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La escuela Acuario:

 

prácticas esotéricas

y espiritualistas

en la escuela de tus hijos

Manel Sañudo

Maestro de Educación Primaria y Educación Musical

No vinieron a ayudar, vinieron a vender

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H

ace ya mucho tiempo que comenzó la in-

filtración  de  los  movimientos  alternativos 

basados en la pseudociencia y en los postu-

lados 

New Age

, a los que al principio parte 

de la sociedad veía con simpatía como movimientos 

contraculturales opuestos a ciertas reglas, costum-

bres, maneras de hacer y estructuras de poder que, 

no nos engañemos, siempre estuvieron ahí y siem-

pre han acarreado desgracias para unos y poder para 

otros. Pero esa 

dulce

 revolución, como reprobaba el 

personaje de Luis Cervantes en la novela de Azuela, 

Los de abajo

: «[…] se acaba la revolución y se acabó 

todo. ¡Lástima de tanta vida segada […]! Todo, ¿para 

qué? Para que unos cuantos bribones se enriquezcan 

y todo quede igual o peor que antes», casi siempre, o 

siempre, es un movimiento destinado a una sola cosa: 

que se quite a unos para ponerse otros. Y no se tardó 

en descubrir que, tras aquel movimiento 

hippie

 con 

aires de contramaterialismo, espiritualidad (mal en-

tendida  y  peor  importada)  y  libertad,  no  había  sino 

otra de las múltiples maneras de hacer negocio, otra 

cara del capitalismo. El movimiento 

New Age

, que ve-

nía nutriéndose de una amalgama de postulados que 

iban desde el rosacrucismo hasta el veganismo, venía 

a sustituir a las formas establecidas de sociedad occi-

dental, empezando por el cristianismo, y a establecer 

todo lo que —para no alargarme tanto en esta intro-

ducción— hoy en día conocemos como modo de vida 

alternativo

. No vinieron a ayudar, vinieron a vender, 

como bien describen Heath y Potter en 

Lo rebelde 

vende

 (

The Rebel Sell

).

Hoy la 

New Age

 está bien asentada como una mez-

cla muy peligrosa de negocio y creencias que muy, 

muy frecuentemente, comportan derivas sectarias y 

sustituyen al sentido común y a las prácticas de pro-

bada efectividad por placebos inocuos (en el mejor 

de los casos), y por tanto ineficientes, cuando no por 

prácticas coercitivas que se aprovechan de las debi-

lidades y necesidades de las personas. En cualquier 

caso, ya se trate de llevar un negocio, tomar decisio-

nes o simplemente curarse o aprender, este intrusismo 

de la Nueva Era está por todas partes, especialmente 

en el mundo de la industria de la felicidad, el bienes-

tar, la salud… y la educación.

Me resulta cuando menos chocante que, en un ám-

bito como el educativo, en el que se supone que se 

ponen las bases de la cultura y el sentido crítico, amén 

de tener que ser por fuerza el faro de las prácticas 

didácticas de probada efectividad para el aprendiza-

je académico, abunden tantos y tantas docentes que 

nunca han leído un artículo sobre didáctica o peda-

gogía (sobre todo aquellos estudios que han sido bien 

diseñados y sometidos a prueba, y no se dedican a 

hablar de ideales inefables y certezas improbables —

porque no se permite la falsabilidad—). Este es, pues, 

para nuestra desgracia y con la participación activa 

de las administraciones —en su afán por desmontar 

la escuela—, un terreno abonado para la pseudocien-

cia —¿cuánto tiempo llevan campando a sus anchas 

las inteligencias múltiples o los estilos de aprendiza-

je?—, la superchería y el pensamiento mágico.

