background image

el esc

é

ptico

18

primavera-verano 2018

E

l camino que recorrió Nolberto Salinas para lle-

gar hasta el punto final de Travesía a Vulcano 

fue largo y estuvo lleno de aventuras, por lla-

marlas de algún modo. Este abogado chileno (1964, 

Tocopilla) es una de las mentes más preclaras del es-

cepticismo de ese país sudamericano. Para ello no ha 

requerido  de  figuración  mediática  excesiva  ni  gritar 

fuerte para hacer ruido. Al contrario, desde el silencio, 

la calma y la elaboración meticulosa de sus ideas, Sa-

linas se ha convertido en un referente si lo que busca-

mos es comprender los caminos que se recorren hasta 

llegar al pensamiento crítico.

A él mismo le pasó, y por eso hablamos de aventu-

ras. Salinas, que además de trabajar en su profesión en 

el servicio público es filósofo de la ciencia y miembro 

de la Asociación Escéptica de Chile (AECH), hizo un 

largo recorrido antes de llegar hasta donde está. Du-

rante 25 años, como él mismo cuenta en su libro, y em-

pujado por una curiosidad imposible de frenar, buscó 

respuestas en el mundo de lo místico, experimentando 

estados de conciencia no ordinarios, conociendo la sa-

biduría chamánica y la filosofía oriental. Todo eso alla-

nó la pista hasta que entró de lleno en el pensamiento 

crítico, de donde no parece tener expectativas de salir.

 En 2011 toda esa suma de factores derivó en Trave-

sía a Vulcano (Editorial Catalonia, 335 páginas), uno 

de los pocos libros publicados en Chile que, desde una 

perspectiva escéptica, analiza lo que el mismo Salinas 

llama «la peligrosa aventura del conocimiento» y refu-

ta pseudoterapias, falsos profetas y similares. «Cuando 

lo publiqué, pensaba en exponer mis experiencias en 

los mundos mágicos y denunciar sus falacias  e impre-

cisiones», revela Salinas a El Escéptico. «Escribirlo 

fue una experiencia asombrosa, nunca pensé que era 

un libro pionero en la materia. No sé si han surgido 

más iniciativas como esa», agrega.

Dado el ambiente adverso que enfrenta general-

mente el escepticismo, ¿qué tan difícil fue la pro-

moción de su obra? 

No le hice gran promoción. No podría hablar de 

dificultad,  porque  como  fue  un  libro  publicado  por 

una editorial como Catalonia, tuvo presencia en re-

des sociales y librerías. Yo no hice mayores esfuerzos, 

francamente, quizás por ignorancia en esos temas de 

marketing.

¿Se arrepiente ahora de haber dejado de lado esa 

tarea? 

Hasta cierto punto, sí. De cualquier modo, creo que 

entendí el esfuerzo de sacar el libro como algo que al-

guien tenía que hacer para empezar. Y, curiosamente, 

tuvo buena repercusión, pese  a que no me esforcé en 

esa dirección. Creo que Travesía a Vulcano contribuyó 

a aclarar cosas a mucha gente, y lamento que no se 

haya generado una línea editorial en ese sentido de la 

mano de otros autores.

¿Qué tan activo es el movimiento escéptico en Chile?

Nolberto Salinas:

“El escepticismo debería ser más propositivo”

Por Diego Zúñiga

Este abogado y filósofo de la ciencia es autor de uno de los pocos 

libros chilenos donde se aborda, desde una perspectiva escéptica, 

el pensamiento mágico y las pseudociencias.

background image

el esc

é

ptico

19

primavera-verano 2018

Nolberto Salinas (cortesía del entrevistado)

background image

el esc

é

ptico

20

primavera-verano 2018

 Tiene un nivel de actividad que se nota cuando 

reacciona a algún tipo de pseudociencia o pseudote-

rapia, ya sea denunciando las desvergüenzas de cier-

tas universidades que por  lucro ofrecen talleres de 

homeopatía o reiki, o cuando denuncian un supuesto 

medicamento que dice tener propiedades que resultan 

ser falsas. Se ve muy contestatario, tal vez le falta un 

aspecto de desarrollo propositivo, pero se ha instalado 

como referente en los pocos espacios que dan la tele-

visión y los medios en general.

A propósito de eso mismo, ¿cómo ve usted que 

actúa la prensa ante la difusión de pseudociencias? 

¿Hay equilibrio en los puntos de vista, puede un es-

céptico rebatir a un vendedor de remedios milagro, 

por ejemplo? 

