos pretencioso, ostenta la forma de los platillos volantes." Heinrich K. Erben.
Los fraudes del esoterismo. Luis Hernández Franch (1908- ) es el decano de los escépticos españoles, ya que se viene ocupando del estudio riguroso del tema ovni desde hace más de cuarenta años. Miembro del cuerpo Técnico de Telecomunicación, es Radiotelegrafista de 1ª clase y Técnico Diplomado de Publicidad. Ha pertenecido al consejo de la Asociación Cultural Hispano Norteamericana, dado multitud de charlas y publicado artículos en periódicos y revistas técnicas. El presente artículo pretende ser una breve reflexión sobre las últimas novedades del panorama internacional, relacionándolas con el movimiento escéptico que surgió en Estados Unidos hace once años y lo que publicaba el autor hace mas de tres décadas.
Hace más de treinta años, publicaba yo unos artículos titulados "Termine el año sonriendo". En ellos, hacía balance de las previsiones que al principio de cada año habían hecho los astrólogos, futurólogos, adivinos, magos, etc. Año tras año, el resultado era decepcionante. No acertaban nunca, salvo en aquellas ocasiones en que se trataba de hechos que ya se sabía que podían ocurrir.
En 1975, se publicó en Estados Unidos el libro "Objetions to Astrology" (1). En dicha obra, 192 científicos, entre ellos diecinueve premios Nobel, denunciaron las falsedades divulgadas sobre la influencia de los astros en los seres humanos.
En aquel momento, revistas técnicas como "Aviation Week and Space Technology" y "The Skeptical Inquirer" comenzaron a llamar la atención sobre los fraudes cometidos por los "vividores del esoterismo". El ilusionista James Randi escribió "The Truth About Uri Geller" (2). Randi, conocedor de todos los hábiles trucos habidos y por haber e implacable con los falsarios, llegó a la conclusión de que Geller no era el dotado que pretendía ser: ¡De poderes misteriosos, nada!
Otros escépticos se interesaron desde 1975 por el análisis de los supuestos temas paranormales. Así aparecieron, por ejemplo, "Paranormal Borderlands of Science" de Kendrick Frazier, "The Ufo Veredict" de Robert Sheaffer, "Dreams and Illusions of Astrology" de Michel Gaudequin y "Ufos: The Public Deceived" de Philip J. Klass. Dentro de esta corriente, en España sólo existen mis modestos trabajos "Los ovnis desmitificados. Informes I y II" (3).
A mediados de 1985, prominentes científicos italianos, entre ellos cinco premios Nobel, denunciaron el hecho de que el programa "Mister O" de la RAI-tv fuera un difusor de la irracionalidad, al presentar diversos temas esotéricos como auténticos, cuando en realidad se trataba de escandalosos fraudes (4).
Recientemente, los sensacionalistas rizaron el rizo con su "Congreso Internacional" celebrado en el Hotel Irazú de San José de Costa Rica entre los días 14 y 19 de octubre del pasado año. Los organizadores pretendieron hacer creer a los incautos que los asistentes al congreso eran grandes figuras de la ciencia mundial. Al leer la relación de participantes, causaba vergüenza ajena el hecho de que ninguno de los invitados tuviera nada que ver con la ciencia ni de lejos, excluyendo al francés Jacques Vallée, cuya seriedad actualmente es más que cuestionable. En definitiva, "100 Años de Investigación de los Grandes Misterios del Hombre", tal era el nombre del "Congreso Internacional", careció de la mas mínima credibilidad.
A principios de este año, "El Obsservatore Romano" (5) ha denunciado la aceptación por parte de los medios de comunicación social de los fraudes perpetrados por parapsicólogos, astrólogos, ufólogos, etc. A su vez, el arzobispo de Valladolid, monseñor Delicado, ha criticado hace poco la actitud de una sociedad como la nuestra en que están bien vistas la astrología, la superstición, los pretendidos fenómenos paranormales...
Por último, en nuestro país, esta revista, órgano informativo de un colectivo encabezado por el Ingeniero Superior de Telecomunicación y Doctor en Informática, Félix Ares de Blas, se ha sumado a las denuncias afirmando que supone una auténtica burla el engaño a los medios de comunicación no avisados, y siempre proclives a divulgar temas sensacionalistas y esotéricos.
Notas: (1) Bok, Bart; y Jerome, Lawrence E.: Objetions to Astrology. Prometheus Books. Buffalo 1975. (2) Randi, James: The Truth About Uri Geller. Prometheus Books. Buffalo 1982. (3) Hernández Franch, Luis: Los ovnis desmitificados. Informes I y II. Edición del autor. Bilbao 1984. 2 Vols.: 172 págs. (4) "Time", 17 de junio de 1985, 43. (5) "El Correo Español -El Pueblo Vasco", 5 de enero de 1986.
Juicios de brujas: Una extinción en nombre de la ciencia. Earl Hautala.
Parece que los escépticos siempre viven en un ambiente social hostil. Hacen demasiadas preguntas. Durante siglos, con sus esfuerzos han cambiado nuestra manera de pensar y alterado nuestro modo de vida. El escepticismo, en alguna medida, parece responsable de que se acabaran los juicios por el crimen de brujería. En una era anterior de no-ciencia, aquellos con creencias diferentes a las de la mayoría fueron, por herejes, presas fáciles de las persecuciones y procesamientos. Pocos años antes de la Inquisición Española, dos monjes alemanes (más tarde fueron Inquisidores) escribieron el "Malleus Malificarum" (l486), una guía para la caza de brujas. Este volumen ocupó un lugar privilegiado en los estrados de jueces y magistrados durante los años siguientes, en los que más de un tercio de millón de europeos fue ahorcado, torturado, ahogado o quemado por el crimen de brujería. En 1948, el traductor de la edición Dover del "Malleus" todavía consideraba que era uno de "...los más importantes, sabios y trascendentes libros existentes en el mundo". Nunca hay que subestimar a la imaginación humana como fuente de información errónea. Cuando se cubre con autoridad, tal información tiene el poder de ocasionar grandes tragedias.
