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(Primavera 2000)
el esc
é
ptico
11
H
H
abla pausada, reflexivamente y con la clari-
dad característica de aquéllos que dominan
un campo del conocimiento y están, al
mismo tiempo, preocupados por acercar su saber al
público. Catedrático de la Universidad de Califor-
nia y miembro del Comité de Asesores de Ciencia
y Tecnología de Bill
Clinton, Francisco
Ayala es una autoridad
mundial en las ciencias
biológicas. Salió de Es-
paña hace casi cuarenta
años con destino a Esta-
dos Unidos, donde ha
desarrollado su activi-
dad científica, pero
vuelve a nuestro país
frecuentemente para
impartir conferencias
de cara al público o par-
ticipar en congresos
científicos. Este madri-
leño de origen, nacio-
nalizado estadouni-
dense desde 1971, ha
presidido la Asociación
Americana para el
Avance de la Ciencia
(AAAS) y se ha con-
vertido en uno de los
principales abandera-
dos de la racionalidad
frente a las pretensiones fundamentalistas de im-
poner la enseñanza del creacionismo en las escue-
las norteamericanas.
1
¿
¿S
Saab
brreem
mo
oss aallggú
ún
n d
dííaa ccó
óm
mo
o ssu
urrggiió
ó llaa v
viid
daa een
n
l
laa T
Tiieerrrraa??
Probablemente, sí. No hay razón para creer
que sea un misterio irresoluble.
¿
¿Q
Qu
uéé ssaab
bee aah
ho
orraa llaa cciieen
ncciiaa sso
ob
brree eell o
orriiggeen
n d
dee
l
laa v
viid
daa??
Las teorías más prometedoras se basan en unas
moléculas que pueden funcionar como enzimas,
que pueden llevar a cabo las reacciones de la vida
y, al mismo tiempo, llevar información. Son un
tipo de moléculas que
se descubrió hace unos
diez años y que resuelve
el problema de qué era
antes, las moléculas que
hacen posible la heren-
cia
como el ADN y el
ARN
o las que hacen
posible los procesos vi-
tales
como las enzi-
mas
. Esto no quiere
decir que a la larga éstas
sean las moléculas ini-
ciales de la vida. Esta-
mos muy lejos de resol-
ver ese problema.
P
Peerro
o eessttáá ccllaarro
o q
qu
uee
d
dee aaq
qu
ueellllaass p
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meerraass
m
mo
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prro
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veen
niim
mo
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t
to
od
do
oss llo
oss sseerreess v
viiv
vo
oss
d
deell p
pllaan
neettaa..
Sí. Ésa es la idea.
La vida actual sobre la
Tierra desciende, segu-
ramente, de un solo ori-
gen. A lo mejor hubo
más de un origen de la vida; pero los otros modos
de vida se extinguieron. Todos los organismos vi-
vientes
desde los seres humanos hasta las plantas
y las bacterías
tenemos demasiadas cosas en co-
mún, lo que quiere decir que las hemos heredado
de un antepasado único que fue la forma inicial de
vida.
E
Essttaam
mo
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od
do
oss eem
mp
paarreen
nttaad
do
oss..
Exactamente.
¿
¿E
Ess p
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bllee q
qu
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miillllaa d
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viid
daa ttu
uv
viieerraa
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xttrraatteerrrreessttrree,, q
qu
uee lllleeggaarraa aa llaa T
Tiieerrrraa
d
deessd
dee eell eessp
paacciio
o??
Yo creo que no. En primer lugar, eso no solu-
ciona nada porque, si se dice que la vida viene de
“Uno de los problemas con la ignorancia de los métodos de la ciencia y de la
tecnología es que permite que los anuncios de la televisión o la radio y las
promesas de los políticos se acepten, aunque sean cosas contradictorias o
falsas”, indica el investigador de origen español
LUIS ALFONSO GÁMEZ
“El creacionismo es pura ignorancia”
1
Ese texto es un reflejo de una conversación del autor con Fran-
cisco J. Ayala que dio lugar a una entrevista que se publicó en
El Correo el pasado 2 de abril. El autor agradece a la dirección
del periódico bilbaíno el permiso para utilizar la grabación origi-
nal en toda su extensión –algo imposible en un diario por cues-
tiones de espacio– y autorizarle a publicarla en esta revista .
Francisco Ayala.
