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lo largo de la historia, la hipnosis ha re-

sultado casi por igual tan acogida como 

rechazada.  Su  atractivo  ha  residido  prin

-

cipalmente  en  el  misterio  que  entraña.  Desde  el

 

poder mediático del espectáculo ha adquirido una vi-

sibilidad asociada a la magia, esoterismo, o charlata-

nería, lo que ha provocado que se la haya asociado a 

mitos y creencias erróneas, por lo que se ha puesto 

sistemáticamente en tela de juicio. En el nuevo plan 

contra las pseudoterapias se presenta un informe pre-

liminar  sobre  las  técnicas  con  pretendida  finalidad 

sanitaria  por  los  Ministerios  de  Sanidad,  Consumo 

y Bienestar Social, y de Ciencia, Innovación y Uni-

versidades, en el que aparece la hipnosis ericksonia-

na dentro del listado de pseudoterapias, y la hipnosis 

natural en las técnicas aún en evaluación, lo que está 

repercutiendo en la credibilidad de la hipnosis, ya que 

se está generalizando la idea de que es la hipnosis la 

que ha sido considerada como pseudoterapia. Esta ge

-

neralización posiblemente se esté produciendo debido 

a que se ignora la evidencia científica actual sobre la 

hipnosis experimental y aplicada, y a la influencia de 

los mitos sobre la misma, sin descartar otros intereses 

asociados a lo que podemos denominar hipnoindus-

tria y farmaindustria.

 Ese listado de pseudoterapias se publica en 2019, 

después de que en el Real Decreto 63/1995, de 20 de 

enero, ya derogado, la hipnosis, que no la hipnosis 

ericksoniana e hipnosis natural, y según el informe del 

Colegio de la Psicología de Las Palmas de Gran Ca

-

naria, fuera incluida en la ordenación de prestaciones 

sanitarias del Sistema Nacional de Salud, quedando 

así reconocida su naturaleza sanitaria, si bien excluida 

de las prestaciones de la Seguridad Social.

Como miembros de la Sociedad para el Avance del 

Pensamiento  Crítico  (ARP-SAPC)  y  la  Asociación 

para el Avance de la Hipnosis Experimental y Apli-

cada (AAHEA

), trabajamos para fomentar el avan

-

ce científico y experimental de la hipnosis, aplicada 

como técnica coadyuvante eficaz, eficiente, utilizada 

por profesionales exclusivamente dentro del campo 

de la titulación oficial para la que estén habilitados. 

Quienes hacemos un uso científico, sea experimental, 

aplicado o docente de la hipnosis nos encontramos 

con usuarios y profesionales que ponen en duda no 

solo la utilidad y seriedad de este conjunto de procedi

-

mientos, sino también su campo de estudio científico, 

y con ello nuestra profesionalidad.

La elaboración de este artículo surge del interés 

en aportar visibilidad a un área poco conocida, aun-

que  muy  difundida,  de  la  hipnosis:  la  investigación 

realizada sobre su eficacia como conjunto de proce

-

dimientos de intervención. También por la necesidad 

de ampliar información sobre la base empírica y la 

evidencia  científica  obtenida  a  través  de  numerosos 

estudios realizados durante décadas.

Para  reforzar  dicho  conocimiento  hemos  entre

-

vistado a expertos en hipnosis, todos miembros de 

la AAHEA, para desvelar con ellos la existencia de 

una base experimental, asomarnos a estudios sólidos 

sobre sus aplicaciones y así verificar su pertenencia 

al campo científico. Acompañando a esta pretensión 

de informar, nos gustaría reafirmar además el uso de 

la hipnosis como técnica coadyuvante, basándonos en 

nuestra experiencia y en la de los profesionales entre-

vistados.

En este encuentro con expertos de ámbito interna-

cional,  abordaremos  la  definición  de 

hipnosis 

y sus 

aplicaciones, los mitos y las diferencias entre la hip-

nosis científica y la hipnosis de espectáculo. Habla

-

remos de los hipnoterapeutas legos, de los descubri-

mientos de las bases neurofisiológicas de la hipnosis 

y de cómo evoluciona el campo experimental. Cues

-

tionaremos el concepto de 

placebo

, también atribuido 

Escrutinio a la

 

HIPNOSIS

Noelia  Moreno  Huerta  y  Guillermo  Martínez  Estrada                                    

Psicólogos Sanitarios, Miembros de ARP-SAPC, AAHEA y del Grupo de 

Trabajo de Hipnosis del COP La Rioja

LO QUE DICEN LOS EXPERTOS

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al campo hipnótico, y se recogerá información sobre 

la hipnosis como técnica útil en la práctica clínica, sus 

aspectos legales y su regulación.

