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el escéptico
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T
engo muy pocas dudas de que las células madre
van a jugar un papel muy importante en la medi-
cina del futuro. Dichas terapias en algunos casos
paliarán los síntomas de una enfermedad, en otros casos
detendrán su progreso y en otros serán capaces de curar-
la totalmente.
Pero les ruego que tengan en cuenta el tiempo en el que
estoy hablando: en el futuro. Pienso que el plazo para
obtener resultados realmente sorprendentes está en un
intervalo temporal comprendido entre los doce y los
veinte años. No estoy hablando de un futuro remoto, de
ciencia-ficción, sino de algo relativamente próximo.
Pero, en cualquier caso, del futuro.
Lo malo de crear expectativas en medicina es que
cuando uno sufre una enfermedad grave, sobre todo
si es mortal o degenerativa, es capaz de hacer cual-
quier cosa por tratar de salvarse. Y siempre que
alguien anhela algo, hay desaprensivos que tratan de
sacar provecho de ello, con verdades a medias, con
mentiras o con auténticos fraudes.
La salud es algo de lo que más anhelamos y en conse-
cuencia es un campo abonado a los aprovechados de
todo tipo.
Sobre las células madre hay una enorme expectativa, y tal
como he dicho al principio, creo que los resultados serán
espectaculares... en el futuro. Pero en este momento ya
hay desaprensivos que están abusando de la confianza de
los enfermos para sacarles dinero.
El día 28 de agosto de 2006 en la Web de la BBC daban la
voz de alarma, en un artículo titulado: Cuidado con las
curas “milagrosas”
1
, y se decían cosas como las siguientes:
— Según un grupo de expertos y científicos británicos, las
terapias de células madre ofrecen muchas esperanzas a los
enfermos.
— Pero clínicas en varios países del mundo están ofre-
ciendo terapias contra enfermedades degenerativas como
la esclerosis múltiple y Parkinson sin tener fundamento
científico.
— El grupo médico que reúne a los principales expertos
en investigación de células madre del Reino Unido hace
estas afirmaciones en una carta abierta publicada en el
periódico The Times.
Señalan que algunos pacientes han viajado al extran-
jero y pagado hasta 18.000 dólares estadounidenses para
obtener tratamientos médicos no disponibles en el Reino
Unido.
El problema, denunciado en el Reino Unido, se está
dando en todo el mundo, como alertaba en dicho mismo
artículo el doctor José López Barneo, profesor investiga-
dor del Departamento de Fisiología Celular de la Univer-
sidad de Sevilla: “Tengo pacientes que han recibido infor-
mación sobre supuestos tratamientos que se hacen en diver-
sos países, como Corea o China, para enfermedades como
Parkinson o esclerosis lateral amiotrófica, basados en célu-
las madre (...). Pero estos tratamientos no han sido proba-
dos y pueden ser muy peligrosos, afirma el investigador”.
Por mi parte quisiera señalar que los ensayos clínicos no
son un capricho; son absolutamente imprescindibles. En
todas las nuevas terapias hay que estudiar muy a fondo
los posibles efectos secundarios: infecciones, rechazo
por parte del sistema inmunológico, reacción alérgica, o
cáncer,...
malas alternativas
UN ENGAÑO
CON CÉLULAS MADRE
Félix Ares
Señala la Web de la BBC que algunos
pacientes el Reino Unido han viajado al
extranjero y pagado hasta 18.000 dóla-
res para obtener tratamientos médicos
no disponibles en el Reino Unido.
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En el caso de las células madre quiero detenerme un
momento en el peligro de cáncer. Todos sabemos que
éste se produce por un crecimiento incontrolado de célu-
las. Muchos de los tratamientos con células madre exi-
gen alterar sus patrones de crecimiento. Un error y en vez
de una cura obtenemos un cáncer.
