el esc
é
ptico
34
primavera 2014
E
n agosto de 1947, al final de la segunda guerra mun-
dial y tras la celebración de los juicios en la ciudad de
Núremberg a los principales criminales de guerra de
la Alemania nazi, se publicó el Código de Núremberg. El
documento surgió como una secuela de las deliberaciones
y argumentos por las que fueron enjuiciados los principa-
les jerarcas fascistas, a causa del tratamiento inhumano que
dieron a los presos en los campos de concentración (figura
1). En el Código se incluyeron diez puntos fundamentales
a tomar en cuenta en cualquier investigación médica con
vistas a la protección del paciente, lo que constituyó sin
lugar a dudas un logro importante para el avance de las
políticas sanitarias y la salud pública a nivel mundial.
En adición al proceso de los principales líderes nazis, se
efectuaron en Núremberg otros doce, donde se juzgaron
funcionarios menores. El Juicio de los doctores se siguió
contra 23 acusados, de los cuales 20 eran médicos, bajo
los cargos de planear y llevar a cabo experimentos sin el
consentimiento de los afectados en hospitales y en campos
de concentración, en los cuales se cometieron asesinatos,
torturas, atrocidades y otros actos inhumanos. También se
les acusó de organizar el asesinato masivo, en diversas ins-
tituciones médicas, de personas estigmatizadas como an-
cianos, débiles, insanos o como enfermos incurables, con el
empleo de gases, inyecciones letales, desnutrición y otros
medios. Otros fueron acusados de participar y colaborar en
el exterminio masivo de hombres, mujeres y niños interna-
dos en los campos de concentración. Siete de ellos fueron
condenados a muerte y nueve a diversas penas de prisión.
Los puntos del Código de Núremberg toman en cuenta
aspectos como el consentimiento voluntario, el posible be-
neficio real a la sociedad, que los resultados previos justi-
fiquen la realización del experimento, proteger al sujeto y
evitar sufrimientos físicos y mentales innecesarios, no rea-
lizar experimentos en que haya probabilidad de daño que
lleve a la incapacitación y que las investigaciones se rea-
licen solo por personas científicamente calificadas.
1
Tam-
bién incluye que el sujeto tenga libertad de interrumpir la
investigación en cualquier momento y que el científico res-
ponsable esté preparado para terminarla en cualquier fase.
Consentimiento voluntario significa que la persona im-
plicada debe tener capacidad legal para dar consentimiento;
su situación debe ser tal que pueda ser capaz de ejercer una
elección libre, sin intervención de cualquier elemento de
fuerza, fraude, engaño, coacción u otra forma de constreñi-
miento o coerción; debe alcanzar suficiente conocimiento y
comprensión de los elementos implicados que le capaciten
para hacer una decisión razonable e ilustrada. Este último
elemento requiere que antes de que el sujeto de experimen-
tación tome una decisión afirmativa, debe conocer la natu-
raleza, duración y fines del experimento, el método y los
medios con los que será realizado; todos los inconvenientes
y riesgos que pueden ser esperados razonablemente y los
efectos sobre que pueden originarse de su participación en
el experimento sobre su enfermedad y su persona. El de-
ber y la responsabilidad para asegurarse de la calidad del
consentimiento residen en cada individuo que inicie, dirija
o esté implicado en el experimento. Ese deber y responsa-
bilidad personales no pueden ser delegados impunemente.
La ampliación y puntualización de estos conceptos quedó
registrada en la Declaración de Helsinki de 1964 y en revi-
siones posteriores. Su versión actual se considera el docu-
mento más importante que existe sobre la ética de la inves-
tigación con seres humanos, aunque no es un instrumento
legal que vincule a los países a cumplir sus cláusulas. Su
principio básico es el respeto por el individuo (art. 8).
2
Vale
la pena citar dos de sus principios operacionales: la inves-
tigación debe ser conducida y manejada por investigadores
La ética
en las
investigaciones con
personas
Arnaldo González Arias
Tras un breve análisis del origen de las normas éticas que rigen los experimentos con
personas por consenso internacional, a partir de los juicios de Núremberg, se hace un
análisis pormenorizado de cómo se aplican o no estas normas en Cuba, de acuerdo a
las reglamentaciones establecidas por los organismos correspondientes, mostrando
numerosos ejemplos.
el esc
é
ptico
35
primavera 2014
expertos (Art. 15). La información relativa al estudio debe
estar disponible públicamente (Art. 16). Las investigacio-
nes experimentales deberán compararse siempre en térmi-
nos de los mejores métodos existentes, pero bajo ciertas
circunstancias un placebo o un grupo de control deberá ser
utilizado (Art. 29).
CÓMO SE PRUEBAN LOS MEDICAMENTOS
Un reciente aporte de la Organización Mundial de la Sa-
lud a la divulgación popular de las exigencias científicas y
éticas que deben acompañar a las investigaciones médicas,
fue la publicación en 2010 de la versión en español del libro
“Cómo se prueban los tratamientos; una mejor investiga-
ción para una mejor atención de salud”.
3
El texto también
constituye una contribución importante a la promoción sa-
nitaria en la salud pública. Dirigido tanto al personal mé-
dico como a los pacientes y al público en general, persigue
tres objetivos fundamentales: 1. incrementar los conoci-
mientos del público acerca de los ensayos clínicos; 2. pro-
mover una evaluación pública más crítica de los efectos de
los tratamientos y 3. mejorar la interacción entre pacientes
y profesionales de la salud.
