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CUADERNO DE BITÁCORA
el esc
é
ptico
Invierno 2002 y Primavera 2003
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Imaginen a una persona que se dedica a tratamientos de
cualquier tipo de enfermedad, bajo una disciplina que
llama con un nombre casi impronunciable con varias
palabras polisilábicas. Imaginen que este sujeto prac-
tica una especie de acupuntura, pero no sólo eso: un día
les suelta que, para su terapia, además de olvidarse de
cualquier tratamiento convencional que estuvieran
siguiendo, lo que tiene que hacer es extraerse toda la
dentadura, porque todos los males comienzan por la
boca. Una vez bien desdentado, le dice que le va a dar
un brebaje que es extracto “de embriones vivos de cere-
bro total y placenta”. Así, tal cual, pero pagando 600
euros por el tratamiento. ¿Seguirían sus consejos?
Imaginen por ejemplo que están sufriendo una escle-
rosis amiotrófica ya en fase terminal, desahuciados por
la medicina convencional y que han caído en las garras
de un tipo así. ¿De verdad seguirían sus consejos?
Una mujer lo hizo, porque este sujeto existe real-
mente. Lo hizo y murió. Lo hizo la familia de un niño
que tenía depresión, y al que este hombre, que tiene un
nombre y es Pere Ribalta, aconsejó que le extrajeran
cuatro dientes. A otros les mandaba sacar más.
Recientemente la sección tercera de la Audiencia de
Barcelona ha condenado a este criminal a quince años
de cárcel, y a una indemnización de más de 60.000
euros a cuatro pacientes (víctimas, deberíamos escribir
más acertadamente).
Pere Ribalta sigue curiosamente anunciándose en la
Red, con su Bio-Cibernética Quántica Holográmica de
la que afirma que: “En casos de Síndrome de Inmuno
Deficiencia Adquirida, el paciente puede conseguir un
notorio grado de mejoría psico-somática y, en conse-
cuencia, una buena confortabilidad de vida. También se
han obtenido resultados satisfactorios en el tratamien-
to de las alteraciones del comportamiento y en pacien-
tes afectados por problemas emocionales, en drogode-
pendencias, tabaquismo, Alzheimer, neumonías y
pulmonías, asma y alergias, hepatitis ‘A’, ‘B’ y ‘C’, cirro-
sis hepática, intoxicaciones alimenticias, cáncer de pul-
món y de todo el tracto gástrico, próstata y vejiga, en
algunos tipos de tumores cerebrales, en problemas
ginecológicos en general y en los del estado de gesta-
ción —la BCQH es una gran aliada para ambos pacien-
tes—, en casos de hemorroides y en las hemicráneas o
jaquecas, hidrocefalia, lumbalgias y ciáticas, glomeru-
lonefritis, cólico nefrítico, pancreatitis, herpes Zoster,
en pacientes con esclerosis múltiple en placas que se
les manifiesta en forma de brotes, no afectados por tem-
blores, colitis ulcerosa, en algunos casos de leucemia
infantil, artritis, artrosis, etc.”.
Obviamente su taimada terapia estaba enfocada a
conseguir gente desesperada, desahuciada, con enfer-
medades incurables, y vistiendo todo de medicina tra-
dicional china, metiendo por un lado el Tao y por otro
las energías “quánticas”, todo funcionaba a las mara-
villas. Su negocio, por supuesto. Ahora la sentencia afir-
ma que se aprovechaba de personas en “unas circuns-
tancias especiales, forzándolos a gastos inútiles, al
tiempo que les creaba unas infundadas expectativas de
curación de sus graves dolencias”. También comenta la
juez cómo Ribalta daba “esperanza de curación a per-
sonas que sabían que tenían una enfermedad terminal
o bien estaban sufriendo un calvario de continuas visi-
tas a distintos centros hospitalarios, sin que ningún
especialista médico fuese capaz de averiguar y diag-
nosticar la enfermedad que los estaba consumiendo,
que los hacía sufrir, que los tenía desesperados, que los
hacía proclives a creerse cualquier explicación míni-
mamente coherente que les aportase alguna esperanza
de curación” (Nota: las citas judiciales son de la noticia
EL
ACUPUNTOR
ABDUCIDO
ARCHIVO
Página web, aún en activo,
que anuncia la
Bio-Cibernética Quántica Holográmica.
La sentencia del caso de Pere Ribalta
afirma que se aprovechaba de
personas en “unas circunstancias
especiales, forzándolos a gastos
inútiles, al tiempo que les creaba unas
infundadas expectativas de curación
de sus graves dolencias”
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que la agencia EFE difundió el 21 de enero de 2003).
La sentencia es de enero de 2003, pero Ribalta lle-
vaba haciendo este mismo tipo de barbaridades desde
finales de los años ochenta, habiendo registrado el nom-
bre tan esdrújulo de su terapia y montado su chiringui-
to en Sabadell. Ya llevaba diez años de acupuntor para
entonces, pero vistió de nuevas tecnologías aquellas
antiguas (e igualmente inútiles) medicinas tradicionales
chinas para asegurarse un negocio mucho más impor-
tante. No sólo eso, vistió todo el montaje de experiencia
infundida en él por continuas visitas y abducciones de
extraterrestres. Curiosamente, en el juicio fue precisa-
mente preguntado por ese tema, y él se negó a declarar
sobre el asunto, además de hacer que sus letrados pro-
testaran, inútilmente, por la pregunta de la fiscal.