El primer paso, de cara a la extinción de los juicios de brujas se dio después del reino del terror con la traducción al latín de las obras árabes de astronomía y alquimia. Los epiciclos del universo ptolemaico dieron paso a otro punto de vista en los escritos póstumos de Nicolás Copérnico (1543). Si los planetas giraban alrededor del sol, sus órbitas podrían ser exactamente predichas. En 1610, Galileo perfeccionó el telescopio y vio las lunas que orbitaban alrededor de Júpiter. Por primera vez después de dos mil años, cuando se consultaron las obras de Aristóteles éstas no solucionaron el problema. Los observadores tenían evidencia de que algunas creencias generalmente aceptadas carecían de fundamento real. (Evidencia aparte, ésta no fue suficiente como para impedir que Galileo se retractase públicamente.) Demasiados han pagado por mantener una creencia basada en la evidencia.
Continuó la gran tarea. Newton publicó la primera parte de sus "Principia", incluyendo las leyes de la gravitación, en 1687. El escepticismo científico se edificó con las obras de Brahe, Copérnico, Kepler, Guerike, Galileo, Boyle, Huygens, Hooke, Halley, Newton, y otros muchos. La exigencia de evidencia cobró mayor fuerza. Era inminente una confrontación entre ciencia y superstición.
Los juicios de brujas de Salem de 1692 comenzaron en una rústica aldea puritana. Antes de que terminasen, fueron ejecutados veinte colonos. Los jueces y magistrados, temiendo que el diablo dominara Massachusetts, tuvieron que considerar qué tipos de testimonios servían como evidencia de brujería. Las reescritas ideas del "Malleus" influyeron en su decisión de admitir la "evidencia espectral". Creyeron que el diablo no podría presentarse bajo la "apariencia" de una persona inocente. Cuando el acusador decía: "Su figura entró en mi dormitorio la última noche"; esto era considerado como una evidencia probada de brujería. La evidencia espectral marcó el destino de veinte colonos pobres. Muchos acusados de la "clase alta" recibieron ayuda para escapar.
Mientras los juicios continuaban, ocurrieron algunos hechos inesperados. Nathaniel Saltenstall, un juez obligado a aceptar la evidencia espéctral, se bajó del estrado y se refugió en la bebida. Pronto fue blanco de la acusación. El magistrado de Salisbury Richard Pike escribió una carta al sucesor de Saltenstall, preguntándole cómo podía probarse la brujería. El más franco de estos primeros "escépticos" fue Thomas Brattle, próspero comerciante de Boston, matemático, astrónomo y viajero experimentado. Brattle volvió de estudiar en el extranjero en 1689, dos años después de que se publicasen por primera vez los "Principia" de Newton. La historia comete un error al apuntar la prentensión de Brattle de ingresar en la Royal Society, pues sus cartas a dicha entidad informaban de los eclipses observados desde el Nuevo Mundo. Brattle tuvo conocimiento de primera mano del tipo de evidencia aceptada por la comunidad científica. Fue Brattle quien escribió una carta destinada a la circulación denunciando la "evidencia espectral" y criticando a los "caballeros de Salem" que procesaran brujas. La carta
llevaba su firma. Se entabló la batalla y la ciencia ganó con la ayuda de algunas circunstancias inusuales.
El gobernador Phips regresó a Massachusetts desde Quebec para encontrar a su mujer acusada de brujería después de que ella firmara la liberación de una bruja. La carta de Brattle inflamó el sentir popular. Días después, Phips ordenó el fin de los procesos por brujería. ¡La guerra casi había terminado!
¿Qué ocurrió? Se puso coto en las colonias a los juicios de brujas. Se extinguió una superstición destructiva cuando se la expuso a un entorno más severo, en el que se exigía que la evidencia fuera observable y reproducible. Tuvieron que pasar casi doscientos años desde la publicación del "Malleus" para que se consiguiera este primer cambio en la opinión pública. Aún ahora, después de más de ciento veinticinco años de investigación, no hay en el mundo un caso verdadero de un fenómeno paranormal reproducible. A pesar de estos datos, la mayoría de la población cree en la astrología y el vudú. Parece que los escépticos siempre viven en un ambiente social hostil.
En "BASIS", (Concord), Vol. 5, Nº 4 (abril 1986), 5; bajo el título "Witchcraft trials. An Extintion in the Name of Science".
Trad. de Luis Alfonso Gámez Domínguez.
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Bibliografía escéptica. Yves Barbero, miembro de los "Bay Area Skeptics", está haciendo una lista de libros recomendados por escépticos. Si tienes alguna sugerencia, dirígete a él indicándole el título de la obra, el autor, el editor, la fecha de "copy-right" y el precio (si es posible). Incluye un breve comentario de dos o tres líneas sobre cada título. Mándanos tu aportación o bien envíasela directamente a: Yves Barbero, 1073 Dolores Street, San Francisco, CA 94110, U.S.A.
Libros: Nazca. La Clé du mystère. Autor: Henri Stierlin. Editorial: Albin Michel. Paris l983. Precio: 9O FF.
Hace aproximadamente cuarenta años que se descubrieron, en un desierto costero del sur de Perú, los dibujos y líneas que constituyen las "pistas" de Nazca. Desde el mismo momento de su descubrimiento se convirtieron en uno de los enigmas arqueológicos más populares.
¿Quién dibujó en los suelos de Nazca inmensos dibujos que sólo se pueden percibir en toda su magnitud desde el cielo? ¿Quién realizó unas enormes "carreteras" que recuerdan las pistas de aterrizaje de un aeropuerto? ¿Para qué se hicieron?
Entre las primeras hipótesis debemos destacar la de María Reiche que se estableció allí en l946 con el único propósito de encontrar una respuesta al origen de los extraños "geoglifos". Reiche considera que las extrañas pistas constituyen un enorme calendario. Las líneas son instrumentos de observación que permiten apreciar exactamente la salida de una estrella o de un planeta un día determinado del año.
