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el 23 al 29 de junio se celebró en la ciudad
navarra de Estella-Lizarra un acto, el Foro
Espiritual Estella 2006
(www.foroespiritual.org)
en el que, con apoyo económico y auspicio de nume-
rosas entidades públicas, se vuelve a confundir el
rábano con las hojas, y a pretender hacer cierto aquel
adagio atribuído a diversos intelectuales —habitual-
mente a André Malraux, aunque posiblemente viene
del teólogo Karl Rahner— de que este siglo será
espiritual o no será.
Desde luego, si la espiritualidad es patente de corso
para el “todo vale”, el foro de Estella fue todo un
éxito. En la declaración de principios, los organizado-
res afirmaban: “Tras un tiempo de predominio mate-
rialista el ser humano vuelve a encarar cuestiones
impostergables, reafronta su condición trascendente.
Indagar, reflexionar, explorar juntos sobre nuestro
destino real, sobre la razón última de nuestra existen-
cia en la Tierra, sobre nuestros horizontes colectivos,
sobre nuestra vocación de eternidad… es el primer
objetivo del Foro. Estella-Lizarra es un alto en el
camino, un parón en medio del diario trajín que tan a
menudo elude las preguntas fundamentales.”
No sorprende este discurso, habitual en numerosas
manifestaciones de los últimos años (lo hace la pro-
pia Iglesia Católica), en el que se asume la existencia
de un periodo en los últimos decenios “de predomi-
nio materialista”. Cualquier análisis de la popularidad
de las diferentes confesiones religiosas, movimientos
sectarios de corte espiritual o el enorme mercado que
las diferentes alternativas “para la mente y el espíri-
tu”, nos permitiría concluir precisamente lo contrario,
que casi nunca el materialismo —como una toma de
posición a favor de una visión no espiritual de la rea-
lidad— ha estado tan oscurecido por los irracionlis-
mos más abusivos. Evidentemente, este discurso
parte de una asunción tácita de que el materialismo es
equiparable o responsable de la situación económico-
social, sin querer reconocer que el mundo en que
vivimos tiene más de herencia de “los de siempre”,
que además de enriquecerse han financiado los cre-
dos que consideraban adecuados.
UN FORO
MUY ESPIRITUAL
Y MUY
SUBVENCIONADO
Javier Armentia
(www.foroespiritual.org
)
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Discusiones filosóficas e ideológicas aparte, el Foro
Espiritual se componía de numerosos actos: talleres,
actividades públicas, mesas redondas, conferencias y
un sinfín del más variado repertorio espiritual que
uno puede encontrar actualmente en el mercado. Por
supuesto, los organizadores le daban un toque común.
“El Foro aspira a contribuir a encontrar pautas y líne-
as de interacción entre las diferentes tradiciones espi-
rituales y religiosas. Consideramos que este tipo de
eventos comienzan a ser una demanda social. El ciu-
dadano pide una mayor comprensión y vivencia de la
diversidad espiritual.” Organizado por la Fundación
Alalba
(“Fe, Diálogo y Encuentro”), asociación nava-
rra con sede en Zubielki (Navarra), el Foro contaba
con el apoyo del Ayuntamiento de Estella y de
AUDIR, Asociación Unesco para el Diálogo Interreli-
gioso UNESCO-CAT, que ya coorganizó el Parla-
mento de las Religiones
del 2004 en Barcelona, otra
actividad de promoción de la espiritualidad más acrí-
tica. Una de las cabezas más visibles de la organiza-
ción es Koldo Aldai, casi omnipresente en todos los
foros espirituales españoles, pero también conocido
periodista promotor de las más variadas terapias
alternativas, de un ecologismo un tanto holístico y
del habitual conglomerado que a menudo se ha deno-
minado “nueva era”. Colaborador de numerosos
medios, es uno de los más activos periodistas del
ramo de las pseudociencias (aunque sus intereses son
mucho más amplios). Un buen ejemplo del tipo de
pensamiento que choca frontalmente con cualquier
movimiento de corte racionalista o defensor del pen-
samiento crítico.
