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S
e puede decir más alto, pero
ciertamente no mucho más
claro. Me refiero al comenta-
rio editorial del número de 27 de
agosto de 2005 (volumen 366, nº
9487) de la revista The Lancet, titu-
lado “El fin de la homeopatía” (que
se reproduce al final). En él se indica
cómo durante demasiado tiempo ha
existido una actitud de mirar hacia
otro lado en lo que respecta a la
homeopatía, pero que ahora ya exis-
tían puntos que aportaban luz desde
fuentes poco esperables, como el
Comité sobre Ciencia y Tecnología
del Parlamento británico
1
, que dio a
conocer en el año 2000 un informe
sobre medicinas complementarias y
alternativas en el que recomendaba
que “cualquier terapia que realice
afirmaciones específicas de ser efec-
tiva para tratar enfermedades especí-
ficas debería aportar las pruebas de
que eso es así por encima y más allá
del efecto placebo”. También se
indica en dicho editorial cómo tam-
bién el gobierno suizo, tras un ensa-
yo de cinco años de duración, ha eli-
minado ahora la cobertura en sus
seguros a los tratamientos homeopá-
ticos y de otras cuatro especies com-
plementarias porque no cumplen los
criterios de eficacia y relación efecti-
vidad/coste.
Se hace referencia en el ya mencio-
nado editorial de The Lancet a un
meta-análisis publicado en dicho
mismo número (pp. 726-732), titula-
do: “Are the clinical effects of homo-
eopathy placebo effects? Comparati-
ve study of placebo-controlled trials
of homoeopathy and allopathy”, y
debido a la pluma de A. Shang, K.
Huwiler-Müntener, L. Nartey, P.
Jüni, S. Dörig, J. A. Sterne, D. Pews-
ner y M. Egger), en el que los auto-
res concluyen que los efectos clíni-
cos de la homeopatía son compati-
bles con el efecto placebo, no yendo
más allá del mismo.
Que la homeopatía puntúe bajo
cuando se compara con la alopatía en
la evaluación sistemática de Aijing
Shang y colegas no es sorprendente.
De mayor interés es el hecho que
este debate continúe a pesar de 150
años de resultados desfavorables
3
.
Cuanto más se diluyen las pruebas a
favor de la homeopatía, mayor pare-
ce su popularidad.
No es nada nuevo: este tipo de con-
clusiones ha sido sistemática desde
hace mucho tiempo. Igualmente,
desde hace mucho tiempo se puso en
evidencia que la homeopatía es una
creencia curanderil que poco tiene
que ver con la medicina: parte de una
filosofía y conceptos sobre la salud y
la enfermedad que nada tienen que
ver con lo que conocemos de la etio-
logía de las enfermedades; utiliza
fórmulas místicas (principalmente el
principio de similitud
) que nunca ha
justificado; y un largo etcétera
4
.
Como se comenta en el artículo de
The Lancet, lo relevante no es el
debate sobre las inexistentes pruebas
de la efectividad de la homeopatía,
sino su gran popularidad. Una popu-
laridad que le proporciona un incom-
prensible derecho de pernada frente
a otras prácticas médicas. Me expli-
co: la Ley del Medicamento españo-
la, así como las normativas europeas
y en muchos otros países, permiten
la autorización y consiguiente
comercialización de medicamentos
homeopáticos sin necesidad de pro-
malas alternativas
EL T
TIIM
MO
O DE LA
HOMEOPATÍA
Javier Armentia
La homeopatía es una
creencia curanderil
que poco tiene que ver
con la medicina.
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el escéptico
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bar su efectividad. El Real Decreto
2208/1994 de 16 de noviembre “por
el que se regula los Medicamentos
Homeopáticos de uso humano de
fabricación industrial”
5
permite la
comercialización y distribución de
medicamentos homeopáticos sin
indicación terapéutica aprobada
(artículo 5): es decir, sólo hay que
asegurar la inocuidad, no que sirvan
para algo.