En l947 el arqueólogo germano-peruano Hans Horkheimer señalaba que muchas líneas estaban en relación con los grandes dibujos y con plazas limpias de guijarros, donde según él se realizaban danzas que eran la manifestación del culto a los antepasados.
Al lado de estas hipótesis predictivas y falsables y, por lo tanto dentro de la ciencia, pronto se añadieron las de los "iluminados". En 1961 aparece la obra de Louis Pawels y Jacques Bergier "Le matin des magiciens" donde dicen que las líneas son pistas de aterrizaje para las naves de "los Hijos del Sol venidos del Cielo". Pronto se une a esta forma de pensar autores como Robert Charroux y más tarde el superconocido Eric Von Däniken. Había llegado el turno de los despropósitos.
Entre las hipótesis más recientes se encuentra la de George A. Breuning, expuesta en su libro "Nazca, un lugar olímpico precolombino". El título del libro es un resumen de su tesis.
Uno de los problemas con que se encontraban los investigadores era el explicar por qué los dibujos estaban hechos para ser vistos desde el cielo. El investigador Jim Woodman, pensó que los indios Paracas tenían tecnología suficiente para hacer globos de aire caliente, y en 1976 él mismo hizo uno, con los mismos materiales que podrían haber utilizado los nativos dos mil años antes. Efectivamente el globo se elevó, aunque el aterrizaje no fue todo lo suave que él hubiera deseado.
Henrí Stierlin, con un profundo sentido crítico, refuta una a una todas las hipótesis previas, con un inmenso respeto a las personas que aunque equivocadas mantenían hipótesis científicas, como es el caso de María Reiche, y sin ahorrar calificativos despectivos para los iluminados "de mente abierta". A continuación el libro se propone encontrar una nueva explicación. Lo primero que hace es enmarcar los geoglifos de Nazca en su entorno geográfico y cultural. Como americanista que es, nos introduce poco a poco y con pleno conocimiento en lo que era la vida cotidiana de aquellas gentes, su economía, su técnica (el desconocimiento de la rueda juega un papel importante en el desciframiento del misterio), sus creencias, su actitud ante las enfermedades y la muerte. Nos lleva de la mano por museos de Perú, de Colombia y Ecuador y al final su hipótesis surge nítida, de un modo natural. Uno tiene la sensación de haber dado con la clave del misterio. Su hipótesis es que las llanuras y figuras de Nazca no eran otra cosa que telares. Los más grandes del mundo prehistórico, donde se fabricaron las mayores telas que se conocen de una sola pieza para acompañar a los difuntos en su viaje al más allá. Al lector de estas notas quizá la hipótesis le parezca peregrina, pero si previamente lee los diez capítulos que Stierlin dedica a exponer el marco de referencia en el que
se desarrollan los hechos, creemos que le quedarán pocas dudas.
Para terminar, es importante señalar que Stierlin es americanista y que expuso su tesis por primera vez en la Sociedad Suiza de Americanistas, habiendo recibido la aprobación de los americanistas presentes. Un resumen del libro fue publicado en el boletín científico que edita dicha Sociedad en 1983.
Después de redactar estas notas, Luis Alfonso Gámez me comunica que recientemente ha salido publicada esta obra, en la editorial Planeta. ¡Nuestra enhorabuena a dicha contradictoria editorial, que lo mismo publica las obras de Däniken y Benítez que las de Erben y Stierlin!
Félix Ares de Blas, Profesor Titular de Universidad.
Al objeto de potenciar la difusión de libros y artículos sobre los diversos temas abordados por L.A.R., como por otros órganos pertenecientes a agrupaciones escépticas de otros países, comunicamos al lector: -Si alguien desea algún libro, puede pedírnoslo. Si dicho libro no figura en la relación de existencias (adjunta), procuraremos conseguirlo. -Si alguien desea vender algún libro, podemos anunciarlo en esta sección. -Si alguien tiene algún artículo que ofrecer, nos encargamos de copiarlo y difundirlo.
Existencias: -Klass. "Ufos Explained" (Paper)..................... 625 ptas. -Klass. "Ufos Explained" (Hard Cover)................ 2.500 " -Kusche. "Disappearance of Fligth 19" (Hard Cover)... 2.000 "
¿Eres escéptico? ¿Crees que el creacionismo tiene tanta lógica científica como el mundo mágico de Walt Disney? ¿Estás harto de tu signo del zodíaco? ¿Piensas que lo que hay tras los ufos no es más que un gran "pufo"?
Si estás dispuesto a establecer contacto con escépticos de otros países para formar un frente común, intercambiar datos, ideas, etc., dá el primer paso. Subscríbete al Bay Area Skeptics Information Sheet (BASIS), boletín informativo de los Escépticos del Área de la Bahía. Escribe a: Bay Area Skeptics (BAS), P.O. Box 60, Concord, CA 94552. U.S.A.
Ovnis en el radar: ¿Adonde han ido? La respuesta reside en el perfeccionamienro del radar y la tecnología informática. Philip J. Klass
Philip J. Klass (1919- ) es miembro fundador del Comité para la Investigación Científica de las Manifestaciones de lo paranormal (CSICOP) y presidente del subcomité Ovni de dicha organización.
En 1941 se graduó en la Universidad del Estado de Iowa (Estados Unidos) con el grado de Licenciado en Ciencias en Ingeniería Eléctrica. Entre 1941 y 1951 trabajó en la división de aviónica (electrónica aplicada a la aviación) de la compañía General Eléctric. Desde 1966 ha investigado algunos de los más conocidos casos de presuntos ovnis, logrando explicarlos convencionalmente. En la actualidad es Editor Jefe de Aviónica de la revista "Aviation Week and Space Technology".
Colaborador habitual de "The Skeptical Inquirer" (boletín informativo del CSICOP), ha publicado hasta el momento tres interesantes libros sobre el tema ovni; "Ufos- Identified" (1968), "Ufos Explained" (1974) y "Ufos: The Public Deceived" (1984).