Entendemos que la divulgación de estos estudios 

y de los de su eficacia como coadyuvante en distintas 

terapias no solo podría ser de utilidad para el informe 

sobre las pseudoterapias mencionado, sino para incre-

mentar además su utilización dentro de algunas tera-

pias y aumentar su eficacia y eficiencia. Decía Paulo 

Freire (1996) en 

Pedagogía de la autonomía

 (p.: 124) 

que «el progreso científico y tecnológico que no res

-

ponde fundamentalmente a los intereses humanos, a 

las necesidades de nuestra existencia, pierde su signi-

ficación». Por ello es imprescindible que toda técnica 

esté al servicio de ese progreso del bienestar, y no a 

la industria del espectáculo, y que todo uso basado en 

la experiencia y la evidencia científica esté al servicio 

de la comunidad dándose a conocer y siendo puesto 

en práctica.

1. 

Antonio Capafons Bonet

Catedrático de Universidad, Facultat de Psicologia 

de la Universitat de València. Presidente de AAHEA, 

miembro de distintas asociaciones internacionales de 

hipnosis y placebo, miembro del Grupo de Trabajo de 

Hipnosis  Psicológica  del  COP  CV,  y  antiguo  presi

-

dente de la SEPCYS para el Avance Siglo xxi.

Diferencias entre hipnosis científica y espectáculo

La hipnosis científica está al servicio de los seres 

humanos  para  mejorar,  por  un  lado,  el  conocimien

-

to del comportamiento hipnótico en sí mismo, y por 

otro, para entender y mejorar el comportamiento hu

-

mano, tratando de potenciar el bienestar y la salud de 

las personas. La hipnosis científica no miente, y si se 

miente se descubre, pues las informaciones que aporta 

están basadas en afirmaciones que son contrastables, 

y por lo tanto, revisables, refutables.

La hipnosis de espectáculo, sin embargo, está al 

servicio básicamente de los intereses económicos del 

hipnotizador que va a argumentar con falacias, em-

pleando trucos para parecer creíble ante el espectador. 

No se me ocurre que la hipnosis de espectáculo trate de 

mejorar el conocimiento del funcionamiento humano, 

no en sí misma. Otra cosa es que podamos usar des

-

de la ciencia hipnotizadores y comprobar (igual que 

los magos y los ilusionistas) cómo utilizan variables 

psicológicas para provocar ciertas reacciones, pero no 

es su objetivo, ni tienen mucho interés en fomentar 

ninguna  mejora.  Por  lo  tanto,  no  solo  no  mejora  el 

conocimiento del funcionamiento humano, sino que 

La Sesión Hipnótica (1887) de Richard Bergh 

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tampoco mejora el conocimiento del comportamiento 

hipnótico y no parece que les preocupe en absoluto la 

salud ni el bienestar del usuario. A lo sumo, pretende 

que pasen un buen rato. Esto genera creencias inade

-

cuadas que, a medio o largo plazo, pueden desarrollar 

problemas, como el poder de manipulación que tiene 

el hipnotizador, que se pueda perder el control, o que 

a través del uso de la hipnosis se puedan descubrir 

aspectos ocultos del subconsciente.

Por lo tanto, creo que las diferencias son palpables: 

las dos se pelean por el término 

hipnosis

, pero en la 

científica los trucos están de más. Utilizar elementos 

ocultos para convencer de ciertos poderes o reaccio-

nes insólitas no son propias de la hipnosis científica; 

esta intenta averiguar por qué algunas personas son 

capaces de experimentar, y en qué grado, reacciones 

maravillosas que se traducen en acontecimientos: des

-

de una alucinación positiva hasta la sensación de que 

el brazo se mueve solo, o alteraciones del comporta-

miento biológico, como un incremento de la secreción 

de ciertas glándulas, la reducción del dolor, etc.

Yo creo que las diferencias básicas estriban en que 

unos están al servicio del usuario en cuanto a su bien-

estar y el conocimiento científico que genera, y otros 

al servicio del hipnotizador en cuanto a sus intereses 

económicos: tener un número alto de espectadores sin 

incrementar el conocimiento ni el bienestar o la salud 

de las personas.

Qué es un hipnoterapeuta lego

Martin T. Orne, psiquiatra ya fallecido de la Uni

-

versidad de Pensilvania, tenía una perspectiva cientí

-

fica muy rigurosa, y decía que una persona no debe

-

ría usar la hipnosis para tratar un problema si no está 

cualificada para tratarlo sin hipnosis. Esto ha quedado 

como una norma de oro dentro de la investigación en 

nuestro campo. En otras palabras, si alguien no sabe 

tratar un problema sin hipnosis, con hipnosis tampo-

co.

Un hipnoterapeuta lego es un supuesto profesional 

que se atreve a hacer uso de la hipnosis sin conocer 

a fondo el problema a tratar, del mismo modo que 

podemos suponer que un psicólogo, por mucho que 

conozca la hipnosis, no la utilizaría para realizar una 

limpieza bucal, una endodoncia, o un implante, aun-

que exista la hipnosis odontológica.

