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zar más en los tópicos abordados en las más de 200 páginas 

de la obra. Valga también destacar que la muerte de Hack 

dejó un gran vacío. La divulgación científica necesita de 

muchas Margheritas para acercar a la gente asuntos que, 

a primera vista, son áridos e imposibles. Su gran valor era 

decir de forma sencilla algo que es, en realidad, profundo y 

carne de especulaciones. «Creo del todo probable que haya 

otros mundos habitados, pero también creo que nunca nos 

podremos encontrar con un extraterrestre. Las distancias no 

lo permiten y a lo más que podemos aspirar es a un contacto 

radial. Pero nuevamente las distancias no nos permitirán 

tener un diálogo. En conclusión, pienso que estamos con-

denados a la soledad», escribe Hack. Y eso, que parece tan 

lapidario y doloroso, no deja también de ser poéticamente 

bello.

Diego Zúñiga

COMER SIN MIEDO

J. M. Mulet.

Ediciones Destino, 2014, 262 páginas.

 

El reciente libro de J. M. Mulet Comer sin miedo es 

como la pared de un cementerio.

 El libro tiene como subtítulo “Mitos, falacias y menti-

ras sobre la alimentación en el siglo XXI”. Es curioso que 

hace diez meses salió otro libro, de título “Comer o no 

comer. Falsedades y mitos de la alimentación”, escrito por 

A. Ortí, A. Palencia y R. Bernacer, donde se describían 98 

mitos sobre alimentación y se daba la explicación científi-

ca. El libro de Mulet tiene otra estructura mucho más com-

bativa. Algunos  nombres  de  los  capítulos  lo  manifiestan 

desde el índice: “Yo como artificial. Y tú también”, “Una 

marca comercial llamada alimentación ecológica”, “Asus-

tar es fácil”, “Mejor conservante en mano que salmonela 

volando”, entre otros.

 Todo el libro es una sucesión inacabable de argumentos 

que desmontan la mayor parte de creencias que se han ins-

talado alrededor de la alimentación, de los alimentos y de 

la nutrición. Destroza la agricultura biodinámica, el café 

Kopi Luwak o el Milbenkäse, queso con excrementos de 

polillas. Afirma con argumentos que en Europa la comi-

da es segura, incluidos los transgénicos que no comemos 

porque las autoridades no quieren. Relativiza los efectos 

de los denominados disruptores endocrinos (bisfenol A, 

por ejemplo) y lo compara con los símil-estrógenos pre-

sentes en los brotes de soja o de alfalfa comunes en cier-

tas tendencias alimentarias. Ataca las modas alimentarias, 

las dietas diversas no basadas en pruebas científicas -casi 

todas- y se recrea en las normas alimenticias judías y mu-

sulmanas.

 Yo creo que tiene razón en todo lo que dice. Pero el 

libro es la pared del cementerio. Mi padre decía que las 

paredes de los cementerios son de las cosas más inútiles 

que hay, porque «ni los de fuera quieren entrar, ni los de 

dentro pueden salir». Traducido: este libro no lo leerá na-

die de los que creen en cualquiera de las dietas-milagro, 

las terapias esotéricas o las normas alimentarias aberran-

tes que describe, satiriza y desmonta. Y, para la gente que 

tiene una mínima cultura no esotérica, una perspectiva no 

ortoréxica -no ansiosa de perfección- de la alimentación y 

de la nutrición, no le aporta más convencimiento, porque 

ya está convencida. Yo soy uno de ellos, y todos los que 

pensamos así somos «de dentro del cementerio»: un grupo 

convencido, pero minoritario, y no queremos cambiar, no 

queremos salir.

 Pero ¿es inútil el libro? Estamos rodeados por una po-

blación acientífica, muy inculta y crédula, manipulada por 

todos los del esoterismo, las terapias raras y las chifladu-

ras, y por la publicidad de los alimentos preparados, donde 

venden conceptos tan poco concretos como natural, equili-

brado, completo, de la abuela... Nada de esto tiene sentido 

científico, pero no oímos hablar de otra cosa. Y los que es-

tamos dentro necesitamos reafirmarnos en nuestras ideas, 

en nuestras evidencias y en nuestros sentidos comunes. 

Libros como los de Mulet son alimento para conseguirlo.

 No solo nosotros estamos rodeados. He visto el libro 

rodeado de libros de pseudoalimentaciones, enzimas y 

terapias. Sería mucho soñar que alguien se equivocara, 

comprara el libro, le gustara y se convirtiera a la fe cien-

tífica -esto debe ser una contradicción, ¿verdad?-. Pero no 

pasará. Tal como alguien que no recuerdo dijo, ninguna 

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creencia  asumida  emocionalmente  puede  ser  modificada 

por la vía racional. 