La ufología está estancada, como lo reconocen hasta sus más ardientes promotores. Las razones son varias. Un factor que contribuye a ello es que los informes de ovnis captados por el radar, frecuentes durante la década de los cincuenta y principios de los sesenta, han desaparecido casi por completo. Tales informes ofrecen para el profano pruebas impresionantes a favor de la presencia de naves extraterrestres en nuestros cielos, aunque no para aquellos que diseñan radares y conocen su vulnerabilidad ante falsos ecos.
Si los defensores de los ovnis hubieran estado motivados por la curiosidad científica, estarían buscando una respuesta a la desaparición de la detección de ovnis por el radar. Pero aún cuando ellos hubieran estado tan motivados, su convicción de que el gobierno de los Estados Unidos está comprometido en un masivo "encubrimiento ovni" podría incitarles a considerar que los ovnis están todavía apareciendo en nuestros radares pero que esto se está manteniendo en secreto.
Posiblemente, unos pocos ufólogos llegarían a la conclusión de que los constructores de los ovnis, miembros de alguna distante y avanzada civilización, han descubierto finalmente las "técnicas de camuflaje" que los Estados Unidos planean usar en su próxima generación de aeronaves militares para reducir su detectabilidad por radares enemigos. En realidad, la explicación de la repentina disminución de los informes de ovnis detectados por el radar reside en la avanzada tecnología -¡no en la suya sino en la nuestra!-.
Ya desde su invención durante la Segunda Guerra Mundial, el radar ha estado plagado de ecos falsos, a menudo debidos a una inversión de temperatura en la baja atmósfera que causa que parte de la energía de un radar sea "desviada" hacia abajo; de esta manera refleja a distancia objetos de la superficie. Como las condiciones atmosféricas cambian, un "blip" anómalo puede desaparecer de una zona de la pantalla de radar y otro blip no relacionado con el anterior puede aparecer rápidamente en otra. Un operador sin experiencia puede considerar que el objeto causante del blip se ha movido 100 millas en 30 segundos, correspondiente a una velocidad de 12.000 millas por hora -claramente más alla de las posibilidades de cualquier nave terrestre conocida, o sea, un ovni-.
Las bandadas de pájaros en vuelo reflejan la suficiente energía radárica como para aparecer como un objeto bien definido y, cuando los radares fueron más potentes en la década de los sesenta, hasta una sola gaviota podria generar un objetivo falso en los radares de defensa aérea.
Como respuesta a la obtención soviética de armas nucleares y a la existencia de una gran flota de bombarderos de largo alcance, en la década de los cincuenta los Estados Unidos trataron de erigir un eficaz dispositivo de defensa aérea. Durante la Segunda Guerra Mundial, la información sobre la detección mediante radar de aeronaves enemigas se enviaba telefónicamente a una instalación central de defensa aérea, donde la localización y el rumbo de cada objetivo lo indicaban operadores humanos en amplias mesas de plástico usando lápices grasos. Pero este método era demasiado lento para hacer frente a los bombarderos de reacción portadores de devastadoras armas nucleares. La recientemente inventada computadora digital apareció ideal para ocuparse de la tarea de seguir a las aeronaves enemigas, previendo sus posiciones futuras y dirigiendo a nuestros propios interceptores. Los datos del radar facilitando conducta, alcance y altitud de cada objetivo podrían transmitirse rápida y directamente a la computadora para ser procesados.
Las computadoras seleccionadas para esta vital misión de defensa aerea, construidas por IBM, eran de un tamaño monstruoso, debido al uso de válvulas de vacío en vez de los microcircuitos de hoy en día. Pero a pesar de su tamaño, la tecnología informática memoria/almacenamiento de la década de los cincuenta era tan primitiva que cada computadora solo podía ocuparse de unos pocos cientos de objetivos simultáneamente. Esto sería adecuado para el tamaño previsto para la flota de bombarderos soviética, si cada objetivo que entrase en la computadora fuera uno legítimo. Empero, si existieran varios falsos objetivos, generados por las condiciones atmosféricas o los pájaros, la memoria de la computadora se saturaría, no dejando capacidad para controlar las auténticas amenazas.
Otro problema consistía en cómo transmitir los datos desde los remotos lugares en que estaban las estaciones de radar hasta los computadores de la defensa aérea, que estaban generalmente a cientos de millas de distancia. Para evitar tener que usar costosas estaciones repetidoras de microondas, se decidió que cada radar transmitiera sólo información sobre objetivos auténticos (su conducta, alcance y altitud) que podía hacerse utilizando las relativamente baratas líneas telefónicas. Otros datos, tales como ecos de tormentas, pájaros y falsos ecos, debidos a condiciones anómalas de propagación, serián filtrados en la estación de radar.
Esta decisión, debida a necesidades económicas y operacionales, junto con la tecnología desarrollada para llevarla a cabo, representaría finalmente la muerte de los informes de ovnis en el radar.
Los defensores de los ovnis mantienen que un operador de radar con experiencia jamás podrá ser engañado por un objetivo falso, a menudo denominado "ángel". Realmente un operador con experiencia es menos susceptible que uno inexperto. Pero los diseñadores de radares y computadoras descubrieron que el problema de diferenciar entre objetivos reales y falsos algunas veces puede ser muy difícil de resolver. Esto lo prueba el hecho de que ha llevado más de una década el desarrollo de computadoras lo suficientemente sofisticadas como para tomar tales decisiones.
Irónicamente, uno de los muchos criterios empleados para diferenciar entre objetivos reales y falsos filtraría, como explicaremos, potenciales detecciones de ovnis
por radar aun cuando fueran auténticas naves extraterrestres volando a velocidades supersónicas.
Los radares de seguridad aérea militares y civiles tienen antenas giratorias que obtienen una breve imagen de un objeto sólo una vez durante cada revolución. Esto varía desde una vez cada 4 segundos para los radares de corto alcance de aeropuertos, hasta cada 12 ó 15 segundos en los radares de largo alcance. La computadora que sigue estos objetivos de radar está programada para calcular la velocidad de cada uno midiendo la diferencia en la posición del objetivo en sucesivos barridos. Por ejemplo, consideren un radar cuya antena gire 360 grados una vez cada 15 segundos. Si la posición del obejtivo varía en 2 millas entre sucesivos barridos, la computadora calculará que la nave se mueve a 480 millas por hora.