El libro también refleja una seria preocupación por evitar
la exposición de los pacientes a tratamientos no comproba-
dos, que pueden resultar más dañinos que benéficos. Con
anterioridad ya existían llamados de atención al respecto
como, por ejemplo, el de la cita que aparece en la p.60:
“Si un médico prueba un tratamiento nuevo con la idea
de estudiarlo cuidadosamente, evaluar los resultados y pu-
blicarlos, está haciendo investigación. (...) Por otro lado, un
médico puede probar este tratamiento nuevo sin intención
de estudiarlo, solo porque cree que les servirá a sus pacien-
tes. En tal caso, poner a prueba el nuevo tratamiento no
es investigación. (...) [El primero] está evaluando el trata-
miento, mientras que su colega de la segunda situación está
usando el tratamiento apoyado en sus imperfectas corazo-
nadas. No obstante, como los códigos de ética que inten-
tan proteger a los pacientes tienen como objetivo producir
conocimientos que puedan generalizarse, reglamentan al
investigador responsable y no al aventurero irresponsable”
(sic).
4
El párrafo anterior se refiere a tratamientos novedosos,
pero ¿qué decir entonces de quienes insisten en aplicar vie-
jos tratamientos cuya efectividad nunca ha sido demostra-
da, a pesar de haberse sometidos reiteradamente a ensayos
clínicos por muchos años con resultados negativos? ¿Y sin
cumplir los principios establecidos desde hace mucho en
A los acusados se les presentó
los cargos de planear y llevar a
cabo experimentos sin el con-
sentimiento de los afectados
en hospitales y en campos de
concentración, en los cuales se
cometieron asesinatos, tortu-
ras, y otras atrocidades.
Principales líderes nazis en los juicios de Núremberg. Arriba a la izquierda, Hermann Göring, segundo nazi en importancia después de Hitler, quien se suicidó
al caer Berlín. De los 24 acusados, 12 fueron ejecutados, hubo 7 condenados a diversas penas de prisión y 5 quedaron absueltos. (foto: Wikimedia Commons)
el esc
é
ptico
36
primavera 2014
Núremberg y Helsinki, ni siquiera de forma aproximada?
Pues ése es el caso de la mayoría de las denominadas tera-
pias alternativas, tan socorridas por algunos en nuestro país.
Según el médico Pedro Caba Martín, ex-vicepresidente
de la Organización Mundial de la Salud, las terapias alter-
nativas son prácticas sistematizadas de terapias no verifi-
cadas por la comunidad científica médica.
5
De aquí que
no forman parte de las prácticas médicas convencionales y
consensuadas por la comunidad médica internacional. Una
de las características usuales de estas terapias apócrifas es
que no es necesario poseer conocimientos médicos para
su aplicación; basta con seguir una receta establecida de
antemano, a veces escrita por alguien desconocido y sin
posibilidad de verificación. La mayor parte de las veces se
aplican a los incautos pacientes en el ámbito privado y por
practicantes sin estudios de medicina, aunque no siempre
ocurre así. Dentro de estas terapias se encuentran, entre
otras, la terapia piramidal, la magnetoterapia, la ozonote-
rapia, las terapias bioenergéticas, la homeopatía y los no-
sodes, las terapias florales, la radiestesia, la acupuntura y
otras emparentadas: la acupresión, la auriculoterapia y la
moxibustión.
¿SE CUMPLEN LAS REGULACIONES NACIONALES?
La forma de comprobar la eficacia de algún medicamento
o terapia está regulada en Cuba desde hace muchos años. El
Centro Nacional Coordinador de Ensayos Clínicos (CEN-
CEC) fue creado en 1991 para garantizar la evaluación clí-
nica que se requiere para el registro y la comercialización
de productos médico-farmacéuticos o biotecnológicos y
equipos médicos. El Registro Público Cubano de Ensayos
Clínicos, de libre acceso en el sitio rpcec.sld.cu, resume el
estado de cualquier ensayo debidamente inscrito en el país
sobre cualquier terapia o medicamento.
6
De conjunto con
el CECMED (Centro para el Control Estatal de la Calidad
de los Medicamentos, Dispositivos y Equipos Médicos, fi-
gura 2), es función del CENCEC garantizar la seguridad,
protección, derechos y beneficios a todos los sujetos que se
involucran en las investigaciones biomédicas, acorde con
los principios éticos internacionales. El CECMED además
debe certificar que los ensayos clínicos se realicen con un
diseño, conducción y análisis en consonancia con los prin-
cipios científicos y dentro de los postulados de las buenas
prácticas, según consta en disposiciones emitidas por el Mi-
nisterio de Salud Pública.
7
Ambos centros se acogen a los
criterios recomendados por la Organización Mundial de la
Salud para probar tratamientos médicos de cualquier tipo.