En cuanto a este último, me duele decirlo porque 

lo sufro directamente, Cataluña se ha convertido en 

una especie de 

Silicon Valley

 del esoterismo educa-

tivo. La expansión en las escuelas de prácticas como 

la meditación (sacada de contexto, pues es una herra-

mienta psicológica que puede utilizarse en situaciones 

concretas) o la «gimnasia cerebral», práctica adoptada 

por tantos y tantas docentes creyentes en lo alternati-

vo con el nombre de 

kinesiología

,

 

llevando cabo la 

típica apropiación magufa en que se toma una palabra 

del ámbito académico o científico y se le asigna un 

significado distinto al original, obviamente a la medi

-

da de lo que cada charlatán decida vender. En el caso 

de esta falsa kinesiología, el nombre está tomado del 

estudio del movimiento del cuerpo y puede abarcar 

desde la mejora del rendimiento a la prevención y 

tratamiento de lesiones, pero los creyentes en lo al-

ternativo lo hacen por la vía de la quiropráctica, que 

supuestamente activa «botones cerebrales» que ayu-

Cataluña se ha convertido en una especie 

de Silicon Valley del esoterismo educativo. 

En algunas comarcas puede ser muy 

difícil dar con un centro que no ponga en 

práctica creencias de este tipo

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darían al alumnado a estar tranquilo, prestar atención, 

retener información

1

Estas prácticas vienen casi siempre seguidas o 

acompañadas de la puesta en ejercicio de creencias 

muy peligrosas, bien por su carácter sectario o la cos-

movisión que representan, bien por la intromisión 

brutal en la intimidad de las familias que implican 

o simplemente porque desvían al o la discente de lo 

que se supone que le es propio escolarmente: adquirir, 

como mencioné arriba, aprendizaje académico. Solo 

la pedagogía sistémica —basada en las constelaciones 

familiares de Bert Hellinger, aunque con incorpora-

ciones de otras fuentes como la pedagogía Steiner-

Waldorf o el cerebro trino— tiene tejida en territorio 

catalán una red de más de sesenta centros, la inmensa 

mayoría públicos, con alguno de ellos considerado 

meca

 de la innovación pedagógica. Es la pedagogía 

esotérica que, sin duda, tiene más seguimiento en esta 

tierra. Y en algunas comarcas puede ser muy difícil 

dar con un centro que no ponga en práctica creencias 

de este tipo. Os explico el itinerario de un buen ami-

go, referencia personal y profesional para mí. No doy 

nombres de lugares ni de personas para preservar su 

intimidad, y usaré pseudónimo para referirme a él.

Hasta hace poco, Fede trabajaba en la comarca de 

al lado, que resulta ser una de las más propensas a 

estas prácticas escolares alternativas. Trabajaba en 

su pueblo, donde, al llegar el momento, escolarizó a 

su primer hijo. Una vez que un equipo directivo, con 

un proyecto basado en la pedagogía 

holística

2

 

(nue-

va apropiación semántica) se hizo con el control de 

la escuela, decidió probar suerte con un concurso de 

traslados y fue a parar a un centro no muy lejos. Con 

él se llevó a su hijo, porque Fede es un escéptico. Pues 

bien, al llegar a su nuevo centro dio con un equipo do-

cente que orbitaba también alrededor de las pedago-

gías y la salud alternativa, y que a veces se negaban (y 

también negaban a sus hijos/as), fuera de la escuela, 

a compartir espacio y tiempo con personas que pen-

saran diferente a ellos. Me contaba, por ejemplo, que 

si coincidían en el parque con gente «no despierta», 

no dejaban que sus hijos jugasen con los de aquellos 

o, simplemente, se iban de allí. Este sectarismo (en la 

acepción más pura de la palabra), que luego se repeti

-

ría en su próximo destino, le llevó a trabajar fuera de 

la 

línea de escuela

 que se había establecido —al am-

paro de su libertad de cátedra— pero un poco aislado 

del resto de docentes. Probó con otra escuela al lado 

de su pueblo.

Resulta que en ese pueblo vive una de las parejas 

referentes (y más obsesionadas en ese mundo) de la 

pedagogía sistémica, y en esa escuela trabajaba la mu-

jer de esa pareja. La señora había sabido convencer y 

rodearse de una serie de personas que seguían —o al 

menos no ponían pega alguna— su sistema de creen-

cias. Ya sabéis: Hellinger y toda esa patraña de las 

constelaciones familiares, las implicaciones energéti-

cas-espirituales de las acciones de los miembros de un 

sistema familiar, los «nudos» en el sistema derivados 

de traumas que pasan de generación en generación, 

que el patriarcado es sagrado, que la culpa de todo 

la tienen casi siempre las mujeres y que el incesto se 

produce porque la mujer rechaza al marido y el abu-

so sexual es una experiencia a agradecer, entre otras 

cosas.

