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urante los días 10, 11 y 12 de marzo de 2010 se
celebró en Pamplona la quinta edición del Congreso
sobre Comunicación Social de la Ciencia. Bajo el
epígrafe de «una nueva cultura», el palacio Baluarte fue
el crisol donde se mezcló todo tipo de experiencias, ideas
y proyectos sobre cómo contar ciencia de forma que el
ciudadano de a pie, gran desconocedor, la entienda. El
Planetario de Pamplona fue el encargado de la organización
de esta edición.
El congreso venía marcado por la conjunción de varias
efemérides, como el cuadringentésimo aniversario de la pu-
blicación del Sidereus Nuncius, manuscrito de Galileo que
contó en su momento con gran éxito en las imprentas. En
relación también con la divulgación de la astronomía se
cumplían treinta años de la primera emisión de la serie de
documentales de divulgación Cosmos, de Carl Sagan, de
grandísima repercusión en la sociedad del momento. Y diez
años desde la primera experiencia congresual de divulgación
científica, realizada en Granada. Por último, en esos días era
noticia el debate en el Congreso de los Diputados sobre la
nueva Ley de la Ciencia.
El pensamiento crítico estuvo muy bien representado: el
director del evento, Javier Armentia, los invitados a las me-
sas redondas Félix Ares, Xurxo Mariño, Carlos Elías e Inés
Rodríguez Hidalgo; además de Ismael Pérez Fernández y
Jorge J. Frías, que expusieron ambas comunicaciones sobre
pensamiento crítico, mientras que José Luis Cebollada lo ha-
cía sobre las actividades de Ciencia Viva. También asistie-
ron Serafín Senosiain (Laetoli) y Carlos Chordá, junto a los
numerosos amigos y simpatizantes que saludamos en estos
tres días, y con los que pudimos intercambiar impresiones
tanto en los foros dedicados a ello como en los pasillos del
palacio de congresos.
El extenso programa contó en su apertura con las palabras
del presidente del gobierno de Navarra y de la alcaldesa de la
ciudad en su acto inaugural, junto a Javier Armentia, cabeza
visible de la organización. Tras la presentación institucional
fueron Ramón Núñez y Dava Sobel quienes se encargaron
Los congresos sobre divulgación científica se han convertido en un buen escaparate de
cómo esta interactúa con los ciudadanos. En tres días, profesionales de la información y la
educación se reunieron en Pamplona para exponer sus experiencias, sus ideas y sus problemas
en la complicada tarea de contar ciencia al público en general. Una buena representación de
ARP-SAPC estuvo allí para hablar, tanto a nivel institucional como particular, de divulgación
de la ciencia y pensamiento crítico.
Divulgación y pensamiento Crítico
en Pamplona
Jorge J. Frías
de romper el hielo hablando de la figura de Galileo. El di-
rector del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología presen-
tó la edición facsímil del Sidereus Nuncius en las distintas
lenguas del territorio español. Precisamente la autora de los
aclamados libros Longitud y La hija de Galileo tomó este
libro como punto de partida de la divulgación científica:
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ossier
La quinta edición tuvo como lema Una Nueva Cultura.
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«Hace cuatro siglos comenzó la ciencia». El homenaje a la
figura del astrónomo se completaba con una interesantísima
exposición en el Planetario de la ciudad.
Por la tarde fue el turno de analizar las inquietudes que
la ciencia produce en la sociedad, con las intervenciones de
Vladimir de Semir, que presentó el informe «Challenging
the future of Science in society»; y de la mesa redonda «La
ciencia entre la moda y el pánico», en la que participó Fé-
lix Ares, en calidad de presidente de ARP- Sociedad para el
Avance del Pensamiento Crítico. El debate sirvió para lanzar
al estrado las primeras ideas sobre escepticismo y divulga-
ción científica que serían recurrentemente citadas a lo largo
de todo el congreso en los más variados escenarios, y no solo
por militantes escépticos, sino también por investigadores y
divulgadores cada vez más concienciados de la necesidad
de difundir el pensamiento crítico. El día concluyó con dos
espectáculos: la mexicana Julieta Fierro puso patas arriba
la sala con su particular forma de enseñar ciencia de forma
divertida, para terminar con la obra de teatro cósmico «El
Honor perdido de Henrietta Leavitt», de Carmen del Puerto.
