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ARP
La Alternativa Racional.

Boletín No. 21.

La Alternativa Racional

Organo informativo de la asociación Alternativa Racional a las Pseudociencias (ARP).

Depósito Legal: BI.11-1986.

Editores:
Félix Ares de Blas
Jesús Martínez Villaro

Composición:
Jesús Martínez Villaro

Impresión:
Imprenta KOPIAK
C/Máximo Aguirre, 23
48010 BILBAO

Precio de suscripción:
España y Portugal: 2000 Pta.
Resto del mundo: US $32.00

Dirección postal:
Apartado de Correos Nº 6112
48080 Bilbao

Nº Registro Estatal: 71.144

Presidente:
Félix Ares de Blas

Vicepresidentes:
Alvaro Fernández Fernández
Alberto Hidalgo Tuñón

Secretario:
Luis Miguel Ortega Gil

Vicesecratario:
Jesús Martínez Villaro

Tesorero:
Gabriel Naranjo Fernández

Vocales
Félix Rodrigo Mora
Víctor Sanz Larrínaga

Portada:
Antonio Vizcarra

Dibujos:
Aitor Fernández de Quincoces
Antonio Vizcarra
Félix Ares

La Alternativa Racional mantiene intercambio de contenidos con otras publicaciones escépticas de asociaciones reconocidas por el CSICOP. Fuera del margen arriba indicado, queda prohibida la reproducción total o parcial de contenidos sin previa autorización expresa de los editores o de los autores.

La Alternativa Racional no se identifica necesariamente con las opiniones de los artículos firmados, que pertenecen a la exclusiva responsabilidad de los autores.

Socios de Honor:
Gustavo Bueno
Mario Bunge
Paul Kurtz

Sumario:

Número 21 /Año VI
Junio de 1991

- Editorial p-2

- Psicoanálisis homeopáticos p-4

- Pirámides, Piramitos y Piramidiotas p-15

- Preguntas en busca de respuestas p-24

- Cosas p-24

- Respuestas: La Psoriasis y el milagro de los peces p-25

- El Porqué de los Porqués p-26

- Astrólogos, Mediums y otras especies. La superchería como ética práctica p-30

- Mintiendo sobre el test polígrafo p-33

- Humor p-37

- Investigando lo paranormal p-39

- Un plato de lentejas de hace 6.000 años p-39

- Desde el sillón escéptico recomendamos: p-40

- Correo del lector p-42

p-1

LAR, Mismo número de Páginas, 70% más de contenido.

Este ejemplar que tienes en tus manos es experimental. Hace mucho tiempo que veníamos luchando con la idea de aumentar el contenido de LAR, sin aumentar demasiado su costo. Sobre todo necesitábamos más espacio para poder admitir más colaboraciones de nuestros lectores. En el número anterior - que a la hora de cerrar la presente edición todavía no hemos visto impreso -, introdujimos la novedad de utilizar la cartulina de portada, de ese modo conseguíamos una hoja más sin costo ninguno, y otras dos sin aumentar el peso lo que tiene un costo importante con las nuevas tarifas de correos.
Tal como he dicho, queríamos aumentar el contenido sin disminuir la legilibilidad. Hicimos varias pruebas de disminuir el tamaño de letra, pero el resultado no llegó a satisfacernos. En esta ocasión hemos cambiado el tipo de letra, pero no su tamaño. En los números anteriores utilizábamos un tipo Courrier de l0 puntos, y ahora estamos utilizando Times Roman también de l0 puntos. A pesar de que el tamaño de la letra es igual, un párrafo ocupa mucho menos pues se utiliza espaciado proporcional. Para que veáis un ejemplo práctico a continuación voy a escribir un par de líneas, primero escritas en Courier y después en Times Roman.

Courier de 10 puntos
mmmmmmmmmm se han escrito 10 emes
iiiiiiiiii se han escrito 10 íes

Times Roman:
mmmmmmmmmm se han escrito 10 emes
iiiiiiiiii se han escrito 10 íes

Parece que este simple detalle no debería de influir demasiado en el espacio que ocupan los trabajos pero la experiencia nos ha mostrado que no es así; por ejemplo, el trabajo Psicoanálisis Homeopático de Luis Angulo y Mercedes Quintana, ocupaba con Courier diecisiete
paginas, con Times Roman ocupa solamente diez páginas.

Esta no es la única experiencia que hemos hecho. En algunos sitios en los que nos sobraban tres o cuatro líneas para poder acabar un artículo dentro de una página, hemos cambiado ligerísimamente el espaciado entre líneas. La mayor parte del texto está escrito a una densidad de 6 líneas por pulgada; pero en estos casos hemos
escrito a 6,1 líneas por pulgada. El efecto visual casi es imperceptible, pero nos ha permitido hacer que algunos artículos ocupen una página menos.

Hemos hecho una última experiencia; en algunos sitios hemos usado tres columnas en vez de dos, pensando en dos cosas, por un lado separábamos perfectamente un tema de otro; por otro lado queremos ver si el que la columna sea más estrecha aumenta o disminuye la legibilidad. Haremos una pequeña encuesta para saberlo. Incluso hemos pensado que una letra un poco más pequeña pero a tres columnas podría ser igual de legible que una más grande en dos columnas, pero su experimentación la haremos más adelante.

Para acabar, quisiera señalar que no todo son ventajas. Times Roman nos da mucha flexibilidad, pero también inconvenientes; por ejemplo, es muy difícil centrar un texto cuando los caracteres son proporcionales; y lo que es mucho más importante, la composición de la
revista en Courier nos costaba unas veinticinco horas. Esta vez, en Times Roman, nos ha costado ciento veinticinco, bien es verdad que no dominábamos el tema y que muchas horas son atribuibles al aprendizaje. De todos modos nos ha quedado muy claro que el tiempo de composición
aumenta muy considerablemente, por lo que no sabemos si seremos capaces de mantenerlo en próximos números. El tiempo lo dirá.
p-2

De momento sólo me queda añadir que esperamos vuestros trabajos. Ahora tenemos un 70% más de espacio para poder darles cabida.

El frío irracionalismo

He observado que es bastante habitual que en los medios de comunicación se hable del frío racionalismo, la fría ciencia, y frases
similares. La mayor parte de las veces he oído estas frases sin darles ninguna importancia, pero,de repente, hace unos días, me dio por pensar en ellos, ¿con esas frases quieren significar que el
irracionalismo es cálido? Al profundizar, la respuesta es evidente. El racionalismo no es ni frió ni cálido. En realidad la fiase no tiene mucho sentido. Pero al pensar en ciertos irracionalismos se me puso la carne de gallina y sentí frío. De repente me vinieron a la memoria ciertos " experimentos parapsicológicos ", en los que de algún modo había participado, llevados a cabo en las tumbas de los cementerios: invocación a los espíritus, intentos de grabar psicofonías, intentos
de fotografiar es epíritus con película infrarroja, etc. También recordé mis paseos por los cigarrales de Toledo, en compañía de un espiritista y de un alquimista, y nuestras conversaciones sobre
espíritus, el más allá, los nueve desconocidos, el gobierno secreto mundial, las sociedades secretas etc., y me entró frío. En Toledo. en invierno, hace mucho, mucho frío. Y si estás en un circulo esotérico, todo es negro. Negro y frío. Tanto en el cuerpo como en las ideas.

La habitación está a oscuras, el "director" nos está enseñando a relajarnos. Su voz es monótona. "Relaja los pies; primero los dedos; piensa en los dedos de los pies; relájalos; ya están relajados. Ahora sube por los tobillos, relájalos, piensa en ellos, relaja todos los músculos, todos; ya están relajados; ahora la pierna...". Me relajo. Siento frío. Salgo a la calle y sigo frío. Frío. Oscuridad y frío.

Son cerca de las doce de la noche. Estamos en Peñalba de Santiago, en el principio del Valle del Silencio, lugar sagrado con grandes fuerzas
"cósmicos"; lugar amado de los teósofos españoles. Allí, al principio, está el lugar donde vivió San Genadio, el Eremita. Allí pasó muchos años de soledad:
Miradle pidiendo a Dios,
por nosotros sin cesar,
que defiende nuestras almas,
del enemigo infernal.

(De la obra Valle del Silencio de David G. López. Breviarios de la calle del Pez. León 1985. Recogido del folclore popular por el autor)

Son las doce de la noche; los altos picos del circo de Peñalba empiezan a ser iluminados por la Luna; pero donde nosotros estamos todavía reina la oscuridad y el frío. Nos acostamos en nuestros sacos de dormir. Una ráfaga de viento arranca nuestra tienda de campaña. Salimos a la calle; es de noche; hace frío. ¿Habrá sido el enemigo infernal? ¿Le habrá molestado nuestra presencia? ¿Habrán sido los espíritus del cementerio cercano?

Es de noche. Hace frío. El demonio reina en la ermita. Frío, oscuridad. Tengo miedo. No duermo en toda la noche.


El cálido racionalismo

Estamos a finales de Agosto. Llevamos tres meses agotadores; trabajando día y noche para conseguir avanzar en el tema de la Tesis
Doctoral de uno de mis alumnos. Ya hay muchas cosas; pero se resiste. Hace mucho calor. Alguien trae unas cervezas frías. Nos vamos a la mesa de reuniones; volvemos a analizar por milésima vez el problema.
Hacemos un Brain Storming. Alguien dice una "tontería". La analizamos. Volvemos a analizarla. Claro! Era por eso! No habíamos tenido en cuenta que gastábamos símbolos en combinaciones poco ahorrativas. ¡Lo que teníamos que optimizar era el ahorro! Además - ahora era obvio- la optimización, de cada parte no conducía a la optimización del conjunto. ¡Lo teníamos! ¡Lo teníamos!

Había que celebrarlo con champán. Pero, ¿dónde podíamos conseguir champán a las cuatro de la mañana? En VIPS. Nos fuimos a VIPS y pedimos champán.

Hacía calor; mucho calor. Era de noche, pero nuestros cerebros bullían con luces de colores; habíamos logrado desentrañar el problema. Hacía calor; era de noche; nuestros mentes brillaban; éramos felices.

La Tesis la calificaron Sobresaliente Curo Laude.
FAB.

p-3


Psicoanálisis Homeopático

Luis Angulo y Mercedes Quintana (*)


Resumen.

Iniciamos el presente trabajo comentando una extravagante conferencia sobre Medicina homeopática que presenciamos algunos ,miembros de ÁRP en Madrid? Pasamos a continuación a desarrollar en sucesivos apartados una serie de ideas que nos parecen interesantes para poder comprender este tipo de actos culturales cuando provienen de algún colectivo homeopático que guarda sospechosa relación con la Medicina y claro paralelismo con cierta clase de Psicología/Psiquiatría.

Si oyen decir a una persona que cierta planta cuyo fruto tiene aspecto de verruga elimina las verrugas, probablemente lo tomarán como un buen, ejemplo de 'pensamiento salvaje' (no se rían, es algo muy serio en Antropología). Pero si esto mismo lo dijera una persona que
lleva debajo del brazo el título de Medicina ¿ustedes qué harían? (Y si la afirmación fuera aplaudida por veinte personas con iguales méritos..?)

El 22 de mayo la doctora Micaela Moizé, de la Asociación Médica Homeopática Argentina, impartió una conferencia sobre medicinas
homeopáticas en el salón de actos del Centro Cultural Buenavista. A ella asistimos tres miembros de ARP (uno de los cuales marchó a
un templo tibetano a raíz de esta experiencia, por lo que no hemos podido contar con su colaboración para realizar este trabajo...). Ya entre el público nos hicimos notar desde el primer momento por el hecho de que éramos los únicos desconocidos para el resto de los asistentes. La conferencia había sido organizada por la Sociedad Hahnemanniana Matritense residente en el distrito que tiene asignado ese centro cultural. Podían impartirla en su casa, pero prefirieron
hacerlo en propiedad municipal, sin alquiler de sala y por tanto con entrada libre de modo que con todo derecho hicimos acto de presencia
llenos de documentos y dispuestos a utilizar el armamento racionalista, si hubiera lugar a ello.

La perorata empezó con toda normalidad. Alabanzas y sonrisas para la conferenciante por parte del auditorio, mientras nosotros adoptábamos la humilde postura de tomar notas, a la espera del turno de preguntas. En el curso de su desarrollo íbamos dilucidando el tema específico
de la conferencia, que no eran los avances, las características o los efectos de la medicina homeopática; se trataba más bien de explicar
cómo se realiza el diagnóstico homeopático, resultando muy diferente al de la medicina habitual ya que para el homeópata son mucho más importantes los supuestos síntomas psíquicos (o por mejor decir, los rasgos de personalidad) que los puramente fisiológicos. Para ayudarse en su diagnóstico, los homeópatas se sirven de un cuestionario con más de 60 ítems, del cual Moizé repartió algunas copias, de las que extraemos algunos ejemplos:

1)¿Cuál es el momento, en las veinticuatro horas del día, en el que se siente menos bien desde el punto de vista general?

4)¿Qué siente por la niebla?

14)¿Qué diferencias hace usted en sus vestidos de verano e invierno? ¿Cómo se tapa de noche en la cama?

41)¿En qué circunstancias experimenta celos?

63)¿De qué parte sufre y de qué desea curarse?

Interrogatorio Homeopático del Dr. Pierre Schmidt
(A.M.H.A.)

La lógica que guiaba la exposición de la Sra. Moizé era la siguiente: cada paciente es único, pero se puede incluir en un tipo de personalidad, caracterizado por un cuadro sintomatológico. Según estos
p-4

tipos se seleccionará una u otra gama de medicamentos homeopáticos y dentro de esta gama se elegirá el medicamento más adecuado por ensayo y error, ya que el éxito en última instancia, dependerá de la "energía vital" que posea el sujeto en el momento de tomarlo.

Como vemos, para el homeópata lo más importante son los síntomas psíquicos, aunque se trate de trastornos somáticos, y así lo argumentaba la Sra. Moizé. Si un paciente sufre, por ejemplo, una amigdalitis sus síntomas físicos serán muy parecidos a los que tengan otros pacientes con amigdalitis, pero esto es secundario: para saber cuál es el medicamento adecuado nos tendremos que fijar en cómo padece psíquicamente esa amigdalitis, observando los más mínimos detalles. La Sra. Moizé nos decía: "Es muy importante fijarse en el modo de sentarse el paciente en la consulta, nux vomlca se sentará de
tal forma, a diferencia de sulfur que lo hará de tal otra" (nux vomlca y sulfur forman parte del vocabulario básico de todo buen homeópata e
indican tanto el tipo de enfermo como el nombre de la sustancia que supuestamente le curará). La conferencia proseguía señalando multitud de detalles en los cuales el médico habrá de fijarse antes de realizar su diagnóstico, si es tímido u osado, si está nervioso o calmado, si es grosero o educado, etc.

Continuando su exposición, la Sra. Moizé nos habló de la 'energía vital", pues siendo su desequilibrio la causa primera de todas la
enfermedades, el objetivo último del homeópata no puede ser otro que el de restablecer el equilibrio vital perdido. Por medio de los
síntomas averiguaremos cuál es el tipo de enfermo al que nos enfrentamos y en función de eso hallaremos la sustancia capaz de equilibrar la "energía vital" del paciente. Por supuesto, al
llegar aquí dejamos de tomar notas y empezamos a cubrirnos la boca muy educadamente (síntoma evidente de causticum augudumj.

Cuando creíamos que no era posible superar todo esto, llegó la hora de las diapositivas. Un actor corpulento, de piel grasienta y con verrugas ilustraba el ejemplo de personalidad "thuja occidentalis". "Thuja" es, pues, el nombre del tipo de personalidad, pero también el
de la enfermedad, el del tratamiento y el de la planta de la cual se supone es extraído (cuyo fruto tiene aspecto de verruga, comentaba
sonriente la Sra. Moizé). Este tipo posee 67 síntomas, que el actor iba representando uno tras otro gracias a un sutil guión elaborado por la polifacética conferenciante. Así, el síntoma nº16 (altivo, arrogante) se describe en las diapositivas con el protagonista mirando al cielo y una voz en off que dice "Tal vez yo pueda ser tan grande
como Hahhemann, o quizá más". O el nº 17 (estupefacción: no sabe dónde está) que se representa por un caballero - el marido de la Sra. Moizé en la vida real, según nos gritó alborozada- que le pregunta al protagonista de personalidad "thuja" por una calle y éste no le contesta; a lo cual el primero dice: "Este chico no sabe dónde está". Podríamos seguir así con los 67 síntomas, pero no lo haremos pues pretendemos que este sea un articulo serio. Añadiremos, eso sí los títulos de los más curiosos:

nº 10.- Verrugas con olor a queso viejo.
nº 33.- Ilusiones: oye voces en el abdomen.
nº 39.- Sensible a la música sacra.
nº 44.- Humor repulsivo.
nº 57.- Deseo de cebollas crudas.

Pero debido al extenso número de síntomas que caracteriza cada tipo de personalidad - y no contenta con las diapositivas -, la Sra.Moizé cree que es más fácil recordar la materia si se imparte mediante canciones (han leído bien). Aquí el espectáculo llegó a su cenit. En letras grandes aparece en pantalla:

La canción de thuja

Letra: Micaela Moizé; música: Elena Boero de Valverde
(adaptación musical del folclore argentino)
Intérpretes: Edgardo y Alejandra Herrera

(Y las didácticas estrofas retumban por toda la sala...)
Tipo grande, corpulento,
cara grasosa, brillante,
Qué será..
Verrugas en coliflor
y condilomas sangrantes
Qué será...

Inquieto, precipitado.
ideas fijas, obsesivas,
los afectos perturbados
con fantasías lascivas

Es sueño o es realidad?
p-5


el Miasma despiadado,
es la Sycosis fatal,
es el hombre condenado
Qué será... Que será...

(Así hasta ocho estrofas.)

Este ameno musical puso fin a la conferencia (sorprendente versión dramática de "Barrio Sésamo"). Pero llegaba la hora de cerrar el salón de actos y, como apuraron al máximo el tiempo que les fue concedido por el centro (¿temían acaso conocer los motivos de nuestra inesperada presencia?), nos vimos obligados a practicar el discurso de pasillos entre los asistentes, ya un tanto desperdigados: "Su jerga pseudocientífica ha sonado a astrología, tarot y secta medieval", "Usted parece una gurú y sus oyentes unos acólitos sectarios"... Por su parte - léase con acento argentino -: "No sabes medicina", " Debes estudiar más", "Era una conferencia para especialistas".. Nos queda la duda de en qué eran "especialistas", ya que las siguientes dos horas con uno de los miembros más participativos no nos permitieron conocer su postura ante asuntos como el caso Benveniste. Simplemente no habían oído hablar de él. Si, en cambio, habían oído hablar del número de Avogadro y la entropía pero tales conceptos eran utilizados de un modo bastante extraño (creemos que esto fue determinante para que nuestro compañero, estudiante de Físicas, decidiese irse al Tibet..).
También constatamos que asumen la cientificidad de su sistema con la misma alegría con que escriben canciones. Confiemos en que el número de La Alternativa Racional que les regalamos tenga algún efecto.., pero no homeopático, ¿eh?


