el esc
é
ptico
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Invierno 2018/19
H
ace 25 años
Luis R. González
V
uelven Félix Ares y su Editorial a la primera
página. En esta ocasión, para sugerir un cam-
bio de rumbo. Quizá pecaba de optimismo
al decir que el tema ovni se había vuelto marginal y
con tendencia a desaparecer. Todavía tuvo al menos
un gran efecto mediático a finales del siglo con todo
aquello de la «muñecopsia alienígena» y las abduccio
-
nes. Incluso ahora, ya en la segunda década del nuevo
siglo, sigue dando bastante que hablar, aunque solo
sea porque la proliferación de cámaras y técnicas di-
gitales han inundado internet de presuntas fotografías
de ovnis. Cuando parecen genuinas, generalmente son
tan borrosas y alejadas que pueden ser cualquier cosa
(pues lo habitual, además, es que el fotógrafo no se
diese cuenta de su existencia en el momento de cap-
tar la imagen); y cuando son claras e inconfundibles,
siempre resultan ser una falsificación digital.
Félix Ares explicaba la necesidad de mantener una
línea editorial rígida, evitando tocar temas que se ale-
jasen de la identidad corporativa que se deseaba for-
mar. El curso de ovnis organizado ese verano repre-
sentó un hito, demostrando que la imagen de ARP ha-
bía quedado consolidada y, por ello, se había decidido
dar un golpe de timón y publicar artículos sobre otros
muchos temas. Sin embargo, quiero quedarme con un
comentario que, desgraciadamente, sigue estando de
plena actualidad. Decía Félix:
Cuando una persona empieza a hablarme y me
dice
«
no, si yo también soy escéptico
»
me pongo a
temblar. Lo más probable es que la siguiente frase sea
una payasada de mucho cuidado.
El cambio de rumbo era una propuesta, pero toda-
vía quedaba mucho material con reminiscencias ufo-
lógicas. Luis A. Gámez reflexionaba sobre un libro
de dos ufólogos escépticos ingleses,
Phantoms of the
Sky
, de David Clarke y Andy Roberts. Se mostraba
especialmente contento porque, aunque la hipótesis
expuesta no era revolucionaria (los ovnis como mito
moderno), sí lo era el que sus autores proviniesen del
seno del movimiento ufológico. Aunque precedidos
en esta línea por algunos de sus colegas franceses (y
luego españoles e hispanoamericanos), al tratarse de
autores anglosajones, su relevancia era mayor. Aunque
las reflexiones eran interesantes, a Gámez se le escapó
un error especialmente punzante por estar referido al
resultado de las investigaciones de ufólogos escépticos
españoles como Ballester Olmos y Ricardo Campo: al
comentar los avistamientos ovni de Canarias en 1979,
señala la explicación correcta: el lanzamiento de misi-
les balísticos desde un submarino; pero lo atribuye a
uno soviético que habría lanzado sus misiles hacia el
desierto siberiano, cuando en realidad fue de naciona-
lidad estadounidense. También tiene aspectos ufológi-
cos un artículo traducido del
Skeptical Inquirer
sobre
las luces fantasmas de Colorado, explicadas como re-
flexiones de estrellas, luces y faros en la lejanía.
En este número se aprecia también una de nues-
tras preocupaciones básicas: llevar el escepticismo a
las aulas. Como un precursor del posterior
EscolARP
,
Xosé Pujales describe los resultados de una encuesta
realizada en Galicia sobre la confusión entre astrología
y astronomía. Se constató que había mucho trabajo por
hacer. Al menos nos quedaba el consuelo, como se re-
coge en uno de los artículos de prensa en la sección de
recomendaciones de «Desde el sillón escéptico», que,
según el nuevo catecismo de la época, consultar horós-
copos se consideraba pecado.
Aunque nos parezca increíble hoy, en 1992 ARP
tenía intercambio de publicaciones también con orga-
nizaciones no escépticas o incluso crédulas, como la
Sociedad Española de Parapsicología. Mercedes Quin-
tana publica un largo artículo donde resulta curioso
que alabase los artículos de tono crítico publicados en
el boletín de aquella sociedad (
Psi Comunicación
) por
José Luis Jordán Peña, de quien incluso llega a aclarar
en la primera nota al pie que se declara
completa y
radicalmente
en la línea de ARP (es extraño que Félix
no le hubiera aclarado a Mercedes muchos aspectos
de este personaje). Pero esa es la única alabanza; en
un larguísimo artículo de ¡once páginas! Mercedes di-
secciona diversos trabajos publicados en el boletín y
termina con una frase lapidaria, que puede ser aplicada
a otros muchos grupos (y personas) similares:
La ignorancia, los conocimientos científicos mal
asimilados, el deseo de llegar a la categoría de genio
por la vía rápida…, o todo ello unido, ha dado lugar
a una sorprendente comunidad de partidarios en mó-
viles perpetuos…
La Alternativa Racional nº 27
(Invierno 1992)
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1 http://www.escepticos.es/webanterior/publicaciones/lar27.html