La jornada matutina del segundo día estuvo dedicada a
la enseñanza de las ciencias con las mesas redondas «edu-
cación a/ con /ciencia» y «La ciencia a escena: experiencias
no regladas, espacios alternativos», que presentó varias ex-
periencias fuera de las rígidas aulas, como son los museos,
el teatro o los medios de comunicación. Entre los ponentes
se encontraban, entre otros, Francisco Anguita, Carlos Elías,
Julia Tagüeña o Xurxo Mariño. La otra parte del día estuvo
dedicada a las fundaciones dedicadas a la divulgación ex-
presa de la ciencia, como el SINC, el Instituto de la Gestión
de la Innovación y el Conocimiento, o Metroscopia. El pro-
grama acabó con la recepción por parte del Ayuntamiento a
los asistentes al congreso en el recién restaurado Palacio del
Condestable de la ciudad.
El último día comenzó con la visita a distintos recintos
tecnológicos de Navarra, como su parque tecnológico o el
Planetario de Pamplona. Precisamente de estos espacios ex-
positivos trataba la primera ponencia del día, «La ciencia
que cabe en un contenedor», que contó con la presencia de
ponentes de lugares tan diversos como la Universidad Autó-
noma de México (país invitado en esta edición del congre-
so), el Real Instituto y Observatorio de la Armada de San
Fernando, o el Centro de Investigação em Didática e Tec-
Se cumplen treinta años de la
primera emisión de la serie
Cosmos y diez del primer
Congreso sobre Comunicación
Social de la Ciencia.
Declaración de Pamplona
Hace once años comenzó, convocado por museos y centros interactivos de la ciencia, planetarios, institucio-
nes de investigación científica, universidades y administraciones públicas, un proceso de análisis y reivindicación
del papel de la ciencia en nuestra cultura, de la necesidad y la oportunidad de la comunicación científica. En
Granada, la declaración que partió de esa primera reunión expresaba que:
“La información científica es una fecundísima semilla para el desarrollo social, económico y político de los
pueblos. La complicidad entre los científicos y el resto de los ciudadanos es una excepcional celebración de la
democracia. Pero, además, esa nueva cultura contribuiría a frenar las supercherías disfrazadas de ciencia, au-
mentaría la capacidad crítica de los ciudadanos, derribaría miedos y supersticiones, haría a los seres humanos
más libres y más audaces”.
Respondiendo a esa necesidad de estar informados y poder así tomar decisiones sobre nuestro futuro basa-
dos en la racionalidad y la ciencia, en estos años se ha ido consolidando y ampliando la red de museos y centros
de divulgación, con un museo nacional pujante, con nuevas unidades y agencias de comunicación científica y
ampliando la oferta de formación e investigación universitarias; se están estableciendo más iniciativas que van
de lo local a lo nacional, como las Semanas de la Ciencia y las celebraciones de años internacionales; ahora
constatamos que la comunicación científica está escrita e inscrita en las obligaciones del Estado.
La nueva Ley de Ciencia que hoy se aprueba en el Consejo de Ministros plantea importantes oportunidades,
y marca a todos los actores del sistema de ciencia la necesidad de seguir apostando por la comunicación como
uno de los agentes de cambio y desarrollo social y cultural. Para conseguirlo, seguimos necesitando una mayor
implicación de los poderes públicos.
Defendemos una nueva cultura, integradora y transformadora en todos los órdenes: la interacción con el públi-
co, el papel de los medios y las nuevas tecnologías de la información, la necesidad de la innovación con criterios
científicos, la defensa de una educación realmente activa en la promoción de esa cultura científica y la apertura
de nuevos espacios y redes de cooperación, asuntos que han sido objeto de debate en esta quinta edición del
Congreso sobre Comunicación Social de la Ciencia.
Queremos además invitar a la ciudadanía para que utilice estos medios con los que la ciencia, la tecnología y
la innovación se hacen públicas y participativas. Los tiempos de crisis siempre han sido el momento de analizar
cómo avanzar hacia el futuro, con la creación de nuevos modelos de desarrollo. Desde el mundo de la comu-
nicación de la ciencia ofrecemos nuestro compromiso en este reto: una nueva cultura en la que todos somos
necesarios.
Fechado en Pamplona-Iruña, 4 Idus de Marzo de 2010
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provocaban una novedosa interacción entre los asistentes.
También sirvió de plataforma para los distintos grupos de
debate, encuadrados en las categorías Ciencia pública,
Ciencia y educación, Ciencia e innovación, Espacios y
redes de la ciencia, y Ciencia y los medios, que fueron los
distintos grupos en los que se encuadraron las ponencias de
los asistentes.
