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Érase una vez…
A finales de 2011, una serie de gente, que se había co-
nocido sobre todo en comentarios de internet defendien-
do la ciencia, se juntó en un grupo de Facebook para des-
ahogar sus frustraciones. La mayoría eran seguidores del
movimiento escéptico internacional y lectores de blogs
como Science Based Medicine y oyentes de podcasts como
Skeptics with a K. En Portugal conocíamos a David Mar-
çal (bioquímico, escéptico y divulgador científico), Carlos
Fiolhais (físico y divulgador) o Ludwig Krippahl (profesor
universitario y autor del blog escéptico Que treta!). De for-
ma natural, un día alguien se preguntó: «¿Y porqué no hay
una asociación escéptica en Portugal que pueda representar
a los que defienden la ciencia y el pensamiento crítico?».
Indagando entre conocidos, descubrimos que ya había exis-
tido un grupo que, algunos años antes, se había empezado
a organizar en una asociación llamada CEPO - Cépticos de
Portugal. Debo decir que el nombre me pareció muy infeliz,
ya que un cepo es un trozo de madera que tiras a la hoguera,
pero se ve que se lo habían tomado con humor. La iniciativa
había sido de Ludwig, al que contactamos por si la podía-
mos reavivar y volver a juntar a sus promotores, pero nos
dijo que CEPO nunca se llegó a crear del todo y que sus
miembros se habían dispersado. A lo largo de varios días
creció la ilusión de crear una nueva asociación, pero nos
topamos con un extraño problema: nadie la quería liderar.
Los motivos eran variados, e iban desde la falta de tiempo
o de experiencia hasta el temor a posibles consecuencias
profesionales negativas por «dar la cara». Y, como muchas
veces ocurre, el entusiasmo se enfrió y el tema (aparente-
mente) murió. Bueno, no del todo.
Los tres mosqueteros
Otra chica ─Leonor Abrantes─ y yo seguimos intercam-
biando mensajes sobre el proyecto y llegamos a la conclu-
sión de que, aunque no hubiera una masa crítica para crear
una organización escéptica, nada nos impedía hacer una
web colectiva sobre escepticismo y empezar a organizar
eventos en Portugal. Enseguida se nos unió João Montei-
ro. Los tres creamos entonces la Comcept - Comunidade
Céptica Portuguesa
1
y lanzamos el proyecto el 4 de abril
de 2012, en un fin de semana de Pascua en Coimbra, don-
de nos reunimos en lo que cariñosamente llamamos «El
Magnífico Encuentro», intentando imitar la grandiosa TAM
estadounidense. De inmediato invitamos a más gente para
que escribiera y colaborara en la web. El objetivo no era
«cambiar el mundo», sino tener unos contenidos de buena
calidad en nuestro idioma, que pudieran ayudar a quienes
quisieran saber más sobre el tema, y juntar a la gente en
R
ed escéptica internacional
Portugal
Los primeros pasos de Comcept
Diana Barbosa
Comcept - Comunidade Céptica Portuguesa
Los tres mosqueteros: João, Leonor y Diana.
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unas tertulias mensuales, Cépticos con Vox. Tomando como
modelo los Escepticos en el Pub ingleses, empezamos estos
encuentros primero en Lisboa, y luego alternando entre la
capital y Oporto. No es igual, porque no damos charlas ni
nos reunimos por las noches; lo que hacemos es promover
conversaciones informales, con o sin invitados, y pasar una
tarde de sábado picoteando y debatiendo.
Nuestra convención anual nació casi por casualidad.
Uno de nuestros compañeros, Cláudio Tereso, frecuentaba
la Biblioteca Municipal de Nazaré, un pequeño pueblo de
la costa. Charlando con un bibliotecario, surgió la idea de
utilizar su auditorio para hacer «algo» relacionado con el
escepticismo. Cuando nos lo propuso, lo primero que me
saltó a la mente fue: «¿Pero quién va a ir a Nazaré para ver
a unos desconocidos hablando de ciencia y de temas raros?,
¿y qué invitados van a aceptar, si no tenemos ni un duro
para pagarles?». Le estuvimos dando vueltas, hasta que al
final decidimos intentarlo. Estábamos en el «año del fin del
mundo», así que ese fue uno de los cebos que utilizamos
para atraer al público. Afortunadamente, los tres invitados a
los que lanzamos el desafío aceptaron participar, invitamos
a todos nuestros amigos y lo cerramos para un sábado en
un fin de semana de puente ─«esperemos, al menos, que la
sala no esté vacía», pensamos─. Con gran sorpresa, el día
del evento vimos cómo el auditorio se llenaba con gente
del pueblo y de toda la región. Y así nació la ComceptCon
y el compromiso de hacerla todos los años. Desgraciada-
mente, ya no la hacemos en Nazaré, porque los recortes de
presupuesto han cerrado la biblioteca los fines de semana.
