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Otoño-Invierno 2017

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rimer contacto   

                                        

Marisa Marquina, Antonia de Oñate y Juan A. Rodríguez

Grados de evidencia

Que las pseudociencias están de moda es un hecho. 

Nos podrá doler más o importarnos menos, pero no 

tenemos más remedio que aceptarlo. Tras años de tra-

bajo por parte de diferentes asociaciones e individuos 

denunciando la situación de vulnerabilidad a que los 

pacientes y usuarios se enfrentan a diario frente a este 

tipo de abusos, el pasado 21 de septiembre tuvimos 

la oportunidad de asistir a un bochornoso espectácu-

lo. Por vez primera, los miembros de la Comisión de 

Sanidad en el Congreso de los Diputados iban a de-

batir sobre cómo abordar el tema de las pseudocien-

cias en el ámbito sanitario. Dos Proposiciones No de 

Ley sobre la mesa (Ciudadanos

1

 y PP

2

), declaraciones 

de intenciones por parte de Podemos

3

, acciones au-

tonómicas por parte del PSOE

4

, la creación del Ob-

servatorio frente a las Pseudociencias por parte de la 

Organización Médica Colegial

5

, el Informe de la Real 

Academia de Farmacia frente a la Homeopatía

6

 y una 

potente visibilización reciente, tanto de las víctimas 

potenciales como de sus embaucadores por parte de 

los mass media, sugerían buenas noticias de cara a la 

implantación  de  medidas  eficaces  que  protegieran  a 

los consumidores frente a esta lacra (legislada desde 

2003 y protegida desde mucho antes). Nada más lejos 

de la realidad. Lo que a primeras luces parecía que iba 

a ser una apuesta en firme por enfrentar la realidad y 

actuar contra tales infracciones de mala praxis profe-

sional, delitos de intrusismo y publicidad engañosa, 

se quedó en una mera manifestación solo de cara al 

populacho, ilusoria, vacía de intenciones

7

. La portavo-

cía de Podemos se ausentó, Ciudadanos marchó solo, 

el PP aprobó su PNL placebo y el PSOE clavó(se) la 

puntilla (y nos alcanzó con ella). En el seno de un dis-

curso que ponía en duda la capacidad de la evidencia 

científica para combatir pseudociencias en materia sa-

nitaria, el portavoz de este último partido alegaba que 

estábamos confundiendo los enemigos y defendía que 

las «terapias alternativas» no son pseudoterapias; un 

médico, cirujano y Portavoz de Sanidad que, además, 

aseveraba que «no se puede exigir el mismo nivel de 

evidencia científica a terapias que en su mayor parte 

son inocuas». En absoluto razonó si debieran denomi-

narse «terapias». Tan elocuente como decepcionante. 

El PSOE, a través de su secretaria de Sanidad junto al 

secretario de Ciencia, rectificó días después a su porta-

voz de Sanidad

8

. Tarde, máxime si tal reprobación ca-

rece de acciones concretas. Al menos, a nivel europeo 

parecen haber tomado la iniciativa frente a la admisi-

bilidad legal como «medicamento» de la homeopatía

9

.

Esto es lo que tenemos como portavoces sanita-

rios, similar a lo que acontece desde la dirección de 

la Agencia Española del Medicamento y Productos 

Sanitarios, para la que tampoco cabe diferenciar entre 

un medicamento homeopático y uno convencional

10

Una vez más, declaraciones desafortunadas que, públi-

camente, confirman el desconocimiento de su materia 

por parte de un portavoz de la misma. Una vez más, la 

banalización acerca del método científico y su impacto 

en Medicina. Una vez más, grados de evidencia entre 

la incultura científica y el pensamiento racional.

Esperemos que las próximas comisiones sean más 

propicias y que en algún momento las autoridades sa-

nitarias salgan de su cómodo letargo.

Sin dudarlo, nosotros, todos, adelante.