El Sistema Médico Homeopático y sus Escuelas

En un articulo anterior ("El agua bendita de la Homeopatía": LAR, nº 15, enero 1990) se analizaban los dogmas básicos de la Homeopatía,
entendida ésta como una doctrina terapéutica desde el punto de vista farmacológico. Sin embargo, no se mencionaba el complejo entramado filosófico-médico que Hahnemann y sucesores montaron para establecer el sistema médico homeopático. A diferencia de la terapéutica tradicional, las teorías y dogmas de la práctica médica homeopática se sustraen a cualquier análisis científico. La llamada filosofía homeopática divide a los defensores de la Homeopatía en dos grupos.
Uno, que podríamos llamar "cientista" y que intenta - sin lograrlo- dar cierta base empíríco-racional a su medicina. Por ello no aceptan la mayoría de los dogmas Hahnemanniano-kentistas y consideran que la Homeopatía es un sistema terapéutico alternativo, compatible y
complementario a la medicina habitual. Pocos médicos pertenecen a este grupo, pues está compuesto principalmente por farmacólogos, farmacéuticos y productores de medicamentos homeopáticos (1). El segundo grupo, muy heterogéneo y numeroso, está compuesto por
homeópatas con título de Medicina, pseudomédicos naturistas, herboristas, acupuntores y, en general, por defensores de las
medicinas "blandas" y la vida 'New Age". Califican al primer grupo de herejes de no practicar la verdadera Homeopatía y de haberse apartado de las enseñanzas originales. Para éstos, la Homeopatía es, ante todo, filosofía.

El pensamiento/creencia homeopático lo podemos resumir en los siguientes puntos fundamentales:

lº) Concepto de enfermo-enfermedad. La enfermedad no existe, sólo hay enfermos. El enfermo es aquel que tiene su, "energía vital" desequilibrada, y por ello es sensible a contagios, a disfunciones metabólicas o a desarrollar un cáncer. Esto les hace rechazar cualquier tipo de nosología, sólo hay una enfermedad universal. La curación se da con un reequilibrio de la "energía vital", que a su vez produce la desaparición de microorganismos, de alteraciones
metabólicas e incluso del cáncer.

2º) Ley de individualización. Cualquiera que sea la enfermedad que tenga una persona, los síntomas que presenta le pertenecen y son
propios de ella. Así, el medicamento homeopático debe adaptarse específicamente a cada enfermo. Esto hace que el método científico sea
inservible, pues cualquier generalización es vana. También es utilizada esta ley con fines publicitarios. Los homeópatas presumen de practicar una medicina personalizada (aunque inútil) frente a
la masificación de los alópatas.

3º) Principio de totalidad. La persona es considerada como un todo armónicamente constituido. No es un mecanismo, ni un conjunto de órganos interrelacionados. Cuando la persona enferma no lo hace un sólo órgano, sino que la enfermedad afecta a todo el individuo.

p-6


La Bioquímica, Histología Organologia o Fisiología son inútiles. No hace falta buscar la etiología del mal: la causa es siempre la "energía vital", que está en todos los órganos (a la vez). Esta visión antimaterialista y antimecanícista les une a curandero, aconaturistas, neomísticos y neocretinos N.A.

4º) Principio de reaccionalidad. El médico no debe inmiscuirse en el transcurrir de la naturaleza, sólo debe poner los medios para que el organismo pueda defenderse (vis Medicatrix Natutae) y tiene que utilizar métodos que no sean agresivos para el cuerpo (primum non
nocere). Para el homeópata la naturaleza opera a través de la desconocida "fuerza vital", y los productos homeopáticos son los únicos que la hacen reaccionar. En frente suyo colocan a los alópatas que supuestamente utilizan métodos coercitivos.

5º) Teoría miasmática de las enfermedades crónicas. Aquí la irracionalidad, la mistificación y el esoterismo se unen para darnos
uno de los ejemplos de hasta dónde puede llegar la locura homeopática. Sería muy largo describir la cantidad de conceptos aberrantes que se
vierten en esta teoría, aquí sólo daremos una breve visión. Cuando un remedio homeopático no da resultado tras un largo tratamiento y la
enfermedad persiste, se considera que el enfermo padece una enfermedad crónica. Esta puede ser de tres tipos según los síntomas: psora, sycosis o lues. Según Hahnemann, la enfermedad crónica o miasma se da cuando hay una predisposición hereditaria al haber padecido algún predecesor alguna de estas tres enfermedades: sarna (psora), gonococia (sycosis) o sífilis (lues), algo así como un estigma (nótese que las tres eran consideradas enfermedades vergonzantes y pecaminosas).

Así, para el homeópata el fracaso de un tratamiento no se debe a su inutilidad, sino a la carga genética del enfermo. La teoría miasmática
fue enriquecida (?) grandemente por los sucesores de Hahnemann, cargándola de simbolismos, signos esotéricos y relacionándola con teorías psicoanalíticas, frenológicas, etc. En suma, la teoría miasmática es una auténtica enciclopedia de sandeces.

6º) Teoría del remedio único. Hahnemann escribió en el Organon que "no es tolerable administrar a un enfermo más de un medicamento único y simple en una sola vez". Este párrafo ha dividido en varias escuelas a los homeópatas. Algunos consideran que pueden dar varios remedios mientras se haga uno por vez, mientras que otros consideran que sólo hay un remedio único en dosis únicas. Estos últimos (kentistas)
entienden que cada persona se cura con un solo remedio y que ese remedio lo cura todo en esa persona. La búsqueda del remedio único la
asemejan a la búsqueda del Santo Grial y la relacionan con el conocimiento Hermético. El esoterismo es muy común en el ambiente
homeopático como veremos más adelante.

7º) Concepto de medicina. Ya Hahnemann se consideraba a si mismo como un "iluminado" que descubrió la Homeopatía por inspiración divina para aliviar los males de la humanidad. Pero donde se desarrolla más esta idea es en los seguidores de Kent. Para estos, la Homeopatia es
un camino iniciático que necesita de "maestros iluminados" como Hahnemann o Kent, que dará las pautas a unos pocos elegidos capaces
comprender sus enseñanzas. El médico homeópata es un elegido divino que está en el mundo para librar a la humanidad de sus ataduras y
unirla a la "sustancia original" de Dios (Panteísmo).

El dogmatismo de las doctrinas homeopáticas ha dado lugar a través del tiempo a una gran cantidad de escuelas irreconciliables entre
sí. Aquí destacaremos solamente cuatro de la más importantes:

- Hahnemannianos. Aunque en general todo homeópata se considera hahnemanniano, unos pocos defienden con especial fervor las enseñanzas originales de Hahnemann, y rechazan cualquier otro tipo de aportación posterior. Ven necesaria una doctrina invariable, que está en el Organon. Utilizan el remedio único, dividen los síntomas en generales, particulares y mentales. Aceptan todos los conceptos antes expuestos.

- Pluralistas. Son los que defienden utilización de más de un remedio en diferentes dosis con un lapso variable de tiempo entre las tomas. Clasifican los síntomas en sensoriales, funcionales y lesionales, necesitando cada uno de ellos un remedio. Así que suelen utilizar a la
vez tres remedios además de un cuarto que denominan "drenador"
p-7


(supuestamente sirve para eliminar las toxinas que producen efectos desfavorables. Las diluciones suelen ser bajas, sobre todo para los síntomas lesionales y funcionales y buscan ante todo a similitud anatomo-fisiológica. Dan poca importancia a los síntomas psíquicos y
son considerados como los más "cientificos" de todos.

- Kentistas. A diferencia de los anteriores son los más esotéricos e irracionales. Prosélitos de Kent, siguen a rajatabla el criterio de autoridad de su maestro. Kent, considerado el más grande homeópata tras el mismo Hahnemann, es un ejemplo notable de la especulación
pseudocientifica decimonónica. Estaba muy influido por Emmanuel Swendenorg, un distinguido científico sueco que se hizo pensador monista panteísta y que comenzó a experimentar trances en los cuales
tenía contacto con ángeles y diablos, e incluso con Jesús, además de una lista interminable de reyes o líderes religiosos como San Pablo, Calvino, Lutero o Moisés (2). De él tomó Kent sus ideas sobre la "sustancia original" como expresión que unifica "al creador con lo
creado". La obra de Kent (Filosofía Homeopática) está llena de alusiones morales y religiosas; por ejemplo, atribuye al pecado original las enfermedades crónicas. Como vimos, los kentistas defienden el uso del remedio único en una unica dosis a diluciones
altísimas (hasta 100.000 CH). Los síntomas psíquicos son los únicos importantes (en clara oposición con la escuela anterior) y desplazan la teoría del "similar" (semejanza con la forma de estar del
individuo) por la de "similimum" (semejanza con la forma de ser). No aceptan el contagio en las enfermedades agudas ni la existencia de gérmenes. El remedio homeopático tiene una fuerza mágica, esotérica, que aumenta cuanto más se diluye; utilizan a veces remedios como el
de los gránulos no impregnados de sustancia homeopática, que mezclan con unos pocos sí impregnados, y dicen que los primeros se impregnarán al contacto con los segundos. Para el diagnóstico utilizan el sistema de repertorización, que consiste en utilizar únicamente el Repertorio de Kent. Este libro es una especie de "Talmud" homeopático con miles y miles de síntomas y remedios, algunos tan curiosos como el síntoma de "soñar con jabalíes que se cura con "mercurius". Para Kent curarse significa estar en armonía con el todo y sus preocupaciones por el espíritu son más importantes que por las del cuerpo. El esoterismo y el hermetismo son fundamentales en la homeopatía kentista. Así, creen en la existencia de auras, de influencias astrolígicas, etc.

- Complejistas. Defienden la utilización de remedios mezclados y en distintas diluciones en una especie de "cóctel homeopático", Pueden llegar a prescribir mezclas de hasta 15 remedios. También pueden mezclar remedios homeopáticos con alopáticos (obteniendo mejores
resultados). Son defensores de la Organoterapia, que cura, por ejemplo, las enfermedades mentales con cerebro de buey o las renales con riñones de cordero. Su máxima es "El órgano cura al órgano".


La Fuerza Vital

Como hemos visto en repetidas ocasiones, los homeópatas intentan explicar los supuestos efectos de sus tratamientos a través del concepto de "fuerza vital" o, alternativamente, "energía vital", lo que les sirve para cubrir con una pseudoexplicación el vacio que deja el absoluto desconocimiento del modo de acción del medicamento homeopático. Aunque en la época de Hahnemann las corrientes vitalistas estaban muy en boga, actualmente no tienen ningún sentido.

El vitalismo surge como una reacción al mecanicismo imperante en la ciencia del Barroco, dando lugar a un enfrentamiento que se prolonga durante el siglo XVIII hasta ya muy entrado el XIX.

El pensamiento renacentista comprometió sus armas en la crítica de las convicciones medievales, intentando derribar la cosmovisión tradicional. Esta nueva forma de acercarse a la realidad dio como resultado el nacimiento de la "nueva ciencia". El mecanicismo surge en el Barroco a partir de esta nueva visión del mundo: cualquier fenómeno natural está basado en un mecanismo que es susceptible de estudio. Así
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el mecanicismo cartesiano se oponía al hilemorfismo aristotélico-tomista. Sin embargo, el nuevo pensamiento empírico-racional no
consiguió reemplazar todas las estructuras caducas, ya que en la interpretación de las reacciones químicas y fisiológicas intervenían
con frecuencia convicciones vitalistas y aún creencias esotéricas.

La medicina barroca busca integrarse en esta nueva corriente racionalista considerando la vida como un proceso físico-químico que no se sustrae al análisis científico. La traducción del mecanicismo a la medicina se plasma en la iatrofísica y la iatroquimica. Los iatrofísicos veían el organismo como una máquina, teniendo el médico el deber de conocer sus mecanismos. Era, por tanto, fundamental el estudio de la anatomía y la fisiología. Destacan los anatomistas italianos, como Giovanni Alfonso Borelli (1608-1676), que repudió la teoría de los cuatro elementos, proponiendo una interpretación atomístico-mecánica de la vida. Su discípulo Marcello Malpighi (1628-1694) extendería esta concepción mecanicista y ahondaría en el estudio de la anatomía creando la gran escuela iatrofísica italiana, a la que pertenecerían Baglivi (1688-1707), Alrtini (1666-1738), Valsava (1666-1723) y Morgani (1682-1771), que defendían la utilización del
método matemático-experimental, siendo contemporáneos de Boerhaave y Hoffman en la utilización de la metodología científica. Peto sin
duda fue el inglés William Harvey (1578-1657) el primero que dio una concreción científica a la medicina. El método de Harvey se basaba en la observación sensorial de la realidad, en la inducción y en la experimentación. Así su pensamiento científico se podía resumir en: a) el conocimiento de la realidad no puede ser metafísico; b) la meta de la ciencia es el descubrimiento de leyes a ser posible matemáticas, y
c) separación entre la ontología de la realidad natural (naturaleza de los cosas) de la naturaleza como conjunto de leyes establecidas entre datos establecidos (naturaleza en sentido científico).

Frente a los iatrofísicos se situaban los iatroquímicos, sucesores de la medicina paracelsiana, que intentaban dar una interpretación química (más bien alquímica) a los procesos fisiológicos. A pesar de que la iatroquímica fue el primer movimiento que aspiró a construir un sistema médico moderno, la pesada carga alquímica hizo que se dogmatizara y dejara de tener consistencia racional. Incluso con los esfuerzos del iatroquímico holandés Franz de la Boë (1614-1672) este movimiento se hizo irreconciliable con la nueva química que estaba naciendo (Boyle).

De as cenizas de la iatroquímica iba a nacer eL vitalismo. Mientras autores como Hermann Boerhaave (1668-1738)o Friederich Hoffman (1659-1734) propugnaban una visión mecanicista de la medicina, Georg Ernst Stahl (1660-1742) se enfrentaba a ella. Hoffman no aprobaba las causas metafísicas, pues con ellas era imposible demostrar las causas reales de las funciones corporales alteradas; en cambio Stahl rechazaba las causas físico-químicas y defendía la teoría del "ánima" de fuerte carácter teleológico. Para el animismo los movimientos vitales no tienen su origen en la materia perecedera, el "ánima" o "physis" era la facultad rectora. Animistas (o iatroquimicistas) como Von Berger
(1659-1736) o Unzer (1727-1799) fueron el origen de una fisiología psicovitalista y teológica.

El vitalismo tuvo arraigo principalmente en países de fuerte influencia religiosa calvinista, como Escocia o Suiza. En la escuela vitalista escocesa destacan Robert Whytt (1714-1766) seguidor de Stahl, y de Thomas Sydenham (1624-1689), médico neohipocrático que se
oponía al mecanicismo y rechazaba las correlaciones clinicopatológicas, los análisis químicos y las observaciones microscópicas. Whytt tomó de Francis Glisson (1597-1677) el concepto de "irritabilidad". añadiendo la hipótesis del "alma coextensiva" situada en nervíos y músculos y que regía los procesos de "irritabilidad". William Cullen (1712-1790) desarrolló las ideas de Whytt en las relaciones de cuerpo y alma, pero fue John Brown (1735-1788), "el Paracelso de Escocia" quien fundan todo un sistema en torno al concepto de la "excitabilidad" (precursor de la energía vital). El brownismo consideraba que un grado moderado de excitación era necesario para la salud: un exceso (tipo esténico) o un defecto
(tipo asténico) de excitación producirán la enfermedad (Nótese cómo se va advirtiendo el claro paralelismo con la Homeopatía). El médico
debía, pues, controlar el nivel de excitación, lo que conseguía por medio de estimulantes (opio, alcohol, alcamfor amoniaco) o con debilitantes (dietas, sangrías, purgas). Las acciones eran
consideradas reversibles según Brown, en posible hacer, por ejemplo, varias sangrías alternadas con ingestiones de vino, para encontrar el punto justo de salud (sin que el paciente
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acabara borracho o anémico). Algunos exagerados, dicen que el brownismo mató a más gente que las guerras napoleónicas, incluido el propio Brown, que murió opiómano y alcohólico.

En Suiza el más destacado vitalista fue Albrecht Von Haller (1708-1777), nacido en Berna. Recibió una severa educación religiosa de
teología protestante y trató de seguir una vía media entre el mecanicismo y el animismo. En nombre de una biología vitalista combatió tanto a los iatromecánicos como a Stahl. Según Haller,
el movimiento de un organismo animal era el resultado de la actividad de una fuerza específica que residía en la estructura material de las fibras orgánicas. Esta fuerza sería lo que más tarde Friederich Casimir Medicus (1736-1808) llamaría "Lebenskraft" (fuerza vital), porque, aunque Haller no hacía referencia mas que a una fuerza "ingénita, esencial propia", lo cierto es que se estaba refiriendo a lo que después se conocería como fuerza vital. La influencia de
Haller fue fundamental para el desarrollo del "vitalismo alemán", en el que destacan Friederich Blumenbach (1752-1840) Wilhelm Hufeland (1762-1838) y, sobre todo, Johan Christian Reil (1759-1813) que en su famosa monografía "Über die Lebenskraft" (1796) expone que el fundamento de la fuerza vital radica en la misma materia animal. En general, los vitalistas alemanes tenderían posteriormente
a la "Naturphilosophie" del Romanticismo. También es de gran importancia la escuela vitalista francesa de la universidad de
Montpellier. En ella destacan Théophile de Bordeau (1722-1776), admirador de Haller, que defendía la acción de una propiedad vital
específica de la materia orgánica frente a explicaciones fisico-químicas insuficientes en su tiempo. El vitalismo de Montpellier culminó con la obra de Paul Joseph Barthez (1734-1806). El eje de su teoría es un "principio" que hace que el cuerpo material viva: "Llamo principio vital del hombre a la causa que produce todos los fenómenos de la vida del cuerpo humano". Para Barthez este principio vital es la fuente de las propiedades biológicas de todas las partes del cuerpo (contractibilidad, sensibilidad, etc.),

Como vemos, en la época de Hahnemann el mundo médico alemán estaba muy influido por las iconos vitalistas de Haller, del cual el creador de la Homeopatía era un ferviente admirador. Hahnemann describe la fuerza vital como un elemento inmaterial unido a la materia, pero diferente a la vez del cuerpo y del alma. Por ello, los fenómenos biológicos los considera irreductibles a procesos fisico-químicos y por tanto, se sustraen al análisis científico.

La Edad de Oro del vitalismo llegó con lo que se denomina el "interludio romántico". Sí en el último tercio del siglo XVIII dos corrientes (vitalista y mecanicista) dominaban la medicina europea y disputaban vivamente acerca de la "fuerza vital", en las postrimerías del siglo y durante cinco lustros se desarrolla la fisiología
filosófico-natural, muy acorde con el movimiento romántico. El impulso lo dio F.W, Schelling (1775-1854), que publicó su obra en Jena y casi
como una epidemia se extendió por toda Alemania. Sería dificilísimo analizar aquí la enorm cantidad de conceptos de la "Naturphilosophie" y la reacción que supuso contra el racionalismo. De todas formas, hay que destacar la eclosión durante el Romanticismo de teorías tan
irracionalistas como el mesmerismo, la homeopatía o el brownismo. Y mientras la "filosofía natural" se restringía a Alemania, en el resto de Europa se consolidó la hegemonía del pensamiento vitalista con una marcada influencia romántica. En Francia los seguidores de la escuela montepelusiana, como Dumas o Cabanis, defendían el concepto de "force vítale", así como Xavier Marie Bichat (1771-1802), que definió su
concepto de "propiedad vital" en sus "Recherches physiologiques sur la vie el la mort" (1802). A pesar de todo, Bichat era amigo de la
experimentación, algo poco habitual entre los vitalistas.