El exponente máximo de hipnoterapeuta lego sería 

la persona que no tiene cualificación ni competencias 

en el área concreta a tratar, no tiene estudios supe-

riores reconocidos y, sin embargo, intenta abordar 

problemas de índole clínica sanitaria como el estrés, 

la ansiedad, depresión, nutrición, obesidad, temas 

oncológicos, autoinmunes como la psoriasis u otros 

como la fibromialgia, sin titulación para trabajar en 

ello. A eso, se le suele sumar que ha estudiado un tipo 

de hipnosis cuya base científica es escasa o nula. Y 

suelen transmitir creencias erróneas con respecto a la 

hipnosis científica. Por otro lado, conviene añadir que 

sus intereses, como mencionaba anteriormente, van 

más ligadas a su cuenta corriente que a la promoción, 

vigilancia e intervención de la salud.

Por lo tanto, podemos decir que un hipnoterapeuta 

lego es aquel supuesto profesional que utiliza la hip-

nosis para una materia que no sabe abordar sin hip-

nosis, y la expresión máxima de esta figura serían las 

personas que realizan intrusismo, carecen de profe-

sión y preparación reconocida oficialmente para tra

-

bajar, que solo utiliza la hipnosis sin base científica, 

llegando a afirmar barbaridades como que podría lle

-

gar a curar el cáncer.

Mitos de la hipnosis

A lo largo de la historia de la Psicología y la Psi

-

quiatría,  la  hipnosis  ha  estado  presente.  Pertenece 

desde sus orígenes al campo de la psicología: Wilhem 

M. Wunt (1879)

 

funda el primer laboratorio de Psico

-

logía y escribe un libro sobre hipnosis, e investigado-

res de innegable seriedad y prestigio dentro de la Psi

-

cología  Experimental  investigaron  sobre  ella.  Otros 

autores, como James (1902), incluyeron la hipnosis 

dentro de sus investigaciones y publicaciones. No se

-

ría acertado entender la hipnosis como un conjunto de 

procesos fuera de la experimentación científica; hay 

mucha investigación experimental de alto nivel, es-

pecialmente a partir de los años cincuenta y sesenta, 

época en la que se desarrolló y evolucionó, siempre 

dentro de la ciencia. No obstante, es cierto que existe 

el otro tipo de hipnosis, la de espectáculo, que se lleva 

arrastrando como una lacra desde sus orígenes y tal 

vez consiga que pierda esta cualidad científica.

Otra verdad acerca de la hipnosis es que la persona 

no se quedará enganchada en un estado de trance, por 

Un hipnoterapeuta lego es aquel supuesto profesional que 

utiliza la hipnosis para una materia que no sabe abordar sin 

hipnosis

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dos razones básicas: una es que no existe evidencia 

científica, empírica, que atestigüe dicho estancamien

-

to en el trance; no se conoce caso alguno. Todo lo con

-

trario, la investigación existente va en la dirección de 

que las personas, aunque se les diga que se queden 

hipnotizadas, salen de la hipnosis sin problema. Por 

tanto, otra afirmación que podríamos hacer es que ca

-

rece de riesgos, salvo que se use mal. Lo único peli

-

groso reside en las creencias inadecuadas que mantie-

nen quienes pretenden aplicarla, ya sean profesionales 

cualificados o un lego. También las creencias precon

-

cebidas que tenga la persona que será hipnotizada, es 

importante  evaluarlas.  Ideas  del  tipo  «voy  a  perder 

el control», «a través de la hipnosis voy a acceder al 

inconsciente y descubrir aspectos sobre mí que des-

conocía», «voy a recuperar recuerdos» creyendo ade-

más que dichos recuerdos serán fiables, la prueba de 

que ocurrió, al haber sido recordados bajo hipnosis; o 

creencias relativas a las expectativas como «va a ser 

una terapia rápida y eficaz». Tampoco la hipnosis 

per 

se

 puede producir alteraciones psíquicas en indivi-

duos sanos, como un brote psicótico. Pero sí un estado 

de ansiedad generalizada generado por un recuerdo 

falso obtenido en una sesión hipnótica. En este tipo de 

creencias se basa la película 

Regresión

, de Amenábar.

La hipnosis bien usada no empeora problemas sin-

tomatológicos muy graves, como por ejemplo la es

-

quizofrenia. Es cierto que no hay evidencias de que 

ayuden a los tratamientos ya existentes, pero la expe-

riencia clínica es suficientemente amplia como para 

asegurar que siempre que se utilice correctamente no 

empeora sintomatologías. Hay un libro de Hammond 

(1990), titulado 

Metáforas y sugestiones

, que dedica 

un capítulo completo a las aplicaciones de la hipnosis 

en la esquizofrenia.

La hipnosis no provoca un estado de somnolencia. 

La persona no está adormecida ni muestra unas ca-

racterísticas especiales. En función de las creencias, 

expectativas o la construcción social, la persona ac-

tuará de una manera u otra. Se puede practicar la hip

-

nosis con métodos de inducción hipnótica y métodos 

de manejo de la sugestión muy diferentes, tanto que, 

por el aspecto o la apariencia, si no nos dicen que son 

métodos de inducción, no seríamos capaces de iden-

tificarlos como hipnóticos. Por ejemplo, una persona 

pedaleando sobre una bicicleta y respondiendo a una 

serie de sugestiones hipnóticas no podría ser identifi

-

cada a priori como en estado de hipnosis. Podríamos 

hablar también del auge que ha cobrado la hipnosis 

despierta, que ya tenía en Europa antes de los años 

cincuenta, pues se trata de un concepto de principios 

de los años veinte.

