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otoño 2014

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Gonzalo 

Puente Ojea

Introducción

L

a Asamblea General de Socios de ARP - Sociedad 

para el Avance del Pensamiento Crítico del año 

2012 aprobó por unanimidad seguir las directrices 

de un manifiesto por un estado laico

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, que venía a incluir 

el laicismo entre los objetivos que persigue la asociación. 

La justificación parte de que, “para que una sociedad sea 

crítica, es decir, que sus miembros puedan desarrollar y 

ejercer el pensamiento crítico, es indispensable que estos 

estén libres de coacciones o adoctrinamientos”. Esa misma 

asamblea decidió conceder a la figura de Gonzalo Puente 

Ojea su máximo galardón, el premio Mario Bohoslavsky, 

por su defensa de la razón frente a la intromisión de la 

religión en todas las esferas de la sociedad.

La postura laicista no es un ataque a las religiones. Es 

más, es una defensa a creer en lo que uno quiera dentro 

del ámbito privado, ya sea en Dios, en los ovnis o en la 

homeopatía; pero para que esto sea así debe ocurrir que 

el estado no asuma ningún tipo de credo. En la España 

moderna este objetivo ha estado bastante lejos de cumplirse, 

ya sea por la presencia de la Iglesia Católica o de símbolos 

cristianos en actos oficiales, o por la financiación de esta 

y otras entidades por parte del erario público. Pero en la 

última legislatura estamos asistiendo a otras intromisiones 

en los asuntos de Estado que se realizan sin pudor alguno, 

empezando por la confesionalidad militante de algunos 

ministros, que apelan en público a la bondad de la Virgen 

para solucionar el problema del paro

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, o reconocerle 

supuestos méritos que llevan a la concesión de los mayores 

reconocimientos por parte de la Guardia Civil

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. Pero sin 

duda las más dolorosas muestras de la intromisión de 

la religión en la política están en leyes como la recién 

aprobada ley de educación (LOMCE) y en el por ahora 

borrador de la reforma de la ley del aborto, donde se obliga 

a todas las mujeres a participar de este derecho únicamente 

de la forma en que lo dicta el credo católico. Es decir, casi 

nunca. Todo ello sin olvidar el momento histórico en el que 

vivimos, con un cambio de rey, un personaje que ha sido 

impuesto durante generaciones “por la gracia de Dios”.

Con este panorama no es de extrañar que Gonzalo Puente 

Ojea afirme ser un apestado en este país. Así es como se 

presentaba durante la comida que ARP - Sociedad para 

el Avance del Pensamiento Crítico había organizado con 

motivo de la entrega del premio Mario Bohoslavsky, en un 

céntrico y acogedor restaurante del centro de Madrid, junto 

a su inseparable mujer, Pilar. Su vida ha transcurrido desde 

un lugar privilegiado para entender la reciente historia de 

España, pues ha sido su representante en numerosos países, 

destacando su puesto de embajador en el Vaticano; todo ello 

mientras iba documentando su extensísima obra crítica. Un 

trabajo que no incluye halagos, sino una dura reflexión y 

crítica a nuestra forma de ser, pensar y actuar, tan certera 

como incómoda.

Desde  ARP-SAPC  entendemos  que  un  trabajo  tan 

valioso como el suyo no puede quedarse en el mero 

reconocimiento, y quedarse a un lado para los estudiosos 

de último año de tesis doctoral, sino que debe ser difundido 

y ampliado para que sirva de esa pequeña cuña que vaya 

ejerciendo de presión para ir desgastando esa dura roca que 

forma  la  conjunción  del  estado  y  el  credo.  Es  una  labor 

inmensa,  pero  Puente  Ojea  nos  ha  señalado  una  buena 

grieta por donde comenzar y no podemos dejar pasar esta 

gran oportunidad. Es nuestro deseo que este dossier sirva 

para iniciar a muchos de nosotros en su extensa obra.

1-http://www.escepticos.es/?q=node/915

2-http://goo.gl/GMb27U

3-http://goo.gl/IuPLkA

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(foto: archivo)