Muchas de las enfermedades neurodegenerativas se
curarán mediante células madre que produzcan nuevas
neuronas; pero les ruego que piensen por un momento en
el hecho de que hay que crear un cierto número de neu-
ronas; unas pocas más o unas pocas menos no tendrá
consecuencias graves; pero si empiezan a crearse (repro-
ducirse) incontroladamente lo que habremos conseguido
es un cáncer. Por lo tanto, no se trata sólo de inducir a las
células madre a producir neuronas, hay que tener los
mecanismos para que dejen de hacerlo. Hay que inducir
la producción de neuronas pero las justas, ni muchas, ni
pocas. Estaremos en el filo de la navaja. Y habrá que ver
qué ocurre a largo plazo. Por eso son imprescindibles las
pruebas clínicas, que, lamentablemente, llevan su tiem-
po. Para el que tiene la enfermedad es muy duro esperar,
pero no nos queda más remedio que hacer las cosas dedi-
cando a cada fase los tiempos adecuados.
Estoy convencido que llegaremos a tener un control per-
fecto, pero tal vez—esperemos que no sea así—esté muy
lejos en el tiempo, y en las próximas décadas debamos
conformarnos con ciertos márgenes de error. Los pacien-
tes tendrán que elegir sabiendo cosas similares a ésta:
“aplicando esta terapia, la posibilidad de curarse es del
90%, de que no ocurra nada (ni mejora ni empeoramien-
to) un 5%, un 3% de que se produzca un rechazo y un
empeoramiento leve, y hay un 2% de que se produzca un
cáncer mortal”.
Otro ejemplo puede ser el de la diabetes. Todos estamos
convencidos de que las células madre van a solucionar el
problema; pero debemos ser conscientes de lo complejo
que es. En primer lugar hay que lograr células que pro-
duzcan insulina; pero, además, hay que conseguir que se
renueven cuando mueran y un mecanismo de control que
pare la producción de insulina cuando ya no sea necesa-
ria. No se trata tan sólo se hacer que las células pro-
duzcan insulina; hay que lograr todo un sistema de
regulación tremendamente complejo, que debe fun-
cionar milimétricamente.
En todas las terapias, adelantarse y no pasar por todas las
fases que exige la buena praxis médica, es poco ético;
pero en este caso todavía lo es más. Ha habido conflictos
“morales”, ha habido rechazos por parte de un grupo de
la sociedad, ha habido engaños (Hwang Woo-suk)... Un
fracaso que produjera la muerte de algunos pacientes
podría echar por tierra el trabajo de muchos investigado-
res y las esperanzas de muchos enfermos. Así que no me
queda más remedio que recomendar paciencia.
En una entrevista realizada a López Barneo por la agen-
cia Europa Press, el 8 de octubre de 2006, nos decía:
“Soy muy cauto y en mi trabajo siempre voy de las ratas
al mono y de éste, al paciente, esa es mi experiencia... en
Medicina, hay que incentivar a la población, pero tam-
bién hay que ser muy cauto, ya que en el caso concreto
de la investigación biomédica, se juega con las esperan-
zas de los pacientes y creo que el obtener éxito con en
la terapia celular utilizando células madre es muy
incierto; ya veremos”... “Igual hay suerte y se aplica
en poco tiempo, pero puede ser que haya mala suerte
y se tarden décadas.”
Quiero acabar con la frase que dijo López Barneo en la
entrevista de Europa Press que estoy citando: “Mi conse-
jo a cualquier paciente que reciba noticias de estas tera-
pias ‘milagrosas’ es que de inmediato lo consulte con su
médico para que obtengan información precisa sobre
ellas”. Añadiendo de mi cosecha que hoy por hoy, si
alguien le ofrece una terapia con células madre en países
exóticos, y que cuesta un riñón, no le quepa la menor
duda de que se trata de un timo.
NOTA:
1. El artículo de la BBC está en: http://news.bbc.co.uk/hi/spa-
nish/science/newsid_5294000/5294980.st
Un engaño con células madre
Según López Barneo: “Mi consejo a cualquier
paciente que reciba noticias de estas terapias
‘milagrosas’ es que de inmediato lo consulte
con su médico para que obtengan informa-
ción precisa sobre ellas”.
“Ninguno de estos grupos, que afirman
llevar a cabo estos tratamientos, han
hecho publicaciones contrastadas en
revistas de calidad ni han hecho estu-
dios pilotos con pacientes” (Dr. José
López Barneo, Universidad de Sevilla)