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Es mejor incluir alimentos para tomar a menudo y ali

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mentos esporádicos. Según la OMS (2007) las eviden

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cias de la relación entre el control de peso y el índice 

glucémico (razón que se suele decir para eliminar de-

terminados alimentos) son limitadas.

5. Exageran o distorsionan la realidad de un nutrien

-

te. Los nutrientes de forma aislada no producen mara

-

villas. Su realidad «científica» no puede distorsionarse 

ya que no es ni ético, ni científico y además es ilegal.

6. Incluyen o se basan en el consumo de preparados 

que casualmente, vende quien promueve el tratamien-

to dietético.

7. Los preparados son carísimos, comparados con 

el coste de los alimentos comunes que darán los mis-

mos resultados: frutas y verduras de la zona tienen los 

mismos antioxidantes, ácidos grasos esenciales o vi-

taminas.

8.  Incluyen  relatos,  historias  o  testimonios  para 

aportar credibilidad. Famoso/a 

vs

. comité de expertos.

9. Contienen afirmaciones que contradicen a la co

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munidad científica. Mala señal, si además contradicen 

el sentido común.

Pedagogía y psicología, condenadas a entenderse

Patricia Largo Baraja

Licenciada en Psicología

Dado que la pedagogía y la psicología comparten 

áreas de conocimiento, y aplicación práctica, cada vez 

más se observa que determinados aspectos de la psi-

cología se malinterpretan a la hora de aplicarlos en el 

aula. En la charla se expusieron tres temas (ninguno de 

manera detallada) relacionados con asunciones poco 

científicas que se involucran en el espectro educativo:

El término 

altas capacidades

 aparece, cada vez más, 

en diferentes medios, calando en el imaginario común 

de padres y profesorado. Se trata de explicar que tal con

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cepto no tiene correlato con ninguna línea de investiga-

ción seria en psicología básica ni en psicología clínica.

 

   La educación sexual en la adolescencia es un tema 

de incuestionable necesidad, pero pretender am-

pliarla a la infancia requiere valoraciones mucho 

más  delicadas.  Por  otra  parte,  aunque  la  salud  y  la 

educación son derechos humanos fundamentales, 

al intervenir sobre estos se podría coartar al alumno 

su  libertad  sexual  individual  (derecho  inalienable).

 

   Por último, se deposita sobre la neurociencia un ni

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vel de confianza muy superior a las certezas que esta 

área puede ofrecer a día de hoy. Además, su aplicación 

práctica en el aula resulta inverosímil, pues conllevaría 

en caso extremo sustituir cada pupitre por una máqui-

na de resonancia magnética funcional.

El rol de las fuentes de información en la alfabe

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tización científica

Francisco Conca

Estudiante del Máster Interuniversitario en Histo-

ria y Comunicación de la Ciencia de la UA-UMH-UV, 

miembro de la Asociación de Divulgación Científica de 

Alicante

John Dewey, Benjamin Shen y Jon D. Miller traba

-

jaron durante el siglo XX en la definición del concepto 

de alfabetización científica. La definición que más im

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pacto ha tenido en la literatura académica es la del se-

gundo, que entiende la alfabetización científica como 

«la comprensión de la ciencia y sus aplicaciones para 

poder aprovechar sus beneficios y evitar sus riesgos».

A raíz del acuñamiento del concepto han surgido 

numerosos  estudios  que  tratan  de  arrojar  luz  sobre 

los  factores  que  lo  determinan.  La  reciente  investi

-

gación publicada por la experta en estudios sociales 

de la ciencia y la tecnología Belén Laspra concluye 

que el uso de las fuentes de información es un factor 

que incide positivamente (hasta un 27%) en el nivel 

de alfabetización científica. Los medios de comunica

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Rocío Pérez

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ción tradicionales, cuya aportación es del 13% sobre 

el nivel de alfabetización científica, presentan diferen

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cias en función del soporte por el que se transmitan. 