Debido a que la más rápida de las aeronaves militares de los Estados Unidos alcanza una velocidad límite de 2.000 millas por hora, un programa de computadora proyectado para filtrar objetivos falsos debe desarrollarse de tal forma que cualquier objeto que parezca moverse erráticamente y a más de 3.000 millas por hora (concediendo unas 1.000 millas por hora de margen), basándose en sucesivos barridos de antena, se supone es el resultado de unas condiciones de propagación anómalas. (Si llega el tiempo en que las aeronaves militares de los Estados Unidos, y posiblemente las de la Unión Soviética, vuelen a 3.000 millas por hora, obviamente el programa de la computadora necesitará ser puesto al día.)
Del mismo modo, en el extremo opuesto de la escala de velocidad, la computadora debe estar programada para descartar cualquier objetivo que parezca volar a menos de 40 millas por hora para impedir la saturación del sistema por ecos de aves.
Con la llegada de los microordenadores de bajo coste, los diseñadores de radares tienen que ser capaces de introducir un número adicional de técnicas de filtración más sofisticadas para reducir aún más la perspectiva de obtener falsos ecos. Estos adelantos están entrando en uso con la nueva generación de radares civiles y militares.
Aun se asestó otro golpe a los informes de ovnis captados por el radar a principios de los años sesenta, cuando la Administración Federal de Aviación introdujo dos innovaciones. Una fue el uso de computadoras para monitorizar y seguir aeronaves con fines de control de tráfico aéreo. La otra fue el uso de un transmisor de respuesta radar (radar transponder), exigido a todas las líneas aéreas, todas la aeronaves militares y muchas de las privadas.
Cuando una aeronave equipada con el transmisor de respuesta es iluminada por un radar de tierra, el transmisor de respuesta devuelve un breve mensaje codificado que facilita la altitud barométrica de la nave y un código de identidad que las computadoras pueden traducir; por ejemplo, como TWA 800. Tales señales hacen mucho más fácil para una computadora seguir a cada aeronave que lo que es posible usando una débil señal reflejada, que puede resultar seriamente alterada si la aeronave está volando a traves de las nubes.
Estas innovaciones introducidas a principios de los setenta hicieron posible proveer a los controladores de tráfico con datos que no sólo muestran el comportamiento y la distancia de cada aeronave equipada con el transmisor de respuesta, sino también su altitud, identidad y hasta velocidad.
Para aquellas aeronaves más pequeñas no equipadas con transmisores de respuesta, se usa el eco del radar pero es analizado. Los ecos falsos se filtran hacia los radares de largo alcance, debido a esto nunca les aparecen objetivos falsos a los controladores de tráfico en ruta de la AFA.
Hasta hace poco los radares de menor alcance de aeropuertos han dispuesto de datos "radar sin filtrar" y de la información decodificada del transmisor de respuesta; pero el equipo de más de 60 grandes aeropuertos está siendo mejorado, por lo que los controladores sólo observarán aquellos ecos de radar que la computadora confirme son aeronaves.
Como los radares de la nueva generación, muy perfeccionados a la hora de
filtrar objetivos falsos, producen pocos informes de detecciones de ovnis, especialmente antes de que los controladores de los aeropuertos pequeños comprendan su idiosincrasia. Pero hoy aún esos viejos radares de segunda mano están ocasionando pocos informes de detección de ovnis, gracias a la mayor experiencia de sus operadores.
Como resultado de este desarrollo del radar y de la tecnología informática, el sistema de control de tráfico aéreo de la nación opera más eficientemente y con mayor seguridad. Pero no sería sorprendente, tras la publicación de este artículo, que algunos de los defensores de los ovnis acusaran al gobierno de los Estados Unidos de haber instalado estos nuevos equipos, con gran gasto para el contribuyente, simplemente para filtrar "los ovnis auténticos" como parte de un encubrimiento masivo.
En The Skeptical Inquirer" (Buffalo, New York), vol. IX, Nº 3 (primavera 1985), 257-260); bajo el título: "Radar ufos: Where Have They Gone?".
Trad. de Luis Alfonso Gámez Domínguez.
Desde el sillón escéptico recomendamos: -Asimov, Isaac: The Perennial Fringe. "The Skeptical Inquirer", primavera 1986, 214. Artículo conmemorativo del décimo aniversario de la fundación del CSICOP, en el que el "Buen Doctor" rechaza las creencias irracionales (ovnis, astrología, etc.) y dice que los racionalistas han de seguir luchando contra las pseudociencias en favor de las nuevas generaciones. "Analice cualquier creencia pseudocientífica y encontrará unas medidas de seguridad, un pulgar que chupar, una falda a la que agarrarse. ¿Qué podemos ofrecer nosotros a cambio? ¿Incertidumbre! ¿Inseguridad!". -Klass, Philip J.: Crash of the Crashed-Saucer Claim. "The Skeptical Inquirer", primavera 1986, 234-241. Magnífico artículo en el que el autor demuestra lo inconsistente que es la historia del presunto ovni estrellado en las proximidades de Roswell en 1947. Se llama la atención hacia la credulidad de los ufólogos, "increíble credulidad" que les lleva a considerar como fiable la información facilitada por Charles Berlitz y William Moore. La información recopilada por Klass demuestra que Berlitz y Moore omitieron datos que negaban la existencia de tal accidente. Klass hace una breve historia de como surgió el tema en la década de los años cincuenta, y muestra una falsificación de un pretendido informe secreto militar norteamericano sobre ovnis.