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12
el esc
é
ptico
(Primavera 2000)
otro sitio, hay que resolver el problema de dónde y
cómo se originó. Y, en segundo lugar, cualquiera
de estas moléculas iniciales o formas de vida ini-
ciales no hubiera sobrevivido a un viaje por el es-
pacio. Es imposible.
C
Co
op
péérrn
niicco
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no
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wiin
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C
Crreeaacciió
ón
n.. ¿¿L
Lo
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mo
oss aassu
um
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do
o??
Poco a poco. Darwin nos destronó como reyes
de la Creación, pero en cierto sentido lo seguimos
siendo. Demostró que so-
mos una especie más y,
además, advenediza, muy
reciente. Sin embargo,
por otro lado, somos una
especie que habla por te-
léfono, construye avio-
nes y edificios... Somos
la única que hace eso.
C
Caarrll S
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no
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miissm
mo
»..
Una manera muy elocuente de decirlo.
L
OS ANTIDARWINISTAS
Ú
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nttííffiicco
oss d
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wiin
niissttaass y
y n
no
o d
daarrw
wiin
niissttaass??
Entre los científicos serios, no se puede poner
en cuestión la evolución, como tampoco que la
Tierra gira alrededor del Sol. Las evidencias son
tan contundentes... Nada en biología tiene hoy
sentido si no es en el contexto de la evolución.
Respecto a las explicaciones sobre el procedi-
miento básico, no hay controversias; éstas se plan-
tean sobre detalles que frecuentemente son muy
triviales.
S
So
ob
brree m
maattiicceess..
Claro. Lo que pasa es que todos queremos
hacerlos muy importantes para darnos importan-
cia. Ahora, hay también, y sobre todo en Estados
Unidos, antievolucionistas, como hay anticientí-
ficos. Gente que quiere
interpretar la Biblia lite-
ralmente, lo que es en sí
mismo absurdo y una
ofensa a la Biblia, que no
trata de ser un libro cien-
tífico. Interpretarla lite-
ralmente en ese sentido
es autodestructivo para la Biblia, porque se con-
tradice a sí misma muchas veces.
V
Viiv
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mo
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od
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do
oss d
dee tteeccn
no
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n d
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ncciiaa.. ¿¿C
óm
mo
o ssee p
pu
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dee eex
xp
plliiccaarr eessee
c
co
on
nttrraasseen
nttiid
do
o??
La ignorancia, desgraciadamente, tiene pocos
límites... si es que tiene alguno. Y los prejuicios
también. Es fundamentalmente la ignorancia lo
que está en la raíz de todo eso.
A
Assíí q
qu
uee h
haarrííaa ffaallttaa h
haacceerr u
un
n m
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yo
orr h
hiin
nccaap
piiéé
e
en
n llaa eed
du
uccaacciió
ón
n cciieen
nttííffiiccaa..
Muchísimo. Hasta en la escuela, la educa-
ción científica es muy limitada y frecuentemente
s
“A lo mejor hubo más de un
origen de la vida en la Tierra;
pero los otros modos de vida
se extinguieron”
Comité de asesores de Bill Clinton.
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(Primavera 2000)
el esc
é
ptico
13
deficiente. Además, la ciencia avanza rápida-
mente. Alguien que haya acabado sus estudios a
los veintidós años tiene por delante cuarenta,
cincuenta o sesenta años más de vida en los que
las cosas cambiarán mucho. Ahí es donde los
medios de comunicación desempeñan un papel
fundamental.
¿
¿Y
Y n
no
o tteen
nd
drrííaa q
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dee m
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ud
d d
diiv
vu
ullggaad
do
orraa d
dee
l
lo
oss p
prro
op
piio
oss cciieen
nttííffiicco
oss??
Excepto algunas individualidades notables
que lo hacen muy bien y algunas entidades que
divulgan la ciencia en serio, la educación cien-
tífica del público es muy limitada en todo el
mundo.
–E
Ess cco
on
nsscciieen
nttee d
dee q
qu
uee,, p
paarraa m
mu
ucch
haa ggeen
nttee,,
t
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ón
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mo
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oss
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peecctto
oss d
dee llaa cciieen
ncciiaa,, p
paarreeccee cco
ossaa d
dee m
maaggiiaa..
Claro. Como también cuando se pulsa a un
interruptor en la televisión y aparece una ima-
gen de un sitio muy remoto. Lo que pasa es que
eso lo experimentamos a diario y lo aceptamos.
