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FALLECIÓ
STEPHEN JAY
GOULD,
FUNDADOR DEL
MOVIMIENTO
ESCÉPTICO
El 14 de mayo salía a la venta en Estados Unidos el li-
bro de Stephen Jay Gould I have Landed: The End of a
Beginning in Natural History
, décimo y último de la se-
rie basada en los ensayos que mensualmente publica-
ba en la revista Natural History. Seis días después fa-
llecía de un cáncer que arrastraba desde hace muchos
años.
Numerosos medios se han hecho eco de su muerte y
han rememorado sus obras de divulgación sobre la vida
y su evolución, que han tenido gran aceptación entre los
lectores de habla castellana: ‘Brontosaurus’ y la nalga
del ministro
, El pulgar del panda, Dientes de gallina y
dedos de caballo
, La vida maravillosa, Las piedras fa-
laces de Marrakech
, La sonrisa del flamenco, Ocho cer-
ditos
, Un dinosaurio en el pajar, etc.
Algunos medios han mencionado que fue el autor de
la teoría de los “equilibrios interrumpidos”
1
, en la que
defiende que la velocidad de la evolución no ha sido
uniforme en el tiempo, sino que ha procedido “a saltos”;
ha habido épocas de quietud, con aparición de pocas
especies nuevas, y épocas de cambio vertiginoso.
Varias de esas personas que creen en la Biblia como
relato absolutamente fidedigno —y que llamamos crea-
cionistas—, a veces han usado su nombre como cientí-
fico de la Universidad de Harvard que no creía en el
darwinismo, ni en la evolución y que, por tanto, apoya-
ba sus tesis. Obviamente no es así. Gould claro que es-
taba convencido de que las especies evolucionan y que
todas las actuales proceden de otras más antiguas. Con
lo que no está de acuerdo es con la idea de Darwin de
que el cambio era gradual. Siempre a la misma veloci-
dad. Pero no ser “gradualista” no significa que no creía
en la evolución.
Pocos han mencionado que también es el autor de
Milenio, una preciosa obra sobre la fecha de origen del
siglo XXI. Una obra desmitificadora y escéptica res-
pecto a los gurús que dogmatizan sobre una u otra fe-
cha. ¿Se acuerda usted de las discusiones que hubo a
finales del año 1999?
Lo que he echado a faltar en los medios es señalar
que fue uno de los fundadores del movimiento “escép-
tico” mundial. Ocurrió hace algo más de veinticinco
años. Muchos intelectuales estaban hastiados de la can-
tidad de espacio que dedicaban los medios a temas
pseudocientíficos tales como los ovnis, la astrología, el
tarot o la parapsicología. Y sobre todo, estaban hartos
de que expresasen sus, muchas veces absurdas, opi-
niones sin una cortapisa; sin que nadie les dijera que
estaban equivocados o que había otras explicaciones
más racionales. Para subsanarlo se creó el CSICOP (Co-
mité para la Investigación Científica de los Supuestos
Fenómenos Paranormales). Uno de los socios fundado-
res fue Stephen Jay Gould, que colaboró activamente
bien escribiendo artículos para la revista de la asocia-
ción (The Skeptical Inquirer), bien dando conferencias,
bien incluyendo algún toque “escéptico” en sus muchos
escritos.
Poco tiempo después nació en España ARP-Socie-
dad para el Avance del Pensamiento Crítico, con los
mismos objetivos que el CSICOP y, aunque indepen-
diente, colaborando activamente con la asociación es-
tadounidense.
Para acabar sólo me resta decir que, como presi-
dente de ARP-SAPC y como asesor científico del CSI-
COP, siempre que le hemos pedido ayuda, Stephen Jay
Gould nos la ha prestado desinteresadamente.
Sin duda todavía tenía muchas cosas que decir; ello
hace más cruel, si cabe, su muerte prematura por cau-
sa de esa terrible enfermedad que es el cáncer.
Estamos convencidos de que venceremos a esa te-
rrible enfermedad y estamos convencidos de lo haremos
desde la racionalidad, desde el fomento del pensa-
miento crítico. Ese pensamiento que él ayudó a difun-
dir y a hacer universal.
¡Gracias Stephen!
é
Félix Ares De Blas, Presidente de ARP-SAPC
PRIMER CONTACTO
el esc
é
ptico
primavera 2002
6
NOTA
1. En 1972, Niles Eldredge y Stephen J. Gould pro-
pusieron la teoría conocida como del punctuated equi-
librium
, que habitualmente se ha traducido como
equilibrio puntuado, cuando lo correcto y más claro, tal
como señala Francisco Anguita en su Biografía de la
Tierra
(Aguilar 2002), es la expresión equilibrio inte-
rrumpido
. La misma implica dos cosas: por un lado,
que las especies apenas cambian de forma desde que
nacen hasta que se extinguen (siendo por ello recono-
cibles como tales) y que, por otro, las especies no sur-
gen por cúmulos de micromutaciones, sino de grandes
cambios en relativamente poco tiempo (N. del E.)
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