Dava Sobel asegura que la
primera edición del Sidereus
Nuncius marca el comienzo de
la divulgación científica.
Izquierda: Félix Ares sentado junto al resto de los invitados a la mesa titulada La ciencia entre la moda y el pánico. Derecha: el congreso
tuvo un seguimiento paralelo en Twitter.
Un nuevo CSC, una nueva cultura
Xurxo Mariño
Asistí al V Congreso sobre Comunicación Social de la Ciencia de Pamplona con mucha ilusión pero con pocas
expectativas, y al final he vuelto más que satisfecho. Los temas que se trataron son los de siempre desde que a
mediados del siglo XIX algunos científicos –palabra que comenzaba a tener su sentido actual– se dieron cuenta
de que lo que tenían entre manos era importante y útil para la sociedad: había que organizarse y comunicar el
conocimiento científico. Digo que los temas fueron los de siempre, porque las distintas brechas que hay entre
científicos, periodistas, divulgadores, gestores y sociedad en general parece que tienen una cierta tendencia a
mantenerse, no sé muy bien debido a qué.
Lo que sí que cambia, y a un ritmo acelerado, son los medios y las maneras de transmitir el conocimiento, y
de eso tuvimos varias muestras en el CSC5. La red, cómo no, estuvo más presente que nunca y sirvió no solo
para que se formasen debates simultáneos a las distintas intervenciones, sino también para que quienes no pu-
dieron asistir recibieran una ligera brisa de bytes de lo que allí se cocía.
La astrónoma mexicana Julieta Fierro nos enseñó que la magia no hay que ir a buscarla a esas estúpidas
pseudociencias, sino que la llevamos todos dentro y puede servir para comunicar ideas, no hay más que buscar.
Nati de la Puerta, de la Editorial A Fortiori, vino con una propuesta moderna y atrevida de edición y gestión edito-
rial. También estuvieron algunos de los que cortan más bacalao que otros, como Esteban Morrás, responsable de
la división de energía de Acciona, o José Juan Toharia, presidente de Metroscopia. Nunca está de más conocer lo
que piensa esta gente. También se acercó Wicho de Microsiervos, para contarnos la capacidad de transmisión de
conocimiento que se puede tener, a través de la red, con muchos menos medios que otras grandes compañías.
Las ideas, otra vez.
Y mucho más, como el contenedor –literalmente– de ciencia que va a mover por ahí Héctor Garrido del CSIC
de Sevilla, o el monólogo –que no vi, pero me contaron– de Inés Rodríguez, del Museo de la Ciencia de Vallado-
lid; y hasta a mí me dejaron contar de qué va esa mezcla de charla y teatro que llamamos “discurshow”.
Una sabrosa ensalada cocinada con sabiduría por Javier Armentia y su fabuloso equipo del Planetario. Es-
peremos que su digestión sirva para dar energía a muchas más ideas.
nologia na Formação de la Universidade de Aveiro, en Por-
tugal. Tras el almuerzo tocó el turno al divertido monólogo
de la directora del museo de la Ciencia de Valladolid, Inés
Rodríguez Hidalgo, titulado «La ciencia desde otro punto
de vista» y a la última de las mesas redondas, dedicada a
los «nuevos medios para la ciencia», que contó con figu-
ras de los medios escritos (Jorge Alcalde, de QUO), sonoros
(América Valenzuela, de RNE), e Internet (Javier Pedreira
“Wicho”, de Microsiervos). Tras el acto de clausura el ex-
tenso congreso acabó con una velada de «libros y pinchos»,
donde los asistentes tuvieron la oportunidad de compartir
unas palabras con los autores de los libros.
La página del evento, unanuevacultura.es, fue el punto
de encuentro de los usuarios de la red social Twitter, cuyos
mensajes pudieron leerse online en el propio salón de actos
del Baluarte gracias a unas pantallas situadas a tal efecto que
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Durante los días 10, 11 y 12 de marzo se celebró en
Pamplona el V Congreso sobre Comunicación Social de
la Ciencia. Quien esto firma tuvo la suerte de poder asis-
tir, poniendo un minúsculo granito de arena en los grupos
de debate, en el Twitter del congreso y en la sección de
libros&pintxos. Experimento muy interesante el de Twitter,
pues los “tweets” se proyectaban en una pantalla gigante
de manera que el público asistente leía en tiempo real un
debate paralelo donde, de una manera más informal, se
comentaba y criticaba lo que desde el escenario se esta-
ba tratando. El congreso fue una estupenda ocasión para
conocer en carne y hueso a amigos que hasta enton-
ces eran virtuales, así que en lo personal, sobresaliente.
