background image
el escéptico
72
Sillón Escéptico
EL COLLAR DEL NEANDERTAL
Juan Luis Arsuaga
Ediciones Temas de Hoy. Colección Tanto por saber.
En el año 1999, Juan Luis Arsuaga continuaba la labor
divulgadora iniciada con La especie elegida para dar a
conocer al gran público los últimos descubrimientos en
torno al origen del ser humano. Sería en El collar del
Neandertal
donde se centraría específi camente en la
especie más próxima al Homo sapiens, para acercar una
vez más a los lectores a la historia de la evolución de los
homínidos.
El Hombre de Neandertal está considerado por los
científi cos como una especie englobable dentro del género
Homo que vivió principalmente en Europa desde hace
230.000 años hasta hace aproximadamente unos 29.000.
De complexión robusta y bien adaptada a los climas
fríos, los primeros vestigios de su existencia pasada se
encontraron durante el segundo tercio del S. XIX en
diversos puntos de Europa, pero sería más adelante, al
poco de la aparición de El origen de las especies, cuando
se planteó la posibilidad de que los restos descubiertos
pertenecieran a una especie distinta de la nuestra. Desde
largo del libro, el autor hace un pormenorizado y ameno
análisis de los neandertales y de su mundo, intentando
dar las explicaciones más plausibles a diversos enigmas
que, aún hoy, plantea esta otra humanidad.
Específi camente, el libro está estructurado en varios
capítulos en los que el autor va desgranando los aspectos
defi nitorios de los neandertales en tanto que especie. El
punto de partida es un resumen en el que se deja patente
el carácter excepcional del Homo sapiens, en tanto que
una criatura viva capaz de hacer cosas como controlar el
fuego, escribir libros o infl uir sobre el entorno en el que
le ha tocado vivir. A renglón seguido, Arsuaga hace un
repaso de la evolución de los homínidos previos al Homo
neanderthalensis,
lo que hará que quienes leyeran en su
momento La especie elegida se encuentren con algunos
lugares comunes. Sin embargo, y aunque hay también
espacio para especies paralelas como las agrupadas
dentro del ámbito de los parántropos, en esta ocasión el
Coordinado por Juan pablo Fuentes
Portada original del libro (Ediciones Temas de Hoy)
Arsuaga quiere dejar patente que el tópico con
el que la sociedad conoce a los Neandertales
no pasa de ser precisamente eso y que los
progresivos descubrimientos en torno a su
especie han ido eliminando en el campo de
la Ciencia esos planteamientos”.
entonces, el Hombre de Neandertal se ha convertido,
probablemente, en el homínido más popular entre la
opinión pública, hasta el punto de que la expresión
“neandertal” se ha convertido en una extendida forma de
referirse a alguien particularmente bruto. Sin embargo,
los integrantes de esta especie distaban mucho de ser
trogloditas jorobados que blandían su porra, como queda
patente tras la lectura de El collar del Neandertal.
Ya desde el propio título, Arsuaga quiere dejar patente que
el tópico con el que la sociedad conoce a estos humanos
no pasa de ser precisamente eso y que los progresivos
descubrimientos en torno a su especie han ido eliminando
en el campo de la Ciencia esos planteamientos. A lo
background image
el escéptico
73
tratamiento de estos temas viene dado como introducción
inevitable al asunto principal de la obra.
Es a partir del tercero de los capítulos en el que el
autor asume la tarea de tratar ya directamente con los
neandertales, explicando sus rasgos más característicos,
así como la infl uencia de los períodos glaciares en la
evolución de las distintas especies humanas. Especial
mención merece el tratamiento que se hace de la
presencia de estos otros hombres en la Península Ibérica,
merced a los restos encontrados en diversos puntos de su
geografía, entre los que destaca el de Atapuerca, a cuyos
descubrimientos dedica el autor algunos pasajes por
motivos evidentes. El clima, la fauna, la alimentación,
son descritos a veces a partir de certezas, a veces a partir
de hipótesis, según los datos con los que se contaba en el
momento de la escritura del libro, dando como resultado
un paisaje en el que los neandertales medraron durante
más de doscientos mil años.
que, a su modo y manera, también podían decir aquello
de «pienso, luego existo».
Por último se hace un estudio de las posibles causas
que motivaron la extinción de la especie, haciendo
mención especial al cambio de clima y, sobre todo, a la
aparición del Hombre de Cromañón, nuestro antepasado
más próximo, con el que el Hombre de Neandertal se
relacionó y cuya mejor adaptación redundó al parecer
en el éxito de su supervivencia, allí donde sus parientes
—los nuestros— fracasaron.
Para concluir, hay que decir que El collar del Neandertal es
un libro altamente recomendable, pese a que haya pasado
una década desde su primera edición. En este tiempo
algunas de las cuestiones que el autor planteaba como
hipotéticas han recibido nuevas pruebas favorables, y lo
que parecía altamente improbable se halla en el ámbito
de lo plausible. Aún y así, sus continuas reediciones son
el mejor ejemplo de su valía, sobre todo como texto
introductorio para quienes deseen iniciarse en el estudio
del conocimiento de la historia de la evolución humana.
Si les gustó La especie elegida, este libro es la mejor
forma de continuar ahondando en estos temas.
Luis Javier Capote Pérez
Juan Luis Arsuaga (Archivo)
El collar del Neandertal es un libro altamente
recomendable, pese a que haya pasado
una década desde su primera edición. En
este tiempo algunas de las cuestiones que
el autor planteaba como hipotéticas han
recibido nuevas pruebas favorables, y lo
que parecía altamente improbable se halla
en el ámbito de lo plausible. Aún y así, sus
continuas reediciones son el mejor ejemplo
de su valía”.
Uno de los aspectos centrales del libro es la referencia
a aquellos elementos en los que, posiblemente, los
neandertales estaban más próximos a nosotros. En
concreto, el autor se esfuerza en aclarar lo que, en su
momento, se sabía en torno a la cultura de esta especie,
así como a la posibilidad de que estuvieran capacitados
para el habla. En el primer punto, se muestran ejemplos
de enterramiento que indican respeto hacia los muertos
del grupo. En el segundo, se apuntan posibilidades en
torno a cómo podrían haber desarrollado su propio
lenguaje fonético. En este apartado, el autor logra que
el lector se plantee la proximidad que tenemos respecto
de una especie con la que compartimos el 99,5% de los
genes y de la que nos separamos hace menos de medio
millón de años. La imagen del «hombre mono» queda
eclipsada parcialmente por el descubrimiento de unos
seres que no eran tan distintos como se podía creer en un
principio y, como reza la portada del libro, queda patente