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gre. Y todo ¿para qué? ¿Para que resucitase al tercer
día?” Creo que es innecesario señalar la flagrante
contradicción en la que incurre esta argumentación con
su defensa anterior de la teoría de Vignon que requería
que la Sindone estuviera recubierta con áloe y mirra.
¿Para qué malgastar esos materiales si iba a resucitar al
tercer día?
En resumen y pese a los errores señalados, estamos
ante una obra muy interesante que contiene importan-
tes documentos tanto favorables como contrarios a la
Sindone junto con reproducciones muy curiosas de co-
pias antiguas del Sudario así como una fotografía de una
imagen “negativizada” por un proceso natural de en-
vejecimiento de los componentes de la pintura.
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OSÉ
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ALVO
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HISTORIA DE LAS
PIRÁMIDES
DE EGIPTO
JOSÉ MIGUEL PARRA.
Editorial Complutense, Madrid 1.997
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OS CONSTRUCTORES DE
LAS
GRANDES PIRÁMIDES
JOSÉ MIGUEL PARRA.
Aldebarán Ediciones, Madrid 1.998
LAS PIRÁMIDES.
HISTORIA,
MITO Y REALIDAD
JOSÉ MIGUEL PARRA.
Editorial Complutense, Madrid 2.001
No es ningún secreto que la egiptología era una de
las asignaturas pendientes de la arqueología españo-
la. Afortunadamente en las últimas décadas se ha pro-
ducido un considerable aumento tanto en la calidad
como en la cantidad de los trabajos dedicados a esta
temática. En estos momentos, arqueólogos españoles
están trabajando en los yacimientos de Oxirrinco (expe-
dición de la Universidad de Barcelona), Heracleópolis
Magna (expedición del Museo Arqueológico Nacional),
Meidum (expedición del Museo Egipcio de Barcelona)
y Karima (expedición de Aula Aegyptiaca). Junto a
esta labor de investigación se ha producido paralela-
mente un incremento en la divulgación escrita de la
Egiptología. Aunque todavía queda mucho camino por
recorrer y el aficionado tiene que recurrir con más fre-
cuencia de lo que sería deseable a bibliografía extran-
jera ante la falta de publicaciones en nuestro propio
idioma, poco a poco se va subsanando este problema.
Esta deficiencia era especialmente sangrante en el tema
de las pirámides. No teníamos nada comparable a The
Pyramids of Egypt
de I. E. S. Edwards, a The Complete
Pyramids
de M. Lehner o a Die ägyptischen Pyramiden
vom ziegelbaum zum weltwunder
de R. Stadelman. De
ahí que estos tres libros hayan supuesto una auténtica
bendición para el público hispano.
Pese a que correspondan a una única autoría, los
tres presentan ciertas diferencias entre sí. Están con-
cebidos como obras de lectura independiente por lo que
si alguien opta por su lectura conjunta se encontrará
con las lógicas repeticiones. Sin embargo, ésa es nues-
tra recomendación basándonos en los matices propios
de cada una de los tres libros que nos ocupan.
La Historia de las Pirámides de Egipto es, en nues-
tra opinión, el más completo y más académico. Corres-
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ARCHIVO
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ponde a la descripción detallada de los sistemas fune-
rarios egipcios desde las tumbas bajo túmulo propias de
las culturas del Bajo Egipto (El Fayum, Merimde, El
Omari y Maadi) y las sepulturas con ajuares de las cul-
turas del Bajo Egipto (Badariense, Amratiense y Ger-
zeense) hasta las últimas (en sentido cronológico) pirá-
mides de las que tenemos constancia, las edificaciones
nubias de Gebel Barkal. Analiza con detalle la evolu-
ción de la pirámide desde sus antecedentes en forma de
sepulcros de cámara, su conversión en mastabas, su
aparición definitiva ya en la III Dinastía, su perfeccio-
namiento en la transición entre las Dinastías III-IV y su
máximo esplendor en la Dinastía IV hasta su posterior
decadencia, desaparición y ocasionales resurgimientos.
El lenguaje claro que emplea José Miguel Parra y el he-
cho de que esté ilustrado con abundantes planos y di-
bujos hace que sea fácilmente comprensible incluso
para el lector menos entendido en estos temas. La úni-
ca pega que puede hacérsele es que al ser un catálogo
de las principales pirámides conocidas, su lectura
puede terminar volviéndose monótona. Como obra de
consulta es, sin embargo, insustituible, aspecto fortale-
cido por una exhaustiva bibliografía.