En cuanto a lo que se dijo, que es lo importante, me per-
mití apuntar un puñado de frases que por una u otra razón
me llamaron la atención; si hubiera podido asistir a todos los
actos serían más, pero creo que son una muestra bastante
representativa de cómo están las cosas en torno a cómo se
comunica la ciencia al gran público:
- “Hay que divulgar las verdades científicas y también
las dudas científicas”. Félix Ares
- “Por votación, la construcción del LHC habría salido
que no”. Félix Ares
- “Gracias a Cosmos, de Carl Sagan, la ciencia comenzó a
molar”. José Pardina
- “En la blogosfera hay divulgación de calidad”. José
Pardina
- “En el caso de la gripe se confundió alerta con alarma.
La alerta estaba justificada, la alarma no”. Raúl Ortiz
- “Debemos divulgar como nos hubiera gustado que lo
hicieran con nosotros”. Julieta Fierro
- “Sacarse los mocos con el dedo fortalece el sistema
inmunitario”. Julieta Fierro
- “La divulgación es la única fuente de educación para la
mayoría de adultos. Debería ser tenida en cuenta en las
políticas educativas”. Julieta Fierro
- “ El niño nace científico”. Natividad de la Puerta
Ciencia en vivo.
José Luis Cebollada Gracia
Me acerqué a Pamplona para presentar el proyecto en el que me encuentro embarcado actualmente: la
coordinación del programa Ciencia Viva, un programa del Departamento de Educación del Gobierno de Aragón
con el que se pretende llevar más ciencia a los institutos. Llevamos científicos de verdad, de carne y hueso,
hacemos talleres, exposiciones y muchas cosas más. Aquí se puede ver http//cienciaviva.educa.aragon.es
Allí fui pensando en contar lo que hacemos en Aragón y encontrar gente con ocupaciones y preocupaciones
similares con quienes poder intercambiar experiencias para aprender. Pero allí había mucho más.
Dava Sobel y los problemas de visión de Galileo, Julieta Fierro divulgando con todo su cuerpo, Natividad de
la Puerta, con su Ciencia Infinita perpetrando libros subversivos o Xurxo Mariño, con su matarratas Darwin… Y
podría seguir hablando de mucho de lo que escuché y me sorprendió.
Sólo pude estar un día y medio, pero las dos últimas horas en la sesión de Ciencia y educación, pudimos
escuchar cuentos matemáticos (el de una niña que quería que su margarita le dijera siempre ‘me quiere’) o ver a
Wolframio, un tipo con mucha química o las marionetas de Darwin para niños y mayores o…
Ideas inspiradoras y experiencias para reflexionar, encuentros con amigos y nuevos proyectos. Volví con el
maletín del congreso lleno de sugerencias y con un peluche del estafilococo MRSA.
Y todo por culpa de Javier, Nieves y Fernando.
- “Debemos utilizar el error como fuente de conoci-
miento”. Natividad de la Puerta
- “La divulgación, en este país, es una actividad prácti-
camente filantrópica”. Francisco Anguita
- “ El mayor telescopio óptico del mundo, el Gran Tele-
scopio Canarias, costó lo mismo que el fichaje de Cristia-
no Ronaldo”. Inés Rodriguez Hidalgo
- “De las cinco revistas mensuales con más de un millón
de tirada, tres tratan de ciencia y una de salud”. Jorge
Alcalde
- “Es imprescindible el pensamiento crítico”. Ismael Pé-
rez Fernández
- “Viendo los horarios de televisión, alguien en este país
debe pensar que los intelectuales no duermen”. Ana
Monserrat
- “Los medios tradicionales ya no son suficientes para
divulgar adecuadamente”. Wicho
- “La Internet permite el triunfo del aficionado”. Wicho
- “Enseñanza reglada, el gran culpable del analfabetismo
científico”. Ramón Núñez
- “Necesitamos una nueva cultura en la que todos somos
necesarios”
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Javier Armentia
Jorge J. Frías durante su intervención sobre pensamiento crítico y
educación.
Frases escogidas del V Congreso sobre
la Comunicación Social de la Ciencia.
Carlos Chordá