Desde hace dos años nos hemos trasladado a Oporto, pre-
ciosa ciudad ─se nota que soy de allí─, y lo hemos am-
pliado a un día completo. Este año estamos organizando
ya la quinta edición, que se celebrará el 19 de noviembre
y cuyo tema será el cerebro. Antes de cumplir nuestro pri-
mer año, creamos también nuestro primer premio: «el Uni-
cornio Volador - un premio feliz para ideas infelices». Un
premio satírico, inspirado en el Pigasus de James Randi,
que pretende llamar a la atención sobre personas y organi-
zaciones que promocionan la desinformación y la charlata-
nería, y cuyos «ganadores» se anuncian el primero de abril.
Y como queremos que la gente participe, cualquiera puede
nominar a una persona o entidad en tres categorías: Gra-
mófono, para los medios de comunicación; Estrella Fugaz,
para celebridades; y El Rey Desnudo, para otras personas u
organizaciones. De entre los candidatos que nos sugieren y
aquellos que nosotros vamos anotando, seleccionamos una
lista de cuatro o cinco en cada categoría y abrimos la vo-
tación online. ¡Podéis ayudarnos a seleccionar los mejores
de los peores!
Pseudociencia sin fin
Las pseudociencias nacen como setas en otoño y per-
sisten como cucarachas en el trópico. Las hay para todos
los gustos, y aun con recursos infinitos, no las abarcaría-
mos todas. Por eso nos toca elegir nuestras batallas, y no
creo que las haya acertadas o equivocadas. Cada quien se
dedica a los temas que más le interesan, bien porque le
fascinan, porque los ha estudiado, porque un familiar se
ha visto afectado, etc. En Comcept hablamos mucho de
medicinas alternativas. Es inevitable. La gente muere por
culpa de esas patrañas y hay muchísima mala información
por parte de los medios, cuando no promoción descarada.
Otro asunto al que estamos siempre muy atentos es el de
los movimientos antivacunas. Aunque aún no tengan el im-
pacto de otros países, poco a poco se infiltran en Portugal
a través, entre otros, de naturópatas y homeópatas. La tasa
de vacunación sigue siendo muy alta, pero aumentan las
noticias de padres que expresan sus dudas en los centros
de salud y rehúsan vacunar a sus hijos. Otro clásico son
las teorías de la conspiración. Son muchas y variadas y, a
veces, nos sorprende la cantidad de partidarios que llegan
a tener ideas tan estrambóticas. Es el caso de los llamados
chemtrails. Hablamos del tema en una tertulia, en la que
nos reímos mucho; pero cuando João escribió sobre ello en
nuestra página web, nos inundaron de comentarios e insul-
tos, y nos dimos cuenta de que era una creencia mucho más
extendida de lo que hubiéramos supuesto. Finalmente, un
asunto que, a lo mejor, no es tan clásico pero que nos parece
muy importante a nivel social y de ciudadanía es el de la
pseudohistoria o revisionismo histórico. Lo abordamos en
la primera ComceptCon con los mitos en torno a Viriato
y la manipulación del héroe con fines políticos; también
en la última, con el negacionismo del holocausto. Es tre-
mendamente importante saber lo que ocurrió en el pasado,
detectar los filtros y las manipulaciones que se han dado a
lo largo del tiempo y no perder el rumbo de los aconteci-
mientos, para así comprender mejor el presente.
Nos hacemos mayores
Han pasado cuatro años y sentimos la necesidad de con-
solidar lo que somos: una organización. Así, a finales de
agosto formalizamos el registro de nuestra asociación que,
quisieron las normas burocráticas, tuvo que adoptar un
nombre oficial algo extraño: Associação ComceptOrg - Co-
munidade Céptica Portuguesa. Pero no os asustéis, seguire-
mos siendo Comcept para los amigos.
Para seguir el escepticismo portugués, aparte de nuestra
página http://comcept.org, podemos citar el ya menciona-
do blog personal de Ludwig Krippahl, Que Treta!; el blog
colectivo de divulgación, pero con autores que escriben so-
bre escepticismo como David Marçal, De Rerum Natura;
el blog personal de João Coutinho, Crónica da Ciência; o
la página de la Associação Viver a Ciência, dedicada sobre
todo a la divulgación.
2
Y España, aquí al lado. Confieso que, aun habiendo vi-
vido siete años allí, nada sabía del movimiento escéptico
español. Todas mis referencias venían del mundo anglo-
sajón. Lo descubrí en Twitter, ya después del nacimiento
de Comcept. Estamos muy cerquita y hay que conocerse
mejor y trabajar en conjunto. Hoy no hay fronteras para la
pseudociencia, con lo cual nosotros también debemos ser
universales. Así que os arrojo el guante: ¿para cuando un
encuentro ibérico de escepticismo?
1
El nombre había sido sugerido por Marina Frajuca cu-
ando estábamos aún hablando de crear una asociación y
nos encantó, así que lo aprovechamos.
2
http://ktreta.blogspot.pt; http://dererummundi.blogspot.pt;
http://cronicadaciencia.blogspot.pt; https://viveraciencia.
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