La complacencia con que trata la ley
a la homeopatía no es un hecho ais-
lado: los mismos colegios médicos
apoyan secciones en las que esta
práctica tiene cabida y sólo se preo-
cupan por la práctica homeopática
realizada por quienes no están cole-
giados en ellos. La misma ministra
del ramo, Elena Salgado, se ha deja-
do ver recientemente (abril de 2006)
como miembro del Comité de Honor
en el II Congreso Nacional de
Homeopatía celebrado en Tenerife,
hecho que ha sido aireado por los
partidarios de esta pseudomedicina
para conseguir un respaldo que no
tienen cuando se establecen evalua-
ciones basadas “en la evidencia” (un
recorrido por los numerosos infor-
mes de la colaboración Cochrane
sobre terapias homeopáticas deja un
claro sabor a que nos están tomando
el pelo, por muchas ministras que
ganen para su causa
6
).
Los medios de comunicación reco-
gieron ampliamente los resultados
del estudio de The Lancet durante las
siguientes semanas, pero no vi que
entraran en las cuestiones fundamen-
tales: ¿Por qué esa impunidad para
una práctica sin utilidad terapéutica
demostrada? ¿Por qué es amparada
por las leyes que deberían proteger-
nos contra los productos ineficaces
—y, por ende, potencialmente peli-
grosos aunque solo fuera por el peli-
gro de ser tomados en sustitución de
una terapia efectiva—? ¿Por qué los
colegios médicos y demás institucio-
nes que deberían velar por una
correcta práctica médica son no ya
condescendientes con la homeopatía
y sus practicantes, sino que constitu-
yen un sistema de amparo y promo-
ción de la misma? Finalmente (no
porque no haya más preguntas indig-
nadas, sino por que no es cosa de
seguir, que ya se entiende lo que
digo), ¿qué hace la homeopatía en
las oficinas de farmacia?
Por su parte, los homeópatas descali-
ficaron el meta-análisis de The Lan-
cet
simplemente diciendo que la
revista recibía subvenciones de
empresas farmacéuticas que son, cla-
ramente, rivales de los homeópatas.
Curiosa argumentación, que más que
nada pone a las claras la vinculación
de los homeópatas con sus empresas,
que también son farmacéuticas y
constituyen asimismo un negocio, no
lo olvidemos. El principal grupo de
elaboración de productos homeopá-
ticos, los laboratorios Boiron, decla-
ra en su propia web que las ventas
mundiales de medicamentos sólo
representan el 0,3% del mercado far-
macéutico.
Pero la escala mundial es poco repre-
sentativa del negocio que se traen
entre manos: ellos mismos recono-
cen que sólo en Francia tienen una
cifra de negocio anual de 300 millo-
nes de euros y afirman tratar al 40%
El timo de la homeopatía
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de la población. Las acusaciones de
Boiron a la publicación tienen más
que ver con el negocio que podrían
perder si se cuestiona de una vez por
todas la validez de la homeopatía.
Acusar de “lobby” antihomeopático
a todo aquél que pone en duda las
afirmaciones homeopáticas es un
antiguo recurso, aunque muy poco
científico.
NOTAS
1.- Select Committee on Science and
Technology of the United Kingdom Par-
liament
, www.parliament.uk/parliamen-
tary_committees/science_and_techno-
logy_committee.cfm.
2.- Ver news.bbc.co.uk/hi/spanish/scien-
ce/newsid_4189000/4189642.stm
3.- “Grandes estudios de homeopatía no
muestran diferencia entre el placebo y
los remedios homeopáticos. Mientras
que en los tratamientos convencionales
sí se puede observar un efecto” Matthias
Egger, Universidad de Berna —Suiza—
(BBC Mundo.com de 28 de agosto de
2005, news.bbc.co.uk/hi/spanish/scien-
ce/newsid_4189000/4189642.stm).
4.- Es recomendable leer el monográfico
sobre homeopatía que prepararon Carlos
Tellería, Víctor J. Sanz y Miguel Ángel
Sabadell: “¿Es efectiva la homeopatía?”