Pero, si queremos entenderlo y asimilarlo, al
público le parece muy difícil. Lo que ocurre es
que no piensa sobre ello, como tampoco sobre
la evolución. Y en los dos casos la educación es
la que juega el papel crítico para poder partici-
par en la vida social. Porque uno de los proble-
mas con la ignorancia de los métodos de la
ciencia y de la tecnología es que permite que los
anuncios de la televisión o la radio y las prome-
sas de los políticos se acepten, aunque sean co-
sas contradictorias o falsas.
H
Haa d
diicch
ho
o aan
ntteess q
qu
uee «
«sso
om
mo
oss u
un
naa eessp
peecciiee
m
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mu
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»..
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¿S
So
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mo
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naa ssiim
mp
pllee ccaassu
uaalliid
daad
d d
dee llaa eev
vo
ollu
u--
c
ciió
ón
n??
No, en el sentido literal de lo que casuali-
dad quiere decir. La evolución pasa por la inter-
acción entre dos procesos fundamentales: uno
aleatorio regido por el azar
que son las muta-
ciones
y otro determinista la selección natu-
ral
, que favorece aquellas mutaciones que son
útiles al organismo en el ambiente en que vive.
En ese sentido, no somos una casualidad, sino
un resultado de esos dos procesos. Ahora bien,
sí lo somos en el sentido de que, si rebobinára-
mos la cinta y pasáramos la película de la vida
otra vez, sería completamente distinta; no apa-
receríamos.
–U
Un
n d
du
urro
o ggo
ollp
pee p
paarraa n
nu
ueessttrro
o eeggo
o..
Sí. Lo que pasa es que nuestro ego no debe
basarse tanto en cómo llegamos o por qué esta-
mos aquí como en adónde vamos y cómo vamos
a utilizar nuestras capacidades para conseguir
un mundo mejor.
H
UMANIDAD E INTELIGENCIA
L
Laa ggeen
nééttiiccaa eessttáá llllaam
maad
daa aa d
deessv
veellaarr m
mu
u--
c
ch
haass d
dee llaass ccllaav
veess d
dee llaa eev
vo
ollu
ucciió
ón
n h
hu
um
maan
naa,, d
dee
n
nu
ueessttrro
o áárrb
bo
oll ggeen
neeaalló
óggiicco
o d
deessd
dee llo
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ussttrraallo
op
pii--
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teecco
oss h
haassttaa llo
oss n
neeaan
nd
deerrttaalleess,, ¿¿n
no
o??
La biología molecular es hoy en día el me-
dio más poderoso para reconstruir la historia de
la evolución. Pero eso se puede aplicar sólo a los
organismos vivientes o a aquéllos que hayan de-
jado moléculas que estén suficiente enteras.
Para reconstruir la historia más remota, hay que
recurrir a otros métodos como la paleontología.
¿
¿L
Laa h
hu
um
maan
niid
daad
d rreessiid
dee een
n llo
oss ggeen
neess??
Eso es muy biologicista. La humanidad, para
mí, reside mucho más en la literatura, las tradi-
ciones culturales y religiosas, las organizaciones
sociales y políticas... Lo que es evidente es que
la humanidad no puede existir sin los genes.
¿¿Y
Y llaa iin
ntteelliiggeen
ncciiaa d
ón
nd
dee eessttáá??,, ¿¿ccu
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nd
do
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paarreeccee een
n n
nu
ueessttrraa h
hiisstto
orriiaa??,, ¿¿p
po
orr q
qu
uéé??
El tipo de inteligencia que nosotros tene-
mos, con capacidad de anticipar el futuro, de
formar categorías generales, universales, y hacer
deducciones lógicas es única de los humanos.
¿Cuándo apareció? Seguramente, como todo, es
una materia de grado. Hay razones para creer
que los neandertales tenían capacidades intelec-
tuales muy semejantes a las nuestras. Si nos re-
montamos un millón de años atrás, a
Homo erec-
tus, seguro que también tendría cierta inteligen-
cia. No sabemos hasta qué punto se parecía a la
nuestra. Lo que sí sabemos es que, ya hace dos
s
“Entre los científicos serios, no
se puede poner en cuestión la
evolución, como tampoco que la
Tierra gira alrededor del Sol”
Grupo de colaboradores de F. Ayala en la Universidad de California.
