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el escéptico
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del Colegio de Barcelona, que ha destacado que «el Tribunal
Superior de Justicia de Cataluña ha comenzado a ver y dar
fe de las barbaridades sanitarias de este decreto»”. Curiosa-
mente, para dichos médicos, la barbaridad no fue aprobar un
montón de terapias cuyo fundamento sanitario, en el mejor
de los casos, no está acreditado debidamente, sino solamen-
te que las mismas –fueran las que fueran- se impartían por
personas que no habían pasado por la universidad.
Y, mientras tanto, ¿quién defiende públicamente el uso sólo
de las mejores prácticas acreditadas como tales en la sani-
dad en Catalunya, más allá de ARP-SAPC?
Última hora: Suspensión de una parte
importante del decreto catalán de terapias
naturales, tras un recurso del Ministerio de
Sanidad y Consumo
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña suspendió a
finales de julio, de nuevo de forma cautelar, otra gran parte
del decreto de terapias naturales de la Generalitat –tras ha-
ber suspendido ya en junio los puntos referentes al criterio
homeopático-, debido al recurso contencioso-administrati-
vo presentado por el Ministerio de Sanidad, que alegó que
la ejecución del reglamento podía suponer un “peligro” para
la salud de los ciudadanos.
Según un despacho de Europa Press, de 24 de julio de 2007,
el Ministerio de Sanidad y Consumo de España estaba en
contra del decreto de la Generalitat de Catalunya que regu-
la las terapias llamadas (por ellos) naturales debido a que
“permitía el ejercicio de competencias y funciones asigna-
das a los profesionales sanitarios, en particular a médicos y
fisioterapeutas, por prácticos naturistas, que carecen de los
conocimientos y la formación adecuada”, según se indica en
un reciente recurso presentado ante el Tribunal Superior de
Justicia de Cataluña. Por ello, se pedía la anulación de parte
del citado decreto, así como la suspensión de varios de sus
artículos hasta que la Sala de lo Contencioso Administrati-
vo de dicho tribunal resuelva el conflicto. Según el Gobier-
no central, la normativa catalana vulneraría la legislación
básica estatal en cuanto a la ordenación de las profesiones
sanitarias, centros, servicios y establecimientos relaciona-
dos con la salud y medicamentos homeopáticos y plantas
medicinales, ya que la actual norma permitiría “el ejercicio
de competencias y funciones asignadas a los profesionales
sanitarios, en particular a médicos y fisioterapeutas, por
prácticos naturistas, que carecen de los conocimientos y la
formación adecuada”.
Como vemos, el Ministerio que ahora dirige Bernat Soria,
el afamado investigador, tampoco entraba en la materia de
que lo que primero importa a la salud pública es el tratar de
determinar qué terapias son las adecuadas, según se hayan
demostrado, y cuáles no –dado que su eficacia no se conoce
de forma científicamente demostrable-, sino que se queda
en el tema del intrusismo meramente.
Si bien algo es algo (es mejor ser tratado por un titulado
superior en medicina que por un práctico, capacitado tras un
curso de un par de meses), nuestra duda reside en que si el
médico es homeópata, por ejemplo, implica que es incapaz
realmente de seguir los pasos adecuados para tratar a sus
pacientes, dado que parece no conocer bien los sistemas que
permiten validar las terapias a emplear, si defiende dicha
forma de pseudoterapia antes que otras que sí se hayan
probado. Esperemos que el Ministerio se de cuenta de que
además del posible instrusismo, hay más cosas en juego.
EN MEMORIA DE BARRY BEYERS-
TEIN
El 25 de junio, a los 60 años de edad, nos dejó Barry
Beyerstein, miembro del Consejo Ejecutivo del Committee
for Skeptical Inquiry, del
Consejo Editorial de The
Skeptical Inquirer y presidente
de la Sociedad de Escépticos
de la Columbia Británica
(EEUU).
Además de por su línea de
investigación en los mecanis-
mos cerebrales de percepción
y conciencia, y los efectos de
las drogas en la mente desarro-
llados en la Simon Fraser Uni-
versity, Beyerstein es conocido
por su intensa contribución al mundo escéptico. Estudió
y escribió sobre gran cantidad de temas como grafología,
creencias, poderes psíquicos, posesiones infernales, me-
dicinas alternativas o el pensamiento crítico en general.
Fueron innumerables sus viajes por todo el mundo y apa-
riciones en los medios de comunicación divulgando las
actividades del grupo escéptico, trabajo que continuaba
realizando hasta la fecha de su triste desaparición.
Barry Beyerstein.
(Simon Fraser University).
En su página personal, su hija Lindsay lo define como “un
erudito, un activista y un dedicado hombre de familia”. Y
es que además de sus dotes como comunicador e investi-
gador, los que lo conocieron resaltan su tremenda calidad
como persona. Barry Karr, en la página del CSI, despide su
necrológica afirmando que Beyerstein “fue una de las más
encantadoras, ingeniosas y agradables personas que puedas
encontrarte jamás. Él era amable y divertido, pero fuerte en
sus convicciones”.