background image

el esc

é

ptico

94

Anuario 2017

pirámide de Kefrén, o a los bloques graníticos, mucho más 

duros, de la pirámide de Mikerinos.

12. Véase nota 21

13. Entre otros los egiptólogos Borchardt, Petrie, Speleer 

o Edwards ya defendían que de alguna manera la concep-

ción de la pirámide es el resultado de una suma de intentos, 

durante varias generaciones de arquitectos, que alcanzan 

como resultado una forma arquitectónica perfecta fruto tam-

bién, en todo caso, de las posibilidades técnicas de un pe-

ríodo determinado.

14. Los egipcios conocían el ángulo recto contenido en 

lo que ellos denominaban el triángulo sagrado, el triángulo 

3, 4 y 5.

15. Que implica la construcción de un edificio sobre las 

ruinas otros anteriores.

16.  Del latín protegere, definido por el DRAE como la 

acción de resguardar a una persona, animal o cosa de un 

perjuicio o peligro, poniéndole algo encima o debajo (y aña-

diríamos nosostros: rodeándolo, etc.).

17. Pero que no necesariamente tienen que estar jerar-

quizados en forma piramidal, como es el caso de algunas 

comunidades preíncas.

18. En el siglo XVI los incas abandonaron Tucumé ante 

el desolador panorama que el fenómeno del niño dejó en 

sus construcciones, destruídas casi en su totalidad pese a 

la megalítica altura que habían alcanzado algunas de ellas, 

como hemos visto.

19. Todavía recordamos las desoladoras imágenes del 

Huracán Mitch en Honduras y Guatemala.

20. Recordemos cómo narra Colón el primer encuentro 

con los indígenas americanos, que los vieron como dioses 
procedentes del allende el mar, motivo por el cual comen-
zaron a adorarlos. Espacio que estaba fuera de su visión de 
sí mismos como hombres, hombres mayas, aztecas, etc. 

21. Para más información véase el libro El animal divino

de Gustavo Bueno.

22. Los egipcios creían en la existencia de dos elemen-

tos en la parte espiritual del hombre: el ba que se separaba 
del cuerpo y el ka que necesitaba del cuerpo para consoli-
darse en este mundo.

23. Heracleópolis Magna. Un decorado para la eternidad

Revista GEO, nº 184, Pág. 87.

24. Los papiros conservados en los que se relatan des-

cripciones de robos o declaraciones de inculpados nos ha-
blan siempre de varios individuos: «un grupo de ladrones de 
Tebas guardaba en su casa la pesa de piedra que habían 
utilizado para repartir el botín de una tumba» (papiro 10052 
del Museo Británico de Londres).

25. Papiro 10053 del Museo Británico.
26. Y esta es, además, una posible explicación de por 

qué en el Imperio Medio se dejaron de construir pirámides, 
bien visibles a la vista, sustituidas por hipogeos o subte-
rráneos  mucho  más  camuflados  y  resguardados  de  los 
saqueadores, como el de Tutankamón, la única tumba real 
encontrada intacta.

III Beca de Investigación 

Sergio López Borgoñoz