¿Se aplican esos criterios de forma regular en nuestro
país? Desafortunadamente, no. De un tiempo acá prolife-
ran ‘investigaciones’ de todo tipo que no toman en cuenta
el consentimiento informado, son realizadas por personal
que carece de entrenamiento científico y sin cumplir las
orientaciones de nuestros organismos reguladores. Hay
muchos ejemplos; una revisión de las revistas médicas
publicadas en nuestro país arroja una buena cantidad de
investigaciones con estas características. El primer lugar
lo ocupa, al parecer, la acupuntura, donde aparecen 25 ar-
tículos publicados a partir de diciembre de 1995 en temas
tan disímiles como el trabajo de parto
8
, enfermedades gi-
necológicas
9
, estomatología
10,11
, sacrolumbagia
12,13
, artrosis
cervical
14
, cirugía del glaucoma
15
, cirugía pediátrica ambu-
latoria
16
, cirugía menor
17
, cirugía en la glándula tiroides
18
,
hemorroides
19
, lactancia materna
20
, osteoartritis en la re-
gión lumbar, extracciones dentarias
21
, niños tartamudos
22
,
litotricia extracorpórea renal
23
, asma bronquial en adultos
y niños
24,25,26
, oncología
27
, dedo resorte
28
y, créalo o no lo
crea, urgencias hipertensivas y asmáticas
29,30,31
. En ningu-
no de estos artículos aparecen indicaciones de que se hayan
cumplido las normas establecidas para realizar la supuesta
investigación; en las urgencias es obviamente imposible el
consentimiento informado.
No es la acupuntura la única terapia alternativa de la
que se ha abusado en este sentido. Un caso similar, quizás
peor aún, es el de la homeopatía y los nosodes (vacunas
homeopáticas que, en realidad, no son vacunas). Aquí ni
siquiera se han intentado hacer investigaciones, o al menos
no aparecen reportadas. Simplemente se asume que algún
preparado elaborado a partir de ciertas leyes nunca demos-
tradas es efectivo, y de inmediato se le comienza a sumi-
nistrar a las personas de forma comercializada, predicando
la automedicación bajo el engañoso título de ‘complemento
nutricional’ u otro similar.
Llama la atención la lentitud de respuesta y el retraso de
los mecanismos nacionales de salud pública en este senti-
do. En los momentos actuales, en que la comunidad inter-
nacional condena abiertamente la homeopatía, han comen-
zado a aparecer en las farmacias cubanas medicamentos
homeopáticos de todo tipo. Estos preparados, se venden al
público sin necesidad de prescripción facultativa y sin que
aparezca de forma precisa en algún lugar la descripción de
cómo se obtienen o el por ciento de ingredientes activos
que contiene -mucho menos como actúan en el organismo-;
prometen prevenir el dengue y otras dolencias, aliviar los
dolores de todo tipo y curar o prevenir el cáncer.
Desde el punto de vista estrictamente médico, cinco me-
taanálisis estadísticos realizados por investigadores inde-
pendientes en el período 1991-2005, cubriendo un gran nú-
mero de ensayos clínicos con miles de sujetos, han arrojado
resultados negativos para los homeópatas. Tras excluir los
ensayos inadecuados desde el punto de vista metodológico
y los reportes tendenciosos con errores evidentes, los estu-
dios no encontraron resultados estadísticos significantes a
favor de la homeopatía.
32,33,34,35,36
En febrero de 2010, el Comité de Ciencia y Tecnología
de la Cámara de los Comunes del Reino Unido, en un do-
cumentado reporte de más de 150 páginas, calificó diversos
aspectos de la homeopatía con los siguientes atributos: in-
verosímil; insostenible; teóricamente débil; los productos
¿Qué decir de quienes insisten
en aplicar viejos tratamientos
cuya efectividad nunca ha sido
demostrada, a pesar de haber-
se sometidos reiteradamente
a ensayos clínicos por muchos
años con resultados negati-
vos?
el esc
é
ptico
37
primavera 2014
homeopáticos no funcionan mejor que los placebos; no me-
rece la pena hacer más estudios clínicos controlados sobre
placebos, porque estaríamos tirando el dinero; el gobierno
debería parar la aportación de fondos para la homeopatía.
37
Tampoco han faltado artículos nacionales exponiendo
la falta de fundamento científico de esta práctica, aunque
la diferencia fundamental es que los homeópatas del patio
no realizan ensayos clínicos, sino que aceptan lo que dicen
otros que tampoco los han realizado.
38
En 2012 la X Asamblea Federal del partido español Iz-
quierda Unida, tercera fuerza política en España, aprobó
una resolución de rechazo a la homeopatía y las terapias
pseudocientíficas.
39
En ese mismo año la multinacional
francesa homeopática Boiron se vio obligada a pagar 12
millones de dólares para evitar una demanda colectiva en
los EE.UU. por engaño a los consumidores. Algunos de
los productos denunciados fueron el Oscillococcinum (con-
tra la gripe), Arnicare (contra el dolor), Chestal (contra la
tos) y Coldcalm (para el resfriado en niños), ninguno de
los cuales resultó efectivo para los síntomas que pretendía
calmar.
40
Llama la atención la similitud de algunos de estos
productos con los puestos a la venta en nuestras farmacias.
La cantidad de artículos publicados en Cuba sobre inves-
tigaciones acerca de otras terapias alternativas es mucho
menor, pero los hay. Por ejemplo, en el caso de la tera-
pia floral aparecen algunos artículos sobre esta terapia y
el climaterio femenino, en niños con retardo psíquico y en
la ejecución del violín. (Sí, lector. Ud. leyó bien. Si toma
medicamentos florales tocará mejor el violín). Estas inves-
tigaciones también presentan serias deficiencias metodoló-
gicas que las invalidan por completo.