Justo ese año se jubilaba el director de la escuela. 

Y esta gente, ni corta ni perezosa, con la señora 

vice-

gurú

 a la cabeza, presenta un proyecto de dirección 

indisimuladamente 

sistémico

. Imaginad la cara de la 

inspectora cuando le presentan el plan con unas cuan-

tas constelaciones, como la de la escuela en relación 

con el pueblo, la escuela con sus energías masculina 

y femenina en equilibrio... y una constelación en que 

cada una de las personas que trabajaban en el centro 

estaba representada como un miembro de una familia 

(aunque en realidad se trata de establecer una jerar-

quía rígida en la organización; constelaciones organi-

zacionales

3

, las llaman). Fede aparecía en dicha cons

-

telación como un miembro apartado de la familia, 

cuya presencia desestabilizaba el sistema e impedía el 

buen funcionamiento, y así se lo dijeron a la inspec-

tora. Cómo sería de impresentable el plan, que la ins-

pectora (ya sabréis que, por desgracia, normalmente 

no ponen mucha pega a casi nada) les echó para atrás 

el proyecto y se acabó nombrando un ED provisional.

De todos modos, aquel grupo de personas sistémi-

cas siguió en la escuela, tratando de poner en práctica 

sus creencias esotéricas (y, de paso, haciendo la vida 

en el centro menos soportable). Porque en su manera 

de ver no les entra en la cabeza que las cosas se hagan 

de otra manera que la suya y, como me comentaba 

una persona que había estado en contacto con la Ges-

talt

4

 (de la rama de Claudio Naranjo), la adepta o el 

adepto hace que absolutamente todo en su vida gire 

en torno a esa creencia. En este caso, su vida social 

y profesional y su práctica escolar también giran en 

torno a Hellinger. Sus «formaciones» como docentes 

suelen incluir rituales esotéricos con gemas, velas, 

mandalas y, obviamente, constelaciones. Y también 

podemos ver escenas con catarsis colectivas y diná-

micas coercitivas en que se provocan estados de gran 

vulnerabilidad

5

Con ellos todo puede ser sistémico: sus cursos de 

verano pueden girar en torno a la visión 

sistémica

 de 

los chakras (puesto que según algunos se pueden or-

denar jerárquicamente) o podemos asistir a una for

-

mación en 

mindfulness sistémico

. ¿Quieres tener una 

mascota? Tienes que hacerlo siguiendo y respetando 

las jerarquías (también entre animales y, por cierto, 

tienen poco que ver con lo que nos dice la etología 

animal), teniendo en cuenta la concepción actual de la 

mascota como  «miembro de la familia» y procurando 

un equilibrio en blablabla

6

. ¿Te gusta cantar y quieres 

integrar el góspel en trabajo social? Hazlo sistémica-

mente

7

. ¿Lo tuyo es la cocina? Su teoría llega al punto 

de pretender que toda persona en la cocina tiene un rol 

jerárquico basado en su llegada a la cocina y su fecha 

de nacimiento, y todo material en la cocina juega un 

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rol basado en una jerarquía que sí, también constelan. 

Así las cosas, y dada la facilidad de los adeptos a 

lo alternativo para comprar 

paquetes magufos

 (como 

lotes de creencias muy diversas e incluso contradic-

torias entre sí; por ejemplo, el marido de la 

vicegurú

 

de aquel pueblo, que fue compañero mío, defendía la 

educación Waldorf y también cosas como la dieta al-

calina o la solarización del agua, y la directora de un 

centro «trataba» su cáncer meditando ante sus tacs y 

radiografías con una botella de agua encima de ellos 

para «canalizar energía»), no es de extrañar que una 

tutora de P3 (hoy EI3) de la escuela de Fede decidiera 

hacer una evaluación inicial de sus pupilos confec-

cionando una carta astral sistémica aprovechando que 

tenía sus fechas de nacimiento. Porque claro, ¿cómo 

no iba a haber astrología sistémica

8

? ¡Todo vale!