En Inglaterra se dio hasta bien entrado el siglo XIX una notable influencia del vitalismo de John Hunter (1728-1793). Defensores del
"priciple of life" como John Abernethy (1764-1831) discutieron ampliamente con sus detractores como William Lawrence (1783-1867), que incluso fue acusado de "materialista y afrancesado". La influencia de la "teologia natural" (pensamiento que relacionaba la práctica científica con la fe religiosa) fue decisiva en el desarrollo del vitalismo inglés.

En la segunda mitad del siglo XIX comienza una nueva era científica: el positivismo y las posturas experimentalistas van a ser los motores de esta pequeña revolución. El convencimiento de que la fisiología, debido al vitalismo, la teología y la filosofía natural habían quedado a la zaga de la física y la química, se hizo punto de reflexión en los años 40, sobre todo en Alemania. En Francia, sin embargo, este proceso
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fue más tardío, por lo que es aun más loable la obra de Claude Bernard, que intentó desarrollar una fisiología experimental análoga a la alemana, a pesar del clima, aún antiexperimentalista, que
predominaba en la fisiología ftancesa.

En este periodo cada vez iba, quedando más claro que las únicas afirmaciones razonables en Biología debían ser aquellas que se explicaran por medio de causas inmediatas, físicas y químicas, añadiendo que tal vez la traducción de los fenómenos biológicos en términos químicos necesitase una química adecuada, como sucedió
con el nacimiento de la Bioquímica. Así, la medicina alemana desecha conceptos como el de fuerza vital y se hace física, analíticocausal,
cualitativa, instrumental y antivitalista.

En la ciencia de fin de siglo, el vitalismo fue desechado casi para siempre, y se hizo, en general, materialista y utilitarista. Sin embargo, en la filosofía sucesivos movimientos nacionalistas y anticientifistas surgirán de vez en cuando. Ya Schopenhauer se enfrentó al racionalismo y tuyo gran influencia en los
pensadores vitalistas e historicistas de fin de siglo como Nietzsche o Dilthey. Este último, frente a la arrolladora vigencia de las "ciencias naturales", aún proponía fundamentar y edificar unas "ciencias del espíritu", lo que seguramente favoreció al vitalismo, permitiendo su refugio en la naciente Psiquiatría médica (movimiento
psicoanalitico).

Diferente es el sentido de los "neovitalistas" de la corriente espiritualista francesa, con autores como Maurice Blondel o Henri Bergson. Estos pensadores intentaban conciliar la ciencia con el dogma cristiano, en temas tan espinosos como la teoría de la evolución. El "elán vital", una especie de impulso configurador en el sentido de fuerza espiritual, el concepto de vida como proceso antientrópico
(desarrollado más tarde por Teilhar de Chardín son algunos de los ejemplos de este intento conciliar ciencia y creencia. "La explicación
vitalista de la historia de la vida - dice J. Huxley - que atribuye la evolución a una elán vital equivale a explicar el funcionamiento de la
locomotora atribuyendo su movimiento a un elán locomotif".

Otras teorías neovitalistas como "entelequia" de Driesch (4), la "aristogénesis" Osborn, la "idea órgano formadora" de Vignon o
el "holismo" de Smuts, son algunos ejemplos de entidades que se identifican con abstracciones a las que sus autores conferían a jerarquía de causas operadoras. En general, su caducidad fue
demostrada por neopositivistas o neoempiristas.

La controversa entre vitalismo y mecanicismo sigue en algunos casos viva. Algunos científicos contemporáneos sostienen todavía tesis vitalistas, aunque por supuesto muy lejanas al vitalismo original. La metafísica de Whitehead tiene alguna influencia en autores como David
Bohm o, incluso, CH. Waddington (5), que actualmente aún postulan a utilización de ciertas creencias metafísicas en el trabajo científico.

En resumen, aunque en la época Hahnemann el concepto de "fuerza vital" podía ser considerado coherente con el desarrollo científico y filosófico dé su época, en la actualdad está totalmente desfasado. Por tanto, el intento de explicar los supuestos efectos de los productos homeopáticos a través de una visión vitalista es pobre y anacrónico (6).
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1950 1900 1850 1800 1750 17OO
Naturphilosophie

Vitalismo
Homeopatía Animismo
Fisiología experimental Cualitat.
Cuantita.
Iatroquímica
Farmacología científica Iatrofísica
Mecanicismo Mecanicismo


El Hermano Psicoanálisis

En las líneas que anteceden se vislumbran .los motivos que justifican el título de este trabajo; no obstante, ofrecemos a continuación
una guía-resumen que sirva para entender el paralelismo que a nuestro juicio se da entre Psicoanálisis y medicina homeopático-kentista (A sabiendas de que no tenemos autoridad para demostrar, nos limitaremos a hacer reflexionar a quienes no parecen aun muy convencidos de los
rasgos pseudocientificos que caracterizan la teoría psicoanalítica, situándola en el mismo nivel que las contemporáneas medicinas alternativas esotéricas que acabamos de ver).

1º) El recurso de los homeópatas a la "fuerza vital" tiene su equivalente en la "energía psíquica" que sustenta el aparato estructural de la Psicología Dinámica. En Freud el concepto de
"energía psíquica" es fundamental, ya que sirve como motor del comportamiento. Los conflictos intrapsiquicos (Id/Ego, Ego/Superego. Id-Ego/Superego..) generan lina acumulación excesiva de "energía psíquica" que actúa entonces como "potencial de presión", provocando la resolución de esos conflictos de modos más o menos eficaces. Por ejemplo, la fijaciones de naturaleza simbólica (catexias) se consideran "inversiones de energía psíquica" que disminuyen la capacidad de adaptación del sujeto en la vida adulta, y otras "inversiones" serán necesarias para transformar unos motivos en otros de naturaleza distinta. De este modo, al igual que sucede con la "fuerza vital" de los homeópatas, el recurso a la "energía psíquica" se convierte en un asidero muy útil para justificar la ineficacia de la psicoterapia, ya que siempre podemos imaginar un camino inesperado por el cual se ha dirigido la "energía psíquica", dificultando que el
psicotenpeuta consiga solucionar "a la primera" los problemas del analizado. Todo esto, bajo la protección verbal de la inspirada teoría de los mecanismos de defensa, hábilmente elaborada para disponer de un "comodín" en cualquier momento. Ya hemos visto que si el homeópata
no acierta con el primer medicamento elegido, prueba con otro y así hasta que el paciente mejora. Con el Psicoanálisis sucede algo parecido y más tarde que temprano la terapia parece tener algún efecto. Pero como señala el autor de un divertido libro que se acaba de traducir (7), debido a la evolución en el tiempo que siguen muchas enfermedades "cualquier tipo de intervención, por inútil que sea, puede parecer sumamente eficaz". Enlaza esto con el criterio de
validación científica que presumen tener todas los pseudomedicinas. Suponen que por la consistencia interna de cada caso se contrastan sus
teorías,.. olvidando que gracias a esos "comodines" siempre es posible encontrar cierto grado de consistencia interna (¡están ideados para
cumplir ese propósito!). Por supuesto, el modo como justifican las dos pseudociencias el recurso
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a la "energía", psíquica o vital, es exactamente el mismo: "Una forma de hablar que tenía su razón de ser en la época de Freud/Hahnemann y que seguimos utilizando para entendernos". Así que no se les ocurra preguntar por las unidades de medida para la "energía psíquica" o los potenciales de presión", pues es sólo un "modo de hablar" (en concreto, el que se prolonga sin opción a reforma desde hace doscientos años).

2º) Otro aspecto que los hace beber de las mismas fuentes es el modo peculiar que tienen de tratar los síntomas que manifiestan los
pacientes. El mismo hecho de hablar de "síntomas los une en matrimonio y los separa para siempre de las medicinas comportamental y somática, que consideran los problemas que les son propios (conductas o trastornos físicos) susceptibles de tratamiento por sí mismos, sin
interpretarlos como síntomas de supuestas causas internas, no aprensibles por medios científicos. Como la "fuerza vital" de los homeópatas, las entidades del Psicoanálisis (Id, Ego, Superego) están en el limbo.

3º) El tercer punto en el que observamos un proceder pseudocientífico similar es el que se refiere a la importancia concedida a los sueños
en uno y otro sistema. La simbología que hay detrás del "contenido manifiesto" (jerga psicoanalítica) tiene su equivalente en la interpretación de los sueños que realiza el médico homeópata de la escuela kentista (el placer que sienten homeópatas y psicoanalistas en crear escuela dentro de la misma fauna es también un interesante parecido), y el código de traducción está tan fundamentado en un caso como en otro. El psicoanalista interpretará las cajas como úteros, los comienzos de jornada como deseos de morir, las frutas como pechos de mujeres y las subidas de escaleras.., ya saben. Análogamente el homeópata kentista interpretará cada sueño concreto como característico de una determinada enfermedad, orientando la elección del medicamento. En ambos casos la única prueba que tenemos para creer que son ciertas tales elucubraciones es la existencia de ciertos manuales del siglo pesado con olor a ciencia rancia.

4º) La tendencia a hacer discípulos que garanticen la pureza del pensamiento del maestro es igual de marcada en las dos pseudociencias, y ha tenido en ambos casos un éxito similar consistente en generar una explosión de gremios plenamente convencidos cada uno de ellos de
representar la vía más adecuada.

5º) Otro aspecto que se nos antoja similar es el que se refiere al contexto de descubrimiento. Tanto Freud como Hahnemann empiezan a
elaborar sus ternas de diagnóstico y tratamiento a partir del momento en que se percatan del éxito relativo de sus respectivas "recetas" (a estas alturas ya debe quedar claro por qué) en una muestra reducida de casos (tan reducida que cuesta llamarla "muestra"). Lo que en Hahnemann se presentó por la conferenciante como una "iluminación" resulta igualmente adecuado para calificar el proceder extracientífico de Freud.

6º) Una última observación que no queremos pasar por alto es de tipo social. Puede ser casualidad que la escuela homeopática más esotérica tenga en Argentina un importante grupo de seguidores (la (A.M.H.A) pero también es posible que la ingente presencia de psicoanalistas en el cono sur condicione las medicinas alternativas de tal forma que sea esa y no otra la versión de la Homeopatía que deberán soportar en aquellos lugares. De cualquier forma, está claro que los escépticos argentinos tienen mucho trabajo por delante - y espectáculo
abundante para divertirse -, así que ¡ánimo!

Evidentemente entre la medicina homeopática y el Psicoanálisis existe una importantediferencia, marcada por el prestigio social que tiene este último en las esferas intelectual y artística (aunque cada día parece recluirse más en la artística y menos en la intelectual). Pero dar razón de este hecho nos obligada a entrar en cuestiones académicas muy relacionadas con el estatus de la Psicología entre las ciencias - y también, por qué no decirlo, con la palpable ignorancia social acerca de lo que hace la Psicología actual -, y creemos que ya está bien por hoy.


Notas

(*) Estudiantes de Farmacia y Psicología respectivamente en la Universidad Complutense de Madrid. Como ambos son socios de ARP podéis enviarles vuestras críticas remitiéndolas a la dirección postal de la revista.

(1) Las grandes casas de productos homeopáticos (Boiron, Heel, Dolisos, etc.) buscan cierto reconocimiento científico, para tener una buena imagen frente a los estamentos oficiales, cosa que ayudaría a entrar en los sistemas de seguridad social. Los homeópatas dogmáticos
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les acusan de mercaderes y de imitar a la medicina alopática en sus
estructuras comerciales.


(2) Martín Gardner escribe sobre él en un artículo de Free Inquiry (winter, 87/88), y también incluido en "The New Age. Notes of a fringe watcher" (Prometheus, 1988), que tiene una versión española ( "La Nueva Era"), Alianza Editorial, 1990. trad. de J.P. Campos Gómez). En él se habla acerca de las exóticas revelaciones de la vida en los
planetas del sistema solar, cuyos habitantes se ponían en contacto con Swedenborg por vía psíquica ("los saturnianos son gente franca y modestas". Una visión alternativa a la ofrecida aquí por Gardner se puede encontrar en la revista de divulgación psudocientífica Más Allá (julio, l990).

(3) Gran parte de los datos son sacados del libro de Ricardo Ancarola "Medicina homeopática. Crítica y experiencias clínicas" (Miraguano, l986). Este autor ee un médico homeópata que pretende dar una imagen más científica de la homeopatía. criticando sagazmente las irracionaliadades de los homeópatas mis dogmáticos. Es una lástima que no se amplíe este sentido critico a toda la homeopatía, ya que defiende irracionalmente la mayoría de los conceptos homeopáticos. Pero tal vez no lo haga de forma muy irracional, puesto que cobra 8.000 ptas. por cada una de sus consultas.

(4) Sobre la teoría de Driesch y los argumentos que le opusieron Reichenbach, Carnap y otros del Circulo de Viena, ver: Rudolf Carnap, " Fundamentación lógica de la de la Física", Ed. Sudamericana, 1969,y también en ed. Orbis, 1985, pp.19-23. Sobre este tema escribe además C.U.M. Smith en "El problema de la vida" (Alianza Editorial,1977).

(5) Ver: Algunas observaciones sobre la noción de orden" (David Bohm), "La metafísica de Bohm y la Biología" (Marjoice Greene)y "Consecuencias de las creencias metafísicas en al obra de un biólogo: una nota autobiográfica" (C.H. Waddington). Todos estos artículos se encuentran en C.H. Waddington y otros: "Hacia una Biología teórica" (Alianza Universidad, 1976). También en relación con la controversia vitalismo-mecanicismo, ver: Carl G. Hempel: "Filosofía de la Ciencia Natural" (Alianza Editorial, 1989).

(6) Buena parte de los datos son sacados de la "Historia Universal de la Medicina" dirigida por Pedro Laín Entralgo, sobre todo, de los siguientes capítulos: " La obra de William Hervey sus consecuencias (Entralgo y Peset). " La iatromecánica (mismos autores), "La
iatromecánica de la segunda mitad del siglo XVII" (López Piñero) y "Los grandes sistemáticos" (Entralgo), del tomo IV (Medicina moderna); "Fisiología de la Ilustración" (Entralgo, Teulón y Guyllén), "Empíricos y sistemáticos" (King>. "Gran Bretaña: el vitalismo" (Dewhurst y "La fisiología de la época romántica" (Rotschuh), del tomo V (Ilustración y Romanticismo), y "Visión sinóptica de la ciencia durante el Positivismo (Papp), del torno VI (Positivismo).

(7) Nos estamos refiriendo a "El hombre numérico. El analfabetismo matemático y sus consecuencias" de John Allen Paulos (Ed. Tusquets, Barcelona, 1990. Trad Josep M. Llosa).
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(dibujo)
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Prámides, Piramitos y Piramidiotas

Barry Williams.

¿Cómo una forma tan simple ha logrado inspirar tanta tontería?

¿Qué es una pirámide? ¿Es un poliedro cuya base es un polígono y cuyos lados son triángulos con un vértice común? Bien, sí, efectivamente eso es, pero también es mucho más. La pirámide, cuya manifestación megalítica tuvo un papel muy importante en la historia de dos tempranas civilizaciones ha provocado más especulaciones y fantasías que cualquier otro sólidodo geométrico. Los cubos y los dodecaedros
jamás han tenido tanto atractivo.

Antes de investigar algunos de los más fantásticos mitos que han proliferado a la sombra de las pirámides, debemos pasar revista a varios hechos que, para una mente inquisitiva, resultan mucho más fascinantes que las fantasías.


Las Pirámides de Egipto.

Así se titulaba el libro considerado generalmente como la obra definitiva sobre este tema. Escrito por I.E.S. Edwards, conservador de
antigüedades egipcias del Museo Británico entre 1955 y 1972, dicho libro presenta los hechos de una forma muy amena, por lo que ha servido de referencia para la información arqueológica ofrecida a continuación.

La historia del periodo dinástico de la civilización egipcia se extiende durante más de 3000 años, de los cuales la Edad de las Pirámides representó menos de 500 aunque dicho estilo arquitectónico continuó (de forma mucho más devaluada) otros 500 años. Se conocen más de 80 pirámides en Egipto, algunas de las cuales están tan deterioradas que apenas son más que montones de escombros.

No es sorprendente que tanta gente haya puesto a trabajar su imaginación para especular sobre los propósitos de estas masivas estructuras de piedra y sobre los métodos usados en su construcción. Aunque todavía desconocemos muchas cosas respecto a las pirámides egipcias, existen pocas dudas de que se construyeron conforme a los ritos funerarios de su religión y de que los métodos constructivos empleados se encontraban dentro de los limites de la tecnología de la época.

El pilar básico de la religión egipcia era la existencia de otra vida posterior para la cual resultaba imprescindible la conservación de los
restos mortales de cada persona. En tiempos pre-dinásticos la gente importante era enterrada bajo un túmulo de arena cuya forma parece haber ido ganando algún significado religioso. Durante la Primera y Segunda Dinastías, dicho túmulo fue haciéndose más elaborado y se transformó en una estructura rectangular, con adobes decorados, llamada mastaba. Como es natural, la mastaba del Faraón era la más importante, aunque también se han encontrado muchos pertenecientes a nobles y oficiales.


En la Tercera Dinastía (cerca 2680 AC) el faraón Zoser tuvo la fortuna de tener un canciller llamado Imhotep al que se le atribuye la construcción de la primera gran pirámide (y por tanto del primer gran edificio de piedra). Imhotep fue divinizado con posterioridad, posiblemente el primer caso documentado de alguien "subiendo por el escalafón".

Es tentador imaginar cómo un día, de repente, la inspiración golpeó a lmhotep: "Si pongo una mastaba encima de la primera y otra encima de ésta, y así hasta seis, mi Faraón será mucho más importante que su adorado padre". Pero la realidad de las excavaciones en la
Pirámide escalonada de Zoser, nos revela la gran cantidad de cambios de diseño que sufrió durante su construcción.

Primero se construyó una inusual mastaba cuadrada utilizando bloques de piedra (tampoco un material habitual). Luego se fueron recreciendo los lados, en varias etapas hasta que tomó forma rectangular, y ascendiendo hasta convertirla en una pirámide de cuatro escalones.
Volvieron a recrecerse los lados, y de nuevo hacia arriba hasta alcanzar las seis alturas de su forma final. Todo esto indica que no hubo una súbita "aportación de ideas nuevas por alguien
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desconocido" que de repente transformase a los "primitivos" egipcios en brillantes ingenieros y canteros, la teoría referida por los especuladores mas irracionales sobre Egipto. Está claro que Imhotep fue un hombre destacado para su época pero también es evidente que sus ideas no surgieron de fuentes misteriosas. Su curva de aprendizaje está escrita en piedra.

Desde esta primera pirámide escalonada, podemos seguir el desarrollo de esta forma de arquitectura a través de la primera pirámide
verdadera hasta el apogeo de la construcción piramidal, la Gran Pirámide de Keops en Giza. Esta es la base sobre la que se han levantado todas las fantasías que nos inundan, y ciertamente representa una destacada muestro de ingeniería. El primer hecho digno de mención sobre la Gran Pirámide es que el plazo transcurrido entre
lo invención por lmhotep y la construcción de ésta, la mayor y mejor de todas, fue inferior a un siglo.