Se puede afirmar que la hipnosis aumenta el auto

-

control: la capacidad de la persona para autorregular

-

se puede incrementarse con la autohipnosis. No anu

-

la, por tanto, el control voluntario, ni se convierte en 

un autómata en manos del hipnotizador; no se puede 

obligar a cometer actos delictivos, inmorales o anti-

sociales. Tendría que tratarse de personas muy vulne

-

rables, muy ilusas, para creer que pueden llegar a co-

meter esos actos por estar hipnotizados. Es más fácil 

apelar a otras formas de persuasión desde las propias 

religiones u otras ideologías. Podemos pensar en las 

barbaridades que hicieron los nazis, y no estaban hip-

notizados. Pero debido a la construcción social actual, 

cuando a una persona se le menciona la opción de so-

meterse a hipnosis, se suele poner en alerta y adopta 

una actitud de prudencia.

Conviene aclarar que cualquier efecto que se con-

siga mediante la hipnosis (como una afasia inducida 

hipnóticamente o alucinaciones auditivas) también 

podría conseguirse sin hipnosis. Esto lo dijo Dr. Ber

-

nheim (Escuela de Nancy) en el siglo xix. Para él, lo 

que rige la hipnosis es la sugestión, y aunque se pueda 

relacionar con la sugestión placebo, sabemos de los 

enormes efectos del placebo en el campo de los an-

tidepresivos, de algunas intervenciones quirúrgicas, 

etc. La hipnosis no es un placebo, ni correlaciona con 

sugestionabilidad hipnótica.

La hipnosis no va a provocar reacciones excepcio-

nales, mágicas o inusuales; no se aprenderá un idio-

ma en una semana, no se conseguirá dar saltos de 20 

metros, ni tener una memoria prodigiosa o una fuerza 

descomunal. Aunque  sea  verdad  que  el  ser  humano 

puede tener unas capacidades que en momentos de 

estrés multiplica su potencial.

Finalmente, cabe mencionar que la hipnosis es un 

valioso coadyuvante en intervenciones médico-psi-

cológicas  y  odontológicas.  Pensando  en  la  hipnosis 

como terapia, no podemos decir que sea sumamente 

útil, rápida, ni eficaz. Como coadyuvante sí podemos 

asegurar que ayuda a incrementar la eficacia y eficien

-

cia en distintos ámbitos de la Psicología y Medicina. 

Pero en una intervención amplia requerirá un esfuerzo 

o aportación por parte del cliente, sobre todo si son 

tratamientos psicológicos o que exigen una base de 

autocontrol y esfuerzo, como son los cambios en la 

nutrición personal, basados en una perseverancia que 

anularía la creencia de que se puedan obtener resulta-

dos sin esfuerzo y a gran velocidad.

De la hipnosis se pueden beneficiar personas de ca

-

pacidad de sugestión hipnótica muy variada; personas 

moderadamente sugestionables pueden obtener bene-

ficios notables tal y como se ha encontrado en me

-

taanálisis sobre el dolor realizados por Montgomery 

et al. (2000) desde la Icann School of Medicine del 

Mount Sinai Hospital (EE.UU.).

En resumen, se puede decir que la hipnosis no es 

una terapia en sí misma, pero puede ser un buen co-

adyuvante usada por profesionales capacitados para 

trabajar sobre un problema concreto y basándose en 

la hipnosis científica. No se la puede llamar pseudote

-

rapia, si no es desde el punto de vista lego o si se hace 

caso omiso a las investigaciones que indican cuándo 

funciona y bajo qué circunstancias. Podemos afirmar 

que es ciencia y pertenece a la ciencia, y puede fun-

cionar adecuadamente como coadyuvante en los ca-

sos que interviene, por la validez de los estudios de 

los que tenemos conocimiento.

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Otoño 2019

2. 

Michael Heap

Psicólogo clínico y forense, profesor honorario de 

Psicología en la Universidad de Sheffield (Reino Uni

-

do). Miembro de honor de AAHEA. Se le considera 

uno de los expertos más prestigiosos en el campo de la 

hipnosis en diferentes ámbitos: teórico, investigación, 

práctica clínica y forense y asuntos legales.

¿Qué diferencias existen entre la hipnosis de es-

pectáculo y la hipnosis clínica y experimental?

Comencemos primero por la hipnosis experimen-

tal, que es la que está siendo investigada en los labora-

torios de universidades internacionales. Durante una 

sesión, el hipnotista repite sugestiones, ideas y esce-

nas imaginativas a los sujetos quienes, si son lo sufi

-

cientemente sugestionables, serán capaces de respon-

der de un modo tal que lo experimenten como real. 