Los invitados de este foro constituían un granado
recorrido por todos los tipos de espiritualidad (auto-
proclamada espiritualidad, diríamos): desde religio-
sos católicos, algún profesor de Deusto, organizacio-
nes cristianas como el Foro Gogoa —que aúna en
Navarra un sector del catolicismo nacionalista vasco
de corte progresista—, o de movimientos como el de
la ciudad espiritual de Auroville (en Pondicherry,
India, creada en los pasados años sesenta por la Sri
Aurobindo Society
de Mira Alfasa, viuda del gurú Sri
Aurobindo Ashram, y que sigue siendo una de las
más famosas ciudades tecno-espirituales del último
siglo) al amplísimo conglomerado de asociaciones
que beben de los más variados conceptos espirituales
—habitualmente de la mano de sus respectivos
gurús— y prosperan en una Europa en la que todo lo
que tenga el marchamo del Oriente o de la espiritua-
lidad alternativa a las religiones “de libro” tiene éxito
comercial. Así, diversos tipos de budismo, hinduis-
mo, los más variados vedantas, se asociaron a movi-
mientos que también vienen de otras tradiciones espi-
rituales, como la siempre colorista fe Baha'i disiden-
te del islamismo y varias otras. A ello se unía, tam-
bién en la programación, la no menos amplia tradi-
ción de eco-espiritualismo, con gentes que venían de
movimientos ecologistas transformados a esa especie
de panteísmo de la madre tierra, aparte de la habitual
ración, imprescindible siempre, de representantes del
chamanismo y otros espiritualismos sudamericanos.
Un cóctel explosivo por la unión de todos los creyen-
tes del mundo. Y en el que, además, cabían persona-
jes y asociaciones bien sospechosas de querer algo
más que elevar el alma humana, digamos que por la
parte del bolsillo del cuerpo correspondiente. Así,
asociaciones como Ananda Marga (Senda de la Feli-
cidad Perfecta) o Brahma Kumaris (que tiene la Uni-
versidad Espiritual Universal —o Mundial, según las
fechas—) aparecen mentadas en más de un informe
sobre sectas (la primera de ellas llegó a ser ilegaliza-
da y expulsada de la India por el gobierno de Indira
Gandhi en 1975).
Una de las “estrellas” del Foro Espiritual fue el pam-
plonés Emilio Fiel (autollamado “Miyo” —de “mi
yo”—) que tiene ahora un montaje de ecochamanis-
mo en el que, como es habitual, todo parece valer por
aquello de alentar la llama espiritual. Comenzó Fiel
con un ashram en Lizaso (Navarra) donde budismo,
yoga y cualquier “técnica espiritual” tenían cabida, a
finales de los años setenta. Primero el grupo se llama-
ba Sadhana y tenía un fuerte carácter mesiánico en
torno al gurú Fiel. Los avatares le llevaron a fundar la
Comunidad del Arco Iris, recogiendo a desencanta-
dos de la militancia izquierdista que abrazaban la
espiritualidad oriental como alternativa. Esa
Un foro muy espiritual y muy subvencionado
Imagen del ritual de la clausura del Foro de Estella.
(www.foroespiritual.org
)
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Asociación Arco Iris vivió complejos procesos en
una época en que la política lo complicaba todo, des-
apareciendo y reapareciendo con diferentes nombres.
Posteriormente le volvemos a ver convertido de gurú
en chamán mezclando tradiciones orientales con
otras diversas espiritualidades... Como siempre, todo
vale.
A Fiel se le ha vinculado en diversos informes con
los movimientos sectarios, al igual que a otros
ponentes invitados por la organización del Foro
Espiritual. Así, Guillermo Elvira Vallejo, del Institu-
to Sathya Sai de Educación en Valores Humanos,
representa el movimiento originado por Sathya Sai
Baba, un indio que afirma ser la encarnación de Kris-
hna y que como gurú ha sido acusado de formar una
secta destructiva en la que el abuso sexual siempre
ha estado presente. El responsable de la Federación
de Asociaciones Racionalistas de la India
, Basava
Premanand siguió de cerca el movimiento de este
gurú concluyendo: “Sai Baba sólo es un capo de la
mafia, que tima a la gente y se enriquece”. Las dife-
rentes adscripciones del movimiento Sai han sido
denunciadas también dentro de los informes sobre
sectas de diversos países europeos, como Bélgica,
Alemania o Francia (se puede ampliar la informa-
ción en el artículo de L. Enrique Márquez “Sri Sath-
ya Sai Baba, ¿decadencia y caída de un imperio reli-
gioso?” El Escéptico, Págs. 42-47. Nº 10, Otoño-
Invierno 2000).