Elena Campos Sánchez (@ElenaC_S)

Presidenta de la Asociación para Proteger al Enfer-

mo de Terapias Pseudocientíficas (apetp.com)

ComceptCon 2017: Escepticismo e Historia

El escepticismo suele abordar la Historia a través de 

dos aproximaciones: la crítica a la pseudohistoria más 

grosera, esa que habla de extraterrestres constructores 

de pirámides y demás disparates, y el análisis de las vi-

siones historiográficas que oscilan entre lo legendario 

y lo estereotipado. Los amigos escépticos portugueses 

de Comcept optaron por dedicar su convención de 

2017 (Estórias da História) a las visiones deformantes 

de la Historia a través del prisma de la leyenda y del 

lugar común.

El Museo de Leiría, instalado en un convento de 

frailes exclaustrados, acogió esta Conferencia Escép-

tica de Portugal como parte de la celebración de su 

centenario. El entorno era perfecto por muchas razo-

nes, entre ellas por su cercanía a Fátima, que también 

celebra un centenario de índole muy distinta: el de las 

apariciones marianas. El historiador Luís Filipe Torgal 

iba a ilustrarnos sobre la explotación política de ese 

fenómeno religioso asentado en la milagrería. Una in-

oportuna dolencia le impidió unirse a nosotros, lo que 

dio pie a todo tipo de bromas sobre la venganza de Fá-

tima. Afortunadamente, pudimos contar con sus notas 

sobre el fenómeno social y político de aquel lugar.

Leo Abrantes, presidenta de Comcept, abrió la 

jornada  cantando  las  verdades  de  esos  edificios 

históricos emblemáticos que, en realidad, son fruto 

de intervenciones —frecuentemente brutales— 

efectuadas en los siglos XIX y XX. Esa arquitectura 

que aspira a erigirse en lección de Historia es, en 

realidad,  una  manipulación  que  fosiliza  los  edificios 

y elimina buena parte de su verdadera trayectoria a lo 

largo del tiempo. El historiador Paulo Pinto nos deleitó 

con una conferencia sobre las visiones de la época 

mitificada de los descubrimientos portugueses, en la 

que también mostró la visión de los otros, los indios, 

a través de unos fragmentos de una serie de televisión 

gujaratí donde Vasco de Gama aparece como un ser 

codicioso y malvado. La última ponencia, sobre 

mitos y concepciones erróneas en torno a la Edad 

Media, le correspondió a Antonia de Oñate, directora 

ejecutiva de ARP-SAPC. Era la primera vez que la 

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Otoño-Invierno 2017

organización escéptica portuguesa Comcept invitaba a 

ponentes extranjeros y es para ARP-SAPC un honor 

haber asistido a la convención de nuestra asociación 

hermana. La mesa redonda que cerró el acto debatió 

sobre la posible categoría científica de la Historia.

Leiría no solo está cerca de Fátima, sino también 

de Lagar Velho, el yacimiento del Paleolítico superior 

donde apareció el esqueleto del niño de Lapedo, un 

varón de cuatro años en el que muchos han visto una 

posible hibridación de neandertales y humanos mo-

dernos. El descubrimiento de las pinturas rupestres de 

Lagar Velho, en 1998, se debió a las andanzas por el 

monte de un chavalín de la zona que, años después, 

tuvo la gentileza de mostrar Leiría a los miembros de 

Comcept a la mañana siguiente de la Convención. Mil 

gracias desde aquí a Pedro Ferreira por sus completas 

explicaciones, así como a la directora del Museo de 

Leiría, la arqueóloga Vânia Carvalho.

Ojalá podamos organizar una conferencia ibérica 

que reúna a las organizaciones escépticas existentes a 

ambos lados de la frontera. Mientras tanto, felicitamos 

a  Comcept  por  una  excelente  convención  y  agrade-

cemos la cálida acogida que nos dispensaron en todo 

momento.

Antonia de Oñate

First Dates

Tarot, energías, ovnis y cuestiones paranormales de 

toda índole. Eso es lo que nos solemos encontrar ante 

el visionado del programa de Cuatro First Dates. Y 

es que, ante la búsqueda de amor, un par de sotas y 

un rey de bastos son más que suficientes para saber 

el pasado, el presente y el futuro del que está al otro 

lado de la mesa. ¿Y qué une más que unas vivencias 

paranormales?