41,42,43,44
Otro ejemplo es el de las terapias electromagnéticas, de
las que no hay evidencias contundentes de que sean benéfi-
cas, pero sí hay indicios de que pudieran ser dañinas; por ej.,
en algunos problemas genéticos o cardiovasculares.
45,46,47
Sin embargo, eso no ha sido impedimento para que apa-
rezcan artículos de aplicaciones a diversas dolencias, con
el consabido incumplimiento de las normas requeridas para
los ensayos clínicos. Las terapias electromagnéticas se han
utilizado en los hospitales nacionales para tratar de aliviar
padecimientos muy disímiles, entre ellos la fibromialgia
48
,
la psoriasis
49
, las afecciones en la rodilla
50
,
51
la artrosis
cervical
52
los traumatismos
53
y algunas enfermedades re-
nales.
54
En los artículos que reportan estos experimentos
es usual que la palabra placebo ni siquiera aparezca, y las
más de las veces en estos reportes falta incluso la revisión
bibliográfica crítica y exhaustiva de los conocimientos acu-
mulados internacionalmente sobre el tema.
La ozonoterapia posee características similares a las ante-
riores terapias. Una búsqueda en el sitio oficial que resume
las publicaciones sobre el ozono en las revistas médicas cu-
banas, recoge no menos de 20 artículos sobre investigacio-
nes en personas, destacando su supuesto beneficio en muy
diversas dolencias. Aparecen estudios sobre alveolitis,
55
activación plaquetaria,
56,57
glaucoma,
58,59
SIDA,
60
glomeru-
lonefritis tóxica,
61
estomatitis,
62
degeneración macular,
63
injertos,
64
sordera súbita,
65
neuropatía,
66
infección ósea,
67
úlcera flebítica,
68
Giardia lamblia,
69
retinosis pigmentaria,
70
hernia de disco,
71
osteonecrosis en cadera,
72
efectos benéfi-
cos sobre el sistema inmune, y otros.
73,74
Sin embargo, en
la gran mayoría de estos estudios tampoco se mencionan
los grupos de control, y una búsqueda realizada en el regis-
tro cubano de ensayos clínicos no arroja una sola inscrip-
ción donde se mencione el ozono.
75
Por otra parte, la carga sobre el erario público motiva-
da por la aplicación generalizada de estas terapias en todo
el país no es despreciable. En uno de los centros donde
se aplica la ozonoterapia regularmente, solo entre 1993 y
1997, se atendieron 1960 pacientes por vía rectal, intrave-
nosa o muscular, con un costo estimado de 660 000 pesos.
76
El comportamiento internacional relativo a la ausencia
de ensayos clínicos valederos es idéntico. En un reciente
metaanálisis estadístico, al parecer favorable a la ozonote-
rapia, los autores alegan haber realizado una búsqueda ex-
haustiva sobre los efectos del ozono aplicado en la columna
vertebral desde 1966 hasta 2011. Pero también reconocen
no haber encontrado un solo reporte donde, a la par de la
aplicación del ozono, también se tomara en cuenta el efecto
de un placebo en un grupo de control.
77
Por tanto, el me-
taanálisis reportado no es capaz de discernir si la terapia
en realidad proporciona un beneficio superior al que brinda
un placebo o si, por el contrario, la aplicación del ozono
Logotipo del CECMED (archivo)
Los productos homeopáticos
no funcionan mejor que los
placebos; no merece la pena
hacer más estudios clínicos
controlados sobre placebos; el
gobierno cubano debería parar
la aportación de fondos para la
homeopatía.
el esc
é
ptico
38
primavera 2014
retardó el proceso natural de curación de la enfermedad,
como puede efectivamente haber sucedido dado el carácter
altamente agresivo del ozono sobre los tejidos.
78
Y la pregunta obligada es: ¿a quién corresponde prevenir
y evitar el abuso al paciente, velando por el debido cumpli-
miento de las normas establecidas para las investigaciones
médicas?
Notas:
1 El código de Núremberg. Accesible en http://goo.gl/odWbRY; también
en http://goo.gl/9YvZTC
2 Declaración de Helsinki. Accesible en http://www. wikipedia.org
3 Evans Imogen, Thornton Hazel y Chalmers Iain. Cómo se prueban los
tratamientos: Una mejor investigación para una mejor atención de salud. Or-
ganización Panamericana de la Salud, Oficina Regional de la Organización
Mundial de la salud, 2010, p.45. Accesible en http://goo.gl/GHQKml.
4 Lantos J. Ethical issues--how can we distinguish clinical research from
innovative therapy? American Journal of Pediatric Hematology/Oncology
1994; 16:72-5.