Por ejemplo, los sujetos se pueden sorprender mucho 

al responder positivamente a una sugestión como la 

de la levitación del brazo (la idea de que su brazo se 

está volviendo tan ligero que flotará hacia arriba). Y 

con sugerencias que requieren experiencias bastante 

inusuales, como regresión por edad, alucinaciones o 

cambios en la identidad personal, el efecto sobre el 

sujeto puede ser muy profundo. Los sujetos también 

experimentan sus respuestas a la sugestión como sin 

esfuerzo; no les parece que estén utilizando una es-

trategia deliberada para producir esa experiencia. Por 

ejemplo, en el caso de una sugestión de analgesia de 

guante,  no  refieren  que  estén  distrayéndose  delibe

-

radamente cuando el experimentador comprueba su 

respuesta ante estímulos dolorosos; la reducción o au-

sencia de dolor parece suceder de manera automática.

Ahora bien, las experiencias y comportamientos 

del  sujeto  en  respuesta  a  las  sugestiones  hipnóticas 

dependen mucho del contexto. Cuando la hipnosis es 

usada en un escenario, los voluntarios tienen las ex-

pectativas de comportarse de una forma dramatizada 

y humorística para el entrenamiento de la audiencia, 

y eso es lo que ocurre. Es muy diferente de lo que se 

observa en el laboratorio y en la clínica.

Tradicionalmente se asume que antes de que el hip-

notista administre la sugestión, debe primero poner al 

sujeto en un estado alterado de consciencia o trance. 

Por lo general, esto consiste en una serie de sugestio

-

nes conocidas como 

inducción

, que alientan al sujeto 

a relajarse física y mentalmente y a focalizarse en sus 

propias experiencias. La investigación en el laborato

-

rio ha demostrado que los sujetos se vuelven de algún 

modo más sugestionables después de la inducción, 

pero la idea de 

trance

 es mucho menos popular ahora. 

Es probable que la inducción aumente la expectativa 

del sujeto a responder positivamente a las sugestiones 

que luego administrará el hipnotista; cualquier cosa 

que el hipnotizador diga o haga para lograr este obje

-

tivo es tan bueno como la propia relajación. Es muy 

probable que sea viable para la hipnosis de espectá-

culo.

Sin embargo, la hipnosis clínica todavía está muy 

influenciada por la idea de que la inducción hipnótica 

tradicional coloca al paciente en un trance. Se supone 

que, en este estado, el paciente responde mejor a las 

sugestiones, las comunicaciones y el tratamiento del 

clínico de lo que podría ser de otro modo. Una afir

-

mación adicional, muy controvertida, es que el trance 

facilita la comunicación con la mente inconsciente del 

paciente, por lo que, por ejemplo, le permite recuperar 

recuerdos reprimidos.

Los ensayos clínicos han apoyado la efectividad de 

la hipnosis para una variedad de trastornos psicoló-

gicos, problemas médicos y procedimientos asocia-

dos con el dolor, ansiedad y estrés, pero los estudios 

a menudo no están bien controlados. Frecuentemente 

se combina con otros procedimientos terapéuticos y 

puede ser difícil medir qué efecto tiene la parte de 

la hipnosis en el resultado final. Además, el uso de 

la hipnosis para «destapar recuerdos reprimidos» ha 

contribuido al problema ampliamente divulgado de 

falsos recuerdos de abuso sexual en la infancia.

3. 

Alfonso I. Picó Peris

Doctorando  del  programa  de  Neurociencias  de 

la Universitat de Valencia. Máster oficial en Neuro

-

ciencias  Básicas  y Aplicadas.  Diplomas  de  experto 

universitario  en  Métodos  Avanzados  de  Estadística 

Aplicada, en Estadística aplicada a las Ciencias

 

de 

la Salud y en Neurociencias. Psicólogo miembro del 

Grupo de Trabajo de Hipnosis del COP-CV.

¿Qué se ha podido descubrir de las bases neuro-

fisiológicas de la hipnosis?

Durante un tiempo se usaron registros psicofisioló

-

gicos aislados como si se trataran de biomarcadores 

No anula el control voluntario, ni se convierte en un autó-

mata en manos del hipnotizador; no se puede obligar a co-

meter actos delictivos, inmorales o antisociales

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de la hipnosis y esto requiere cautela, porque cuando 

nos referimos a las bases neurofisiológicas podemos 

caer con facilidad en un reduccionismo absurdo y 

muy poco riguroso. Por ejemplo, durante un tiempo 

la hipnosis se asoció con un aumento de ondas theta y 

sabemos que estas también se han asociado en algu-

nos estudios con esfuerzo cognitivo, y en otros sim-

plemente con estar relajado. Yo diría que el hallazgo 

que presenta más evidencia quizá sea el de la simili-

tud entre la activación neural ante un estímulo real y 

ante uno sugestionado en condición de hipnosis. Esto 

resulta especialmente interesante para poder hablar de 

una activación en respuesta a la hipnosis, distinta a 

la que se da ante la mera simulación, si bien resulta 

problemático distinguirlo de la respuesta simulada. El 

tipo de activación, también en hipnosis, es dependien-

te de tarea; es decir, que el tipo de activación neuronal 

que podemos encontrar en la hipnosis va a depender 

mucho del tipo de sugestiones que se estén utilizando.