Lo mismo podemos decir de la presencia, encubierta
como suele pasar bajo el amparo de otros nombres,
de la llamada secta Moon o Iglesia de la Unifica-
ción.
Entre los ponentes se encuentra Armando
Lozano, director de la Federación Interreligiosa
para la Paz Mundial
, responsable también de los
“moonies” en España. La amplia trayectoria de este
movimiento religioso-sectario fundado por Sung
Myung Moon a mediados de los años cuarenta y en
el que hábilmente se mezcla una especie de discurso
relacionado con un cristianismo sincrético, con
toques de budismo y confucionismo, así como con
un anticomunismo feroz que le hizo muy popular en
los años setenta y ochenta, aparte de un conglomera-
do empresarial denunciado en numerosos países por
prácticas bastante oscuras. En España pasó por fases
de gran popularidad.
Sobre sectas y el encuentro de Estella
Debemos hacer notar que la calificación de “secta”
tiene dos componentes. En primer lugar, tenemos
una acepción más bien arbitraria o demográfica, y
que hace referencia a grupos no demasiado numero-
sos que se autoproclaman religiones o movimientos
religiosos o espirituales. ¿Quién o qué concede el
estatus de religión? ¿El tiempo, el número de fieles?
En segundo lugar, tenemos una acepción relacionada
con los efectos de despersonalización o “adicción” a
las mismas: en este sentido muchas adscripciones
consideradas religiones tienen también un claro
carácter sectario. No hay una frontera bien definida,
e incluso el término “secta destructiva” tiene bordes
muy difusos, marcados a menudo por la interpreta-
ción judicial de las actividades, principalmente eco-
nómicas, de estos grupos y, a veces, por cuestiones
relacionadas con el abuso de menores.
La respuesta ante el fenómeno sectario es diferente
incluso en países de la Unión Europea (UE), aunque
algunos informes como el realizado por el diputado
conservador Richard Cottrell para el Parlamento
Europeo en 1984 fueron considerados de referencia
para políticas de diversos países, al menos durante
unos años. Posteriormente este informe fue abando-
nado, siendo sustituido en la UE en 1999 por el Info-
me sobre Actividades Ilegales de sectas
dirigido por
Adrian Nastase, para el Consejo de Europa.
La cuestión, siempre peliaguda, estriba principal-
mente en cómo encajar los derechos a la libertad reli-
giosa dentro de las limitaciones a la actuación de
grupos que se autoproclaman religiosos. En cual-
quier caso, en este Foro Espiritual Estella 2006 había
Algunas páginas web se hicieron eco de la noticia
de “La Razón” (www.solidaridad.net)
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una amplia representación de ese difuso borde. ¿Ino-
centes, culpables, sospechosos? Evidentemente, para
los organizadores, estas cuestiones ni siquiera existí-
an. Será que el amparo de los dioses todo lo cubre.
Un foro desaforado
En cualquier caso, y durante los días de celebración
del foro, se podían ver en el Paseo de los Llanos,
cerca del centro de la ciudad del Ega, bailes, cánticos
e invocaciones en un altar de piedra que se instaló.
Las mesas redondas, conferencias y talleres comple-
taban un total de 200 actividades según los organiza-
dores. En el análisis de la Fundación Alalba se dice:
“Pecamos en el tamaño, en la dimensión del diseño
del Foro Espiritual Estella 2006 y pedimos reiteradas
disculpas a quienes, viniendo desde bien lejos, no se
sintieron debidamente atendidos. Probablemente
acertamos en el propio diseño. Programamos más
allá de nuestras posibilidades organizativas y econó-
micas, pero sentimos que atinamos con el formato de
encuentro vivencial.”