5 Caba Martín Pedro, La Medicina: Ciencia o Creencia. ‘El Escéptico’,
Ene-Marzo 2011, pp. 44-45
6 Centro Nacional Coordinador de Ensayos Clínicos www.cencec.sld.cu
7 Ramos Martín Dania, 1,2,3... probando, Juv. Tec. Digital. 9/07/ 2012.
Accesible en http://goo.gl/b4JZ1w
8 Osvaldo J. Gutiérrez Alfonso, Emilio Sotomayor Castro, José M. Ga-
rrido Echazabal y Osmani Galbán Hernández, “Acupuntura en la analgesia
del trabajo de parto”, Rev Cubana Obstet Ginecol v.21 n.1 Ciudad de la
Habana ene.-dic. 1995
9 Roberto Collado Orta, Raoul Gazapo Pernas, Orlando Rigol Ricar-
do, Braulio Heredia Hernández, Ricardo Concepción Gallardo y Edilia
Trelles Aguabella, “Acupuntura y ginecología”, Rev Cubana Obstet Gine-
col v.25 n.1 Ciudad de la Habana ene.-abr. 1999
10 María Elena Acosta Navarro, Arelis Trujillo Alayón, Eladio Miguel Tra-
viesas Herrera y Rafael Delgado Fernández, “La acupuntura y su aplicación
en estomatología”, Rev Cubana Estomatol vol.49 no.2 Ciudad de La Haba-
na abr.-jun. 2012
11Carolina J. Valiente Zaldívar y María I. Garrigó Andreu, “Láser blando
en puntos de acupuntura para el tratamiento de enfermedades bucales”, Rev
Cubana Estomatol v.34 n.1 Ciudad de La Habana ene.-jun. 1997
12 Soini González Gámez, Reinaldo Rodríguez Labañino, Adis Caballe-
ro Ordúñez y Ana Selva Capdesuñer, “Eficacia terapéutica de la acupun-
tura en pacientes con sacrolumbalgia”, MEDISAN v.15 n.3 Santiago de
Cuba mar. 2011
13 Fe Boch Valdés, María del Carmen Rabí Martínez, Manuel Hernández
Arteaga y José C. García Jacomino, “Acupuntura y electroacupuntura en el
alivio del dolor de la osteoartrosis de la región lumbar”, Rev Cubana Med
Gen Integr v.17 n.2 Ciudad de La Habana mar.-abr. 2001
14 Marbelis Lussón Pelegrín y Yadis Despaigne Cobas, “Costo-efec-
tividad del tratamiento con acupuntura en la artrosis cervical”, MEDI-
SAN v.15 n.3 Santiago de Cuba mar. 2011
15 Yudit Martínez Montoya, Sonia Rafaela Fernández Pérez, Yanet Gre-
not Mustelier, Mabel González Naranjo y Yamirka Rodríguez Alonso, “Trata-
miento acupuntural en la cirugía de glaucoma”, MEDISAN vol.16 no.6 San-
tiago de Cuba jun. 2012
16 Mabel de la Caridad Salazar Diez, Leonor Barranco Pedraza, Maria
Onelia Díaz Rivadeneira y Liliana Baute Vilardell, “Eficacia de la acupuntura
en el tratamiento de los síntomas postoperatorio en cirugía pediátrica ambu-
latoria”. AMC v.15 n.2 Camagüey mar.-abr. 2011
17 José Manuel Álvarez Rodríguez, Ana Misleidis Martínez Cabrera, Belia
Castellanos Almeida y Dulce María Enamorado Camejo, “Resultados de la
cirugía menor en un consultorio del médico de familia en Baire”, Rev Cubana
Enfermer v.16 n.2 Ciudad de la Habana Mayo-ago. 2000
18 Ernesto Manuel Luzardo Silveira y Juana Elisa Eirin Arañó, “Cirugía
mayor ambulatoria de tumores benignos de la glándula tiroides”, MEDI-
SAN v.15 n.5 Santiago de Cuba mayo 2011
19 Cipriano Lobaina Acosta e Ileana Cutiño Clavel, “Evaluación de la
analgesia acupuntural en pacientes operados de hemorroides”, MEDI-
SAN vol.16 no.10 Santiago de Cuba oct. 2012.
20 Noilan Parada López y Aimé Monier Tornés, “Acupuntura en el mante-
nimiento de la lactancia materna en interconsultas de pediatría”, Rev Cuba-
na Enfermer v.15 n.3, Ciudad de la Habana sep.-dic. 1999
21 Juana María Abreu Correa y Juan Emilio Mateo, “Analgesia acupun-
tural en las extracciones dentarias”, Rev Cubana Estomatol v.34 n.2 Ciudad
de La Habana jul.-dic. 1997.
22 Yaima Figueras y Damayantis Leiva, Uso de la acupuntura en el
niño tartamudo, Rev Cubana Enfermer v.16 n.3 Ciudad de la Habana sep.-
dic. 2000.