La Oran Pirámide es única en muchos sentidos. Cuando se levantó era el edificio más pesado jamás construido (alrededor de 6 millones de toneladas). Todavía lo es. Se compone de aproximadamente 2,3 millones de bloques de piedra con un peso medio de 2,5 toneladas. Su base es un cuadrado de 227 m. de lado, con un error máximo de 20 cm. La altura original eran 150 m. pero los últimos 15 m. han desaparecido en la actualidad. Está exactamente alineada con los cuatro puntos cardinales y su error máximo (al Este) supone un desplazamiento de sólo 5' 30 del verdadero norte-sur, lo que para una civilización que desconocía la brújula, no está nada mal.

Su base ocupa unos 51.000 m2, sus lados forman un ángulo con la horizontal de 51º 51' y se construyó usando una tecnología no más
complicada que la palanca, el rodillo, el plano inclinado, herramientas de piedra y cobre, mentes inteligentes y trabajo duro.

Debemos clarificar algunos populares malentendidos, propagados extensamente por los trabajos y obras de autores deliberadamente
ignorantes tales como Erich von Däniken, que seguramente ostenta la distinción de estar equivocado sobre más cosas que ninguna otra
persona en la Tierra.

Los egipcios no eran gente primitiva en absoluto. Eran tan inteligentes y sofisticados como en la actualidad y aunque su tecnología era simple, se adecuaba a la tarea emprendida y eran
expertos en su aplicación.

Los egipcios no utilizaron esclavos para construir las pirámides, sino ciudadanos que eran pagados por su trabajo con comida (incluso existen evidencias de cómo los egipcios inventaron las huelgas para mejoras de salarios. Sabemos que el trabajo especializado en las pirámides lo llevaba a cabo un equipo de artesanos y podemos suponer que la mayoría del trabajo duro lo realizaba mano de obra no especializada, probablemente los agricultores locales que no tenían nada que hacer mientras sus tierras estaban inundadas por la crecida anual del Nilo.

Los egipcios movían los grandes bloques de piedra sobre trineos de madera tirados por grupos de hombres con cuerdas. Von Däniken nos hace creer que los egipcios desconocían las cuerdas y que disponían de poca madera porque "los árboles no crecen en abundancia a lo largo del Nilo". Ambas afirmaciones son falsas. Se han encontrado muchas cuerdas en las tumbas egipcias y los egipcios utilizaban bastante madera, la mayoría de la misma adquirida por el comercio con los países vecinos como sabemos por los ejemplares encontrados.

Los egipcios no realizaban sacrificios humanos durante la época dinástica (aunque quizá lo hicieron en épocas anteriores). Tampoco
existen pruebas de que seres humanos vivos fueran enterrados en las pirámides con su faraón muerto. Esta idea es seguramente una invención
de las películas de Hollywood.

La momificación se llevaba a cabo para preservar los restos de los egipcios para la otra vida y no como Von Däniken asegura, en espera
de la resurrección a la vuelta de antiguos astronautas. Conocemos las técnicas de momificación con bastante detalle gracias a los textos
conservados. Los órganos internos eran extraídos y almacenados separadamente del cuerpo, que se trataba con diversas sales y resinas y se envolvían en liras de lino.

Todo lo anterior puede haber resultado, a la postre, contraproducente ya que algunas de momias más antiguas, enterradas sin ningún tipo
de tratamiento, han sobrevivido mejor que las de los faraones. La evidencia disponible sugiere que la desecación causada por el enterramiento en
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arena seca constituye una proteción mucho mejor que cualquiera de os tratamientos aplicados a los cuerpos faraónicos.

Lo que realmente demuestra la falsedad de Von Däniken es el hecho de que el cerebro fuese extraído en trozos, a través de la nariz, y no
conservado. Los egipcios creían que el corazón era el lugar del alma y no le daban ninguna importancia al cerebro. En el caso de Von Däniken, puede que sea verdad.


Motivación

Más adelante analizaremos algunas de las fantasías que se han construido alrededor de la Gran Pirámide, pero consideremos ahora en
primer lugar ¿por qué construir una pirámide? La respuesta a esta pregunta es que no la sabemos. Existen muchas hipótesis lógicas (y otras muchas más, ilógicas) pero parece no existir duda de que el propósito tenía un origen religioso. Puede que se viese a la pirámide como una "escalera a los cielos" para que el faraón muerto ascendiese a su merecido puesto al lado del dios solar.

No existen evidencias directas de que las pirámides fueran efectivamente el lugar de enterramiento de los reyes, ya que nunca se han encontrado restos de un faraón dentro o debajo de una pirámide. Pueden haberse construido como monumentos conmemorativos y no como
tumbas.

Una hipótesis propuesta por el físico germano-británico Kurt Mendelssohn, defiende que la existencia de las pirámides es secundaria
al hecho de su construcción. Mendelssohn propone que los gobernantes del recientemente unificado reino de Egipto necesitaban algún trabajo de importancia nacional para fundir los diferentes grupos regionales en un estado cohesionado y centralizado. Mendelssohn en su libro "El Enigma de las Pirámides", defiende muy bien su postura y, sea cierta o falsa, ciertamente es lógica y explica algunos de los misterios que rodean esas gigantescas estructuras. Esta teoría se encuentra dentro de los parámetros de la especulación razonable, así como muchas otras asociadas a un periodo de la historia que, aunque mejor documentado que los anteriores, sigue estando lejos de haber sido completamente acalarado. Lo que nos cuentan los textos de la época que han sobrevivido hasta nuestros días sobre los antiguos egipcios contrasta considerablemente con la mitología popular que los rodea. Los egipcios eran gente práctica e inteligente, no dada a un excesivo misticismo. La idea contraria, errónea, puede haber surgido porque la mayoría de los textos que nos han llegado se refieren a la muerte, lo que a la vez se explica por el hecho de que sus tumbas han sobrevivido a los años mejor que sus residencias mundanas.

Aunque sabemos con certeza que los egipcios tenían suficiente conocimiento de Astronomía para elaborar un calendario fiable y
poder así predecir el suceso más importante del año, la crecida del Nilo, no parece que desarrollaran la Astrología, algo que debería granjearles los simpatías de todos los escépticos.

En general los egipcios se nos aparecen como personas muy agradables dando apenas muestras de la crueldad y brutalidad que caracteriza a tantas antiguas civilizaciones, y a no pocas de los modernas.

No sabemos por qué la pirámide se convirtió en una estructura tan importante para los egipcios, pero podemos descubrir una pista en el simple pragmatismo de su forma. Una vez tomada la decisión de construir en una escala monumental, la pirámide se convierte en la
forma más lógica para unas gentes que no conocen los arcos o las columnas. Una vez que se construye la pirámide, suponiendo que se haga
bien, tiende a quedarse como está. Mantenerse es más fácil que derrumbarse para una pirámide bien construida.

No podemos dejar de referimos a las afirmaciones hechas habitualmente por aquellos que no saben nada de la historia y cultura egipcias, pero que buscan obtener fama y fortuna escribiendo libros profundamente basados en esa ignorancia. En concreto cuando dicen: "En la actualidad nos seria imposible construir la Gran Pirámide".

Dicha frase es a la vez una redomada tontería y algo bastante cierto. Una tontería porque los que eso afirman apelan a unas técnicas que los egipcios supuestamente habrían conocido y que nos resultan esconocidas en la actualidad. Y verdad, por una razón completamente diferente, ya que seria muy difícil imaginar siquiera a un político o director de empresa convenciendo a su electorado o a su consejo de
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administración sobre a conveniencia de gastar tanto dinero en una estructura intrínsecamente inútil (a pesar de las opiniones del príncipe Carlos al respecto). En su libro "Guardianes del Universo" Ronald Stoty aportaba los siguientes datos sobre la cuestión: Una compañía constructora japonesa estimaba en 1980 que el coste de
levantar una réplica de la Oran Pirámide usando técnicas modernas seria de 50000 millones de pesetas. Si se utilizasen los métodos intensivos en mano de obra que utilizaron los egipcios, el coste alcanzaría los 3,6 billones de pesetas. Desde luego sería un gobierno muy audaz aquel que sugiriese que la construcción de pirámides serviría pata luchar contra el desempleo.

En lo que se refiere a las técnicas "perdidas" se dispone de abundantes pruebas de cómo los egipcios tallaban las piedras, las trasladaban a pie de obra y usaban rampas para elevarlos hasta la altura requerida y colocarlas en su sitio. ¿Cuáles son pues las técnicos olvidadas?

Otro misterio que todavía intranquiliza a los proponentes de explicaciones paranormales es cómo el concepto de la construcción de
pirámides pudo surgir en dos culturas tan separadas como la de Egipto y América Central. La única respuesta que se les ocurre es que los
egipcios colonizaron América Central enseñando a los indios a construirlas. Pero ello es difícil de sostener si consideramos algunos pocos hechos contundentes.

Las pirámides de Centroamérica se diseñaron para un propósito completamente diferente al de los de Egipto: ceremonial más que
funerario. Todas los pirámides americanas tienen un ángulo menor que las egipcias y están diseñados para permitir el acceso a los templos
colocados en su parte superior. En el caso de los aztecas, parece ser que la principal actividad desarrollada en ellas eran los sacrificios humanos, aunque probablemente no ocurrió así con los mayas.

Los métodos de construcción se diferencian grandemente de los usados en Egipto y por lo general las pirámides americanas no fueron
utilizadas como monumentos o sitios de enterramiento, aunque en un caso (Palenque) en su interior se encontró el cuerpo de algún personaje importante.

El hecho crucial que hace muy poco probable el intercambio cultural entre ambas zonas es que las pirámides antiguas de México son los llamados Templos del Sol y de la Luna de Teotihuacan, sobre cuyos constructores poco se sabe, pero que han sido identificados por
algunos místicos con las tribus perdidas de Israel (¡nada menos!). Estas pirámides son comparables en tamaño con las de Egipto y se han
datado en los comienzos de la era cristiana. Parece muy poco plausible que los egipcios, en las etapas finales de su larga historia se hubieran aventurado atravesando medio mundo para enseñarles a los nativos una tecnología que ellos mismos habían abandonado casi dos milenios antes.

Parece mucho más probable que sea el significado práctico de la forma piramidal para una construcción monumental lo que atrajese a dos diferentes culturas (ninguna de las cual desarrolló el arco) de forma independiente.

Para echar por tierra pues, las absurdas pseudocientíficas teorías sobre antiguos astronautas, viajeros temporales y restos de preexistentes civilizaciones de alta tecnología etc, que nos ofrecen los imitadores de Von Däniken, con el simple recurso de examinar los hechos que han descubierto genuinos arqueólogos y científicos. Tales teorías pueden atribuirse a la deliberada ignorancia de los que las proponen. De mayor interés son algunos de los curiosos cultos que
encuentran significados místicos en los medidas de las pirámides y especialmente en las de Gran Pirámide de Keops.


Piramitos y Piramidiotas

Parecería que la fuerza impulsora de los intentos de relacionar las medidas de la Gran Pirámide con la profecía bíblica, que llevó a
muchos autores británicos del siglo pasado a atribuir una inmerecida significación a esta última pudo ser un rechazo al sistema métrico
introducido después de la Revolución Francesa. Ningún respetable británico temeroso de Dios iba a dejar prevalecer este ejemplo de la ateista perfidia franchute (Algunos lectores de mediana edad o mayores pueden mostrar todavia simpatías por esta idea).

Entre los primeros que se enfrentaron a este problema estuvo un editor retirado, John Taylor, que creía que la pirámide había sido construida por Noé siguiendo las órdenes
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divinas, y por tanto, decidió que la longitud del codo bíblico era exactamente de 25 pulgadas.

Taylor fue el primero en descubrir que las dimensiones de la Gran Pirámide sugieren que los egipcios conocían el número pi (la razón de
la circunferencia de la pirámide a su altura da, con bastante exactitud 1/2 pi). Como es sabido que los egipcios no habían desarrollado las matemáticas a nivel teórico hasta ese extremo, ello convenció a Taylor de que la Gran Pirámide fue inspirada por Dios y que presentaba un genuino problema para los estudiosos más cientifistas.

Una posible explicación alternativa podría ser que como los egipcios usaban un rodillo cilíndrico para medir largas distancias, entonces
el número pi entraría a formar parte de los cálculos de una manera subrepticia y los egipcios lo habrían empleado sin saberlo. Cualquiera que sea la verdad del asunto, como Taylor se adhería a la idea de que los británicos descendían de las tribus perdidas de Israel, se convenció de que la pirámide había sido construida por estos
protobritánicos. Evidentemente, los egipcios no pudieron haberla erigido, ya que son incluso peores que los franceses. Las ideas de John Taylor fueron recogidas nada menos que por todo un personaje como el Astrónomo Real de Escocia, Charles Piazzi Smyth (el verdadero
misterio de esta historia es cómo alguien con un nombre tan sonoramente extranjero llegó a ser nombrado Astrónomo Real). Smyth había sido pupilo de Sir John Herschell y, como Herschell y Taylor, se opuso al uso del sistema métrico decimal, lo que puede ayudarnos a comprender algunas de las extraordinarias teorías que propuso con posterioridad.

Al encontrar que una de las piedras ornamentales de la Gran Pirámide tenía aproximadamente 25 pulgadas, como el codo de Taylor, Smyth decidió que la pulgada (un veinticincoavo del codo y aproximadamente una diezmillonésima parte del radio polar de la Tierra) debía haber sido la unidad divina de longitud. Cuando se descubrió que la piedra original tenía un poco más de 25 pulgadas (25,025 de hecho) Smyth propuso que la "pulgada piramidal de 1.001 era la verdadera unidad divina (la unidad británica posiblemente encogió un poco en los bolsillos de uno de los judíos de las Tribus Perdidas).

Desde luego ello bastó para probar que el sistema de medidas británico era de inspiración divina, lo que supuso la primera en el ojo para
esos odiosos franceses. Smyth empleó la pulgada piramidal y otras variadas medidas hechas en la Gran Pirámide para calcular la densidad de la Tierra, su población y, por todo lo que sabemos, incluso el ganador de la tercera carrera de Aston.

Es obvio que dado el número de medidas distintas que pueden hacerse en una gigantesca estructura como la Gran Pirámide, e interpretadas con las apropiadas ideas preconcebidas, uno puede siempre obtener las respuestas que busca. Esto fue lo que hizo Smyth.

Su libro "Nuestra herencia en la Gran Pirámide, contiene más de 600 páginas llenas de cálculos y predicciones. El gran problema consistía en que todo era teoría - aún no se había encontrado ninguna medida real de la pulgada piramidal -. Smyth se encargó de solucionarlo
hallando, durante una visita a Egipto, unas marcas-patrón dejadas por los canteros en las piedras, que rápidamente declaró como el Divino
Patrón. La "ciencia" de la Piramidología estaba ya sobre una base firme. Incluso sobrevivió a la revelación de que uno de los seguidores de Smyth había sido descubierto tratando de limar dicho patrón a fin de obtener una mayor precisión. Y también sobrevivió al descubrimiento de que las piedras que quedan del revestimiento de la Gran Pirámide tenían todas tamaños diferentes.

Con el bocado firmemente entre los dientes, Smyth y sus muchos seguidores, que incluían a los fundadores de los Testigos de Jehová, usaron la pulgada piramidal y decidieron que las diferentes structuras interiores de la Oran Pirámide representaban un archivo de la historia posada del mundo (naturalmente a partir del 4004 AC) y no sólo esto: nuevas mediciones demostraron que la historia futura del mundo también se encontraba impresa en las piedras. Así, el fin del mundo, se vaticinó para 1874, 1914, 1920 y 1925.

Como ocurre con todas las predicciones fallidas, cuando no sucede lo vaticinado se revisan los datos para obtener una nueva fecha (véase Nostradamus). Lo que Smyth y sus seguidores estaban haciendo era forzar los datos hasta conseguir los resultados preconcebidos, una práctica todavía utilizada por muchos practicantes de lo paranormal.
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Smyth podía multipicar cualquier medida por el número más apropiado y obtener cualquier valor significativo, como la distancia al Sol a
partir de la altura de la pirámide(481 pies x lO00 millones = 90 millones de millas). No demasiado exacta, y desde luego no tanto como Dios o unos extraterrestres viajeros deberían conocerla, pero
ciertamente convenció a los creyentes.

Desgraciadamente Smyth, como un antiguo personaje de egipcia fama, estaba alimentando una víbora en su propio seno. Sus teorías fundamentalmente debido a su posición, eran tratadas con un grado de respeto que ciertamente no merecían. Uno de sus más ardientes partidarios era un ingeniero químico, que junto con su hijo, decidieron seguir afinando las teorías de Smyth, para lo que necesitarían nuevas y más precisas mediciones en el propio lugar de los hechos. A tal fin ambos se pusieron a diseñar instrumentos de alta precisión para obtener unas medidas tan exactas como fuese posible. Como ello les llevó mucho tiempo, el ingeniero acabó reconociendo que era demasiado viejo para el viaje y envió a su hijo a Egipto. Allí
este realizó varias triangulaciones muy exactas del lugar y procedió a probar fuera de toda duda que Smyth estaba "hablando a través de su
sombrero" (¿chapeulalia?).(*)

Este joven, Williams Matthew Flinders Petrie, se quedó en Egipto para convertírse en el mayor egiptólogo de su tiempo y ser considerado
por muchos como el padre de la arqueología científica. Curiosamente era nieto del famoso explorador de la costa de Australia, Matthew
Flinders.

El hecho de que Smyth estuviese equivocado no ha sido obstáculo para que la gente siga creyendo en sus predicciones y que sus teorías
continúen siendo recicladas hoy en día.


El Poder de la Pirámide, o Mucho Ruido y Pocas Nueces

Todo lo anterior puede explicarse por la incapacidad de algunas personas para aceptar que las antiguas civilizaciones fueran capaces de realizar enormes trabajos de ingeniería o que dichas estructuras megaliticas fuesen intrínsecamente inútiles.

Lo siguiente etapa en la saga de la pitamidología deja al mundo de las pirámides tangibles y entra en el reino de la forma piramidal. Más exactamente, analizaremos el efecto las pirámides en la idea emblemática de la Nueva Era, las "energías desconocidas para la ciencia" o "EDC" como la llamaremos por tazones tipográficas.

Era posiblemente inevitable que alguien, alguna vez, hubiese tropezado con la idea de que la propia pirámide tenía algo que ver con el
proceso de momificación. Esta idea va contra toda la evidencia de como se realizaban las momificaciones, incluyendo los propios escritos
dejados por los egipcios, pero coincide con las ideas de aquellos que insisten en ver un problema donde no existe.

Martin Gardner, en su entretenido libro "Los Números Mágicos del Dr. Matrix" [existe edición en castellano), hace remontar la primera
aparición de esta idea a los comienzos del siglo veinte. Por esa época, un "ocultista francés", como Gardner lo denomina, descubrió que un gato muerto quedaba momificado después de haberlo puesto en el interior de una pirámide a escala. Como al parecer no existía gran demanda de gatos momificados, durante los siguientes cincuenta años no se conocen más investigaciones sobre el fenómeno.

Luego, a finales de los cincuenta un checo llamado Drbal aseguró que una hoja de afeitar puesta bajo una pirámide de cartón mantenía su filo más tiempo del acostumbrado.