-Kurtz, Paul: CSICOP After Ten Years: Reflections on the "Transcendental Temptation". "The Skeptical Inquirer", primavera 1986, 229-232. Reproducido en este número de "La Alternativa Racional". -Levin, B.; y Bronshten, V.: ¡¿La explosión de Tunguska no ha sido la única, sino una de las muchas?! "La Ciencia en la URSS", septiembre-octubre 1985, 16-20. Partiendo del hecho de que lo que explosionó sobre Tunguska en 1908 fue un meteorito, los autores enumeran algunos hechos similares ocurridos en las tres últimas décadas. -Migulin, V.; y Platov, Y.: Fenómenos anómalos: ¿Hasta qué grado son anómalos? "La Ciencia en la URSS", noviembre-diciembre 1985, 90-96. Aproximación escéptica a los denominados fenómenos anómalos. Los autores centran su interés en las observaciones causadas por globos sonda y cohetes. Se achaca el "fenómeno de Petrozavodsk" al lanzamiento del cohete portador del satélite espía "Cosmos-955". Los autores llaman la atención sobre la facilidad con que algunos identifican el reducto de casos no identificados con presuntos ingenios extraterrestres. -Sabbagh, Karl: The Psychopathology of Fringe Medicine. "The Skeptical Inquirer", invierno 1985-86, 154-164. El autor demuestra que las denominadas medicinas alternativas (iridología, homeopatía, acupuntura, etc.) tienen mucho en común con lo paranormal. Por un lado, los pacientes desean creer en sus terapias y en sus practicantes. Por otro, es difícil establecer la diferencia entre una medicina alternativa y un pretendido fenómeno paranormal. Las medicinas alternativas se ocupan del "tratamiento" de verdaderas enfermedades, de "enfermedades" (insomnio, pérdida de apetito, etc.) y estados psicosomáticos. No existe prueba alguna de su efectividad, si excluimos la superación de "enfermedades" y estados psicosomáticos, en los que juega un papel fundamental la psicología del paciente: su confianza en la efectividad del tratamiento y en la valía del practicante. En realidad, se trata de un proceso psicológico que nada tiene que ver con pincharse con agujas, ingerir píldoras misteriosas y otros "tratamientos" pseudocientíficos. Si bien es cierto que la mayoría de los "tratamientos" de estos "médicos" son inofensivos, no es menos cierto que existen casos de fallecimiento debidos a tratamientos homeopáticos, por ejemplo. Con la pervivencia y difusión de las medicinas alternativas la sociedad está siendo excesivamente permisiva. -Walkins, Arleen J.; y Bickel, William S.: A Study of the Kirlian Effect. "The Skeptical Inquirer", primavera 1986, 244-257. Los autores llevan a cabo un análisis pormenorizado del fenómeno fotográfico conocido como fotografía Kirlian, tomando más de 500 fotografías Kirlian de animales, plantas y cosas. Con las imágenes por ellos obtenidas, refutan uno a uno los principales argumentos de los investigadores Kirlian. Llegan a la conclusión de que no hay ninguna necesidad de recurrir a un fenómeno psíquico para explicar este tipo de imágenes. El aura Kirlian es una imagen visual o fotográfica ocasionada por una descarga corona en un gas, y su naturaleza depende del tiempo de exposición, conductividad, etc.
Reflexiones sobre la responsabilidad del profesor universitario ante el avance de las pseudociencias.
En los primeros días de Enero de 1986, un periódico de ámbito nacional informaba de que algún ministro hacía llamadas a la República Argentina para consultar con una echadora de cartas sobre los problemas de su ministerio y que había otros grandes cargos que confiaban en el tarot o en las carta astrales. No sé si la noticia será del todo cierta o no. Espero que no, pues sería demasiado terrible para nuestro país que las decisiones importantes se tomasen basándose en las predicciones de algún afamado oráculo.
No obstante hay un hecho cierto que me preocupa enormemente. Año tras año, las creencias irracionales y supersticiosas en las diversas pseudociencias se han ido consolidando en la conciencia de las personas, incluyendo a los estudiantes universitarios, que, se supone, serán los futuros investigadores de nuestro país.
Aunque los hay, no son muchos los alumnos que creen en las versiones clásicas de supersticiones tales como la astrología o la cartomancia. Mucho más abundantes son aquellos que creen en sus traducciones modernas. Así es bastante frecuente encontrar personas que creen en los biorritmos sin darse cuenta de que no son otra cosa que astrología y numerología remozadas, o que admiten que "está científicamente demostrado" que hay casas en las que los objetos se mueven por efecto de la mente -poltergeist- sin apercibirse de que están cayendo en el clásico espiritismo.
Mucho más frecuente son las creencias en los mitos de nuevo cuño tales como que estamos siendo contínuamente visitados por ovnis-extraterrestres, que en el triángulo de las Bermudas desaparecen misteriosamente muchos barcos y aviones, o que hubo una civilización muy superior a la nuestra en un remoto pasado.
En principio podríamos pensar que el tema es intranscendente, dado que cada cual tiene derecho a creer en lo que quiera. Sin embargo, desde mi punto de vista es un tema preocupante pues pienso que una actitud crédula ante estos temas, indica una incapacidad científica.
Lo más grave no es la creencia en sí, lo peor es que muchos piensan que son temas "demostrados científicamente". Es esa confusión entre fe y ciencia la que más me inquieta, pues implica que nuestros alumnos no saben qué es la ciencia.
Veamos el tema ovni-nave-extraterrestre. Alguien ve una luz en el cielo que efectúa movimientos no posibles para aparatos convencionales elaborados por el hombre. Es una observación anómala que podría ser el origen del descubrimiento de algo nuevo. El intento de estudiar este fenómeno de un modo racional, me parece muy loable; el tener la mente abierta a diversas explicaciones también me parece muy positivo para un futuro investigador. Lo que ya no me parece correcto es que -hoy por hoy- la explicación aceptada mayoritariamente -por más del 50% de nuestros alumnos- es que "está científicamente probado" que esa luz se trata de una nave extraterrestre tripulada por seres supercivilizados que vienen de otra galaxia. Esta "hipótesis" no se basa en ninguna prueba directa. De hecho, hasta ahora nadie ha presentado unos experimentos que puedan ser repetidos por otros investigadores; por otra parte nadie ha hecho una predicción que se haya cumplido a partir de ella, y lo que es peor, no es falsable -en el sentido de Popper-. El único soporte a dicha "hipótesis" es que encaja muy bien con los hechos: explica todas sus características. El problema fundamental es que lo explica todo, porque dentro de sí -en su propia esencia- lleva implícito un elemento todopoderoso: nada es imposible a una civilización extraterrestre con una cultura superior a la nuestra. O dicho de otro modo, la "hipótesis" extratrrestre no es falsable. Con ella -tal como está planteada- no se puede hacer ninguna experiencia de falsación. Cualquier cosa que ocurra será explicable por el extraterrestre superior.
