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Un escéptico en mi buzón

 

(2)

Isaac Asimov

Luis R. González

E

scribo esto cuando se cumplen 26 años del fa-

llecimiento del, para mí, principal ejemplo del 

escepticismo estadounidense junto con Martin 

Gardner. Por desgracia, a este último nadie le ha de-

dicado (¿aún?) un sello, pero el ruso-norteamericano 

Isaac Asimov sí ha tenido algo más de suerte, aunque 

se haya hecho esperar.

El primer sello que he podido localizar (Fig.1) está 

relacionado  con  su  serie  de  ciencia  ficción  más  fa-

mosa, la de Fundación (en italiano se tradujo como 

Cronache della Galassia). El sello en cuestión fue 

puesto en circulación por la república de San Mari-

no en 1998, dentro de un bloque de dieciséis valores 

dedicados a varias de las obras más importantes de la 

literatura de género (Fig. 2).

Las demás emisiones relacionadas con Asimov se 

inspiran en su otra gran aportación a la ciencia fic-

ción: los robots. No los inventó Asimov, pero sí los 

dotó de un atractivo especial al insistir en que debían 

cumplir sus Tres Leyes:

1.- Un robot no hará daño a un ser humano ni, por 

inacción, permitirá que un ser humano sufra daño.

2.-Un robot debe obedecer las órdenes dadas por 

los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen 

en conflicto con la 1ª Ley.

3.-Un robot debe proteger su propia existencia en 

la medida en que esta protección no entre en conflicto 

con la 1ª o la 2ª Ley.

Aparecen formuladas por primera vez en 1942 en 

su relato «El círculo vicioso». Años después, cuando 

Asimov intentaba integrar en un mismo universo sus 

distintas sagas, formuló una Ley Cero: Un robot no 

hará daño a la Humanidad ni, por inacción, permitirá 

que la Humanidad sufra daño. Según su novela Robots 

e Imperio (1985), esta última ley fue elaborada por el 

robot R. Daneel Olivaw tras una serie de razonamien-

tos derivados de una discusión mantenida con el terrí-

cola Elijah Baley en 

su lecho de muerte. 

Baley le dijo a Da-

neel que la huma-

nidad debe ser vista 

como un tejido y 

que las vidas huma-

nas individuales de-

ben ser vistas como 

hebras de ese tejido.

Fig. 1

Fig. 2

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Por desgracia, en la realidad todavía no se ha in-

tentado imbuir un código moral a los robots, y resul-

tará difícil que se establezca como norma, pese a que 

cada vez resulta más necesario, por ejemplo, con el 

desarrollo de vehículos sin conductor.

Pero volvamos a nuestros sellos. El siguiente en 

aparecer lo hizo el año 2000 en Israel (Fig. 3). En 

realidad, era un díptico (dos sellos unidos en una úni-

ca imagen), parte de una emisión de tres dedicados a 

autores de ciencia ficción con ocasión de un congre-

so sobre el género que iba a celebrarse en Jerusalén, 

pero que quedó suspendido por la intifada. Los se-

llos, sin embargo, sí vieron la luz y combinaban las 

obras de tres grandes autores (Julio Verne, Viaje a la 

Luna; H. G. Wells, La máquina del tiempo; e Isaac 

Asimov, Los robots) con tradiciones hebreas. Así, el 

Columbiad de Verne comparte sello con el carro de 

fuego del profeta Elías. Por su parte, la máquina del 

tiempo wellsiana aparece relacionada con «Honi Ha-

Maager», un rabino talmúdico que según la tradición 

habría dormido más de 70 años, en una especie de 

viaje al futuro. En el caso de Asimov la solución era 

bastante evidente; los robots aparecen relacionados 

con el famoso «Golem» creado por el rabino de Paga, 

Judah Loew ben Bezalel (Fig. 04).

 En 2004, el conocido actor Will Smith protagoni-

zó una de las pocas películas inspiradas en obras de 

Isaac Asimov. I, Robot (traducida en España como 

Yo, robot). Aunque la película pasó sin pena ni gloria 

(y ha sido bastante denostada por los seguidores de 

Asimov), en 2009 la república de Guinea le dedicó 

una hojita bloque (Fig. 05).

Por  fin,  en  2010,  la  república  africana  de  Yibu-

ti nos presenta un sello dedicado al propio Asimov 

(Fig. 06), y con un retrato de juventud, como uno de 

los nueve grandes escritores de la ciencia ficción. De 

izquierda a derecha y de arriba abajo (Fig. 07):

Fila 1 - H.G. Wells, Julio Verne, el propio Asimov,

Fila 2 - Arthur C. Clarke, Frank Herbert, Ray 

Bradbury,

Fig. 3

Fig. 4 

Fig. 5 

Fig. 6

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Y fila 3 – William Gibson, Robert Heinlein, Dou-

glas Adams.

Hasta el momento, la última emisión filatélica de-

dicada a Asimov es la puesta en circulación el 20 de 

septiembre de 2012 por la república africana de Gui-

nea, con ocasión del vigésimo aniversario de su falle-

cimiento. Se compone de un tríptico (Fig. 08) y una 

hojita bloque (Fig. 09). Centrados una vez más en la 

robótica, Asimov y sus grandes patillas blancas apa-

recen retratados junto a varios robots reales: «Asi-

mo», el robot humanoide andante creado en el año 

2000 por la japonesa Honda, cuyo nombre (anagrama 

de Advanced Step in Innovative Mobility) es un cla-

ro homenaje a nuestro autor favorito; «Nao», robot 

humanoide programable desarrollado por la francesa 

Alderaban Robotics en 2007 y del que existen más 

de 5000 unidades repartidas por el mundo; y un ro-

bot cirujano sin identificar. El primero del mundo fue 

el «Arthrobot», desarrollado y utilizado por primera 

vez en Vancouver, Canadá en 1983.

En la ilustración que se incluye en la hojita pode-

mos ver el primer perro robot, «Aibo» (‘amigo’, en 

japonés), desarrollado en 1999 por 

Sony

. Pero hay 

también otra aplicación nada amistosa de la robótica 

y que, desde luego, no se ajusta a las Leyes asimovia-

nas: los drones militares. Como ejemplo, el diseñador 

ha escogido el RQ-4 Global Hawk, desarrollado por 

Northrop Grumman en 1998.

Más allá de la ciencia ficción, yo disfruté al máxi-

mo con las contribuciones de Isaac Asimov en la di-

vulgación de todo tipo, tanto científica como histó-

rica e incluso literaria. Recientemente he publicado 

online un catálogo con todas sus menciones a inteli-

gencias alienígenas

1

, tanto en la ficción

2

 (que no son 

pocas pese a lo que siempre se ha pensado) como en 

ensayos.

1- http://grupolipo.blogspot.com.es/2017/05/los-alieni-

genas-de-isaac-asimov-parte.html

2- http://grupolipo.blogspot.com.es/2017/05/los-alieni-

genas-de-isaac-asimov-parte_19.html

Fig. 8

Fig. 9

Fig. 7