En la actualidad nos encontramos con varios actores de cine (podrían ser incluso los descendientes de las tribus perdidas de Israel) que aseguran haber podido meditar mejor sentados bajo una pirámide. Otras personas afirman que la comida guardada bajo una pirámide conserva su frescura; que los deseos se hacen realidad sí se escriben en un papel colocado en el interior de una pirámide; que las pirámides matan bacterias. Todo esto sería verdaderamente extraordinario si fuese verdad, pero... ¿cuánto verdad hay en ello?

Consideremos primero si las "EDC" parecen seguir alguna regla, y cómo una pirámide podría encauzarlas.

Siempre que un pseudocientífico o un paranormalista es desafiado a explicar algún fenómeno que la ciencia considera altamente improbable, responde con las EDC. Nada más
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lejos de nuestra intención que decir que no existen las EDC, pero la verdad, no nos sentimos muy motivados para aceptarlas en base a lo que
se afirma que pueden hacer.

Parece que pueden hacer cualquier cosa y que no están gobernadas por ninguna ley en absoluto. Los partidarios del poder piramidal han
asegurado que las pirámides pueden, inter alia, momificar carne, conservar comida en su estado natural y afilar hojas de afeitar. Para cualquier observador casual estas tres actividades parecen reclamar tres diferentes aplicaciones de energía.

El momificar la carne presupone una habilidad para eliminar moléculas de agua. Para afilar hojas de afeitar se necesita la capacidad de
poder añadir o eliminar átomos metálicos. Y conservar la comida significa poder mantener el status quo. Dado que el material en que se
construya la pirámide no parece tener ninguna influencia en cualquiera de estos procesos (se fabrican de cartón, madera, poliestireno, cobre,
policarbonato, acero y otros materiales) y como no parece existir ningún sistema de control, ¿cómo se escoge el proceso requerido? ¿Pueden las EDC decidir por sí mismas si el objeto que está dentro de la pirámide es una hoja de afeitar o un gato muerto?

Si esto fuera así, y esa es la única conclusión lógica que se deriva de las pretensiones formuladas, parecería que estamos hablando de
algún tipo de energía inteligente. Este es un concepto extraordinario y exige evidencias mucho más persuasivas que las que facilitan los
partidarios de su existencia. Imaginemos los problemas que Einstein hubiera tenido si la gravedad pudiese pensar por si misma.

La siguiente pregunta seria: ¿Qué es lo que tiene la forma piramidal que le permite canalizar esta energía cuando otros sólidos
geométricos no pueden hacerlo? Nunca hemos oído hablar del Poder Cúbico o Esférico (aunque este articulo puede generar tales ideas en algunos - ha ocurrido con anterioridad-). La respuesta es que no existe nada en una pirámide que nos pueda dar razones para creer que su forma ocupa una posición privilegiada en el mundo de los sólidos. Es mucho más probable que los partidarios de esta falacia se hayan visto seducidos por los supuestos misterios de las pirámides de
Egipto y, en consecuencia, hayan investido a la propia figura con esos místicos poderes.

Nada nos induce a creer que las pirámides ejerzan algún tipo de influencia sobre la energía, sea conocida o desconocida para la ciencia. Esto, desde luego, sería irrelevante si existiesen ejemplos experimentales que hubiesen "probado" lo contrario. Sin embargo aunque existen muchas referencias en la literatura "pro" sobre pruebas de este estilo, es muy difícil encontrar experimentos realizados correctamente y que ofrezcan resultados reales más que opiniones
subjetivas. En cambio, aquellas pruebas que se han realizado por el método de doble-ciego no ofrecen ningún consuelo para los partidarios del poder piramidal.

En una prueba sobre vino francés, aparecida en el mismo número de invierno 1987-88 del Skeptical lnquirer, el vino mantenido bajo la pirámide no ofrecía ninguna diferencia de calidad frente al vino almacenado normalmente.

Los defensores del poder piramidal se ven obligados entonces a echar mano de la única regla que sabemos positivamente que las EDC obedecen. Es la siguiente: "Ningún suceso paranormal tendrá lugar en presencia de un escéptico". Esta ley es más conocida por su apelativo ("la escapatoria del psíquico") y permite explicar muchas otras cosas además de la incapacidad del poder piramidal para actuar.

Para terminar este capitulo sobre el poder piramidal debemos referirnos al papel del escritor y respetado escéptico americano Martin Gardner en la divulgación y el consiguiente arraigo popular de esta improbable forma de energía. En un articulo satírico aparecido en el número correspondiente a junio 1974 del Scientific American, Gardner hizo varias extravagantes aseveraciones sobre el poder de las
pirámides, en boca de su personaje el Dr. Matrlx. Gardner quedó asombrado ante la cantidad de cartas que generó dicho artículo, procedentes de gente que deseaba saber más detalles sobre cómo las pirámides podían ayudarlos.

Muchas de las irónicas propiedades descritas por Gardner forman todavía parte del folklore sobre el poder piramidal, así que no se
sorprendan si el poder cúbico o esférico se incorporan a la fenomenología de la Nueva Era en el futuro.
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Aunque no hay nada especialmente misterioso sobre las pirámides, ciertamente han ejercido una gran influencia sobre la imaginación
de mucha gente durante milenios.

Simplemente la lectura de cómo las gentes de los antiguas civilizaciones afrontaban la tarea de su construcción y de cómo modernamente hemos conseguido arrancar sus secretos a las piedras, despierta nuestros instintos románticos. Nos hace darnos cuenta de los importantes logros tanto físicos como mentales, que la especie humana es y ha sido capaz de alcanzar desde los principios de la historia escrita. Y al mismo tiempo, nos permite reconocer lo limitada que debe ser la imaginación de aquellos que no pueden enorgullecerse de los progresos de nuestra especie y deben inventar unos seres superiores que se lleven los méritos por lo que los humanos han hecho. Como escépticos, no debemos ofendernos por gentes como Erich von Däniken Charles Piazzi, John Smyth y muchos otros. Más bien, deberíamos sentir lástima por su visión estrecha y por su pobreza de espíritu.

(*) Juego de palabras que hace el autor. "To talk thorugh one's hat" es una frase hecha que significa "decir bobadas, no saber lo que se dice. (Nota de los editores).


Traducción da Luis R.González


Original publicado inicialmente por la revista de los escépticos australianos, The Skeptic. Agradecemos a Barry Williams, autor de este trabajo y presidente del citado grupo, la autorización que nos ha dado para la reproducción del mismo. Por si queréis poneros en contacto con ellos su dirección es: The Skeptic. PO BOX E324, St. James NSW 2000. Australia.

Original: Copyright de The Skeptic.
Traducción: Copyright de LAR.

The Skeptical Inquirer

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The Skeptical Inquirer
PO. Box 229, Central Park Station
Buffalo, New York 142l5-O229
Estados Unidos
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Preguntas en busca de respuestas


¿Qué vio Pedro Sarmiento de Gamboa?

En la obra Viajes al Estrecho de Magallanes de Pedro Sarmiento de Gamboa donde se describen los viajes que hizo al citado estrecho
en los años 1579 y 1581, nos cuenta lo siguiente [página lo7 de la presente edición. Alianza Editorial. Colección el libro de bolsillo. Madrid 1988]: "Esta noche (del 7 de febrero de 1580), a una de [la] noche, a la banda del Sureste cuarta al sur vimos salir una cosa redonda bermeja como fuego, como una (a)darga, que iba subiendo por cielo o viento. Sobre un monte alto se prolongó y estando como una lanza alta sobre el monte, se hizo como media luna entre bermeja
y blanca. Las figuras eran de esta manera":


¿Puede alguien darme una idea de lo que vio Pedro Sarmiento de Gamboa?


Los Vikingos y la cordierita

Mi suegro está escribiendo un libro sobre instrumentos de navegación antiguos y me ha planteado una pregunta que os traslado para ver
si alguien puede ayudarme. Alguien hace un par de años le comentó que, antes de utilizar la magnetita o la brújula, los navegantes vikingos
se orientaban utilizando una piedra que se llama cordierita. Esta piedra tiene la propiedad de que la frecuencia - el color - de la luz que refleja depende del ángulo que forma con la fuente luminosa. La persona que le dio esta información no se acuerda dónde la leyó. Yo me he dirigido al servicio de búsqueda temática de la Enciclopedia Británica pero no han encontrado nada.
¿Algún lector puede ayudarnos?


Cosas...

Todos los años, Ted Schultz realiza un libro sobre cosas extrañas de nuestro mundo. El titulo habitual es "The Fringes of Reason. A Whole Earth Cataiog". En él se describen las sociedades que existen en defensa de la Tierra Plana, los que creen en la eficacia de la danza de la lluvia, los que creen en ovnis, los teósofos etc. Es un catálogo sumamente divertido. Y lo más sorprendente es que de cada tema incluye
una bibliografía de libros que todavía se pueden comprar. Es una fuente increíble e inagotable de datos. ¿Sabíais, por ejemplo, que todavía se puede conseguir el libro "Extraordinary Popular Delusions and the Madness of Crowds" de Charles Mackay, publicado en 1.841? Pues sí, se puede y su precio es de US $7.95, lo podéis pedir a Crown Publisher Order Dept. 34 Engelhard Ave. Avenel, NJ 07001. USA. Si queréis que os lo envíen por corro el precio es de US $ 10.45.

Su punto de vista es habitualmente crítico. Las referencias escépticas más usuales son las del Skeptical lnquirer o las de Prometheus Books.

Además, toda nota sobre cualquier agrupación exótica de cualquier parte del mundo que enviéis es candidata para su publicación. Si
deciden publicarla os la pagan.

Fringes, Whole Eartb Catalog
27 Gate Five Road
Sausalito, CA 94965 USA

F.A.B.
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Respuestas: La psoriasis y el milagro de los peces

Víctor Sanz Larrinaga

1.-Introducción.

La pregunta formulada por nuestro presidente, Félix Ares, en el nº19 de LAR, respecto al poder curativo que sobre la psoriasis tienen ciertos peces que pueblan un pequeño lago del pueblo turco de Kangal
(Anatolia), - noticia aparecida en una revista de poco crédito científico (Estar viva nº 5, 28-Xl-88, pág.35)-, puede responderse
concretando los siguientes puntos.

2.- La psoriasis
Para ayudar al lector en la comprensión de este párrafo y los posteriores, hemos elaborado un pequeño glosario con los términos más
técnicos que sucesivamente van apareciendo en el texto.

La psoriasis es una enfermedad cutánea de causa desconocida, crónica, muy frecuente (2% de la población general), recurrente y que se
presenta con pápulas (1) etitematosas (color rojo salmón) y placa (2) cubiertas con escamas de color blanco plateado. Las regiones más afectadas son el cuero cabelludo, los genitales y las superficies extensoras de las grandes articulaciones (codos, rodillos, nuca o región lumbar). A veces, también se afectan las uñas, y en un pequeño porcentaje los pacientes con psoriasis sufren, a la vez un determinado tipo de artritis (3).

Hasta aquí nos hemos referido a la típica psoriasis (psoriasis vulgar), pero existen, además de ésta, otras formas clínicas (es decir, formas de presentación) de importancia y gravedad desiguales.

La evolución y pronóstico de esta enfermedad son enormemente variables. De ahí que las lesiones individuales o incluso la erupción en su totalidad puedan, tanto curar espontáneamente, como agravarse o complicarse de forma imprevista. Los factores nerviosos o psicológicos
(emociones) son en algunos casos de gran importancia en su evolución.

Como ocurre con la mayoría de lo procesos de causa desconocida (o parcialmente conocida) no existe tratamiento curativo específico ( o sea, que elimine la causa productora). Por el contrario, se emplea un gran número de modalidades terapéuticas que, desgraciadamente, sólo ofrecen una supresión (remisión) parcial y temporal del proceso. Y para que el lector se haga una somera idea de esta variedad de terapias, que pueden utilizarse aisladas o combinadas, citaremos unas cuantas: emolientes (4) o lubricantes, agentes queratolíticos (5), sustancias reductoras como el alquitrán de hulla, corticoides (6), antimitóticos (7) y luz ultravioleta (8).

3.-El milagro de los reces.

De entre todos los procedimientos terapéuticos que acabamos de enumerar nos interesa resaltar el tratamiento con luz ultravioleta, pues en él radica el "milagro".

En efecto, desde hace más de 60 años se conoce que la luz ultravioleta, ya sea solar o artificial, es efectiva en la psoriasis. Por esta razón: "Algunos organizadores astutos, sacando ventajas de las condiciones geográficas de las estaciones a la orilla del Mar Muerto, han propuesto curaciones milagrosas, puesto que esta región se encuentra al mismo tiempo enormemente soleada y por debajo del nivel del mar u en consecuencia las radiaciones solares podrían ser en estas zonas más ricas en luz ultravioleta A (UVA) y menos ricas en luz ultravioleta b (UVB). Aprovechando tales circunstancias, los citados organizadores han obtenido la aceptación del reembolso de las estancias de tratamiento, por parte de algunos organismos de Salud Pública". (Tomado de Praxis Médica, vol.XI, pág.l 11.434). Sin embargo, a pesar de la indiscutible eficacia de estas curas con luz ultravioleta, las recidivas no se hacen espetar en un lapso de
tiempo más o menos corto.
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Según esto, nada nos impide pensar que en el lago de Kangal suceda algo similar a lo descrito en el Mar Muerto, siendo la luz ultravioleta de esa zona la responsable de la "milagrosa curación. Obviamente, había que conocer con exactitud las condiciones geoclimáticas de la zona y la propia quimica del agua para poder
tener certeza de lo dicho. Asimismo, debía valorarse el tratamiento que previamente tenia cada enfermo antes de la exposición solar (ya
que ciertas sustancias pueden complementar o potenciar lo acción de la luz ultravioleta). Pero sea lo que fuere, la explicación debe buscarse en esta línea de hechos y razonamientos ya confirmados en otros casos y lugares. Los peces y los milagros poco cuentan en esta historia poco
evangélica.

4.-Conclusión

Por último, si el lector se fija en todas las frases que adrede he subrayado a lo largo de esta nota, se percatará que La psoriasis es una enfermedad muy frecuente, de causa desconocida (pero con muchos factores modificadores), con una expresividad clínica múltiple y abigarrada, una evolución recurrente, un pronóstico aleatorio y un tratamiento - hasta la fecha - incierto y paliativo (es decir, que ataca a los signos y síntomas de la enfermedad, no a su causa). Pues
bien, las enfermedades con este tipo de características son presas muy codiciadas por los "médicos alternativos", ya que su curación supone una superioridad sobre la "medicina oficial" (que se muestra impotente e ineficaz). Sin embargo, es fácil adivinar que con esos caracteres cualquiera puede "curar", pues cuando estas enfermedades se curan o mejoran, se curan o mejoran solas, y como los errores en pseudociencia no cuentan y, además, pueden justificarse ad hoc, el éxito está
asegurado. He aquí la forma habitual de darse los milagros en medicina.

5.- Glosario.

(1)Pápula: Pequeña elevación de la piel circunscrita y de consistencia sólida que se resuelve espontáneamente sin dejar cicatriz.
(2)Placa: Masa plana y elevada formada por la confluencia de pápulas.
(3)Artritis: Inflamación de una determinada articulación. Ciñéndonos a nuestro caso, la artritis psoriásica es la que se asocia a la psoriasis, afectándose predominantemente las articulaciones de manos y pies.
(4)Emolientes: Sustancias de uso externo que ablandan las lesiones,
(5)Queratoliticos: Sustancias que disuelven la capa córnea de la piel, desprendiéndolas en escamas; es el caso del ácido salicílico.
(6)Antimitótícos: Sustancias que bloquean e impiden la división celular mitótica; empleadas como anticancerosos.
(7)Corticoides: Esteroides semejantes a los aislados en los extractos de corteza suprarrenal; usados por sus propiedades antiinflamatorias, entre otras.
(8)Luz ultravioleta: Conjunto de radiaciones del espectro luminoso (electromagnético) comprendido entre la luz visible (más allá del
violeta y, por ello, no visibles al ojo humano) y los rayos X de menor energía (aunque este último limite es bastante impreciso). En el siguiente esquema se muestra el espectro electromagnético y el espectro de las radiaciones ultravioletas. En este último hay que
destacar que la división en UV-A, UV-B y UV-C es artificial; además, los efectos biológicos específicos de cada clase de radiación no
representan estas diferenciaciones físicas.

---------------------------------------------------
Cósmicos Gama X UV Infrarrojos Ondas radio
---------------------------------------------------

-----------------------
UV-C UV-B UV-A
-----------------------

Escala en nanómetros

La forma de llevarse a cabo el tratamiento de la psoriasis con UV es muy discutida. En general, la luz UV se utiliza combinada con la
administración de ciertos fármacos. Las dos formas principales son: a) Asociando UVB con alquitrán de hulla en pomada o crema (es el método de Goeckerman). Poco usado. b)Asociando UVA con psoralenos (P), que son sustancias que provocan "inflamación" de la piel (dermatitis fototóxica) por exposición al sol (a este método se denomina PUVA o
PUVATERAPIA). Así, por ejemplo, el
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metoxsaleno por vía oral va seguido, tras un determinado intervalo de irradiación de la piel a los rayos UVA.

Nota:
Os recuerdo que esta respuesta que nos ha dado Víctor Sanz Larrínaga se hace porque es su día hubo una Pregunta en Busca de Respuesta. LAR espera vuestras preguntas y vuestra colaboración en las respuestas.

La Alternativa Racional
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El Porque De Los Porques

Fermín Huerta Martín

En el nº18 de LAR ser reseñaban dos libros de Gardner (1 y 2). Es evidente que en el escaso panorama de libros editados en castellano y
contrarios o críticos a la pseudociencta, uno no puede pasar por alto el leerlos. En ellos se tocan los más diversos temas pseudocientíficos como la percepción dermo-óptica la extrasensorial, los biorritmos, Uri Geller, los videntes, los predicadores, los curanderos, los primates parlantes, la telequinesis, etc. El estilo de Gardner en estos dos libros es peculiar; primero publica el articulo, lo actualiza si es necesario y finalmente adjunta la correspondencia que en su día pudo
generar su escrito y su réplica a esta correspondencia.

La impresión que uno saca de la lectura de estas obras es que Gardner es un gran escéptico y parece conocer todas las artimaña con las que se le pretende engañar. A esto habría que añadir la fama que le precede, por sus muchos trabajos previos sobre pseudociencia, por su colaboración en Scientific American con su sección de juegos
matemáticos, sus múltiples obras sobre este mismo tema, así como otras de divulgación científica en general, además de ser miembro fundador del CSICOP. En suma, alguien que merece respeto y admiración.

Y esto era lo que yo sentía hasta que leí su libro sobre "Los porqués de un escriba filósofo" (3). En el nº l0 de LAR, en un articulo de Mario Bunge (4) ya decía que Gardnet era "deísta" (pero no teísta). Sin embargo, en este trabajo, Gardner se autoproclama teísta, fideísta y místico platónico. Fundamenta esto en frases como la siguiente: (pág,32) "Las motivaciones emocionales juegan un papel fundamental en las decisiones sobre problemas filosóficos. En ausencia de razones contrarias convincentes, las emociones pueden ser una base legítima para los saltos metafísicos". Y cae en contradicciones como esta: (pág.64) "No creo en la psi por el grado de evidencia no convincente" (pág.65) "Un escéptico no tiene manera alguna de refutar la PES ó TQ de forma que convenza a un creyente", y luego argumenta: (pág.182) "No podemos saber nada sobre la existencia de Dios, o sobre su naturaleza" .. "Es trivialmente cierto que no hay modo alguno de demostrar la no existencia de Dios". Es decir, se coloca en el mismo plano que aquellos que critica, pues un escéptico no tiene manera de refutar su idea de Dios (que él mismo reconoce que se basa en sus ganas de creer) y se convierte en algo similar al creyente de la psi, al que antes reconoce no poder convencer.