Todo esto, por cierto, sucede no ante la indiferencia 

de las administraciones, sino que en su empeño por 

desmontar la escuela y su misión esencial (reitero: la 

transmisión de conocimiento académico y la forma-

ción de pensamiento crítico) son cómplices directas, 

no solo promoviendo actividades sectario-esotéricas 

desde los ayuntamientos (por ejemplo), sino ponien

-

do dinero e instalaciones educativas públicas (escue-

las, institutos y centros de recursos pedagógicos) para 

«formar» a los docentes de manera oficial. Unas «for

-

maciones» que los grupos sectarios aprovechan para 

captar y fidelizar adeptas y adeptos que luego pagarán 

más y más másteres y cursos de todo tipo que lleven 

la etiqueta de su elección (sistémico, holístico, etc.). 

Solo este curso 23-24 hay quince formaciones oficia

-

les solo en Cataluña. Es decir, dinero para recursos 

humanos en los centros o para formación en didácti-

cas específicas no hay, pero para 

magufadas

 siempre 

quedará algo.

En cuanto a Fede, va dando tumbos. Ahora parece 

que ha encontrado un lugar de trabajo menos incómo-

do para su conciencia, pero sus hijos volvieron a la es-

cuela 

holística

: al acabar la escolarización primaria en 

este centro y, tras cursos enteros en que pasaban en-

tre una y dos horas semanales haciendo «meditación 

holística para conectar con el Universo» y haciendo 

tutorías-asambleas diarias en círculos para que ex-

presaran sus sentimientos de manera casi obligatoria 

(otra práctica coercitiva), el chiquillo llegó al instituto 

y anda tan perdido, sobre todo en matemáticas, que, 

lleno de impotencia, quiso dejar de estudiar. Le des-

trozaron. Académicamente, pero le destrozaron.

Y no podemos permitir que se destroce a la gente.

Notas:

1. A este respecto, es muy esclarecedor el artículo 

del doctor José Ramón Alonso El mito de la Gimnasia 

cerebral,  en  su  blog.  https://jralonso.es/2016/03/08/

el-mito-de-la-gimnasia-cerebral/#

2. La pedagogía holística (malinterpretando el ho

-

lismo) es un enfoque escolar que pretende una edu-

cación «integral» en que la alumna/o desarrolle tam

-

bién su faceta espiritual, usando entre otras cosas la 

meditación. Meditación holística, naturalmente.

3. Una  buena  explicación  de  esto  la  hallaréis  en 

https://es.linkedin.com/pulse/las-constelaciones-

o r g a n i z a c i o n a l e s - f r a n c i s c o - j o s % C 3 % A 9 -

garc%C3%ADa-guerrero

4. Dicho sea de paso, la organización que más ha 

impulsado la penetración de las constelaciones fami-

liares y la pedagogía sistémica en la sociedad catala-

na —y ahora también en el resto de España— es el 

Institut Gestalt de Barcelona. 

5. Echad  un  vistazo    a  la  pàgina  del  Moviment 

Educatiu Sistèmic: https://www.facebook.com/mesis

-

temic.cat

6. Díaz Videla (2019): Las mascotas en el sistema 

familiar. Legitimidad, formación y dinámicas de la fa

-

milia humano-animal, en https://revistas.unlp.edu.ar/

revpsi/article/view/6441

7. Máster  de  Góspel  Sistémico  ofrecido  por  la 

Universitat  de  Girona,  que  ya  va  por  su  segunda 

edición

.

(https://www.fundacioudg.org/es/curs-

postgrau-gospel-sistemic.html) y que el año pasado 

impartió una colaboradora directa, Sylvia Kabelka.

8. https://violantclop.com/que-es-la-astrologia-

sistemica

La escuela de Fede decidió hacer 

una evaluación inicial de sus pupilos 

confeccionando una carta astral sistémica 

aprovechando que tenía sus fechas

de nacimiento