¿Cómo  está  evolucionando  la  hipnosis  experi-

mental dentro y fuera de nuestro país?

Hay grupos muy activos, se sigue investigando, 

pero menos de lo que se debería. En nuestro país se 

trabajan sobre todo las actitudes y creencias que hay 

en torno a la hipnosis, mientras que fuera creo que los 

esfuerzos van principalmente en dos direcciones. Por 

un lado, tenemos el campo aplicado que busca poder 

poner a prueba la hipnosis como coadyuvante frente 

a controles bien establecidos, y esto quedaría enmar-

cado dentro de un movimiento, bastante reciente, que 

es el de la psicoterapia basada en la evidencia. Y por 

otro lado tenemos el campo básico de investigación. 

Aquí se estudia la hipnosis tratando de conocer más 

sobre  ella.  En  este  campo  básico,  las  neurociencias 

últimamente están muy presentes, y yo diría que la 

Resonancia  Magnética  Funcional  es  la  herramienta 

número uno en este tipo de estudios.

4. 

Irving Kirsch

Director Asociado  del  Programa  de  Estudios  del 

Placebo y docente en Medicina en la Harvard Medi

-

cal  School,  Beth  Israel  Deaconess  Medical  Center. 

Profesor Emérito de Psicología en la Universidad de 

Hull  (RU)  y  Universidad  de  Connecticut (EE.UU.). 

Miembro de honor de AAHEA.

¿Realmente funciona la hipnosis clínica o es so

-

lamente un placebo?

La hipnosis no es un placebo, pero se puede usar 

como una forma honesta y no engañosa para provocar 

el efecto placebo. Además, los estudios han demos

-

Una lección clínica en la Salpêtrière (1887) por Pierre Aristide André Brouillet. La pintura muestra una demostración de hipnosis.

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trado que es más eficaz que las pastillas de placebo. 

Por lo tanto, se puede utilizar como un placebo extra

-

fuerte y no engañoso. Esto es muy importante, porque 

el efecto placebo puede ser muy poderoso y producir 

beneficios clínicamente significativos sin los efectos 

secundarios y los riesgos para la salud asociados a al-

gunos medicamentos.

Dr. Kirsch, usted dice que la hipnosis no es un 

placebo,  pero  que  se  puede  usar  como  un  place-

bo extrafuerte y no engañoso; entonces, ¿qué es la 

hipnosis? ¿Y en qué se diferencia del placebo?

El placebo es una sustancia o procedimiento que 

se presenta como si tuviera efectos debido a sus pro-

piedades físicas, pero que no tiene efecto alguno. La 

hipnosis, como la psicoterapia, se entiende como una 

intervención producida psicológicamente. Es un con

-

junto de procedimientos psicológicos definidos cultu

-

ralmente.

5. 

Joseph P. Green

Doctor en Psicología y Profesor de la Ohio State 

University en los Estados Unidos. Presidente electo 

de la División 30 (Society of Psychological Hypnosis) 

de la American Psychological Association. Miembro 

de honor de AAHEA.

Las  sugestiones  hipnóticas  para  dejar  de  fumar, 

por sí mismas, probablemente no sean efectivas. Más 

bien complementan los enfoques existentes de ase-

soramiento, educativos o médicos para el control del 

hábito, incluido el uso de la terapia de sustitución de 

nicotina. A pesar de su atractivo popular, la eviden

-

cia científica en relación a la hipnosis es compleja. 

Si bien hay muchas anécdotas o informes clínicos 

que confirman la efectividad de la hipnosis, general

-

mente los ensayos aleatorizados son escasos tanto en 

cantidad como en calidad. Varios investigadores (por 

ejemplo,  Bayot  et  al.,  1997;  Green.  &  Lynn,  2000, 

2019) han señalado las limitaciones de los estudios 

que han incorporado la hipnosis en los tratamientos 

para dejar de fumar, incluida la dificultad de discernir 

entre los efectos específicos debidos a la hipnosis y 

los debidos al régimen o protocolo de tratamiento ge-

neral, como la educación del cliente, el asesoramiento 

de apoyo o la orientación sobre cómo modificar los 

patrones cognitivos y de comportamiento.

Aun así, hay razones para ser optimistas sobre la 

inclusión de la hipnosis en enfoques más estableci-

dos, como la terapia cognitivo-conductual (TCC). Se 

ha demostrado que en general la hipnosis aumenta la 

efectividad de los enfoques de TCC (ver Kirsch et al., 

1995) y algunas revisiones muestran resultados alen-

tadores. Por ejemplo, una revisión metaanalítica, es 

decir, un análisis de una serie de resultados en dife-

rentes estudios, realizada por Tahiri et al. (2012) en

-

contró que los clientes sometidos a hipnosis para de-

jar de fumar evolucionaron mejor que los individuos 

en una lista de espera o quien recibió solamente un 

enfoque educativo. Desafortunadamente, este hallaz

-

go se basó en solo cuatro ensayos controlados alea-

toriamente,  y  la  diferencia  no  alcanzó  significación 

estadística debido a que había muy pocos estudios en 

el análisis.