Apoya cosas como esta: (pág.246) "Está justificado algunas veces rezar pidiendo que llueva". (pág.250) "No hay razones lógicas por las que los milagros no puedan ocurrir". (pág.251) "¿Podría ser el nivel submolecular de las partículas elementales, el del fotón y el
electrón, el nivel en que Dios interviene cuando da respuesta a las plegarias?" (pág,252) "Quizá a cada microsegundo, y basándose parcialmente la elección en las plegarias, Dios elige el estado del
mundo que le interesa conservar, y destruye instantáneamente toda la multitud de estados restantes"; en referencia a la Mecánica Cuántica.

Más adelante dice (pág.266): "En igualdad de condiciones, una persona de fe es más feliz que otra que no la tenga". (pág.27l) "Uno ha de
creer, por la fe otra vez, que, por alguna otra razón insondable que ahora no podemos entender y que quizá nunca entenderemos, la existencia del mal es necesaria para que finalmente se produzca el bien supremo". (pág.290) "El misterio del mal forma parte del misterio
mayor de por qué ha elegido permanecer oculto. Dios quiere un amor no forzado, que parta de una decisión libre del corazón". (pág.327)
"Alma, sustancia espiritual e incorpórea, distinta de la materia. Aunque use el cuerpo durante un cierto tiempo, el alma es lo que la persona es verdaderamente". (pág.343) "Mi esperanza es que algunos animales tengan otra vida".

Gardner era cristiano, y él mismo nos da la clave de por qué abandonó esta religión: no puede creer que "el Dios cristiano inflija un castigo eterno". La doctrina del infierno le perece la mayor desgracia del cristianismo. Tampoco cree otras cosas del cristianismo, pero se queda con lo que le gusta, con lo que si esta dispuesto a creer porque no repugna a su inteligencia (ojo al
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dato). Cree en un Dios que creó el Universo y está fuera de él, que planifica la humanidad y cada persona, al que se le puede rezar y sobre todo, que sustenta la esperanza de inmortalidad (esto parece ser muy importante para Gardner) y de que prevalezca el bien al final.

Tiene tiempo de arremeter contra los ateos (dice que algunos de ellos rezan y creen en Dios en los momentos difíciles) y contra los agnósticos. De estos últimos dice: (pág. 182) "Puede haber personas con tan poca curiosidad metafísica que realmente no sepan si creen en Dios o no. Nunca me he encontrado con ninguna"; pasando por alto que en materia de religión son los auténticos escépticos (o sea, lo que Gardner es en materia de pseudociencia)

Aquél quien lea esta obra podrá sacar sus propias conclusiones. Para mí las ideas en si mismas pueden ser respetables y hasta válidas, pero cuando se mantienen al mismo tiempo que otras determinadas ideas se cae en contradicción; pienso que el señor Gardner defiende ideas de
naturaleza tan fantástica como aquellas que en otros terrenos critica, o quizá más, y esto es incoherencia.

¿Por qué un creyente en lo psíquico ha de ser un chalado y un creyente fideísta es un respetable filósofo? Ambos creen en cosas que no se pueden ni demostrar ni refutar (por ahora) absolutamente, ante las cuales uno puede mantenerse escéptico. Se puede criticar la
pseudociencia desde puntos de vista cristianos (5), agnósticos o ateos (6) o teístas (como Gardner) o estar a favor de la pseudociencia
mientras se mantienen posturas críticas en cuanto a la religión (en este libro Gardner dice que Twain y Freud eran ateos y creían en la telepatía). La incoherencia viene cuando se utiliza una pesada maquinaria de análisis y crítica hacia algo y se abandona para las propias convicciones, utilizando argumentos como este: (pág 239)
"Estoy satisfecho de confesar con Unamuno que no tengo fundamento de ninguna clase para mi fe en Dios aparte de un desee vehemente de que
Dios exista y de que yo y otros, no dejemos de existir". Con este tipo de argumentos se puede justificar cualquier cosa, incluso lo contrario a lo que defendemos.

Pienso que los escépticos debemos ser los primeros en utilizar esa pesada maquinaria contra nuestros convicciones, y si después queda
algo en pie, debe ser desde luego más sólido que esto que nos ofrece Gardner.

Referencias

(1).-Gardner, Martín. "La ciencia, lo bueno, lo malo y lo falso". Alianza Editorial,1988.
(2).-Idem. "La nueva era". Alianza Editorial, 1990
(3).-Idem. "Los porqués de un escriba filósofo". Tusquets, 1989
(4).-Bunge, Mario. "Racionalismo y empirismo, escepticismo y cientifismo". LAR nº10, 1988
(5)Mellor, Alec. "Los católicos de hoy y las ciencias ocultas". AHR 969, y Herecia, G.M., "Los fraudes espiritistas y los fenómenos metapsíquicos". S.J. Herder., 1946
(6) Bunge, Mario. "Seudociencia e ideología". Alianza Editoral, 1985.


AFIS Science...et pseudo-sciences.

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Francia
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Astrólogos, Médiums Y Otras Especies. La Superchería
Como Ética Práctica.

Nicolás Brihuega Barba.


Es un hecho obvio y del dominio público, incluso escandaloso por su grado de penetración en la vida cotidiana del vulgo y de las elites: la astrología, la quiromancia, el espiritismo, las prácticas supersticiosas y pseudocientíficas en todas y cada una de sus formas, han ido adquiriendo en los últimos años un protagonismo escandaloso que han obligado (por fin, y después de haber asistido los profesionales de la ciencia impasibles e indiferentes al despertar de los irracionalismos) a una toma de postura que podríamos denominar "militante".

Entre las varias manifestaciones de la pseudociencia, la astrología goza de extraordinaria popularidad. Basta echar un vistazo al
panorama editorial para encontrarnos de lleno con diarios, revistas de información general, semanarios económicos o políticos, en los que no
falta el apartado dedicado a los horóscopos. Incluso se llega a rivalizar por ofrecer en las páginas astrológicas el discurso de los más renombrados profesionales como si de la pluma de un premio Nobel se tratara. Personajes de la vida pública, entre los que se cuentan políticos, negociantes, artistas y "gente guapa", arrastran una corte de astrólogos, futurólogos y avispados personajes en una grotesca procesión que recuerda la bufonesca Corte de los Milagros con todo detalle.

Pero, ¿por qué esta eclosión de la astrología? Como cualquier otra manifestación pseudocientífica, la creencia en los horóscopos
responde a circunstancias psico-sociológícas profundas pero comprensibles. El creyente en la astrología, al igual que el creyente de cualquier religión, obedece en su creencia a un curioso mecanismo psicológico donde los anhelos insatisfechos y las frustraciones vitales juegan un papel determinante. Es fácil convenir en un retrato robot del astrólogo-adicto en el que se observa un conjunto de rasgos temperamentales constantes y precisos. Personas de gran inestabilidad emocional y experiencias religiosas fracasadas que actúan como atavismos; en su gran mayoría se sienten sometidas a las tensiones
que acompañan la vida moderna (en la que el azar y la contingencia parecen dominar los fenómenos individuales y sociales haciendo de la
inseguridad una categoría, un lastre omnipresente). Incapacitados para ofrecer una respuesta racional, producto de la meditación, el pensamiento y el estudio, y por tanto proclives a emocionalismos y acciones instintivas. La marea del mundo les somete y envuelve haciéndolos irascibles, cerrados a cualquier postura crítica que ponga en tela de juicio la comodidad de su fe o el fósil de las conveniencias sociales.

Especialmente en Occidente, donde la moral judeo-cristiana ha jugado un papel trascendental desde el punto de vista histórico y ha sentado su impronta en la idiosincrasia de los pueblos, el creyente en la astrología (como el creyente en la quiromancia o los ovnis) ha roto
sólo parcial y formalmente con la militancia religiosa clásica. En su fuero interno accionan idénticos procedimientos de búsqueda y trascendencia. Su conciencia pugna entre la insatisfacción cotidiana y el anhelo de rebasar "metafísicamente" la cárcel de lo prosaico. Un
terreno propicio para que afloren el ansia y el fatalismo tan al uso de una modernidad abocada a una crisis alternante de valores.

Porque la astrología no deja de ser, a pesar de su puesta en escena llena de imágenes míticas, un causalismo burdo y extremo, un fatalismo, una teología que desemboca, tras su asunción por la conciencia, en el nihilismo y la desidia. Si las estrellas fijan nuestra existencia hasta en los detalles más nimios, ¿qué sentido puede tener el desenvolvimiento de nuestra voluntad y esfuerzo? Ninguno salvo que voluntad y esfuerzo puedan variar el curso de los acontecimientos, y, entonces ¿dónde queda el poder de los astros?
Dejémonos llevar, permitamos que las estrellas hablen y actúen por nosotros, nos dicten la naturaleza de nuestras acciones. ¿Rebelarse?, la rebelión está programada. La vida es un guiñol siniestro. No es preciso pensar (ni siquiera los dioses de Homero y Hesiodo, hace 2.500 años, poseían esa capacidad dictatorial). El sacerdote-astrólogo es el médium, el tránsito terrestre de la voz celestial. Posee biblias, coranes, talmudes y
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oráculos, exige sumisión y fe (y dádivas sustanciosas, por supuesto).

Enajenado, dividido, ausente de si mismo, el creyente cree redimirse en el edificio esperanzador de su fe. Una extraña y hostil frialdad
recorre el mundo. No queda más que el individuo aislado, y por ello la astrología propone "salvaciones" individuales, procedimientos escapistas sucedáneos de la religión (al fin y al cabo el paralelismo con la fenomenología religiosa es algo más que casual; Religo, su raíz etimológica, significa unir). El astrólogo-chamán busca unir al adepto consigo mismo, reconciliándolo con su destino. Los más arriesgados de los astrólogos, en una connivencia comprensible con ufólogos,
quiromantes, futurólogos y "lectores de posos del café", anuncian una Parusia, una hecatombe tecnológica que devuelva la inocencia origínal
tras el pecado civilizador. Disponen de editoriales, grupos de presión económica interesados en la apología de sus miedos. Si los racionalistas poseyésemos siquiera la décima parte de acceso a medios de comunicación que se permiten las corrientes pseudocientíficas, quedaríamos maravillados de los éxitos logrados.

Razón versus miedo. La paraciencias eligen la segunda postura intelectual porque en ella está el origen de sus rentas. Han aprendido
de la Histotía; quien posee el arma del miedo es el dueño de las conciencias y los actos del mundo. ¿Cuál ha sido, si no, el proceder de las iglesias? Nunca el hombre estuvo más solo, se sintió más abandonado. Pata huir de la sumisión a las cosas ajenas, de esa constante soledad, se vuelca sobre sí, se introduce en su concha ideal
huyendo del mundanal ruido. Sumergido en sí mismo ya no temerá a la sociedad de los hombres, porque no podrá verla en su manifiesta
crueldad ni en su miseria real. El miedo irracional por el que apuesta la pseudociencia (para la que todo son misterios, todo desconocido, todo inaprensible e inalcanzable; la santísima Trinidad en suma) permite alejar la incómoda perspectiva de la razón trabajando en contra de un temor metafísico. Así el miedo mítico sirve para
reconciliar la oposición entre el mundo real y la presencia reconfortante, opiácea, de la intimidad. El hombre, el creyente, ya está dispuesto a tomar posesión del mundo para ignorarlo en su realidad, en su hostilidad dolorosa, viviéndolo míticamente.

Nuestra época se distingue de cuantas la han precedido por su naturaleza rabiosamente paradójica. ¿Cómo es posible que en un momento histórico como el presente, en el que la ciencia es un hecho consumado, práctico y cercano como jamás lo fue en el pasado, el rechazo a aquella lo sea con un rigor irracionalista que toma caracteres cualitativamente nuevos? La respuesta hay que encontrarla en esa misma naturaleza contradictoria de la ciencia actual. La
ciencia domina, somete, es una herramienta para el conocimiento y transformación del mundo objetivo, un esfuerzo intelectual sistematizador de las leyes que rigen el mundo material. Pero su
propia complejidad, su estructura teórica y metodológica, su empleo monopolista, la dificultad enunciativa, casi iniciátíca, de cada una de sus ramas, obliga al hombre común sumido en la cotidianeidad enajenante de la división del trabajo propia de las estructuras económicas actuales, a vivir al margen de la teoría y la praxis científica. Rodeado de objetos producto de la ciencia, el hombre común contempla el acto científico como el efecto de unos fantasmales
demiurgos, lejanos, inasequibles, incomprensibles. Vive la ciencia y no la siente, la padece incluso. Objeto de los objetos, ha pasado de un interés espontáneo inicial, a un paulatino alejamiento que culmina en el rechazo. Es más, la condición liberadora, progresista, del hecho
científico parece una trágica burla. La ciencia no nos ha acercado ni un ápice al paraíso, tal y como prometían sus apologistas. Al igual que el escritor Julio Verte, quien forjó la literatura de ficción científica de extraordinaria calidad, el hombre de esta época ha visto cómo su optimismo maravilloso, su fe inconmovible en la panacea ofrecida por la ciencia, se hacia añicos contra "el muro de la vida cotidiana" (Maiacovski). El brutal deterioro del medio ambiente en todas y cada una de sus formas, el hambre como azote universal, las nuevas patologías (como el SIDA); las guerras, a los que los científicos han contribuido de forma determinante (¿puede encontrarse una paradoja más triste que la de un apóstol de la paz como
Einstein contribuyendo decisivamente al holocausto nuclear?) no hacen sino desmentir, día a día, las virtudes prometéicas de la ciencia.
Prometeo robó el fuego a los dioses y fue condenado por ello. Un ave rapaz devora desde entonces sus entrañas. El fuego de la ciencia se
alimenta de forma suicida de las entrañas del planeta y de quienes lo habitan. No es de extrañar que pululen las sectas de la pseudociencia. Si la ciencia no es capaz de colmar aspiraciones del hombre a través de un cambio radical, una revolución en sus valores y
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objetivos, asistiremos sorprendidos a la evolución de dos lineas divergentes en el quehacer intelectual de los hombres. Por un lado, la
ciencia desenvolviéndose en manifestaciones contradictorias y caprichosas; por otro, el ansia de respuestas colmada erróneamente a través de las practicas supersticiosas.

Creencias supersticiosas que siempre han existido, han dominado el mundo imaginario de los hombres y sus efectos prácticos y materiales
durante cientos de miles de años. La inercia es, por tanto, brutal. Pero a pesar de esa omnipresencia de los cultos irracionales, de esos intentos de interpretación mítica del mundo, de ese esquematismo ingenuo, el cientifismo racionalista ha sabido sortear obstáculos e imponerse frente a la amalgama potente de los "misterios" y las
Inquisiciones. Misterios que han dominado, que han absorbido la conciencia y las preocupaciones de las élites intelectuales en coyunturas de crisis institucional, económica y de valores.

Toda sociedad en crisis va acompañada de un apogeo de los cultos mistéricos. ¿Quién puede negar que la nuestra está inmersa en un cielo
critico de gran trascendencia? Pensadores e intelectuales han dado la voz de alarma. Algunos, como J. Luis San Pedro, establecen un claro
paralelismo entre la crisis y decadencia de la formación social propia del Mundo Antiguo y los variopintos fenómenos materiales y espirituales presentes. Valga un ejemplo histórico extraído de
la Antigiiedad clásica como arquetipo de esta dialéctica razón-supetstición.

Durante La campaña militar contra Egina (aliada de los espartanos) dirigida por el ateniense Pericles en el año 431 a.n.e., una tarde se
produce un eclipse de sol. A bordo de la trirreme los soldados se atemorizan: es un aviso de los dioses, un mal agüero. Pericles, viendo a su piloto asustado y paralizado le pone ante sus ojos su manto y le pregunta si cree que esa ceguera es signo de algo terrible. El piloto le responde que no. "Y bien -pregunta el ateniense- ¿Qué diferencia hay entre los dos fenómenos, salvo que la causa del eclipse es un cuerpo mayor que el manto". En la actitud de Pericles se aprecia
una evidentísima influencia de la filosofía racionalista del físico Anaxágoras. introductor en la democrática Atenas del materialismo jónico. Era el siglo V a.n.e., aquel en el que el hombre era la
medida de todas las cosas, como sentenciara el sofista Protágoras. El mundo se explicaba por sí mismo. Sin necesidad de recurrir a lo sobrenatural.

Un siglo después de este episodio de producción esclavista implantado en la Hélade entra en crisis. Todos los datos aportados por los
historiadores del periodo indican un aumento de los misterios y cultos orgiásticos así como de las prácticas mágicas. El optimismo racionalista se hallaba en decadencia plena habiendo sido
sustituido por el ascenso de Tykhe (la suerte, la Fortuna, el Azar) que de ser un genio femenino sin gran importancia culminó la categoría
preferente entre las divinidades de las invocaciones privadas.

Hoy vivimos un ciclo histórico en el que Razón y Pensamiento se hallan inmersos en un reflujo de serias proporciones como resultado de
lo que se ha dado en llamar, tópicamente, "crisis de las ideologías". En nuestras manos, las de quienes consideramos la razón como guía (en su sentido ilustrado, diderotiano) está el contraponer la fuerza de los argumentos racionalistas a las supersticiones y los despropósitos de la pseudociencia. La ciencia será universal y universalista, asumida por la inmensa mayoría de la población, consciente y libremente, o no será. Y mientras persista esa división del trabajo, esa censura entre la práctica cotidiana y la teoría científica, ese divorcio entre el pensar y el hacer que es el signo de nuestra sociedad tecnológica, asistiremos al crecimiento de una angustiosa
contradicción: la ciencia acabará asesinando a la propia ciencia.

Sólo existe un medio de frenar el auge de las pseudociencias: la lucha organizada (hasta el momento la dispersión y el individualismo han
sido la seña de identidad de una oposición a las prácticos supersticiosas necesitadas de algo más que de solitarios actos heróicos), en base a la elaboración de argumentaciones dotadas de
coherencia y la incorporación de la inmensa mayoría (hoy completamente al margen) a la experiencia y el conocimiento científicos, a esa
"experiencia, enemiga de los alquimistas nigromantes y otros simples de espíritu" (Leonardo da Vinci, "Tratatto della Pintura"). ¿Difícil? ¿Imposible?... Simplemente necesario.
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Mintiendo Sobre El Test Del Polígrafo

Elie A. Shneour.

La mentira está proscrita en todas las culturas y se han realizado grandes esfuerzos intentado superarla. Ello no se debe tanto a que a
la gente le disguste ser engañada, sino a que la mentira supone una amenaza a la estabilidad de la sociedad. La mentira sólo se tolera cuando están en inminente peligro la vida o la propiedad. La última decepción, sin embargo, proviene de lo que se ha dicho acerca de la efectividad de la detección de mentiras con el empleo de la
tecnología moderna. La cuestión no difiere mucho de afirmar que ahora es posible leer en la mente de otras personas mediante el uso experto
de un instrumento llamado polígrafo.