Conocí a Ribalta en febrero de 1990, en el III
Simposio Nacional de Ufología de Madrid, que tenía por
título El misterio se va desvelando. Escribí de esa feria
de fantoches y alucinados en La Alternativa Racional
(nº 19, diciembre 1990). Contaba en aquella época:
“Parecía increíble aumentar la densidad de desfacha-
tez en las charlas, pero Pere Ribalta lo logró, con su
caótica exposición ‘Trascendencia al universo inmate-
rial’. Se supone que su charla era una ‘experiencia per-
sonal’ pero realmente consistió en un cúmulo de nece-
dades increíble. La verdad es que me siento incapaz de
resumir algo coherente de todo ello.
Este señor, desde 1950, tiene experiencias de con-
tacto, y a través de lo que en ellas se le ha revelado ha
elaborado lo que denomina bio-cibernética quántica ho-
lográmica
. Bajo este estúpido nombre lo que se oculta
no es sino un compendio de enseñanzas orientalistas pero
con mucho ET de por medio. Para hacernos una idea,
imaginemos el TODO u holograma absoluto, un ser au-
tocontenido y autorregulado, es la materia y la inmate-
ria. La inmateria o NADA es real y la materia, el Universo
que conocemos, es una concreción, un excremento de la
nada. Cada cosmos no es único y cuando se ponen en con-
tacto dos de ellos se puede pasar de uno a otro: los ov-
nis. Parece que según Ribalta en cada Universo sólo hay
una raza inteligente. Resulta que el holograma absolu-
to crece y que se encuentra en todo lo material y lo in-
material. Cada uno de nosotros tiene un núcleo de ese
Todo precisamente en el cerebelo, y este núcleo entra en
resonancia con todos los demás núcleos y con el Todo...
¿Me siguen? No, si yo también me siento perdido.
Resulta que nuestro cosmos evoluciona de manera
que el caos crece, y llegará un momento en que nues-
tra estructura orgánica y la biosfera no lo soportarán.
Esta situación estimulará un portal que permitirá la
salida de la debacle a los que estudian y pagan los cur-
sos y conferencias de Pere Ribalta, perdón, quiero decir
a los que están enterados de la bio-cibernética ésta y
pueden hacer resonar adecuadamente sus núcleos del
holograma. Tras el portal se llegará a un mundo mejor.
Porque hay tres tipos de seres: los más inferiores que
como nosotros necesitan de las máquinas; los trascen-
didos que no usan más que energía psíquica; y final-
mente los seres suprainteligentes, que no son realmen-
te individuos sino algo así como la semilla de la vida.
La audiencia estaba entusiasmada, a pesar de que el
Sr. Ribalta no es un dechado de oratoria, y de hecho se
le pidió que ampliara sus explicaciones. Precisamente
el día 9 de Abril me llegó una carta de Procultur [los
organizadores del congreso] comunicando que el 21 de
Abril y por la módica cantidad de 1.000 pesetas se
podía asistir a una nueva charla de este personaje, post-
graduado en Medicina Tradicional china y diplomado
en Acupuntura y Energética de las Estructuras Vivas,
que cobra 160.000 por conferencia...”
Desde entonces su negocio no ha hecho sino pros-
perar. Apareciendo en ese tipo de congresos pseudo-
científicos con bastante asiduidad, fue bien querido y
promocionado desde la prensa usual, esa que sin duda
ahora se apartará de él y lo considerará un farsante
(pero no pondrá como exclusiva mundial en su portada,
que todavía siguen sacando dinero de otros granujas a
los que todavía un juez no les ha metido mano).
La cuestión que me planteo es por qué si este indi-
viduo llevaba haciendo barbaridades como las que se
relataron en el juicio desde hacía más de diez años, no
ha sido hasta ahora cuando se le ha castigado. ¿Dónde
estaban los colegios médicos, dónde las asociaciones de
consumidores, dónde la propia administración que, de
oficio, debería perseguir estas prácticas ilegales y ase-
sinas? ¿Dónde estábamos, y léase como autocrítica, los
escépticos?
No hay pseudociencia inocua, y el entramado que se
establece entre misticismos, platillos volantes, poderes
paranormales, pseudomedicinas y todas esas cosas que
a veces se denominan “ciencias ocultas” es realmente
peligroso: mucha gente cree en todo o en parte, y fácil-
mente puede acabar en la consulta de un quántico-holo-
gramático de esos que le recomiende quitarse los dien-
tes, gastarse su dinero y, además, morirse engañado.
é.
Javier Armentia
Invierno 2002 y Primavera 2003
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Tras diez años de prácticas de Ribalta ¿Dónde
estaban los colegios médicos, las asociaciones
de consumidores, dónde la administración
que debería perseguir estas prácticas ilegales
y asesinas? ¿Dónde estábamos los escépticos?