background image
te de la Fundación Pía. “Ellos creen que están salvando al
mundo, pero sólo les utilizan como fuente de financiación
y mano de obra gratuita. Son ellos los que cuidan a los
ancianos en las residencias que tienen. Les tratan como a
esclavos”, afirmaba Bueno a El País el pasado 7 de julio.
Ellos esperan conseguir más casos y demostrar en los juz-
gados estas prácticas.
Mientras tanto, ante el freno de las apariciones, siguen los
fieles cantando al amor de los amores.
J.A.
ASTROLÓGICO
PLANETA ENANO
El pasado 24 de agosto, la XXVI Asamblea General de la
Unión Astronómica Internacional aprobaba mayoritaria-
mente una nueva definición de planeta en la que Plutón,
descubierto en 1930, dejaba el grupo. Evidentemente,
desde el punto de vista de los astrónomos, la nueva cate-
goría para cuerpos del sistema solar como Ceres, Plutón, o
el más reciente Eris, nombre definitivo de 2003 UB313,
planeta enano, no supone ni degradar a estos cuerpos ni
que pierdan en modo alguno el interés que tienen para los
expertos. Pero el debate suscitado en los medios de comu-
nicación (especialmente cuando se dio a conocer una
semana antes de la decisión final que un comité de exper-
tos proponía no disminuir el número de planetas, sino
aumentarlo a doce) muestra una vez más la necesidad de
una buena cultura científica.
Por otro lado, y dejando aparte que cada vez que se habla
de un tema astronómico un buen número de medios opta
por confundir a los astrónomos con los astrólogos, una de
las implicaciones de la nueva definición es que el planeta
Plutón, como tal, dejó de existir. Incorporado inmediata-
mente después de su descubrimiento en los años treinta a
los horóscopos, se convirtió en uno de los rectores del
signo de Escorpio, como señor de las tinieblas que era en
la mitología grecorromana. Algo realmente curioso, por-
que el nombre de Plutón —y con él la asociación a sus
“poderes” míticos— nació de la sugerencia de una niña de
10 años, Venetia Burney (posteriormente Phair), sobrina-
nieta del director del Observatorio de Greenwich (Reino
Unido), que fue finalmente aceptada por la Unión Astro-
nómica Internacional. ¿Qué influjos nada plutonianos
habría tenido este astro en los horóscopos de haber recibi-
do otro nombre?
Además, era una muestra más de la inconsistencia de los
astrólogos: antes de que Clyde Tombaugh lo encontrara en
el cielo, tras una búsqueda que en el Observatorio Lowell
de Flagstaff (Arizona, EEUU) había comenzado treinta
años antes, nunca ningún astrólogo había detectado la
ausencia de un cuerpo tan importante en los horóscopos
(claro es que, la verdad sea dicha, anteriormente tampoco
habían detectado la de los gigantescos Urano y Neptuno,
por lo que no era un error nuevo). Sin embargo, todo el
mundo astrológico comenzó a usarlo, y a explicar cual-
quier cosa (como hace habitualmente la astrología) a partir
el escéptico
9
Coordinación:
Javier Armentia
Pradonuevo en julio de 1990: fieles ante el fresno de la
aparición mariana. (Foto: J.A. - Archivo ARP-SAPC)
Los ocho planetas en fila, junto al Sol. No en escala de distan-
cias, aunque sus tamaños relativos sí. Nos quedamos sin Plu-
tón. (Foto: UAI. - Archivo ARP-SAPC)
background image
de los aspectos de Plutón con los otros planetas. El descu-
brimiento de Caronte, una luna casi la mitad de tamaño de
este planeta tampoco afectó a los astrólogos.
En los últimos años, sin embargo, nuevos objetos trans-
neptunianos se han ido incorporando a la lista de poblado-
res de esas regiones más exteriores del Sistema Solar, y
alguno de ellos, como Quaoar, Sedna o Eris (nombre defi-
nitivo del 2003 UB313, que fue decidido unas semanas
después del fin de la Asamblea de la UAI), resultan ser
comparables —incluso Eris es mayor—. Sin embargo, la
astrología parecía no tenerlos en cuenta... ¿Dejarán ahora
a Plutón de lado?
Obviamente, la astrología no pierde más prestigio con Plu-
tón como planeta enano. No podría hacerlo porque hace
siglos que lo perdió, con el nacimiento de la ciencia
moderna. Queda, sin embargo, el negocio. Y no cabe duda
de que los astrólogos se adaptarán inmediatamente a la
nueva situación. En el diario chileno El Mercurio, el astró-
logo Jaime Hales explicaba: “Los escorpiones son y segui-
rán siendo plutonianos. Eso quiere decir que tienen las
características de ese cuerpo. Son de procesos largos y
duraderos como su órbita, viven en la profundidad, en el
hielo que quema y con intensidad”.
Por supuesto, lo único que parece que le queda por saber
es cómo será el influjo astrológico que inventarán para
Eris, que era una antigua diosa griega de la discordia y si
sería diferente del influjo que hubiera tenido de haberse
continuado llamando Xena. En ese caso, ¿hubiera sido una
nueva rival para el planeta de la Guerra, pero luciendo
muslos y bikini?
J.A.
TELEVISIÓN BASURA:
EL ISTOCHNIKTIMO DE
CUATRO
Como ya denunció ARP – Sociedad para
el Avance del Pensamiento Crítico
públi-
camente en su “Manifiesto por la cultura
veraz” (que se recoge en este mismo
número de El Escéptico), y también ante
los responsables de la cadena de televi-
sión donde se emite, el programa “Cuar-
to Milenio” (en Cuatro), de Iker Jiménez
es el ejemplo más evidente de una televi-
sión basura en la que las ficciones se pre-
sentan como verdades, en donde se viste
todo como periodismo de investigación o
de sucesos cuando no es más que mani-
pulación interesada. Y vale todo, como
se pudo ver en la emisión del domingo 11
de junio, cuando Iker Jiménez presentó
como cierta una historia realmente sorprendente: la de un
cosmonauta ruso, Ivan Istochnikov, que murió en el vuelo
de la Soyuz 2 y que literalmente desapareció porque las
autoridades soviéticas borraron todas las pruebas de su
existencia. Un colaborador de Jiménez, Gerardo Peláez,
presentaba una investigación realizada por un tal Arena y
Votación sobre la nueva definición de planeta en la XXCVI Asamblea General
de la Unión Astronómica Internacional en Praga. (Foto:IAU/Lars Holm Nielsen)
La exposición SPUTNIK en Pamplona. Entre las supuestas
pruebas del viaje de Istochnikov se incluía también la cápsula.
(Foto: TRYON - Planetario de Pamplona)
primer contacto
el escéptico
el escéptico
10