Para nada. Hay un desequilibrio bárbaro, porque el 

escepticismo no vende. Además, que la mayoría de los 

conductores de matinales o espacios de horario prime 

en la televisión son pensadores mágicos y analfabetos 

en ciencia. Y, como el público al que apuntan y se dis-

putan son personas sin formación escéptica, los argu-

mentos racionales o críticos bajan el rating y el interés.

¿El escepticismo no vende porque es aburrido, 

porque buscar respuestas no es algo atractivo o 

porque hemos sido los escépticos los incapaces de 

llegar más lejos?

 Tus tres respuestas son correctas. La gente adora 

la fantasía. Como digo en mi libro, estamos atrapados 

por la fascinación del cuento infantil, deseamos que 

el mundo sea mágico, para que un agente externo nos 

libere de nuestras propias debilidades. Y es aburrido, 

porque el conocimiento escéptico se basa en la ciencia 

y no es muy amigable que digamos. Salvo Carl Sa-

gan, es difícil encontrar un divulgador científico que 

se haga entender. Hay temas que escapan a la com-

prensión media o los toman los chantas para seguir 

con sus delirios lucrativos, como cuando se apropian 

de la mecánica cuántica. Y lo último también es cier-

to. Creo que el escepticismo debiera tomar un camino 

más propositivo y menos contestatario, ya que eso ge-

nera rechazo emocional. Creo que hacer iniciativas de 

enseñanza de lógica práctica en las escuelas sería una 

mejor forma de generar impacto.

Dice que los escépticos en Chile son más reac-

tivos que propositivos. ¿Se puede actuar de otra 

forma cuando los espacios abiertos al pensamiento 

crítico son tan escasos? 

Es que pienso que no se debe caer en el juego. Yo 

advierto que usan a los escépticos como contrapuntos 

y solo cuando es más rentable en términos de sintonía 

El poder prefiere no enemistarse con las religiones  y las 

pseudoterapias, porque se han masificado como una cues-

tión social.

background image

el esc

é

ptico

21

primavera-verano 2018

que quedarse solo con el magufo. Yo iniciaría un cami-

no más propositivo a nivel de enseñanza secundaria, 

hacer pensamiento crítico para profesores y también 

para empresas. La gente no sabe que un pensamiento 

eficiente es un gran aporte a la empresa, por ejemplo. 

Yo hice una vez un taller sobre pensamiento racional 

aplicado a la empresa bajo el concepto de pensamiento 

eficaz, y fue interesante como experiencia. No olvide-

mos que el pensamiento mágico abunda entre los em-

presarios, sobre todo cuando dependen mucho de con-

tingencias inmanejables, como la bolsa, por ejemplo.

¿Cuán amplia es la difusión de temas pseudo-

científicos  en  la  televisión  chilena?  ¿Es  hoy  peor 

que hace diez años?  

Yo diría que es peor, por la competencia a muer-

te de los canales de televisión por generar audiencia. 

Y más ahora, que la televisión por cable e internet le 

han restado público a la televisión abierta. Yo diría que 

por todo eso ahora son más desvergonzados. A fin de 

cuentas se trata de rating y nada más, bajo la lógica de 

que la televisión es para entretener y no tiene respon-

sabilidad educativa.

¿Por qué cree que, pese a que hay bastante que 

refutar, no ha sido posible crear un órgano de difu-

sión del escepticismo en Chile?

Porque no es una preocupación pública. Los funcio-

narios de gobierno son unos ignorantes en ciencias y 

más aún en pensamiento crítico. Además, la disciplina 

llamada a poner en orden las cosas, que es la Filosofía 

de las Ciencias, es una especialidad de posgrado que 

solo se imparte en la Universidad de Santiago y, con 

suerte, en un par de facultades en regiones. Además, 

hay un tema político.

¿En qué sentido?

En que dada la situación de equilibrio de fuerzas 

en la política, el poder prefiere no enemistarse con las 

religiones  y las pseudoterapias, porque se han masifi-

cado como una cuestión social. Por eso tú encuentras 

químicos farmacéuticos que recetan flores de Bach y 

el Ministerio de Salud ha incorporado dudosas terapias 

como complementarias a la Medicina.  

¿Qué rol juega la Asociación Escéptica de Chile 

en la difusión del pensamiento crítico?  

No porque yo pertenezca a ella, pero creo que es la 

única entidad escéptica que actualmente tiene presen-

cia. Por ello, son el único referente que conocen los 

medios y a quienes acuden en caso de necesidad.

¿Hay algún nuevo proyecto literario en mente, o 

con Travesía a Vulcano se da por satisfecho?    

Tengo en mente un  trabajo sobre pensamiento críti-

co respecto de las ideologías políticas, la comprensión 

de la actividad cívica  y el análisis de la información, 

cada vez más vulgarizada. Creo que es algo novedoso 

y hace falta en todas las sociedades