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el esc
é
ptico
(Primavera 2000)
millones de años,
Homo habilis construía instru-
mentos y eso quiere decir que tenía capacidad
de anticipar el futuro, ya que uno hace un cu-
chillo, aunque sea de piedra, porque sabe que lo
va a usar para cortar.
¿
¿Q
Qu
uéé h
hu
ueecco
o llee q
qu
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daa aa llaa d
diiv
viin
niid
daad
d een
n
t
to
od
daa eessttaa h
hiisstto
orriiaa??
Ésa es una cuestión que depende de las con-
vicciones religiosas de cada persona. Por mi
parte, me parece que el hueco que le queda a la
divinidad es muy grande, le queda todo. Son
puntos de vista diferentes. Una analogía que
uno puede sacar a colación es la del desarrollo
del individuo. Hoy en día, todo el mundo edu-
cado acepta que un niño nace de una célula
única, un huevo fecundado en el seno de la ma-
dre por un espermatozoo, y que se divide en dos,
en cuatro… Una persona religiosa puede ver la
presencia de Dios en todo el desarrollo, en las
características particulares del individuo y en lo
que le va a pasar. Son dos perspectivas comple-
tamente distintas que no tienen por qué estar
en contraposición. Lo que está mal es tratar de
hacer de la religión ciencia o de la ciencia reli-
gión.
E
L CREACIONISMO
L
Lo
oss ffu
un
nd
daam
meen
nttaalliissttaass ccrriissttiiaan
no
oss h
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o llaa tteeo
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dee llaa eev
vo
ollu
ucciió
ón
n d
dee llaa eessccu
ueellaa een
n
K
Kaan
nssaass..
Bueno, no ha sido en todo el Estado, sino
en un distrito escolar, donde el consejo de pa-
dres de familia ha decidido que no es necesario
enseñar la evolución.
M
Mo
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do
o p
po
orr u
un
naa rreelliiggiio
ossiid
daad
d eex
xaacceerrb
baad
daa y
y
m
maall een
ntteen
nd
diid
daa..
Sobre todo, mal entendida. Si es exacer-
bada, no lo sé. Pretender que la Biblia es un li-
bro de introducción a la biología es absurdo y
un insulto a la Biblia, que nos trata de enseñar
verdades religiosas, no científicas. Con respecto
al saber científico, refleja lo que se conocía en
la época en la que se escribió, y ni siquiera de
manera consistente. Porque, si un lee los capí-
tulos primero y el segundo del
Génesis, se da
cuenta de que son completamente contradicto-
rios. En el primero, Dios crea los planetas, las
plantas, los animales y después al hombre y a la
mujer, a los dos al mismo tiempo; mientras que,
en el capítulo segundo, Dios primero crea al
hombre, luego a las plantas y los animales, y, al
final, se da cuenta de que el hombre está solo y
crea a la mujer. Esas dos narraciones no son ló-
gicamente consistente. Las dos nos enseñan la
misma verdad religiosa, que somos criaturas de
Dios, que toda la Humanidad desciende de un
origen común y que, por lo tanto, debemos ver-
nos como hermanos; pero querer ver ciencia en
eso es una blasfemia. Quienes lo hacen no son
religiosos, son blasfemos.
¿
¿Q
Qu
uéé p
paarrttee d
dee ccu
ullp
paa ttiieen
neen
n llo
oss cciieen
nttííffiicco
oss
r
reessp
peecctto
o aall ccaasso
o d
dee K
Kaan
nssaass??
En cierto sentido, tenemos mucha culpa.
Por otro lado, no. Depende de qué obligaciones
quiera atribuir uno a los científicos. El cientí-
fico en sí tiene que dedicarse a hacer ciencia,
pero algunos científicos
y tenemos muy pocos
de ésos
deberían ocuparse también de la divul-
gación.
P
Peerro
o,, y
y n
no
o llo
o d
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o p
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uee ssiieem
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nttee een
n eessttee tteerrrreen
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do
o
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co
om
mp
pllaacciieen
nttee cco
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n eell ccrreeaacciio
on
niissm
mo
o??