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En su configuración más reciente, el polígrafo se presenta como una máquina del tamaño de un maletín, que puede realizar mediciones e imprimir registros en una cinta de papel continuo donde se reflejan las siguientes variables fisiológicas: tasa de pulso, presión
sanguínea, tasa y profundidad de la respiración, y respuesta galvánica de la piel (GSR), también llamada respuesta electrodermal (EDR), la cual consiste en la medición de la producción de humedad mediante la conductancia eléctrica.

La base científica para la realización de estas supuestas mediciones detectoras de mentiras reside en las siguientes premisas: (1) que los transductores empleados en el polígrafo son capaces de hacer, cuando están adecuadamente calibrados y son responsablemente utilizados por un operador experto, una medición precisa de estos variables; (2) que las variables fisiológicas medidas por un polígrafo se relacionan con el comportamiento fisiológico y, (3) que pueden asociarse estímulos psicológicos a estas respuestas fisiológicas.

Nada serio puede oponerse a la primera de estas premisas. La controversia que sacude a los tests del polígrafo se centran en las premisas 2 y 3, y es el hecho de que estén sujetas a interpretaciones diversas lo que puede conducir al fraude. Sobre el particular existe una literatura amplia y en gran medida, confusa: abarca todo, desde lo
anecdótico a los informes científicos más meticulosos, realizados mediante protocolos tan complejos como aquellos usados en pruebas clínicas de nuevas drogas. En general, de estos informes puede extraerse que los datos anecdóticos tienden a apoyar el test del polígrafo como un sistema válido en la detección de mentiras,
mientras que las dudas se incrementan cuando uno se aproxima más cuidadosamente a los experimentos clínicos controlados (1).

Aunque existen diferencias importantes en la forma en que se administran actualmente los tests del polígrafo, discutiéndose continuamente sobre cuáles son los procedimientos y métodos
óptimos en la detección de mentiras, todos ellos incluyen generalmente tres fases: (1) la entrevista previa al test, (2) el procedimiento de interrogatorio y (3) la entrevista post-test.

La entrevista previa al test está orientada a generar el clima psicológico esencial que optimice la efectividad del examen que vendrá a continuación. Consiste, a grandes rasgos, en una maniobra, generalmente exitosa, del examinado, para convencer al sujeto de que la prueba va a ser conducida por un experto y que cualquier intento de engaño será detectado inmediatamente por él. La entrevista previa incluye también preguntas sobre si el sujeto está bajo la influencia de medicación legal o ilegal susceptible de afectar al resultado del examen.
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Es importante destacar que la declaración hecha por el sujeto sobre la medicación casi nunca se somete a una verificación independiente, mediante toma de muestras de sangre y orina, resultando así que no contemos más que con la palabra de una persona cuya credibilidad es la
justificación para el test del polígrafo. La segunda parte de un test de polígrafo es el procedimiento de interrogatorio, que ha sido
exhaustivamente revisado por los líderes en este campo, principalmente por Barland y Raskin y por Reid e Inbau (2, 3). Esta parte del examen
comienza cuando se conecta y sujeta al individuo al aparato. La considerable incomodidad resultante se alivia cada 15 minutos más o menos, mientras el examinador cambia el papel de los registros.


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Estas interrupciones proporcionan la oportunidad al examinador de preguntar al sujeto sobre su reacciones ante el interrogatorio
empleado y permiten adoptar algún refinamiento para las preguntas que vendrán después. El examinador realiza asimismo algunas pruebas de
estimulación que coadyuvarán al propósito de convencer al sujeto de la precisión del test del polígrafo. Hay muchas variantes para este tipo de estimulaciones, pero las más corrientes consisten en la utilización de una baraja de cartas. El examinador identifica certeramente las cartas que ha elegido en secreto el sujeto, utilizando el sistema de preguntas-respuestas con el polígrafo. Estas pruebas de estimulación, a menudo contienen algunos engaños, como emplear cartas marcadas que aseguren una puntuación perfecta, algo que el examinador o examinadora saben que jamás conseguiría un polígrafo de no contar con tal "ayuda".

La estrategia de examen consiste en formular preguntas dirigidas a revelar un engaño por parte del sujeto. Normalmente incluye preguntas relevantes, tales como: "¿Robó usted los 10.000 dólares?", o, en una investigación de seguridad, "¿Tuvo usted alguna vez un contacto
con cualquier agente de inteligencia extranjero?". Dado que no existe una respuesta única conocida asociada a la mentira es necesario restablecer continuamente unos parámetros base de evaluación de respuestas contra preguntas neutras o irrelevantes tales como "¿Su nombre es Jones?" o "¿Es hoy lunes?".

También hay preguntas de control destinadas a sonsacar respuestas de culpabilidad ante preguntas donde incluso miente la gente honesta, del estilo de: "¿Ha mentido usted alguna vez acerca de su edad?" y preguntas con información oculta encaminadas a detectar si el sujeto
está familiarizado con la información que sólo una persona culpable podría conocer. Por ejemplo, si un coche robado era azul se hacen
diversas preguntas sucesivas recorriendo la gama de colores. Se presupone que habrá una respuesta distintiva en el polígrafo cuando el examinador pregunte si el coche robado era azul. En realidad, esta fase del examen resulta aun más compleja si cabe. Existen diversas
estrategias crípticas de interrogatorio sobre las que la comunidad de poligrafistas no acaba de ponerse de acuerdo. No necesitamos entrar aquí en esa discusión. Esta fase incluye tests de zona de comparación (ZOC), de proyección de tensión (POT), de reconocimiento de culpabilidad (GKT), así como otros a base de preguntas generales modificadas (MGQT). No hay consenso sobre cuál de estas estrategias es la óptima, porque no se ha elaborado ninguna base de datos fiable para evaluar este o algún otro aspecto concerniente al test del polígrafo.

La parte final del examen es la entrevista post-test. Quitando los electrodos al sujeto y cambiando el papel a la máquina, como se ha
dicho antes, hay oportunidades, aunque forzadas, para el intercambio verbal entre examinador y sujeto. Esto no sólo ayuda al examinador a
formular preguntas sino, lo que es más significativo, a formarse una opinión acerca de la sinceridad del sujeto. Tras el test, el examinador normalmente rellena un apartado señalando al
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sujeto como mentiroso o sincero, una opinión que el examinador comparte con el sujeto. La excepción a esta regla es la evaluación del
gobierno federal para casos de seguridad nacional, en los cuales se deben revisar oficialmente los resultados antes de descubrirlos al
sujeto.

(dibujo)


Si el sujeto es juzgado por haber mentido, el examinador intentará obtener una confesión. Esto se hace normalmente de forma indirecta,
facilitando oportunidades de que el sujeto aclare,explique o confiese el significado de las respuestas obtenidas por el examinador durante el test del polígrafo. Aunque lo admitirán muy pocos examinadores, un buen juez del comportamiento humano pasará de largo ante los registros del polígrafo y generará un informe fundamentado en la propia percepción del examinador sobre el sujeto. En este contexto se puede afirmar que nada puede sustituir a un examen cruzado, sin la
parafernalia asociada al uso del polígrafo. Esto es el reconocimiento del hecho de que el mejor detector de mentiras en toda la historia de la humanidad ha sido, y seguirá siendo, el ser humano perceptivo. Por desgracia, pocos examinadores de polígrafo parecen ajustarse a esta descripción.

Dado que el examinador es la pieza clave en el uso efectivo del polígrafo, interesa observar que se ha prestado muy poca atención a documentar una cuestión que constituye el núcleo central de la legitimidad del test del polígrafo: ¿quién es el poligrafista examinador y cómo, por quien y dónde se ha entrenado y acreditado? En los Estados Unidos hay unas seis mil personas que se denominan a sí mismos poligrafistas, y no existe ninguna normativa formal de procedimiento para ellos. Cualquiera puede colocase un rótulo, comprase algo que se parezca a un polígrafo y ponerse a realizar
exámenes de polígrafo de los que pueden depender el modo de vida, la reputación y la libertad de otras personas. Una organización nacional, la American Polygraph Association, ha estado intentando, aunque con muy pobres resultados, establecer normas para los poligrafistas. Tan sólo el gobierno de los EE.UU. dispone de una escuela internacional de
poligrafistss, la mayoría de cuyos alumnos posteriormente son empleados como poligrafistas por Estados Unidos o sus aliados.

Esta escuela de la que se ha dicho con razón que es la mejor del mundo, se abrió en 1951 y experimentó una gran expansión después
de 1981. Está ubicada en el edificio 3165 de Fort McClellan, en Alabama. Unas tres docenas de estudiantes, pertenecientes en su mayoría al FBI, el Servicio Secreto, la Agencia Nacional de Seguridad y las diversas ramas investigativas del ejército de los EEUU, y sus aliados, emplean 14 semanas en el entrenamiento en esta escuela. Las
primeras cuatro semanas de clase se dedican a temas legales, semántica, ética, fisiología, farmacología, psicología, y al manejo, chequeo y mantenimiento del polígrafo. Tras esto vienen lo semanas de prácticas, tras la cuales el candidato afortunado puede conducir exámenes de polígrafo para el gobierno. En comparación, y a modo
de ejemplo, en la mayoría de los estados se necesita al menos un año de preparación para obtener la acreditación de barbero.

Si bien la evidencia del polígrafo no puede usase en la mayoría de los tribunales, a no ser como subterfugio, y como el test del polígrafo como una condición de empleo civil ha sido declarado ilegal, el gobierno de los Estados Unidos rara vez contempla estos exámenes. La
General Accounting Office (aprox. Oficina General de Recuentos) (GAO) informó en 1987 que habían tenido lugar 2,2 millones de declaraciones de seguridad realizadas en agencias gubernamentales, sin incluir aquí a la NSA ni a la CIA. Una porción considerable de estas declaraciones estuvieron sujetas al examen polígrafo. Tan sólo en el Departamento de
Defensa, por ejemplo, el número de tests del polígrafo que se realizaron sobrepasó el doble los realizados entro 1981 (6.556) y 1985
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(13.786). Estos test sobrepasaron la cifra de 21.000 -a pesar del hecho de que había 750.O0O empleados y trabajadores federales menos en las declaraciones oficiales que los que había en 1984-. En 1985, el gobierno de los Estados Unidos tenía 160 operadores poligrafistas y
realizó un pedido de 153 máquinas adicionales.

La difícil fiabilidad de los exámenes poligráficos en procedimientos de seguridad nacional ha sido revisada, documentada y duramente criticada en numerosos informes. Un ejemplo notable es el publicado por el U.S. House Select Committee on Intelligence tras su centésimo congreso. En él se concluye que el rápido incremento en el uso, además del exceso de confianza puesto en los exámenes poligráficos desde 1981, proporciona una falsa sensación de seguridad y representa una peligrosa tendencia que, lejos de disminuir puede aumentar los
riesgos para nuestra seguridad nacional (4).

La premisa central del test del polígrafo, la idea de que la culpabilidad siempre puede inferir disturbios emocionales, está considerada implausible por la mayoría de los psicólogos reputados en este campo. La American Polygraph Association (Asociación Americana del Polígrafo) afirma que los estudios realizados sobre exámenes poligráficos arrojan una grado de precisión del 87,2 al 96,2%. Aunque estas cifras indocumentadas son en el mejor caso dudosas, admitiremos como bueno el 90%, lo que significa que sobre el total de 21 ..000
exámenes realizados por el gobierno federal (sin incluir a la CIA y a la NSA) en 1986, 2.100 pasaron la prueba con su culpabilidad a cuestas, o eran inocentes cuando "fallaron" en el test, y algunos de quienes pasaron con falsas negativas (por ejemplo, etiquetadas como verdaderas y confiables) pueden, ahora mismo, estar ocupando todavía posiciones de mucha confianza dentro del gobierno.

Pero la ironía final reside en la ampliamente afianzada observación de que los exámenes de polígrafo tienden al error generando sustancialmente más falsos positivos que negativos. Esto significa que el número de personas honestas incriminadas como mentirosas por el polígrafo excederá en número al de los auténticos mentirosos. Una buena advertencia seria la de que si usted es inocente, nunca se
someta a un detector de mentiras. Pero si es culpable, procure por todos sus medios someterse a uno: quizá sea usted exonerado. La
aceptación del test del polígrafo es un fenómeno peculiarmente único de los Estados Unidos, donde apenas es cuestionado y resulta aceptado
de plano por la mayoría de la gente. Esto es algo casi desconocido en el resto del mundo civilizado.

Lo que conlleva la cuestión del examen poligráfico es una amenaza para la premisa constitucional básica de que una persona es inocente hasta que se pruebe que sea culpable, que es mejor permitir que una persona culpable evada el peso de la justicia antes de que se castigue a un sólo inocente. En casi todos los gabinetes de exámenes poligráficos, incluyendo las autoridades gubernamentales responsables de tales exámenes y la quasi totalidad de investigadores académicos responsables en este campo, se ha llegado a la determinación de que no deberá permitirse que se utilice el test como condición para obtener o para conservar un empleo. El Congreso de los Estados Unidos, bajo el liderazgo del senador Orrin Hatch (R-Utah), aprobó una legislación ahora en vigor que hace que el uso del polígrafo para la mayoría de los civiles sea ilegal.

El test del polígrafo emplea la jerga y los atributos de la ciencia en su legitimación, pero pertenece propiamente al terreno de la
pseudociencia. La principal justificación de su existencia es que puede resultar efectivo en la búsqueda de la verdad por intimidación. Y no son los datos técnicos los que llevan a esta determinación, sino la interpretación de tales datos por el examinador. Simplemente no existen criterios objetivos para tal determinación, y hasta el presente no se conoce un método fiable para llegar a la verdad aplicando principios científicos.

El debate sobre el polígrafo ha estado contemplándose durante más de seis décadas y hasta el presente no ha emergido ningún consenso sobre su efectividad o sobre la justificación de su aplicación para la detección del engaño (5). Hasta que la moderna tecnología desarrolle
métodos creíbles, si es de alguna manera posible, el test del polígrafo permanecerá sujeto a una continua controversia.

Notas.
(1) Scientific Validity of Poligraph Testing: A Research Review end Evaluation. (Washington, D.C.:Office of Technology Assesment. Noviembre 1983)
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(2) G.H.Barland y D.C. Raskin, Validity and Realiability of Polygraph Examinations of Criminal Suspects, Informe Nº 76-1, Contrato Nº N1-99-0001 (Washington, D.C. National Institutes of Justice, Department of Justice, (1976)

(3) J.E. Reid and F.E. Inbau, Truth and Deception:The Polygraph Technique, 3ªedic. (Baltimore: William Wilkins.1977).

(4)Report by the Permanent Select Committee on Intelligence, House of Representatives, 100th Congress, Informe Nº 100-3(Washington, D.C.:U.S. Govermment Printing Office, 1987).

(5)W.G. Iacono y C.J. Patrick, Lo que los psicólogos saben acerca del polígrafo, Capítulo 17 de Handbook of Forensie Psychology. ed. por A. Hess y I. Weiner (New Yeork: Willey, 1986).

Elie A. Shneur es el Director del Biosystems Resarch Institute, cuya dirección es: P.O. Box1414, La Jolla, CA 920138. USA.

Copyright 1990 de Elie A. Shneour. Publicado mediante acuerdo especial con el autor.

Traducción de J. Martínez Villaro. Copyright de la traducción: LAR

A Gota De Millikan
Es una revista de divulgación científica publicada por la "Asociación Isaac Newton de la Facultad de Física de Santiago de Compostela. Algunos de sus artículos están escritos en gallego, el resto en castellano. En nuestra opinión es un intento muy loable de divulgar la ciencia.

Podéis suscribiros por 800 Pts anuales (6 números) enviando un giro postal a "A Gota De Millikan" Local de Alumnos. Facultad de Físicas Campus Universitario. 157-- Santiago de Compostela.


Humor

De la obra "Diccionario del diablo" de Ambrose Bierce, extraemos algunas definiciones que pensamos os harán reír.

Adivinación.- Arte de desentrañar lo oculto. Hay tantas clases de adivinación como variedades de pelma florido y de bobo precoz.

Bruja.- (1) Mujer fea y repulsiva en perversa alianza con el demonio.
(2) Muchacha joven y bella en perversa alianza con el demonio.

Clérigo.- Hombre que se encarga de administrar nuestros negocios espirituales, como método de favorecer sus negocios temporales.

Diluvio.- El primero y más notable de los experimentos de bautismo, que lavó todos los pecados (y pecadores) del mundo.

Escéptico.- Miserable cuya defectuosa vista le hace ver las cosas como son y no como debieran ser. Les escitas acostumbran a arrancar
los ojos a los escépticos para mejorarles su visión.

Escrituras.- Los Sagrados libros de nuestra Santa religión por oposición a los escritos falsos y profanos en que se fundan otras religiones.

Fantasma.- Signo interior e invisible de un temor interior. Para explicar el comportamiento inusitado de los fantasmas, Heine menciona la ingeniosa teoría según la cual nos temen tanto como nosotros a ellos. Para creer en los fantasmas hay un obstáculo insalvable. El fantasma nunca se presenta desnudo: aparece, ya envuelto en una sábana, ya con las ropas que usaba en vida. Creer en ellos, pues equivale no sólo admitir que los muertos se hacen visibles cuando
ya no queda nada de ellos, sino que los productos textiles gozan de la misma facultad. Suponiendo que la tuvieran ¿por qué no se da el caso de un traje que camine sólo, sin un fantasma dentro?

Fe.- Creencia sin prueba, en lo que nos dicen sin fundamento sobre cosas sin paralelo.

Frenología.- Ciencia de aliviar el bolsillo a través del cráneo. Consiste en localizar y explotar el órgano de la estupidez.

Homeópata.- Humorista de la medicina.

Hurí.- Atractiva señora que habita en el paraíso mahometano, alegrando las horas del buen musulmán, cuya creencia en las huríes es un
síntoma de un noble descontento con su esposa terrestre que, según él, no tiene alma.
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ARP: Investigando Lo Paranormal

Félix Ates de Blas


Ovnis en los cielos europeos

El día 6 de noviembre de 1990 un compañero de trabajo me dijo que hacia las siete de la tarde del día anterior había visto una cosa muy
rara. ¿Podría ser un ovni? El lo describía como un meteorito pero mucho más grande, con forma triangular, cola y de diversos colores.

Le dije que no sabia lo que era, pero que lo investigaría.

Dos días después ya había logrado saber que se trataba de la reentrada de una fase de un cohete portador del tipo protón.

En el último número (Nov-Decembre 1990, Nº 188) de la revista Afis Science... et pseudo-science viene muy bien detallado.

Traduzco:

Bolas luminosas en los cielos de noviembre

"Tres bolas -anaranjada, amarilla, verde dispuestas en triángulo", "luces con haces en la parte trasera", "un ovni triangular parpadeante". De este modo (el periódico) Le Monde resumía los testimonios recogidos en el transcurso de la jornada del 6 de noviembre sobre el objeto luminoso visto la víspera, entre as 19h, y las lh 10m., en el cielo de Europa occidental. Centenas, millares de personas lo habían visto. Entre estos testimonios, profesionales de la aviación que se encontraban en Orly o en Roissy. A los aficionados a los platillos volantes y a las visitas extraterrestres se les hacía la boca agua. Esta vez, no había forma de poner en duda la realidad de
los ovni. En el CNES, el director del SEPRA, el servicio de expertos de fenómenos de reentrada atmosférica (que parece haber recogido discretamente los desechos del antiguo SEPAN) se limitaba a decir que se trataba de un fenómeno "completamente excepcional".