Encienda la televisión y apague el cerebro porque 

empieza... ¡First Dates!

De lunes a jueves preparo la cena con mi pareja, su-

bimos la mesa elevable y ponemos en suspensión nues-

tro circuito neuronal. Vemos a Carlos Sobera presentar 

a cada uno de los solteros, siempre con una sonrisa y 

unas palabras amables ante cualquier cosa que digan, 

sean cuestiones interesantes o auténticas chorradas 

(con predominio de esto último). Debo reconocer que 

envidio el buen talante del presentador, quien mantie-

ne su sonrisa y su amabilidad ante cualquier disparate 

que diga el invitado de turno. 

En este programa es común oír el signo zodiacal, y 

siempre hay algo bueno para el que quiere creer. Si 

son del mismo, se entenderán a la perfección. Si son 

opuestos, habrá atracción. Si un signo es demasiado 

visceral, dará vida a la relación. Cualquier cosa vale 

para  reafirmar  la  creencia  y  dar  una  oportunidad  al 

amor. ¡Y es que lo difícil sería no acertar! Todos cuen-

tan un pasado similar, sin suerte en el amor. ¡Eviden-

temente! Son muy exigentes y buscan a alguien que, 

además de atractivo físicamente, sea inteligente, le 

guste viajar, la aventura, sea fiel, divertido y con metas 

claras en la vida. ¡Y yo que iba buscando a un cardo 

torpe que odie viajar y que prefiera quedarse en casa 

sin hacer nada, aburrido y que no sepa qué hacer con 

su vida!

Quiero rescatar un par de casos; el primero de ellos 

un chico de 19 años que se anunciaba como pensador y 

que no encontraba pareja porque era muy maduro: «19 

de edad, pero 93 mentales», según anunciaba. El po-

bre ya estaría chocheando, porque sus conspiraciones 

mundiales eran de risa. 

El segundo caso me dejó mal sabor de boca. La mu-

jer era un «ser de luz» practicante de reiki, astrología, 

tarot y medicinas naturales. En el paripé del programa 

llamó a una amiga para que le echase las cartas, para 

saber si su cita era de fiar. Y parece que las cartas dije-

ron que sí, aunque yo después de ver lo que hizo el se-

ñor no me hubiese fiado mucho. Él se definía también 

como un «ser de luz» y se quejaba, igual que ella, de 

lo difícil que era encontrar gente que pensase igual que 

ellos. Parece que al final los escépticos vamos a tener 

algo en común con los de «mente abierta». 

El caballero preparó un pequeño truco para borra-

chos, que consistía en una tarjeta dada la vuelta, una 

caja y tres fichas de colores (negro, amarillo y rojo). 

Le pidió a su cita que cogiese con la mano izquierda 

una de las fichas, con la derecha otra, que dejase en la 

caja la tercera ficha restante y luego que le pusiese en 

la mano izquierda la ficha que tenía en la derecha. Una 

vez hecho esto, pidió que levantase la tarjeta y leye-

se en voz alta. La mujer alucinó cuando leyó en voz 

alta que en su mano izquierda estaba la ficha amarilla, 

en la mano izquierda del chico estaba la roja y en la 

caja estaba la negra. ¿Y cuál es el truco? Para empezar, 

¿qué «ser de luz» hubiese elegido la ficha negra como 

primera o segunda opción? Sabiendo eso, ya quedaban 

dos opciones, pero en la tarjeta no ponía los nombres, 

sino que decía «en mi mano izquierda» y «en su mano 

izquierda». Si las fichas hubiesen estado al revés, bas-

taba con que la tarjeta la hubiese leído él y no ella. 

Aunque hay que entender que este programa no deja 

de ser un show con múltiples situaciones forzadas en 

Comceptcon 2017, en Leiría, Portugal (foto: Leo Abrantes)