Nuestros futuros científicos deberían ser capaces de saber que si una hipótesis no es falsable, no es una hipótesis científica, sino que es una mera especulación gratuita.
Si se dieran cuenta de que la "hipótesis" era un acto de fe y, a pesar de ello, quisieran seguir creyendo, su trabajo científico no tendría porqué verse perjudicado. Pero
lo malo de la situación actual es que gran parte del alumnado universitario está absolutamente convencido de que estamos siendo habitualmente visitados por "seres sapientísimos" sin darse cuenta de que su creencia es simplemente fe. ¿Es posible que hagan buena ciencia aquellos que ignoran los principios básicos del método científico?
Analicemos la astrología. Al contrario de lo que pasaba con los ovnis, se trata de una hipótesis predictiva y falsable y muy fácil de repetir por investigadores independientes. Se trata por lo tanto de una hipótesis mucho más cercana al método científico que la de los ovnis-extraterrestres. ¿Se puede ser buen investigador si se cree en el horóscopo? Tal vez, pero yo lo dudo. La astrología ha sido falsada una y mil veces, desde todos los puntos de vista. Un investigador debe de ser capaz de saber cuando sus hipótesis han sido refutadas; en caso contrario su investigación -y posiblemente los fondos públicos- que la soporta puede ser una lucha continua contra un imposible.
Quizá el tema astrología es demasiado obvio; pero me consta que hay muchos alumnos de nuestra universidad que creen en el horóscopo chino. Me consta que hay muchos alumnos que tienen programas de ordenador para calcular sus biorritmos.
Lo mismo podríamos decir de la mayoría de las experiencias parapsicológicas; pero no voy a insistir más en el tema de que ya han sido falsadas; simplemente quiero reflexionar sobre cual debe ser nuestra actitud -la de los profesores- ante este avance del irracionalismo.
¿Debemos impartir nuestras clases y olvidarnos del tema? ¿Deberíamos proponer a la universidad que en los currículums se incluyera una asignatura sobre lo que es el método científico y en como desenmascarar a las pseudociencias? ¿Deberíamos establecer ciclos de conferencias extra-académicas donde se hablase en profundidad de estos temas?
Espero vuestras sugerencias.
Dr. Félix Ares de Blas, Facultad de Informática de San Sebastián.
Tropical blend. -Belén Alarma, vidente asturiana, comunicó a finales del pasado año a los medios de comunicación que varios miembros del gabinete ministerial español y políticos catalanes y asturianos eran habituales clientes de su consulta.
Parece que lo manifestado por Belén Alarma es verdad, dado que hasta el momente de redactar estas líneas nadie ha desmentido tal información. Resulta más que preocupante, ya que supone que el pueblo español deja el destino del país en manos de personas que a la hora de tomar decisiones han de recurrir a oráculos.
Acompañando a tal declaración, la vidente, suponemos que para demostrar sus poderes de visión del futuro, se atrevió a hacer una predicción respecto al resultado del referendum sobre la permanencia de España en la Organización del Tratado del Atlántico Norte: Felipe González "perderá el referendum sobre la OTAN y tendrá que abandonar el gobierno". Ni en una predicción en la que contaba con el 50% de posibilidades de acertar, fue capaz de predecir el futuro esta vidente, ¿o deberíamos decir "invidente"?
-El 12 de Mayo pasado, la Asociación Médica Británica hizo público un informe en el que las denominadas "medicinas alternativas" son siempre inefectivas y, en ocasiones, peligrosas.
En 1982, el príncipe Carlos de Inglaterra, presidente honorario de la Asociación Médica Británica, llamó la atención sobre la necesidad de "investigar más a fondo las posibilidades que brindan al público las prácticas alternativas a la medicina, ya que, como tantas veces en el pasado, lo heterodoxo de hoy puede llegar a convertirse en la ortodoxia del mañana". La Asociación formó una comisión investigadora, de la que, lógicamente, no formaba parte ningún simpatizante de tales prácticas, encabezada por el anestesista James Paine.
Hay que suponer que el veredicto de la Asociación Médica Británica no ha sentado bien ni entre los practicantes ni entre los creyentes en las "medicinas alternativas", entre los que se encuentra la familia real británica, que gusta de la homeopatía.
Para la comisión investigadora, la homeopatía carece de bases racionales y sus beneficios son imaginarios; la acupuntura alivia el dolor sólo en un 5% de los casos y los pacientes corren el peligro de contraer el SIDA y la hepatitis, además de otros riesgos que conlleva tal práctica; el chi, el tai, el prana, etc. son únicamente "manifestaciones de metafísica dogmática".
En nuestro país, la Real Academia Nacional de Medicina se ha posicionado también al respecto de la validez científica de las llamadas "medicinas alternativas", afirmando que los intentos de alternativa carecen de "fundamento científico reconocido".
A nosotros, los argumentos empleados por el príncipe Carlos de Inglaterra y otros defensores de estas prácticas nos parecen similares a los esgrimidos por ufólogos, parapsicólogos, astrólogos y demás cultivadores de lo paranormal.
-El pasado 28 de enero, a las 11,40 de la mañana en Cabo Cañaveral (Florida), el transbordador espacial "Challenger" estallaba en el aire a los 75 segundos de haber despegado, falleciendo sus siete ocupantes.