Aún hoy en día, la proporción de científi-
cos que se ocupa de estas cosas es mínima. En-
tre los biólogos evolucionistas, por ejemplo, ni
el 1% está activamente involucrado en tratar de
resolver estos problemas. Es así ahora y lo ha
sido siempre, porque los problemas públicos con
respecto a los creacionistas los tenemos en Es-
tados Unidos desde el siglo pasado, y lo triste es
que el panorama no parece ir mejorando. Lo
único que ha mejorado es que ahora los ataques
creacionistas se resuelven por vías judiciales. Al
final, el Tribunal Supremo siempre dice que no
se puede meter la religión en las clases de cien-
cia.
s
“Pretender que la Biblia es un
libro de introducción a la
biología es absurdo y un
insulto a la Biblia, que nos trata
de enseñar verdades religiosas,
no científicas”
Reunión del comité presidencial de ciencia y tecnología.
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(Primavera 2000)
el esc
é
ptico
15
H
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ucciio
on
niissm
mo
o y
y eell ccrreeaacciio
o--
n
niissm
mo
»..
Demuestra el no haber pensado sobre las cosas.
Cuando les preguntas a los políticos qué quieren de-
cir con creacionismo, si se refieren a la narrativa del
Génesis... llegas a la conclusión de que es efectiva-
mente lo que está implícito en ese tipo de afirma-
ciones. Transformar eso en ideas científicas es com-
pletamente irracional, como han destacado el Papa
y muchos teólogos.
¿¿C
óm
mo
o eex
xp
plliiccaa q
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uee eesstto
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ucceed
daa,,
p
po
orr eejjeem
mp
pllo
o,, een
n E
Essp
paañ
ñaa??
La ignorancia está muy extendida por todas
partes. Estados Unidos tiene una tradición funda-
mentalista y puritana. Los colonizadores america-
nos, que llegan de Inglaterra y de Holanda, eran
gente perseguida por razones religiosas porque eran
fundamentalistas. Esas tradiciones siguen en Esta-
dos Unidos. Allí, la religión se toma mucho más en
serio que en ningún otro país industrial. El 85% de
los estadounidenses se considera religioso y más del
60% va una vez al mes a un servicio religioso. En Es-
paña, acude a la Iglesia una vez al mes el 24% de la
población. La gente en Estados Unidos es muy reli-
giosa, y eso es bueno. Lo que no es bueno es que se
confundan las cosas. El creacionismo se basa en
pura ignorancia.
L
Laa iiggn
no
orraan
ncciiaa eessttáá d
deettrrááss d
dee tto
od
daass llaass p
psseeu
ud
do
o--
c
ciieen
ncciiaass,, ¿¿n
no
o??
Es que sin ignorancia no es posible mantener
esas posiciones o hacer afirmaciones como las de ese
candidato a la Presidencia: que se enseñen las dos
cosas. ¿Cuál es la otra cosa? La ciencia es la ciencia;
no hay otra alternativa. Él no se refiere a que se en-
señen los desacuerdos que existen entre los científi-
cos, sino que cree que hay una teoría científica dis-
tinta de la evolución que se llama creacionismo. Eso
no existe.
L
OS AVANCES DE LA BIOTECNOLOGÍA
S
Su
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po
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o q
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usstteed
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vo
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deen
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oss q
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paattrriim
mo
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niio
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dee llaa H
Hu
um
maan
niid
daad
d..
Nuestro comité ha estado envuelto en este
asunto de manera más o menos directa desde el prin-
cipio. Son cuestiones cuyos aspectos generales,
desde el punto de vista de la mayoría de los científi-
cos, están bastante claros. Cuando se entra ya en los
detalles es mucho más difícil. Que el genoma sea del
dominio público nos parece a todos natural. Los
consejeros de Clinton y el propio presidente estamos
de acuerdo en que el genoma no se debe patentar;
ahora bien, respecto a las terapias, los métodos de
análisis... la cuestión está mucho menos clara.
E
Essaa d
deecciissiió
ón
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uee m
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y b
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ón
n p
úb
blliiccaa m
mu
un
nd
diiaall..
Es que no sólo es una decisión políticamente
apropiada, sino también científicamente y humana-
mente. Curiosamente, impactó mucho en los valo-
res bursátiles de las industrias de biotecnología y no
entiendo por qué. Las posibilidades de crecimiento
de la industria biotecnológica no se ven afectadas
por esta declaración.
Q
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Efectivamente, porque pone a disposición de
todo el mundo los resultados de esa investigación bá-
sica.