23 Marta R. Ferriol Rodríguez, Víctor Pagola Bérger y María Elena He-
rrera Rodríguez, “El alivio del dolor con analgesia acupuntural en la litotricia
extracorpórea renal”, Rev cuba anestesiol reanim v.8 n.3 Ciudad de la Ha-
bana sep.-dic. 2009
24 María del Carmen Veitía Estrada, Miguel Ángel Pentón Valdivia y Mal-
vila Palmero Estrada, “Acupuntura y sus técnicas en el asma bronquial”, Rev
Cubana Enfermer v.18 n.1 Ciudad de la Habana ene.-mar. 2002
25 Alter Boris Bango Domínguez y Mario García Mirabal, “Efectividad de
la acupuntura en el tratamiento del asma bronquial”, Rev Cubana Enfer-
mer v.15 n.2 Ciudad de la Habana Mayo.-ago. 1999
26 Omara Solórzano Guerra, Sandra Dávila Hidalgo y Yamilé Fong Ló-
pez, “Efectividad de la acupuntura en niños con asma bronquial”, Rev Cuba-
na Enfermer v.16 n.3 Ciudad de la Habana sep.-dic. 2000
27 Maria Cristina Infante Carbonell y Rolando Rodríguez García, “Ciru-
gía ambulatoria en el Servicio de Cirugía General Oncológica”, Rev Cubana
Cir v.45 n.3-4 Ciudad de la Habana jul.-dic. 2006
28 Aurelio Álvarez González, Carlos Uranga Gafa, Octavio Álvarez Be-
nito, Rubén Herrera Rodríguez y Silvia Cuní Suárez, “Tratamiento del dedo
en resorte con laserpuntura”, Rev Cub Med Mil v.8 n.2 Ciudad de la Haba-
na abr.-jun. 2003
29 Grechel Chaveco Bautista, María Esther Mederos Ávila, Sucel Vaillant
Orozco, María del Carmen Lozada Concepción y Tamara Sánchez Abalo,
“Eficacia del tratamiento acupuntural en pacientes con urgencias hiperten-
sivas en la atención primaria de salud”, MEDISAN vol.15 no.11 Santiago de
Cuba nov. 2011
30 Horlirio Alexis Ferrer Sánchez, Horlirio Ferrer Robaina y Sarah Y. Váz-
quez Camejo, “Ventajas de la aplicación de la acupuntura en el servicio de
urgencia”, Rev Cubana Invest Biomed v.26 n.3 Ciudad de la Habana jul.-
sep. 2007
31 Ana Luisa Patricio, Lucila Socarrás Báez, Migdalia Freire Herrera Ere-
neida Fis Poll, “Analgesia Acupuntural en el Servicio de Urgencias”, Rev
Cubana Enfermer v.18 n.3 Ciudad de la Habana sep.-dic. 2002
32 J Kleijnen, P Knipschild, G ter Riet, “Clinical trials of homoeopathy”,
BMJ 1991;302: 316–23.
33 JP Boissel, M Cucherat, M Haugh, E Gauthier. « Critical literature re-
view on the effectiveness of homoeopathy: overview of data from homoeo-
pathic medicine trials”, Brussels, Belgium: Homoeopathic Medicine Research
Group. Report to the European Commission. 1996: 195–210.
34 K Linde, D Melchart. “Randomized controlled trials of individualized
homeopathy: a state-of-the-art review”, J Alter Complement Med 1998; 4:
371–88.
35 M Cucherat, MC Haugh, M Gooch, JP Boissel, “Evidence of clinical
efficacy of homeopathy: a meta-analysis of clinical trials”, Eur J Clin Phar-
macol 2000; 56: 27–33.
36 A Shang, K Huwiler-Muntener, L Nartey, et al. “Are the clinical effects
of homoeopathy placebo effects? Comparative study of placebo-controlled
trials of homoeopathy and allopathy”, Lancet 2005; 366: 726–32.
37 Evidence Check 2: Homeopathy Fourth Report of Session 2009–10. 8
de febrero de 2010. http://goo.gl/cOQcGZ
38 Emilio Carpio Muñoz, Inconsistencias con el manejo de la Homeopa-
tía, Revista Cubana de Salud Pública. 2013; 39(3), accesible en http://goo.
gl/RREXoW
39 El Escéptico, No. 38, primavera-verano 2013, p.24. Accesible en
http://goo.gl/abTHTZ
40 A.M.R. “Boiron pagará 12 millones de dólares para evitar las de-
nuncias por publicidad engañosa de sus productos homeopáticos”, viernes,
09/03/12 - 09:32. Tomado de http://goo.gl/xRUYGs
41 Campos Villalobo María, Martínez Martínez Gladys, Boizan Clark Ma.
de los A., Irigoyen Bereger Carmen. Terapia floral para estudiantes de violín,
Av. Med. Cuba; 11(38)20-22, abr. 2004.
42 Padilla Docal Bárbara, Jay Mengana Luz María, Noris García Elena
y Juan Dorta Contreras Alberto. Terapia floral y climaterio femenino, Rev
Cubana Plant Med 2006;11(3-4)
43 Yanes Calderón Margeris y Alfonso Orta Ismary, Terapia floral: una
alternativa de tratamiento para la mujer de edad d mediana, Rev Cubana
el esc
é
ptico
39
primavera 2014
Med Gen Integr 2005;21(1-2)
44 Francia Reyes María Elena, Sandoval López Onelia, Hernández Mar-
tínez Yolanda, Suárez Llano Orquídea e Arias Hernández Irma. Aplicación
de la terapia floral de Bach en niños con retardo del desarrollo psíquico,
Rev Cubana Med Gen Integr 2003;19(4). Accesible en http://goo.gl/C36MKj
45 Christopher James McCarthy, Michael James Callaghan and Jacqueli-
ne Anne Oldham, “Pulsed electromagnetic energy treatment offers no clinical
benefit in reducing the pain of knee osteoarthritis: a systematic review”, BMC
MusculoskeletalDisorders2006, 7:51 doi:10.1186/1471-2474-7-51. Accesi-
ble en http://goo.gl/pkdUlZ
46 H. Lai and N.P. Singh, “Environmental Magnetic-Field–Induced DNA
Strand Breaks in Brain Cells of the Rat”, Health Perspectives, 112, 6, pp.