No tan excepcional, deberían aprender dos días después. Ya se ha producido miles de veces, cuando uno de los ingenios que el hombre lanza al espacio vuelve a caer sobre la Tierra, desintegrándose en las capas superiores de la atmósfera. Esta vez, se trataba de la tercera etapa de un cohete soviético del tipo Protón, que había despegado el 3 de octubre último con la misión de poner en órbita geoestacionaria (el satélite sigue a la Tierra en su rotación, quedando de este modo siempre sobre el mismo punto de la superficie) de un satélite de telecomunicaciones de la serie Gorizont. El 5 de noviembre la tercera
etapa del cohete había comenzado su descenso según una trayectoria que va de Pau o Strasburgo. El propio CNES confirmó este punto, precisando que lo que había sido "excepcional" era la transparencia de la atmósfera, que había dado al suceso una rara visibilidad.

A tener en cuenta, para la pequeña historia de la validez de las precisiones que se dan en los testimonios, el de la tripulación de la fragata de defensa anti-aérea, Jeant-Bart, que había percibido "una luz múltiple parpadeante, en forma triangular de gran dimensión, desplazándose rápidamente bajo la capa de nubes". Este género de desintegraciones se producen muy por encima de la troposfera, la capa inferior de la atmósfera a una altura de una decena de kilómetros, donde ocurren la mayor parte de los fenómenos meteorológicos.

Paternalmente, el SEPRA, después de haber reconocido la verdadera naturaleza del fenómeno "completamente excepcional", había tenido que tranquilizar a la población sobre los dañes eventuales de la caída de tales restos: "En razón de la débil densidad de los materiales
utilizados, su desintegración los reduce a minúsculos fragmentos." Desde 1957, recordamos, se han puesto en órbita 10.000 objetos;
7.000 han sido seguidos por el CNES. Hay que creer que el lanzador Protón no había sido seguido muy de cerca.

Fuera pues el ovni, convertido en ovi e incluso en oti (objet tombant identifié -Objeto que cae identificado-). El SEPRA, él, no relumbrará. El 6 de noviembre, decía jubilosamente: "La amplitud de los testimonios debería, por primera vez, permitirnos recoger datos explotables por los ordenadores, y de establecer un
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retrato del robot del fenómeno." Volverá a ocurrir.


A lo dicho por AFIS simplemente me queda por añadir que en 1977 en Francia se creó dentro del CNES (Centro Nacional de Estudios Espaciales) el GEPAN, una comisión de investigación sobre los
ovnis. Como el GEPAN no producía estrictamente nada, poco después su personal se redujo a dos personas Alain Esterle, un joven científico, y una secretaria. En 1989 el GEPAN se transformó en el SEPRA. Servicio de Peritaje de Los Fenómenos de Reentrada Atmosférica", que solamente tiene una relación indirecta con los ovnis.

Lechuzas, respiración de los espíritus


En diciembre de 1990 tres amigas, dos de ellas hermanas, nos comunicaron que procedente de una casa abandonada, en la "ruta de la sidra", cerca de Astigarraga -Guipúzcoa- ellas y otras personas oían "como unas respiraciones muy fuertes". La gente empezaba a hablar de espíritus y de "casa encantada". Sabiendo que nosotros nos
interesábamos por los posibles fenómenos paranormales, nos pidieron que lo investigásemos.

Según nos lo contaban nos vino a la memoria un caso investigado hace una docena de años por nuestro compañero Jesús Martínez Villaro. En aquella ocasión, en el cementerio de Zumárraga -Guipúzcoa- se oían respiraciones muy fuertes procedentes de las tumbas; ni que decir tiene que el clamor popular las atribuía a algún espíritu en pena; aunque algunos "escépticos" hablaban del jadeo de las parejitas que por allí suelen andar. Nuestro compañero, ni corto ni perezoso, echó mano de su magnetófono y estuvo varias horas hasta que se produjo el fenómeno. No solamente logró grabar el sonido sino que también logró identificar su origen: se trataba de una lechuza.

En esta ocasión, aunque teníamos presente a la lechuza, no queríamos cerrar el caso sin hacer un análisis riguroso de los hechos. Así que
concertamos una primera cita para que nos enseñasen el lugar y poder hacer un plan de investigación. Quedamos con los "testigos" para
ir el sábado siguiente. El jueves recibimos su llamada diciéndonos que ya no hacía falta la investigación, que la policía municipal había
descubierto el origen de los extrañas "respiraciones", se trataba de una lechuza que durante las noches se instalaba en unos árboles cercanos a la casa.

Caso resuelto.

Un Plato De Lentejas De Hace 6.000 Años

Redacción de la revista AFIS

Durante la última campaña de excavaciones el pasado mes de septiembre, los arqueólogos que trabajan en el emplazamiento de Kikili Tash (en la Macedonia oriental. Grecia) descubrieron los restos bien conservados de una casa del neolítico medio (hacia el quinto milenio antes de nuestra era) construida de tierra, como todas las casas de esa época en aquella región, de dedicación agrícola y ganadera. Parece probable que esta casita fuera devastada por un incendio. Al endurecerse el adobe debido al fuego se conserva de forma excepcional. Además, el incendio conservó, en un nivel inferior, otra casa que conoció una suerte similar, lo que era bastante frecuente en esa época.

En esta segunda casa, parece ser que el fuego fue tan rápido que los habitantes tuvieron que salir corriendo, dejando su comida sobre la mesa. Así, se ha descubierto un plato de lentejas dentro del horno, y a su lado una jarra conteniendo una provisión de trigo. Se han identificado los granos carbonizados como "Triticum aestivum. un trigo relativamente "moderno", y del que sería posiblemente, la huella más
antigua en los Balcanes.

Las excavaciones continuaron el año próximo en esta región donde se espera encontrar restos que se remontan al octavo milenio antes de Cristo. El equipo arqueológico está dirigido por dos especialistas de protohistoria griega, René Treuil, catedrático en París I, y Pascal Darcque, investigador del CNRS (Centro Nacional para la Investigación Científica, Francia).

Original de AFIS nº184. Traducción: Javier E. Armentia, 6 sep 1990.
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Desde El Sillón Escéptico Recomendamos:

Artículos

Rouzé, Michel. "Un joli coup médiatique la 'ligne de vie' des cadavres britanniques". Revista AFIS Science... et Pseudo-sciences. n~ 189, Janvier-Février 1991. pp 19-23. En un hospital de Bristol acaban
de hacer una experiencia que, de ser cierta, da un cierto empaque científico a la quiromancia.

El trabajo fue publicado en el prestigioso Journal of the Royal Societv of Medicine y estaba firmado por el Dr. Newrick. En este artículo se analizan los errores metodológicos y se hace una buena crítica de los resultados. Como botón de muestra únicamente señalo que
el Dr. inglés y sus colaboradores constatan que los muertos de más edad tienen las "rayas de la vida" más largas y de ahí obtienen sus abracadabrantes conclusiones, en ningún momento señalan el hecho de sobra conocido de que con los años las rayos de la palma de la mano se
hacen no sólo más largas sino también más profundas. Teniendo en cuenta este hecho - que los médicos ingleses olvidan- resulta que la conclusión a la que llegan es obvia: los más viejos han vivido más.

Rouzé, Michel ."Au secours! le pendule revient. L'itineraire du professeur Yves Rocard du signal du sourcier aux magnétiseurs". Revista AFIS Science... et Pseudo-sciences, nº 180. Juillet-Août 1989. pp 31-35. En este artículo hace un repaso a las pretensiones de Yves Rocard de haber demostrado que los zahoríes y radiestesistas obtienen resultados. También se muestra la evolución de las ideas de Yves Rocard empezando por sus "corrientes de filtración" - producidas por
el agua al filtrase- de las que ya hablaba en su artículo de "La Recherche" hasta sus últimas explicaciones de los curanderos como "superzahoríes".

Cevallos Estarellas, Pablo. Nostradamus: su verdad más oculta. Revista Vistazo del 22 de enero de 1991 editada en el Ecuador. Páginas 23-26. En este trabajo, publicado en la revista de más difusión de El Ecuador, Pablo Cevallos, animador de un grupo "escéptico" de aquel país, pone los puntos sobre las íes a las aberraciones que se han dicho sobre las cuartetas de Nostradamus. A lo largo de sus páginas se explican los errores manifiestos de muchas de las "profecías", las dobles interpretaciones, etc.

Frers, Ernesto. El misterio de los círculos de trigo. Revista Algo 2000. Páginas 4-lO. Un equipo de escépticos franceses desmonta el famoso misterio de los misteriosos círculos aparecidos en campos de trigo ingleses.


Libros


Paulos, John Allen. El hombre anumérico. El analfabetismo matemático y sus consecuencias. Tusquets editores, Barcelona 1990. Traducción de Josep M. Llosa. 209 páginas. En esta obra el matemático John Allen Paulos propone que gran parte de las creencias en lo irracional es debido a una mala comprensión de las probabilidades de que ocurran las cosas y de ciertas leyes numéricas. Entre los muchos temas de los que trata están la astrología, la bolsa, Freud, la parapsicología, los sueños proféticos, vida extraterrestre, ovnis, tratamientos médicos
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fraudulentos, numerología, cumpleaños, defunciones y ESP.

Galifret. Yves, y colaboradores. Le Crepuscule des Magiciens. Nouvelles Editions Rationalistes. París 1964. Como todos sabéis en el año 1960 se publicó en París una obra de enorme éxito que impulsó
decisivamente el movimiento "irracional" mundial. Se trata de la obra de Jacques Bergier y de Louis Pauwels titulada "Le Matin des Magiciens". Esta obra fue rápidamente editada en España por la Editorial Plaza y Janés bajo el titulo "El Retomo de los Brujos". Como
consecuencia del enorme éxito de su obra, muy poco después Bergier y
Pauwels fundaban la revista "Planéte" que dio origen al llamado "realismo fantástico", donde se mezclaban sin solución de continuidad temas científicos con artísticos y con las mayores aberraciones pseudocientíficas, aunque siempre presentadas con un lenguaje que imitaba al de la ciencia. Una versión edulcorada de esta revista fue traducida al español y se tituló "Horizonte". La versión española era obligatoriamente edulcorada pues en la original el sexo y otros temas
"tabúes" al franquismo se trataban con mucha libertad. Incluso "Planéte" creó una revista con tintes pornográficos que si mi memoria no falla se llamaba "Plexus". Yves Galifret, Secretarlo General de La Unión Racionalista francesa, se dio rápidamente cuenta del enorme daño intelectual que representaban tanto "Le Matin des Magiciees" como la revista "Planéte" y reunió a un grupo de autores para que escribieran
una obra poniendo de manifiesto los garrafales errores que se publicaron tanto en el libro como en los primeros números de la revista. Así surgió "Le Crepuscule des Magiciens", con una introducción de Jean Ronstand y otra de Pierre Piganiol, y muchos artículos de autores conocidos, como por ejemplo, Michel Rouzé - redactor de Science et Vie y de AFIS Science... et pseudo-sciences-. El libro de la Unión Racionalista fue traducido al español por una editorial argentina; se agotó con bastante rapidez. Unos años después ya no se podían encontrar en el mercado ninguna de las dos versiones.
Ya en la década de los 70 la Unión Racionalista hizo una segunda edición actualizada que también está agotada para su venta en librerías; pero, ¡he aquí la noticia!, todavía quedan algunos
ejemplares disponibles en la sede de la Unión Racionalista y los podéis pedir. La dirección es:

Nouvelles Editions Rationalistes,
14, rue de l'Ecole Polytechnique
7505 París (Francia)

El precio con el envío a domicilio es de 106 Francos Franceses que podéis enviar por giro postal a la dirección de La UR.


Rouzé, Michel. La Parapsycologie en quiestion. Hachette. París 1972. Aquí tenemos otro "incunable". Se trata de una obra totalmente agotada pero de la que todavía quedan algunos ejemplares disponibles en la redacción de la revista AFIS Science... et puseudo-sciences cuya
dirección es:

AFIS Science... et puseudo-sciences
14, rue de l'Ecole Polytechnique
7505 París (Francia)

El precio con el envío a domicilio es de 85 Francos Franceses que podéis enviar por giro postal a la dirección de la AFIS (la misma de la UR). Si lo señaláis en vuestra carta de pedido el ejemplar os lo
enviarán con una dedicatoria del autor.

Rouzé, Michel. La Radiesthésie. Todavía otro "incunable". Se trata de una obra totalmente agotada pero de la que todavía quedan algunos ejemplares disponibles en la redacción de la revista AFIA Science... et pseudo-sciences. Su precio 70 FR La dirección la ya señalada
mas arriba.

Alcock, James E. Parapsycologie: Science ou Magie?. Editorial Flammarion. París 1989. Con esta nota simplemente queremos señalar la aparición de la versión francesa de esta obra. También os recuerdo que recientemente ha sacado una nueva obra en Prometheus: Science and Supernature. A critical AppraisaL of Parapsycology. *
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Correo Del Lector:

Sobre La Dialéctica Interna De Un Mensaje "Arpio".

Mercedes Quintana (Madrid)

Tengo entendido que en ARP existe un subcomité dedicado a cuestiones filosóficas de reflexión en torno a la ciencia. Teniendo en cuenta que dos miembros de ARP son algo más que 5% del grupo y que el materialismo dialéctico parece muy extendido dentro de dicho subcomité, creo que puede resultar muy enriquecedor para todos si iniciamos un debate interno para que los más fervientes partidarios de la dialéctica "científica" nos digan a los vulgares materialistas qué es lo que nos falta para comprender racionalmente todo cuanto nos
rodea, desde un bote de tipp-ex hasta una caspa.

El otro día, hablando con uno de los socios más activos de ARP, surgió precisamente el tema que aquí se plantea. Decía: "aplico la misma fuerza a un bote de tipp-ex que aun trozo de papel, sin embargo el papel se pliega y el bote no... ¿sabes por qué? No porque la composición fisicoquímica de los objetos sea distinta, sino porque las contradicciones internas de ambos lo son. La vida no tiene sentido sin
la muerte y las dos conviven en cada uno de nosotros. La caspa
(células muertas) se halla como indicio latente de un estado por
venir entre los vivos". (Sin embargo, no es verdad que todos los dialécticos prefieran el suicidio). Esta visión también "explica" los fenómenos mentales de un modo peculiar. La conciencia se considera resultado último de la evolución dialéctica de la materia, pero el dualismo psico-físico se soluciona porque - según los dialécticos- se trata de una forma monista de dualismo (¿). Y así, desde Lenin.

La dialéctica, según sus patidarios, sirve para explicar el cambio de cualquier fenómeno natural. La dialéctica es pues la ciencia del cambio. Como demostración - se nos dice- nótese que todo cambio es susceptible de un análisis en términos dialécticos: un estado entra en
contradicción con otro posible estado y la contradicción se resuelve en una nueva forma del primitivo estado. Otras veces se usa el término 'dialéctico' como adjetivo para caracterizar ciertas cosas. Se dice que las relaciones sociales son dialécticas, aludiendo a los enfrentamientos y superaciones de tales enfrentamientos que se observan al realizar un análisis histórico de los grupos y acontecimientos sociales. Pero este uso adjetivo del término no tendría mayor interés para nosotros de no ser porque a menudo tiene su origen en una concepción peculiar que afecta a toda la realidad,
incluida la del saber científico.

Se podría pensar que con el muro de Berlín convertido ya en monumento histórico en desuso, el materialismo dialéctico sufriría tarde o temprano un cambio similar. Pero permaneceríamos en la hipnopia si ignoráramos que esa postura filosófica no ha sido siempre patrimonio
exclusivo de ese lado del muro. De hecho, muy cerca le nosotros,
aún hoy podemos encontrar filósofos de gran talla que tienen una visión dialéctica de todo cuanto acontece, incluso de su propia génesis (para lo cual han tenido que inventar un "opuesto natural" integrado por todos aquellos que no tenemos un filtro dialéctico en la cabeza y por lo cual somos tachados de "materialistas vulgares"). Como se demuestra en este próximo ejemplo, la clave del pensamiento
dialéctico se reduce a encontrar elementos opuestos en cualquier
situación.

Por supuesto, esta es una presentación simple y parcial de la dialéctica (si alguien cree que necesitamos saber más cosas
fundamentales acerca de ella, que nos lo cuente), pero ello es
irrelevante para el objeto de este comentario, que no es el materialismo dialéctico, sino - dicho al fin- cuestionar la racionalidad de una postura que pretende compatibilizar una visión
dialéctica con un enfoque científico de problemas marginales (ARP), con el mérito de no caer en la esquizofrenia, evitando entender que la primera se opone a la segunda por mera deducción, ya que la "ley dialéctica" no es ninguna ley científica, es un supuesto "a priori", irrelevante para discriminar lo ciencia de la basura y por lo tanto inútil al objeto de hacer buena Filosofía de la Ciencia.


Notas: Supongo que este boletín es lo suficientemente demócrata como para aceptar la réplica del presente comentario,- ansiosamente esperada -, así como la contestación a la réplica que diera en su día Félix Ares a mi carta sobre sexismo en el leguaje. Muy brevemente: es bueno adquirir la costumbre de no entender nada y, además, es algo muy común. "Si pueden poner un hombre en la luna ¿por qué no todos?"...

Es conocido de todos que en los países del Este desde que se impusiera el materialismo dialéctico como Filosofía de la Historia, éste ha revelado su impacto en las leyes de todas las ciencias, desde la Física hasta la Psicología. Si un electrón tiene un "equivalente" positivo ello es reflejo de la dialéctica intrínseca a todo fenómeno natural. Y lo mismo se puede decir con respecto a la idea de "conciencia", sin la cual el problema mente-cuerpo dejaría de ser dialéctico( poco importa que el conductismo lógico se coma dicho problema con patatas, porque ante opciones que no pueden comprender, los dialécticos siempre permanecen mudos)
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Alternativa Racional A Las Pseudociencias

La asociación Alternativa Racional a las Pseudociencias (ARP) trata de fomentar la investigación crítica de las supuestas manifestaciones de lo paranormal y los hechos presuntamente situados más allá de los límites de la ciencia siempre desde un punto de vista escéptico, científico y responsable, y dar a conocer los resultados de tales investigaciones o la comunidad científica y al público en general.

Para alcanzar estos objetivos, la asociación:

1. Mantiene un equipo de personas interesadas en examinar críticamente las supuestas manifestaciones de lo paranormal y los hechos situados más allá de los limites de la ciencia.

2. Está en contacto con asociaciones similares de todo el mundo, estableciéndose para cada caso el tipo de relación que se estima conveniente.

3. Propicia y encarga investigaciones a estudiosos objetivos y neutrales de las áreas que sea necesario.

4. Prepara bibliografías de materiales publicados que analizan cuidadosamente los temas objeto de estudio.

5. Publica artículos, revistas, monografías y libros que examinan las supuestas manifestaciones de lo paranormal y los hechos presuntamente situados más allá de los limites de la ciencia.

6. Organiza conferencias y simposios, y asiste a los medios de comunicación para ponerse en contacto con la opinión pública.

7. No rechaza los hechos a priori, antes de investigarlos, sino que los examina objetiva y cuidadosamente antes de manifestarse al respecto.

Alternativa Racional a las Pseudociencias (ARP) es una entidad cultural y científica sin ánimo de lucro. La Alternativa Racional es el órgano informativo oficial de la asociación.


Alternativa Racional A Las Pseudociencias