Según comentaban los organizadores del Foro Espi-
ritual Estella 2006, ni siquiera con la generosa apor-
tación de tanta entidad pública se ha conseguido cua-
drar el presupuesto. El sarao consiguió un déficit de
20.000 euros que ahora intentan corregir con aporta-
ciones de los amantes de la causa espiritual. Les
honra, eso sí, que en su propia web hayan colocado
un informe de gastos e ingresos. En él podemos
conocer que el Ayuntamiento de Estella aportaba
18.000 euros, y la asociación Teder (Centro de Des-
arrollo Rural de Tierra Estella, entidad de la Manco-
munidad de Montejurra, sindicatos y del consorcio
turístico para la promoción económica de la comar-
ca) a través de un proyecto Leader Plus en el que
aportan fondos la Unión Europea, el gobierno espa-
ñol, el Gobierno de Navarra y las administraciones
locales, por una cantidad de 25.257 euros. Caja Eus-
kadi aportaba 450 euros adicionales. Los ingresos
por entradas fueron de 13.400 euros solamente (la
cuota de inscripción para la semana entera era de 50
euros), lo que origina ese déficit frente a unos gastos
totales de algo más de 77.000 euros.
Tras el cierre del foro, la organización anunció su
déficit que ha sido parcialmente cubierto por des-
cuentos en los pagos y aportaciones de los seguido-
res: a día de hoy siguen debiendo 12.000 euros. Aun-
que no sean descabelladas las cantidades, lo cierto es
que siempre queda la pregunta de por qué las admi-
nistraciones públicas subvencionan este tipo de actos
con tanta alegría... ¿El Foro Espiritual es realmente
un acto de promoción de la ciudad de Estella-Lizarra
o del entorno rural de la comarca en que se realizó?
Una pregunta que los ciudadanos siempre deberían
hacer a sus gobernantes: los criterios de estas sub-
venciones.
El único medio de comunicación que ha hecho men-
ción al tema económico ha sido La Razón. El 3 de
julio de 2006 este periódico titulaba “La UE financia
un foro de sectas en Navarra” (escrito por Sara Mar-
tín), donde se hacía mención a la adscripción de
algunos ponentes a movimientos sectarios como los
Moon o Sathya Sai (los seguidores de Sai Baba). No
podemos, eso sí, dejar de hacer notar que tratándose
de un periódico de adscripción católica tan funda-
mentalista como La Razón las críticas tienen un
sesgo evidente.
En cualquier caso, el cuestionamiento se mantiene:
¿por qué las administraciones públicas emplean el
dinero de todos los ciudadanos en este tipo de actos?
Desde ARP-Sociedad para el Avance del Pensamien-
to Crítico
se ha denunciado siempre este tema, en lo
tocante a actos proselitistas de todo tipo, especial-
mente cuando se apoya en ellos las pseudociencias o
los sectarismos. Es triste constatar que, en el fondo,
todos esos danzantes que pretendían recoger energí-
as místicas de la milenaria ciudad del Camino de
Santiago, estaban dilapidando una vez más fondos
públicos que deberían emplearse con criterios algo
más razonados —y razonables—.
El Foro Espiritual Estella 2006 ha pasado y los tres-
cientos asistentes han dejado la ciudad. Queda el
altar y un árbol plantado que los organizadores que-
rían como símbolo de un movimiento interreligioso
por la paz mundial, el habitual y autocomplaciente
regodeo de quienes lo organizaron y la constatación
de que las entidades públicas siguen dando su apoyo
institucional y económico a casi cualquier cosa.
Por su parte, el creciente movimiento de espirituali-
dad, las “redes de luz” y demás misticismos que
desde la nueva era al orientalismo, pasando por casi
cualquier manifestación que abandere lo irracional,
siguen gozando de buena salud y de las más altas
prebendas. Y las escasísimas críticas que encontra-
mos, vienen precisamente de los sectores que en este
país han tenido un casi total monopolio del “sector
espiritual”. Algo que precisaría una reflexión más
profunda que la que permiten estas líneas.
Un foro muy espiritual y muy subvencionado