Me gustaría saber todo lo que dice el libro, para haber 

podido escribirlo yo...

Dr. Claudi Mans, 

Catedrático Emérito de Ingeniería Química

IDEOLOGÍAS RELIGIOSAS. 

LOS TRAFICANTES 

DE MILAGROS Y MISTERIOS

Gonzalo Puente Ojea.

Editorial Txalaparta, Tafalla, 2013, 319 Páginas.

Los traficantes de milagros y misterios es el contundente 

rótulo con el que Gonzalo Puente Ojea subtitula su último 

ensayo: Ideologías religiosas, llamado a ser la mejor apro-

ximación para legos al conjunto de su pensamiento en toda 

su polimorfía y enclaves. En efecto, Ideologías religiosas 

constituye una excelente introducción a la obra de uno de 

los pocos pensadores españoles que con valentía denodada, 

constancia ilustrada y generosidad intelectual se atreve a 

quedar fuera de las fronteras taxonómicas propias de so-

ciólogos, antropólogos, teólogos y filósofos que, no solo en 

español, piensan y jalean, a partes iguales, desde el marco 

terminológico y bibliográfico fijado por la ortodoxia dis-

puesta y permitida por el poder.

Con vocación literaria, señalaba Gabriel Albiac en su co-

mentario a la lectura de Crítica antropológica de la religión 

(2012), el libro anterior de Puente Ojea, que esa obra era 

«antes que todo, un tratado de la felicidad necesaria, de la 

felicidad robada, alevosamente robada por los más lasti-

mosos chamanes, que de nuestra desdicha viven». En esa 

misma línea se sitúa Ideologías religiosas, que se desplie-

ga como una ulterior reflexión que, primero, ahonda en las 

conclusiones ontológicas y epistemológicas alcanzadas en 

su investigación de la última década y, segundo, recorre los 

pasos que el autor ha dado desde 1970 para construir su crí-

tica a los mitos y los timos teológicos y religiosos –porque 

de los políticos ya se ocupó de forma específica en La Cruz 

y la Corona (2011)-. 

La obra se abre con un texto inédito titulado “Sobre la 

religión y el poder”, un ejercicio de síntesis de la senda re-

corrida en el análisis de la fenomenología del poder religio-

so desplegada por el autor. Premonitorio de la selección de 

textos posterior, la introducción aborda tanto el problema 

de la génesis y el estatuto ontológico y epistemológico de la 

religiosidad, como el problema de cuño teológico, bíblico y 

eclesiástico sobre los dos proyectos neotestamentarios apo-

réticos, el proyecto judeocristiano de Jesús y el proyecto 

paganocristiano de Pablo de Tarso, presentados falsamen-

te por la tradición hermeneuta eclesiástica, como un único 

proyecto coherente.

A partir de aquí y tras una nota bibliográfica en siglas, 

Ideologías religiosas presenta una antología que podríamos 

encuadrar en cuatro núcleos temáticos. El primero de ellos 

está compuesto por cuatro textos procedentes del díptico 

Ideología e Historia (1974) que componen su marco me-

todológico. En este primer núcleo, Puente Ojea realiza un 

análisis con las herramientas conceptuales del materialismo 

histórico y el influjo althusseriano, dando como resultado el 

valor ineludible de la lectura ideológica a la hora de com-

prender el sentido de la historia humana y la dependencia 

funcional de las formas mentales respecto a los intereses de 

clase y a los contextos materiales.

Como interludio en esta fundamentación de su magna 

obra sobre la formación del estoicismo y del cristianismo, 

en un segundo núcleo temático Puente Ojea recupera un 

par de textos (de 1995 y 2003) de carácter autorreflexivo 

sobre el sentido de su biografía intelectual, lo cual permite 

al lector situarse ante la conciencia autogenética del autor 

así como ante el panorama de la historia política e intelec-

tual española reciente frente a la que se sitúa el autor en un 

ejercicio magistral de honestidad y coherencia marcado por 

una disidencia cada vez más acusada y un autodidactismo 

dialéctico.

El tercer núcleo temático lo integran dos textos. El pri-

mero, titulado “La ética de Jesús”, es un fragmento extraí-

do del capítulo principal de Fe cristiana, Iglesia, poder 

(1991), un texto que focaliza la lectura ideológica en la fi-

gura de Jesús, permitiendo descubrir como falso el mito de