Carmody et al. (2008) compararon la hipnosis con 

el asesoramiento conductual estándar dentro de un 

ensayo aleatorio de control de casi 300 fumadores en 

el 

San  Francisco  Veterans  Affairs  Medical  Center

A los seis meses de seguimiento, el 26% de los par

-

ticipantes  que  recibieron  hipnosis  habían  dejado  de 

fumar, confirmado por pruebas bioquímicas, en com

-

paración con el 18% de los que estaban en el grupo 

de 

counseling

. Al utilizar un enfoque de TCC combi

-

nado con la hipnosis administrada por múltiples tera-

peutas durante un período de 10 años, Lynn reportó 

tasas de abstinencia de seis meses que oscilan entre el 

24 y el 36% (informadas en Lynn et al., 2006). Elkins 

et al. (2006) informaron de una tasa de éxito del 40% 

a los 12 meses después de hipnoterapia intensiva para 

dejar de fumar.

En  resumen,  si  bien  es  prematuro  afirmar  que  la 

hipnosis es superior a otros enfoques y se necesita in-

vestigación más rigurosa para consolidar su base em-

pírica, parece ser una herramienta valiosa para ayudar 

a las personas que están interesadas en usarla y están 

motivadas a cambiar. Dejar de fumar es difícil pero 

ciertamente posible, y contar con diferentes opciones 

de tratamiento para atender las necesidades e intere-

ses específicos de los clientes puede resultar esencial 

para dejar el hábito.

6. 

Antoni Castel

 

Doctor en Psicología. Unitat del Dolor. Grup Mul

-

tidisciplinari d’Investigació en Dolor (GMID) Hospi

-

La hipnosis parece ser una herramienta valiosa para ayu-

dar a las personas que están interesadas en usarla y están 

motivadas para cambiar

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tal  Universitari  de Tarragona  Joan  XXIII.  Miembro 

de AAHEA.

¿Cuáles son los beneficios de emplear la hipnosis 

en el manejo y reducción del dolor?

No  debe  olvidarse  que  el  dolor,  y  muy  especial

-

mente el dolor crónico, constituye un problema que 

afecta a un elevado porcentaje de la población y que, 

lamentablemente, muchos de los tratamientos que se 

llevan a cabo en la actualidad, ya sean farmacológi-

cos, intervencionistas, rehabilitadores o estrictamente 

psicológicos no consiguen una adecuada reducción en 

un significativo porcentaje de los pacientes tratados.

Tampoco hemos de olvidar que la información so-

bre el dolor, en último término, se procesa en el cere-

bro, y que la hipnosis es una técnica de neuromodula-

ción que modifica los procesos cerebrales subyacen

-

tes a la experiencia del dolor. En este sentido, es una 

alternativa que ha de contemplarse en el tratamiento 

del paciente con dolor crónico. Es un procedimiento 

económico, sin efectos adversos si es aplicado ade-

cuadamente, y que posibilita que el paciente adquiera 

competencias en la autorregulación de su dolor. Ade

-

más, es un procedimiento compatible con otros tipos 

de tratamiento, de forma que puede ser aplicado en un 

contexto de intervención multidisciplinar.

Dado que el dolor constituye una experiencia mul-

tidimensional en la que intervienen aspectos senso-

riales, emocionales y cognitivos, su tratamiento con 

hipnosis permite incidir en cada una de esas dimen-

siones mediante sugestiones o estrategias específicas. 

Por tanto, los objetivos terapéuticos que pueden plan

-

tearse con hipnosis no solo están relacionados con el 

manejo de la intensidad del dolor, sino también con 

otros aspectos vinculados al dolor en sí. Entre estos, la 

modulación de la reacción emocional ante el dolor, de 

las creencias que lo pueden distorsionar o el manejo 

de la discapacidad asociada.

¿Existen estudios recientes que demuestren la evi-

dencia del uso de la hipnosis para reducir el dolor?

Efectivamente. En los últimos años han aparecido 

estudios y revisiones que permiten afirmar que la hip

-

nosis es un procedimiento sobre el que existe sólida 

evidencia de su utilidad en el tratamiento de una gran 

variedad de problemas de dolor. Los efectos benefi

-

ciosos de la hipnosis no solo son a corto plazo, sino 

que también son evidentes a largo plazo. De hecho, 

la hipnosis puede ser considerada como una primera 

línea en el tratamiento del dolor, dada su eficacia de

-

mostrada y su perfil positivo en relación a los efectos 

secundarios.

Frank Santos, hipnotizador de espectáculo, durante una demostración en 2015 (foto: Brad Fagan, www.flickr.com/photos/126896828@N05/)

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¿En qué otros campos sanitarios está demostra-

do que el uso de la hipnosis representa un beneficio 

para los pacientes?

En ámbitos como la oncología, los cuidados palia-

tivos, la dermatología, la preparación a la cirugía o la 

odontología, entre otros ámbitos, existen evidencias 

de su utilidad.

Con la hipnosis como procedimiento y las suges-

tiones hipnóticas como vehículo, se pueden conseguir 

efectos que permitan una disminución de determina-

dos síntomas o una mejor calidad de vida de los pa

-

cientes.