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Desdichadamente. Como todas las cosas, como
la energía nuclear o las comunicaciones telefónicas,
se puede utilizar para bien y para mal. Los beneficios
posibles que se derivan de la biotecnología son enor-
mes; los abusos son también enormes. Lo que hay
que hacer es canalizar el desarrollo de la biotecnolo-
gía para sacar de ella beneficios para la Humanidad
y evitar los peligros. Muchos de los peligros que se
perciben en la calle son, además, completamente
imaginarios.
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Exactamente. No se clona el individuo, sino los
genes. ¿Quién sabe si, en el caso de que clonáramos
los genes de Eisntein, nos saldría un dictador en vez
de un genio científico? El individuo no son los ge-
nes. Es mucho más.
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Nos estamos ya beneficiando de ellos. La agri-
cultura y la ganadería son el resultado de una bio-
tecnología que se hacía por tanteo y muy lenta-
mente. Ahora, tenemos la posibilidad de hacerlo
mejor.
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Una terapia genética inmediata es la de la co-
rrección del enanismo. En
Las Meninas, a la derecha
s
“Muchos de los peligros que se
perciben en la calle respecto a
la biotecnología son
completamente imaginarios”
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16
el esc
é
ptico
(Primavera 2000)
hay dos enanos, uno de ellos acondroplásico y otro
liliputiense. A este último, el que tiene un pie so-
bre el perro, no le funcionaba el gen que controla
la hormona del crecimiento. Hoy, ese gen se ha
aislado, se introduce en bacterias, éstas sintetizan
la hormona y, después, se extrae y se aplica a un
niño que tenga ese defecto. No tiene por qué ha-
ber enanos liliputienses. Corregir el gen en sí
mismo –dentro del individuo– es hablar del futuro;
pero obtener los productos de genes, como la hor-
mona del crecimiento, y aplicárselos a individuos
es algo que ya se hace y, evidentemente, es benefi-
cioso. Claro que también se puede abusar. Imagí-
nese que se utiliza la hormona del crecimiento por
parte de padres que quieren que sus hijos sean ju-
gadores de baloncesto y quieren que ganen millo-
nes de dólares.
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Es una posibilidad abstracta. No creo que sea
una posibilidad real porque uno espera que los
avances democráticos imposibiliten que eso se
haga realidad.
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Es posible. A mí, me parece perfectamente ra-
zonable lo que propuso Clinton cuando se anunció
el nacimiento de Dolly, que haya una moratoria de
unos años en los que haya un diálogo social para
ver si podemos identificar casos en los que nos pa-
rezca razonable que se permita la clonación. A lo
mejor, se llega a la conclusión de que no hay razo-
nes que lo justifiquen; pero, a lo mejor, hay algu-
nos casos en los que puede ser justificable. Perso-
nalmente, creo que lo más probable va a ser lo pri-
mero. No encuentro ahora ningún caso en el que
la solución mejor de entre las disponibles sea la de
clonar un individuo completo. Pero el diálogo so-
cial puede llevarnos a otras conclusiones
s
“Tiene que haber un diálogo
social para ver si podemos
identificar casos en los que
nos parezca razonable que se
permita la clonación humana”
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el
esc
é
ptico
®
N
Nºº 11. La ‘Mars Global Surveyor’ le borra la cara a Marte; La
verdad oculta tras el código de la Biblia; La cruzada de
la sábana santa; Orce: ¿falta de rigor o fraude? (A
Ag
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o--
t
taad
do
o. Pendiente de reimpresión.)
N
Nºº 22. El arca de Noé de los seres extraordinarios; De Condon
a Sturrock: los ovnis se estrellan con la ciencia; Ascenso
de lo irracional; La Academia de Lagado; El misterio de
Rennes-le Château.
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Nºº 33. El relativismo cultural y otros relativismos; La paranoia
conspiracionista; ¡Busque a ET en su ordenador!; Po-
tenciar la razón; La necesidad de creer; Medicinas alter-
nativas y bioética; ¿Qué garantía nos da la ciencia?
N
Nºº 44. Feynman contra la superchería; Astrología en clase; 5
de mayo del 2000: el día del Juicio Final; Abusos infan-
tiles y recuerdos inducidos; La chica con rayos X en los
ojos.
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Nºº 55. Nostradamus volvió a fallar; Cajal y la ciencia (verdadera
y falsa); ‘Enigmas’ remata a Lorca; Dawkins sobre lo pa-
ranormal.
5
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