background image
el esc
é
ptico
74
es la responsable en gran medida de que dicho misterio no
haya quedado relegado a las páginas pérdidas de la historia
con una explicación apresurada. Un último detalle, incluso
esa idea peregrina resulta insuficiente; desde finales de los
años 60 se sabe (al menos entre los investigadores rusos)
que los testigos describen DOS trayectorias distintas unos
noventa grados entre sí, y con sendos objetos muy distintos
en apariencia (1). Es cierto que es habitual que los testigos se
confundan a la hora de recordar los puntos cardinales, pero
tales errores se minimizan si son interrogados en el lugar
de los hechos y se realizan las mediciones oportunas, como
parece haber sido el caso.
Solo nos queda desear el suficiente éxito a esta propuesta
editorial como para que los reportajes de años posteriores
también vayan apareciendo compilados en sucesivos volú-
menes.
(1) Así se recoge en un reciente libro: Vladimir Rubtsov, T
he Tun-
guska Mystery, Springer (2009)
Luis R. González
La mirada cínica.
Ambrose Bierce.
Introducción y traducción de Miguel Catalán.
Ediciones Sequitur, 2010
Ambrose Bierce fue un escritor con una vida envuelta en
el misterio. En 1913 se unió al ejército de Pancho Villa y nun-
ca más se supo de él. Pero también tuvo una prosa cáustica y
un cinismo punzante.
Aunque es mucho lo que se ha publicado de él en este país,
hasta ahora no se había recopilado en un volumen sus aforis-
mos y cuentos más descreídos. La editorial Sequitur ha hecho
un admirable trabajo y el resultado es un libro breve pero de-
licioso con una gran cantidad de máximas para hacer pensar.
Como se dice en el prólogo, citando a Lichtenberg, “Es
casi imposible llevar la antorcha de la verdad a través de
una multitud sin chamuscarle la barba a alguien”. Visto así
el cinismo de Bierce no debe entenderse como una manera
de despotricar contra todo, sino como una forma punzante
de verdad. También se citan en el prólogo la definición de
Wilde de cinismo: “arte de ver las cosas como son” y Lillian
Hellmn “una forma desagradable de decir la verdad”.
Encontramos auténticas perlas de sabiduría dignas de fi-
gurar en cualquier enciclopedia escéptica:
Cuando se presentan a tu consideración dos enunciados
irreconciliables, la forma más segura de elegir es dar gra-
cias al Cielo de que no seamos brutos irracionales, y creer
ambos.
El ignorante no conoce la profundidad de su ignorancia,
pero los sabios si conocen la superficialidad de su conoci-
miento.
La muerte no es el final. Después todavía queda la dispu-
ta por la herencia.
A la pequeña parte de ignorancia que somos capaces de
localizar y clasificar le damos el nombre de Conocimiento.
Se lee con una sonrisa en la boca, porque nada hay mejor
que reírse de la propia condición humana.
Juan Pablo Fuentes
Consideraciones epistémico-
ontológicas para fundamentar la
termodinámica.
Juan Manuel Sánchez Ferrer
Editorial Bubok.
Siempre es una alegría poder reseñar en estas páginas un
libro escrito por uno de nuestros socios. Su tema no es el
escepticismo, pero tampoco podríamos decir que es la di-
vulgación científica, porque requiere un mínimo de nivel
técnico para entenderlo. Así, aunque el autor se explica en
todo momento con claridad y los argumentos son fáciles de
seguir, se incluyen numerosas fórmulas a las que hay que
dedicar atención.
El título es bastante explicativo, pero no está de más traer
aquí la sinopsis:
Se trata de una exposición de carácter filosófico-cientí-
fico orientada a la problemática de la fundamentación de la
termodinámica a partir de la física fundamental, examinan-
do cuestiones candentes de la termodinámica actual. Éstas
son, por ejemplo, el límite entre lo describible macroscópi-
camente y lo no describible macroscópicamente, la supera-
ción de contradicciones presentes entre la teoría termodiná-
mica y la propia física fundamental, entre otras.
Es decir, si las leyes de la física son reversibles ¿Por qué
las leyes de la termodinámica son irreversibles? Este proble-
background image
el esc
é
ptico
75
ma suele ser poco tratado en libros de física, limitándose a
echar mano de las probabilidades, sin ofrecer teoría expli-
cativa alguna. Otro gran problema lo presentan los sistemas
autoorganizativos, como la propia vida. A esta y otras cues-
tiones intenta dar respuesta el libro.
Comienza con una breve introducción donde expresa sus
coordenadas filosóficas, seguida de una explicación de qué
debemos entender por sistema y fenómeno macroscópico y
una breve presentación de la teoría del caos.
La parte del león es el capítulo tercero, dedicado en exclu-
siva a la sinergética, que puede definirse como una ciencia
interdisciplinaria para explicar la formación y auto-organi-
zación de patrones y estructuras en sistemas abiertos y lejos
del equilibrio termodinámico. Pero tras analizar sus postu-
lados e ilustrarlos con diferentes ejemplos, en los capítulos
siguientes se establecen las limitaciones y problemas de este
enfoque. El meollo del asunto está en el concepto de emer-
gencia.
Parece claro que en muchos sistemas hay propiedades que
emergen y que parecen independientes del sustrato que las
genera. La propia ciencia, en principio, tendría que poder
reducirse a la física fundamental, pero no es así. Tenemos fí-
sica, química, biología y psicología. Y aunque sabemos que
las propiedades químicas de un elemento vienen dadas por la
mecánica cuántica, a un químico no le hace falta saber cómo
funciona esta.
Pero la existencia palmaria de la emergencia no implica
que se entienda el mecanismo que la genera o que tengamos
una clasificación clara del fenómeno. En algunos casos pue-
de señalarse dónde está la transición entre los dos niveles,
pero en otros no tenemos una explicación mano.
La teoría sinergética debería dejar claro de que manera
usa este concepto, ya que es uno de los pilares de la discipli-
na, pero no es así. Como dice el autor:
Con la aparición y desarrollo de la sinergética no se ha
desarrollado una clarificación completa de en qué consiste
eso que “emerge” del conjunto de las partes; antes bien, ha
ocurrido que ha habido, entre los especialistas, una especie
de autolimitación en este asunto, por no enfrascarse en pro-
blemas que no estén de entrada bien definidos matemática-
mente en el contexto de su especialidad.
Personalmente no sé hasta que punto será posible definir
científicamente el problema de la emergencia. Es posible que
la manera de iluminar estos problemas sea más filosófica que
científica. De momento, si quieren profundizar en el tema y
descubrir el estado actual de las cosas y los problemas exis-
tentes, este libro les ofrece una panorámica muy completa y
recomendable.
Juan Pablo Fuentes
La Biblia ante la Biblia, Tomo II.
MiltonAsh
Visionnet, 2006. 610 páginas.
En estas mismas páginas de El Escéptico comentamos en
su día el primer tomo de esta obra, dedicada a desmenuzar la
Biblia en busca de contradicciones, errores y fragmentos de
crueldad manifiesta. Es encomiable la paciencia del autor y
lo detallado de su disección.