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el escéptico (Primavera 1999)
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Universidad de Oviedo David Al-
vargonzález y Gustavo Bueno,
ambos miembros de ARP.
Tras desgranar los motivos
que dieron lugar al nacimiento
de ARP, los fines que persigue la
asociación y los planteamientos
de la revista, los intervinientes
hicieron un llamamiento a la
participación activa y militante
ante el avance del pensamiento
irracional, una lacra finisecular
destructiva y peligrosa. Final-
mente, Gustavo Bueno planteó
unas reflexiones en torno al sig-
nificado de los términos racional,
crítica, tolerancia y escepticismo,
señalando su ambigüedad y la
necesidad de perfilar su conteni-
do significante, tal vez mediante
la práctica misma de la asocia-
ción y la revista.
El número y la calidad del pú-
blico asistente, así como su par-
ticipación tanto en el coloquio
del acto como en la animada
charla informal posterior, permi-
ten esperar un rápido y fructífe-
ro crecimiento del movimiento
escéptico en Asturias, una tierra
históricamente caracterizada no
por haber cedido a la seducción
de los endebles planteamientos
irracionales, sino por su com-
portamiento recio y combativo,
propio de gentes que, con los
pies en la tierra, han sabido y
saben extraer vida de sus mis-
mas entrañas.
JOSÉ MARÍA BELLO
550 divulgadores y
científicos abogan
en Granada por
poner freno a
la pseudociencia
“Es urgente incrementar la cul-
tura científica de la población.
La información científica es una
fecundísima semilla para el de-
sarrollo social, económico y polí-
tico de los pueblos. Como se ha
repetido a lo largo del congreso,
el conocimiento debe ser consi-
derado de enorme valor estraté-
gico. La complicidad entre los
científicos y el resto de los ciuda-
danos es una excepcional cele-
bración de la democracia. Pero
es que además esa nueva cultu-
ra contribuiría a frenar las su-
percherías disfrazadas de cien-
cia, aumentaría la capacidad crí-
tica de los ciudadanos, derriba-
ría miedos y supersticiones, ha-
ría a los seres humanos más li-
bres y más audaces. Los enemi-
gos a batir por la ciencia son los
mismos que los de la filosofía, el
arte o la literatura, esto es, la in-
cultura, el oscurantismo, la bar-
barie, la miseria, la explotación
humana”.
Lo anterior es el último párra-
fo de las conclusiones del I Con-
greso sobre Comunicación Social
de la Ciencia, que se celebró en
Granada del 25 al 27 de marzo y
contó con
más de 550
participantes
de quince paí-
ses. El éxito
de la convoca-
toria realizada
por el Parque
de las Cien-
cias, cuya di-
rección corre
a cargo de Er-
nesto Páramo,
se tradujo en
tres días in-
tensos de con-
vivencia entre
científicos, di-
vulgadores y
educadores.
Unas jorna-
das en las que
ARP - Socie-
dad para el
Avance del Pensamiento Crítico
estuvo representada por Félix
Ares, Javier Armentia, David Ga-
ladí, Ramón Núñez, Fernando
Savater, Manuel Toharia y Victo-
ria Toro, entre otros, sin olvidar
al propio Páramo.
Ya desde la sesión inaugural
quedó claro que una de las prin-
cipales preocupaciones de los
congregados en la ciudad de La
Alhambra es el auge de la irra-
cionalidad. Sentencias como la
de Savater advirtiendo que “la
lucha ahora es la cruzada contra
la ignorancia”; gran parte de la
conferencia del académico y es-
critor Antonio Muñoz Molina [ver
entrevista en este mismo núme-
ro]; las agudas intervenciones de
Toharia; y la magnífica recepción
dispensada por los asistentes al
número 3 de EL ESCÉPTICO y a
la ponencia conjunta de Armen-
tia, Toro y el autor de estas lí-
neas evidenciaron que la época
de la pasividad, de dejar hacer a
los embaucadores, lleva camino
de pasar a la historia.
Especialmente significativo
fue el hecho de que la participa-
ción oficial de ARP, concebida
inicialmente como un taller si-
multáneo a otro de Atapuerca,
fue reconvertida sobre la marcha
en una intervención plenaria,
dado que muchos asistentes ma-
nifestaron a la organización su
pesar por tener que elegir entre
un taller dedicado a la exposi-
ción de los hallazgos paleoantro-
pológicos de la sierra burgalesa y
otro centrado en los riesgos del
auge de la pseudociencia. El re-
sultado fue una sesión en la que
tuvimos el placer de compartir
estrado con Eduald Carbonell y
José María Bermúdez de Castro,
bajo la moderación de Melchor
Sainz-Pardo, director de El Ideal.
Pero tan importante como lo
que ocurrió en el salón de actos,
fueron las conversaciones infor-
males en los pasillos o durante
las salidas nocturnas por Gra-
nada. Merecen, asimismo, espe-
cial mención el trabajo de Javier
Medina y Javier Ruiz, que coor-
dinaban una organización que
se desvivió por ponernos todas
las facilidades para hacer nues-
tro trabajo y nos colmó de aten-
ciones, y el apoyo recibido de
Nieves Gordón y Fernando Jáu-
regui, amigos del Planetario de
Pamplona a los que ARP tiene
mucho que agradecer por su
siempre desinteresado respaldo.
L
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A
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G
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primer contacto
Cortesía del Parque de las Ciencias de Granada.
Fernando Savater, Ernesto Páramo y Antonio Fernandez
Rañada, en la sesión de apertura.