687-694, Mayo (2004).
47 David Andrew McNamee, Alexandre G. Legros, Daniel R. Krewski, Ge-
rald Wisenberg, Frank S. Prato , Alex W. Thomas, “A literature review: the
cardiovascular effects of exposure to extremely low frequency electromagne-
tic fields”, Int Arch Occup Environ Health (2009), 82: pp. 919–933
48 Raúl Lena Fortuny y Jesús E. Friol González, “Fibromialgia y mag-
netoterapia”, Revista Cubana de Reumatología, Volumen IV, Num. 1, 2002
49 Zoila María Pérez Rodríguez, Leopoldina Falcón Lincheta, Elisa Ro-
dríguez Hernández, “Magnetoterapia en pacientes con psoriasis”, Rev Cub
Med Mil vol. 40 no. 3-4 Ciudad de la Habana jul.-dic. 2011
50Ver la en la ref. [45] el resumen de artículos internacionales que afir-
man la ineficacia de las terapias electromagnéticas para las afecciones en
la rodilla.
51 Ulises Sosa Salinas y Félix Morfa Viamontes, “Campo magnético dis-
continuo a baja frecuencia en afecciones de la rodilla”, Rev Cubana Ortop
Traumatol 1996; 10(2)
52 Martha María Niubó Elías, Miriam Marañón Cardonne, Orestes D. Ro-
dríguez Arias y Rebeca Lahera Cabrales, “Magnetoterapia para alivio del
dolor por artrosis cervical”, MEDISAN v. 14 n.2 Santiago de Cuba 10/feb-21/
mar. 2010
53 René F. Espinosa Álvarez, José de la Luz Montero García y Jesús
Francisco Novoa Blanco, “Tratamiento magnético de los traumatismos no
complicados. Reportes preliminares”, Rev Cubana Med Gen Integr v. 23 n.4
Ciudad de La Habana oct.-dic. 2007
54 Aleida Betancourt Reyes, Zoila Pérez Rodríguez, Elisa Rodríguez Her-
nández, Norlan Rodríguez Apolinario, “Magnetoterapia en pacientes con
enfermedad renal crónica secundaria, fases 1 y 2”, Rev Cub Med Mil vol.
40 no. 3-4 Ciudad de la Habana jul.-dic. 2011
55 Olga Cruz Guerra, Silvia Menéndez Cepero, María E. Martínez Jordán
Y Teresita Clavera Vázquez , Aplicación de la ozonoterapia en el tratamiento
de la alveolitis. Rev Cubana Estomatol v.34 n.1 Ciudad de La Habana ene.-
jun. 1997. http://goo.gl/gNznO9
56 Arquímides Díaz Batista, Milagros García Mesa, Carmen Piña Manresa
y Silvia Menéndez Cepero. Efecto del ozono sobre la activación plaquetaria
en pacientes con enfermedades vasculares periféricas: Informe preliminar.
Rev Cubana Invest Bioméd v.20 n.1 Ciudad de la Habana ene.-mar. 2001.
http://goo.gl/MpoNbQ
57 Arquímides Díaz Batista, Milagros García Mesa, Carmen Piña Manre-
sa y Silvia Menéndez Cepero. Efecto del ozono sobre la activación plaque-
taria en pacientes diabéticos tratados con ozonoterapia: informe preliminar.
Rev Cubana Invest Bioméd v.20 n.1 Ciudad de la Habana ene.-mar. 2001.
http://goo.gl/0wxhu8
58 Lourdes A. Ferrer Mahojo, Francisco Varela Cadalso y Idalmis Fer-
nández Mulens. Mecanismo de acción local de la ozonoterapia y su com-
binación con el campo magnético en pacientes con glaucoma primario de
ángulo abierto estadio inicial. Rev Cubana Oftalmol v.17 n.2. Ciudad de la
Habana jul.-dic. 2004. http://goo.gl/ZKMZCM
59 MsC. Sarah María García Espinosa,1 Rásife Freyre Luque,2 MsC.
Sonia Rafaela Fernández Pérez,3 MsC. Melek Dager Salomón4 y MsC. Idal-
mis García Mayet5 . Effectiveness of the ozone therapy, magnetism and
electrostimulation in patients with pigmentary retinosis and glaucoma. ME-
DISAN v.14 n.4 Santiago de Cuba 1/Mayo-9/jun. 2010. http://goo.gl/OM8l9o
60 Nazarina Ivonne Méndez Pérez, Silvia Menéndez Cepero y Juan Rive-
ro Wong, Ozonoterapia en SIDA. Rev Cubana Invest Bioméd v.24 n.1. Ciu-
dad de la Habana ene.-mar. 2005. http://goo.gl/jIjF4N
61 José Luis Calunga Fernández, Merien Bello Ferro, Manuel Chaple La
Hoz, Ernesto Barber Gutiérrez, Silvia Menéndez Cepero y Nelson Merino.
Ozonoterapia en la glomerulonefritis tóxica experimental por adriamicina.