Como  experto  en  hipnosis  y  psicólogo  clíni-

co que trabaja en un contexto hospitalario, ¿qué 

aceptación tiene la hipnosis en ese contexto? ¿Qué 

concepto tienen los otros profesionales sanitarios?

Creo que no puede generalizarse, aunque pienso 

que,  en  conjunto,  existe  poca  información  rigurosa. 

Entre los profesionales que trabajan en el contexto de 

las propias unidades del dolor, muchas de ellas vin-

culadas a servicios anestesiología, la hipnosis es vista 

como un procedimiento alternativo que puede ser de 

utilidad en determinados casos. Por tanto, se contem

-

pla su utilidad y posibilidad de uso.

A nivel formal, en la cartera de servicios que pue-

den ofrecer las unidades del dolor en el documento

 

Unidades de Dolor: Estándares y Recomendaciones 

de Calidad y Seguridad

, publicado por el Ministerio 

de  Sanidad,  Política  Social  e  Igualdad  en  2011,  la 

hipnosis figura como uno de los procedimientos psi

-

coterapéuticos a utilizar. Asimismo, los tratamientos 

con hipnosis figuran dentro de los planes formativos 

vinculados a la Sociedad Española del Dolor (SED) o 

a la Federación Europea del Dolor (EFIC).

Por tanto, la hipnosis es un tipo de intervención psi

-

cológica que está incluida dentro del arsenal terapéu-

tico del que ha de disponer un psicólogo clínico que 

se dedique al tratamiento del dolor.

7. 

Pedro Velasco Alonso

 

Psicólogo especialista en terapia familiar e hipno

-

sis. Máster en investigación en Psicología. Vicepresi

-

dente de AAHEA y miembro del Grupo de Trabajo de 

Hipnosis del COP Las Palmas. Miembro de la Comi

-

sión Deontológica del Consejo General de la Psicolo

-

gía de España.

¿Qué  dice  la  legislación  española  de  sobre  la 

hipnosis? ¿Un profesional de la salud puede uti

-

lizarla?

La hipnosis es un amplio conjunto de procedimien

-

tos que, incorporados al tratamiento médico o psico-

lógico, suelen aumentar su eficacia y eficiencia.

Durante mucho tiempo, los profesionales de la Psi

-

cología y Medicina que hacemos un uso científico y 

adecuado de la hipnosis como coadyuvante de diver-

sas terapias hemos mantenido una noción errónea, 

muy extendida, basada en una inadecuada interpreta-

ción del RD 63/95 de 20 de enero (BOE de 10 de fe

-

brero de 1995), de ordenación de las prestaciones del 

Sistema Nacional de Salud, noción que también han 

mantenido otros colectivos y asociaciones, y al pare-

cer también algún Colegio Oficial de Psicólogos, que 

no han dudado en cuestionar la legalidad del uso de la 

hipnosis por parte de los psicólogos como instrumen-

to de intervención terapéutico, tanto en el ámbito del 

Sistema Nacional de Salud público como en el ámbito 

privado, y particularmente los psicólogos sanitarios. 

Incluso desde ámbitos desde los que se autodenomi-

nan hipnoterapeutas (generalmente pseudoterapeutas 

sin titulación académica oficial en el ámbito sanita

-

rio), se ha llegado a sostener que los psicólogos ha-

cíamos intrusismo profesional por usar la hipnosis, 

llegando a injuriar y tratar de desprestigiar a quienes 

la usan.

Ya en diciembre de 2012, en el marco de las II Jor-

nadas de la Asociación para el Avance de la Hipnosis 

Experimental y Aplicada, se elaboró un informe que 

aclaraba el malentendido legislativo sobre el uso de la 

hipnosis clínica en el Sistema Nacional de Salud. Y 

en marzo de 2013 la Asesoría Jurídica del Ilustre Co-

legio Oficial de la Psicología de Las Palmas redactó 

también un informe sobre el uso de la hipnosis clínica 

en España aclarando que:

1.- La hipnosis es una prestación sanitaria que fue 

reconocida  por  el  RD  63/95,  aunque  excluida  de  la 

financiación con cargo a la seguridad social.

2.- La hipnosis es una prestación que puede ser de

-

sarrollada dentro del marco de la Seguridad Social, 

financiada con otros fondos públicos, o a nivel par

-

ticular.

3.- No existe precepto alguno que excluya la prác

-

La hipnosis es una técnica de neuromodulación que mo-

difica los procesos cerebrales subyacentes a la experiencia 

del dolor

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69

Otoño 2019

tica de la hipnosis como prestación sanitaria, ni en la 

legislación derogada ni en la que está actualmente en 

vigor.

Es importante subrayar que, como en cualquier otra 

profesión, la hipnosis solo puede ser utilizada por un 

profesional de la salud debidamente acreditado y con 

formación específica en  hipnosis  clínica, aplicándo

-

la como apoyo a los tratamientos que su titulación y 

campo de experiencia le tengan permitido tratar.

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