La prensa escrita impresa, cuya aportación individual 

es del 6%, ha sufrido un descenso considerable en su 

consumo.  Los  contenidos  científicos  que  ofrece  son 

escasos y no se realiza ningún seguimiento de ellos, lo 

que imposibilita la continuidad informativa del lector. 

La televisión, cuya aportación es del 7%, presenta una 

marcada escasez de contenidos científicos, opuesta a la 

amplia representación de sucesos, política y deportes, 

y también ha visto reducido su consumo.

Además, los modelos de difusión que presenta se 

encuentran alejados de la transmisión del conocimien

-

to  científico:  los  contenidos  científicos  en  televisión 

son utilizados como un espectáculo o un adorno. En 

cuanto a la radio, se ha documentado un leve aumento 

de su consumo; no obstante, su aportación al nivel de 

alfabetización científica ha demostrado no ser signifi

-

cativa. Respecto al tratamiento de los contenidos, la 

radio suele utilizar la ciencia como una «nota de color» 

en diarios e informativos, haciendo un uso inexacto de 

la terminología y generando, ocasionalmente, la des-

información.

Dejando a un lado los medios tradicionales, el uso 

de internet ha aumentado un 75% aproximadamente 

desde 1997. Se trata de un auténtico 

boom

, justificado 

por la presencia de las TIC en 4 de cada 5 hogares es-

pañoles, entre otros factores de la presente era digital. 

Su aportación al nivel de alfabetización científica al

-

canza un 14%, el doble que la de la TV y más alta que 

la suma de las influencias de la TV, la prensa y la radio.

Bajo el enfoque de Miller, experto en percepción so

-

cial de la ciencia y la tecnología de la Universidad de 

Michigan, este descenso en el consumo de los medios 

de comunicación tradicionales no se debe a que la so-

ciedad demande menos contenidos, sino a que los con-

sume a través de internet. El investigador apunta que 

está ocurriendo una reestructuración de los medios de 

comunicación para adaptarse a los nuevos usos de las 

fuentes de información en la era digital. El traspaso de 

los formatos tradicionales (periódicos, programación 

televisiva y de radio) a internet (publicaciones digita-

les, resubida de programas y 

podcasts

) está justificado 

por una transición desde el modelo de aprendizaje por 

almacenamiento hacia el modelo 

just in time

, afirma 

Miller.

El  modelo  de  aprendizaje  por  almacenamiento  ha 

sido utilizado durante siglos. Consiste en proporcionar 

información de forma preventiva durante la etapas de 

educación formal y ampliarla, en caso de necesidad, 

mediante  los  medios  de  comunicación  tradicionales. 

El modelo 

just in time

, en el que estamos adentrándo-

nos progresivamente desde el inicio de la era digital, 

utiliza internet para acceder de forma inmediata e ili-

mitada a la información. De este modo, ya no es nece

-

sario almacenar información de forma preventiva, sino 

que se pueden cubrir las necesidad específicas en el 

momento. Este cambio estructural se adapta a la reali

-

dad práctica de los procesos de aprendizaje, puesto que 

no exige a los ciudadanos que sean «expertos en todo», 

sino que sean capaces de encontrar toda la información 

que necesiten.

Para finalizar, se indican las debilidades del modelo 

de alfabetización científica de Belén Laspra y se sugie

-

ren modificaciones en la metodología de su elabora

-

ción para las próximas ediciones.

Notas:

1 https://www.youtube.com/channel/

UCTazcDdkYP33gp44-ertoA

2 El Club de Lectura Critica Colaborativa se puede con

-

sultar en https://ebevidencia.com/archivos/3299

Vídeo promocional: https://youtu.be/WkSezoPc_FA

Coloquio final con los ponentes de la jornada: Jordi Domènech, Ana Portilla, Ana Granados, Rocío Pérez, Carlos Moreno y Cristina Espinosa. Moderado por Carlos Segura.