Rev Cubana Invest Bioméd v.23 n.3 Ciudad de la Habana jul.-sep. 2004
62 Eneida García López, Alina Roche Martínez, Antonio Osvaldo Blanco
Ruiz y Luis Orlando Rodríguez García. La ozonoterapia en el tratamiento
de la estomatitis subprótesis Rev Cubana Estomatol v.40 n.2 Ciudad de La
Habana Mayo-ago. 2003. http://goo.gl/tE5vOT
63 Iris Chávez Pardo, Noris Thais González Rodríguez, Elizabeth Avilez
Carmenate and Elias Cardoso Guillén. Ozone and antioxidants in (dry) ma-
cular degeneration related to age, Revista Archivo Médico de Camagüey,
AMC v.12 n.3 Camagüey abr.-jun. 2008. http://goo.gl/igdjHx
64 Julio César Escarpanter Buliés. Una solución para exposiciones óseas
postraumáticas: asociación de injerto de epiplon mayor con ozonoterapia.
Rev Cubana Invest Bioméd v.15 n.2 Ciudad de la Habana jul.-dic. 1996.
http://goo.gl/Phks0V
65 Victoriano Machín González,1 José Turrent Figueras,2 Silvia Menén-
dez Cepero3 y Adel Hernández Díaz4 . Ozonoterapia y laserpuntura en el
tratamiento de la sordera súbita. Rev Cubana Cirugía, v.43 n.3-4 Ciudad de
la Habana jul.-dic. 2004- http://goo.gl/72sDxK
66 Eulalia Recio del Pino, Maritza Arias Serrano, Téc. Magalys Rodrí-
guez del Río y María de los Angeles Garrido . Aspectos de la ozonotera-
pia en pacientes con neuropatía periférica epidémica. Rev Cubana Enfer-
mer v.15 n.2 Ciudad de la Habana Mayo.-ago. 1999. http://goo.gl/BRfqvc
67 C Julio César Escarpanter Buliés , Oxígeno-ozonoterapia como coad-
yuvante en el tratamiento de las infecciones óseas. Rev Cubana Ortop Trau-
matol v.19 n.1 Ciudad de la Habana ene.-jun. 2005. http://goo.gl/amc64T
68 Orestes Díaz Hernández y Roberto Castellanos González. Ozonote-
rapia en úlceras flebostáticas. Rev Cubana Cir v.40 n.2 Ciudad de la Haba-
na abr.-jun. 2001. http://goo.gl/FUpBSm
69 Nazarina Ivonne Méndez Pérez, José L. Calunga Fernández y Silvia
Menéndez Cepero. Ozonoterapia en el síndrome de malabsorción intesti-
nal secundario a parasitismo por Giardia lamblia: estudio preliminar. Rev
Cubana Invest Bioméd v.22 n.3 Ciudad de la Habana jul.-sep. 2003. http://
goo.gl/cgAcsT
70 Lázaro Joaquín Pérez Aguiar, Obel García Báez, Ceferino Román
González, Silvia Menéndez Cepero. Ozone therapy and electrical stimu-
lation in pigmentary retinitis. Rev Cubana Oftalmol v.23 n.1 Ciudad de la
Habana ene.-jun. 2010. http://goo.gl/xXL8Jh
71José Luis Calunga Fernández, Thais L. Ramos Parra, Pablo Castillo,
Silvia Menéndez, Ana Carballo y Javier Céspedes. Ozonoterapia combina-
da en el tratamiento del paciente portador de hernia discal lumbar: estudio
preliminar. Rev Cubana Invest Bioméd v.26 n.1 Ciudad de la Habana ene.-
mar. 2007. http://goo.gl/GzGlpt
72 Leonor María Barranco Pedraza, Eulalia Recio del Pino, Marlen de la
Torre Rosés, Rafael Luis Mendoza Cisneros. Effectiveness of rectal Ozo-
notherapy in hip Osteonecrosis. AMC v.13 n.5 Camagüey sep.-oct. 2009.
http://goo.gl/Tvs1ys
73 Jacqueline Díaz Luis, Consuelo Macías Abraham y Silvia Menéndez
Cepero. Modulator effect of ozone therapy over immune system activity. Rev
Cubana Hematol Inmunol Hemoter vol.29 no.2 Ciudad de la Habana abr.-
jun. 2013. http://goo.gl/1nTh8G
74Gregorio Martínez-Sánchez, La ozonoterapia gana evidencias científi-
cas en el campo clínico. Editorial. Rev Cubana Farm vol.47 no.1 Ciudad de
la Habana ene.-mar. 2013. http://goo.gl/kBhr6x
75 Registro Cubano de Ensayos Clínicos; http://goo.gl/u3slxU
76 Xiomara Guerra Veranes, Yanet Limonta Nápoles, Iraida Contreras
Hechavarría, Rásife Freyre Luque y Téc. Agueda M. Ramírez Pellicer. Re-
sultados de los costos en ozonoterapia. Rev Cubana Enfermer v.15 n.2 Ciu-
dad de la Habana Mayo.-ago. 1999. http://goo.gl/KbxSTl.
77 Magalhaes FN, Dotta L, Sasse A, Teixera MJ, Fonoff ET. Ozone the-
rapy as a treatment for low back pain secondary to herniated disc: a syste-
matic review and meta-analysis of randomized controlled trials. Pain Physi-
cian. 2012 Mar-Apr;15(2):E115-29.
78 Ver, por ejemplo, http://en.wikipedia.org/wiki/Ozone