Los Constructores de las Grandes Pirámides supone
dos cambios con relación al anterior. Si el primero pres-
taba mayor atención a los aspectos arquitectónicos y ar-
queológicos, éste, sin descuidarlos, se dedica más con-
cretamente a la historia de los Horus (Faraones) que
ordenaron la edificación de estas grandes sepulturas. El
segundo cambio es que estamos ante un texto mucho
más divulgativo, con un estilo más ágil que lo convier-
te en una magnífica lectura y en un primer paso para
aquellas personas que, sin conocimientos previos, quie-
ran iniciarse en este tema. Incluye una bibliografía re-
ducida que puede encaminar a los que deseen una am-
pliación en su estudio.
Las Pirámides. Historia, mito y realidad supone un
nuevo cambio de registro. Si su contenido es, en parte,
una mezcla y resumen de los dos anteriores conve-
nientemente actualizados con los nuevos descubri-
mientos arqueológicos, su propósito es completamente
distinto. El autor ha pretendido (con total éxito en nues-
tra opinión) responder a los “piramidiotas” en un len-
guaje y con un sentido del humor que lo hagan accesi-
ble a todos los públicos (incluso para los niños). Si bien
en el primer libro ya aseguraba que: “El lector curioso
que hojee este libro quizá lo haga con la esperanza de en-
contrar en él una nueva teoría que desentrañe la su-
puesta mística de las pirámides. Si es así quedará fran-
camente defraudado, porque la intención de estas
páginas es justamente la contraria: poner en manos del
lector de habla hispana un pequeño manual de referen-
cia con el que satisfacer su curiosidad sobre estos monu-
mentos; pero siempre atendiendo a los conocimientos que
arqueólogos y egiptólogos han conseguido reunir sobre
ellos”.
En este último su actitud es ya abiertamente be-
ligerante contra los pseudohistoriadores a los que de-
dica una serie de ataques inmisericordes aunque llenos
de sentido del humor: “Argumentar que la Atlántida es
el lugar de origen de toda la civilización faraónica es
mucho más sencillo si uno puede hacerlo recurriendo tan
sólo a una cita de Platón y a las <<investigaciones>>
personales del autor, basadas en románticos viajes a re-
cónditas regiones –narrados en primera persona y con el
ritmo trepidante de una novela- así como a las vivencias
interiores producidas por éstos y al contacto con los
<<iniciados>> que todavía conservan parte de aquella
sabiduría [...] Buscar una fisura en donde aplicar la pa-
lanqueta de los hechos resulta harto complicado, pues
todo el edificio es como un inmenso montón de arena: es
muy alto, es muy impresionante y, en realidad, carece de
cimentación...”
Fruto de esta ambición de responder a los “pirami-
diotas” con sus propias armas, José Miguel Parra in-
cluye capítulos dedicados a la historia de la egiptología,
a cómo creemos que se construyeron las pirámides y a
la historia y refutación de la “Piramidiotología” En este
sentido de combatir la pseudohistoria es, sin duda, el
más útil de los tres.
En resumen, tres libros muy aconsejables aunque
mantengamos algunas discrepancias con el autor. La
primera de ellas afecta a la transcripción de los nom-
bres egipcios que se hace siguiendo la pronunciación
inglesa en vez de la castellana. Así, podemos encon-
trarnos con Djoser en vez de con Zoser o con Khufu en
vez de Jufu. Si bien entendemos la explicación del au-
tor de que de esta manera no crea confusión en los lec-
tores que estén más acostumbrados a la transcripciones
empleadas en libros escritos en inglés, creemos que hoy
en día esta precaución es ya innecesaria.
La segunda discrepancia es a cuenta de la hipótesis
de Bauval de que las tres pirámides de Guiza están
construidas imitando las tres estrellas del Cinturón de
Orión (la teoría de Bauval es mucho más extensa y bas-
tante “magufa”, pero José Miguel Parra sólo acepta la
posibilidad de esta parte). Pese a esta reducción, sor-
prende que el autor le confiera verosimilitud en sus dos
primeros libros después de que en el primero de ellos
dedique un estudio sobre las razones que tuvieron Khu-
fu y sus sucesores para edificar (los que lo hicieron) allí
sus pirámides que no incluyen en absoluto ningún plan
maestro basado en correspondencias estelares. En el
tercer libro ya es mucho más crítico con la teoría de
Bauval sin duda por no incurrir en un autocontradicción
con lo anteriormente expuesto.
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EL SILLÓN ESCÉPTICO