Como ha ocurrido en otras ocasiones en la reciente historia humana, ya ha habido quienes han buscado tres pies al gato en la explosión del "Challenger", haciendo gala de una imaginación desorbitada y de una preocupante falta de capacidad crítica.
En una población cercana a Bilbao se publica la revista "Cosmos", boletín informativo del "Grupo Alpha", que reune en su seno alrededor de una docena de jóvenes amantes de los paranormal y pseudocientífico. Dicha publicación acostumbra a tratar los temas paranormales desde el punto de vista sensacionalista, reproduciendo en algunos casos íntegramente, artículos editados en revistas comerciales, pero no creíamos que pudiera llegar a lo que ha llegado.
En el nº 6 (febrero 1986) de "Cosmos", el coordinador del grupo y la revista, Jesús P. Domínguez, hace cuatro preguntas abiertas sobre la causa del desastre de Florida y la última de ellas es la siguiente: ¿Aviso extraterrestre por armas o pruebas militares en el espacio?
El mero hecho de apuntar tal posibilidad es ya una aberración carente de una mínima apoyadura racional. Sin embargo, lo más grave es que quienes acostumbran a hacer afirmaciones de esta índole suelen contar con el apoyo de organismos públicos y de los medios de comunicación, que de este modo prestan un pobre servicio a la sociedad.
El CSICOP es noticia. La fuerza que ha cobrado esta organización de Estados Unidos es una muestra patente del aumento del escepticismo y la racionalidad en la sociedad norteamericana durante los últimos diez años.
En la actualidad son ya diecinueve los grupos escépticos locales existentes en Estados Unidos. Las últimas incorporaciones han sido las de los Escépticos del Oeste de Nueva York (Western New York Skeptics, Paula Jung, Box 444, Holland, NY 14080) y los Escépticos de Milwaukee (Skeptics of Milwaukee, WI 53211).
Por otro lado, la tirada de "The Skeptical Inquirer" ascendía en Septiembre de l985 a 27.500 ejemplares, 3.500 más que un año antes. Hay que suponer que en este ejercicio la revista alcance los 30.000 ejemplares. Por su tirada y naturaleza, "The Skeptical Inquirer" ha de ser considerada como la publicación alrededor de la cual gira todo el movimiento escéptico mundial.
La Conferencia Internacional del CSICOP de 1986, celebrada en la Universidad de Colorado en Boulder a finales de abril, ha sido un auténtico éxito. Asistió aproximadamente un millar de personas.
Se ha puesto en marcha la Fundación CSICOP del Décimo Aniversario bajo la Presidencia Honoraria de B.F. Skinner. El Consejo Ejecutivo lo forman James Alcock, Kendrick Frazier, Martin Gardner, Ray Hyman, Philip J. Klass, Lee Nisbet y James Randi. La Fundación pretende crear un definitivo archivo/biblioteca/banco de datos sobre los supuestos hechos paranormales, establecer lazos con otras organizaciones, promover conferencias, aumentar el número de personas disponibles para los medios de comunicación y producir audiovisuales educativos para las escuelas.
Para llegar a conseguir lo mostrado en párrafos precedentes han tenido que pasar diez años desde que el CSICOP surgió de la nada. A nosotros sólo nos queda felicitar a todos los miembros del CSICOP y esperar que dentro de unos años podamos celebrar los décimos aniversarios de otras organizaciones escépticas de todo el mundo.
-Casi se ha vuelto una costumbre cerrar esta sección con una noticia que haga referencia a "La Alternativa Racional" y a quienes formamos parte del grupo escéptico que ha impulsado la edición de esta revista. También en este número vamos a hablar un poco de nosotros mismos.
Como habréis observado, en este número incluimos dos trabajos publicados por sendas revistas escépticas norteamericanas. Nos enorgullece poder editar en nuestra revista trabajos como los de Paul Kurtz y Earl Hautala, y hacerlo con autorización expresa del CSICOP y de los Escépticos del Area de la Bahía (BAS). A pesar de que el primer contacto tuvo lugar hace menos de un año, nuestras relaciones con ambas organizaciones hay que considerarlas muy positivas y enriquecedoras para quienes formamos parte de ARIFO.
Si lo anterior os ha animado, creemos que lo que sigue no es para menos. Hasta hace poco existían en el mundo diez Comités Internacionales relacionados con el CSICOP; ahora ya existen once. En el último número de "The Skeptical Inquirer" (Vol. X, Nº 4, verano l986) se incluye una de nuestras direcciones en el apartado de Comités Internacionales.
Todo esto servirá para poco si no consolidamos el grupo y la revista. Esperamos vuestras críticas, ideas, artículos, etc., y sobre todo, vuestro apoyo.
Txoko txikia del marciano. R.I.P. Ha muerto la racionalidad y el espíritu crítico en Euskadi.
Como obra más vendida el «Día del libro». El Euskadi de Plata, ganado por "Caballo de Troya 2" de Benítez. San Sebastián (DV).- Ha sido otorgado el Euskadi de Plata, galardón instituido por el Gremio de Libreros de Guipúzcoa y con el que se premia al título más vendido en el "Día del Libro", que se celebra en conmemoración de la muerte de Miguel de Cervantes, y cuya última edición tuvo lugar el pasado miércoles.
Efectuada la votación entre los libreros, el libro ganador ha resultado ser "Caballo de Troya 2", de Juan José Benítez, editado por Planeta, y que ha contado con 29 votos. El segundo, en número de ejemplares vendidos, ha resultado ser "Lejos de África", de Isak Dinesen editado por Alfaguara, con 9 puntos; y el tercer lugar ha correspondido a "El perfume" de Patrick Sudkin, con 8 puntos.
Otros títulos que han obtenido votos han sido "Historia contemporánea del País Vasco", de Fernando G. de Cortázar y Manuel Montero editado por Txertoa; "Esku leuna", de Gotzon Gárate, reedición hecha por Elkar de una anterior edición de la C.A.P. y "La insoportable levedad del ser", de Milan Kundera, editado por Tusquets.
El Diario Vasco, 16/4/86.