(disponible en http://www.arp-
sapc.org/articulos/homeopatia) para
ARP-Sociedad para el Avance del Pensa-
miento Crítico. Ello permite aclarar que
estos comentarios no son prejuicios, sino
conclusiones bien documentadas científi-
camente.
5.- Real Decreto 2208/1994, de 16 de
noviembre, por el que se regula los
medicamentos homeopáticos de uso
humano de fabricación industrial. (BOE
n. 284 de 28/11/1994, Págs. 36299 a
36301, disponible en
www.boe.es/g/es/bases_datos/doc.php?c
oleccion=iberlex&id=1994/26202&cod-
map=.
6.- Carlos López Borgoñoz: “La colabo-
ración Cochrane y las medicinas alterna-
tivas. ¿Es capaz el método científico de
encontrar eficacia en la acupuntura o en
la homeopatía?” El Escéptico, Págs. 30-
35. Nº 16, Invierno-Primavera 2002-
2003.
<<Que la homeopatía salga tan mal parada al ser comparada
con la alopatía en la revisión sistemá-
tica de Aijing Shang y sus colegas no
causa ningún tipo de sorpresa. Lo que
sí resulta interesante es que el debate
siga vivo, aún después de 150 años
de hallazgos desfavorables. Cuando
más se diluyen las pruebas a favor de
la homeopatía, mayor parece su
popularidad.
Durante demasiado tiempo se ha
adoptado hacia la homeopatía una
actitud políticamente correcta basada
en el “laissez-faire”, aunque existen
ahora nuevos datos que nos ilustran
sobre el tema desde fuentes inusua-
les. El comité parlamentario británico
de ciencia y tecnología, editó un infor-
me acerca de la medicina alternativa y
complementaria en el año 2000.
Recomendaba que “cualquier terapia
que realice afirmaciones específicas
de ser efectiva para tratar enfermeda-
des específicas debería aportar las pruebas de que eso es así
por encima y más allá del efecto placebo”. Yendo un paso más
lejos, el gobierno suizo, tras cinco años de debate, ha retirado
recientemente el reembolso público de la homeopatía y de
otras cuatro terapias complementarias al no haber demostra-
do eficacia y beneficio bajo criterios de coste-efectividad.
En su comentario, Jan Vandenbroucke nos ofrece una inter-
pretación filosófica del estudio de Shang. Otro filósofo de
quien podría haber hablado es de Kant, quien nos recuerda
que vemos las cosas no como son, sino como somos nos-
otros. Esta observación es también cierta para los consumido-
res de preparados para la salud, quienes pueden ver a la
homeopatía como una alternativa
holística a un modelo de medicina
enfocado hacia la enfermedad y
guiado por la tecnología. Es la acti-
tud de los pacientes y la de los pro-
veedores la que engendra una con-
ducta dirigida hacia la búsqueda de
terapias alternativas que genera una
amenaza mayor a la atención médi-
ca convencional –y el bienestar de
los pacientes– de lo que lo hacen fal-
sos argumentos de supuestos bene-
ficios obtenidos a partir de absurdas
diluciones.
Seguramente, los tiempos para aná-
lisis selectivos, informes sesgados o
de una profundización en la investi-
gación para perpetuar el debate de
la homeopatía versus la alopatía han
pasado ya. Ahora los médicos nece-
sitan ser valientes y sinceros con sus
pacientes acerca de la falta de efica-
cia de la homeopatía, y también con ellos mismos acerca de
las carencias de la medicina moderna para satisfacer las
necesidades de atención personalizada de nuestros pacien-
tes>> (Editorial de The Lancet, vol. 366, revista 9487, de 27 de
agosto de 2005)
Portada de la revista e imagen de su web con la editorial
“The end of homoeopathy”, publicada en
The Lancet; vol.
366, revista 9487, de 27 de agosto de 2005, accesible en
www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS014067360
5671498/fulltextprinter.
(The Lancet).
Acusar de “lobby” anti-
homeopático a todo
aquel que pone en
duda las afirmaciones
homeopáticas es un
antiguo recurso, pero
poco científico.
EL EDITORIAL DE THE LANCET
malas alternativas