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PRIMER CONTACTO
ductos milagros” ofrecen siempre un supuesto adelanto
tecnológico a precio de ganga: pulseras magnéticas,
agua imantada, máquinas para adelgazar,... Tras todo ello
no hay base científica alguna, pero un envoltorio tecno-
lógico convence al crédulo de sus propiedades.
De igual modo que existe la paraciencia, existe la
“paratecnología”. Curiosamente, algunos de las “ofertas”
pseudocientíficas se basan en el rechazo a la tecnología,
aunque necesiten de ella para subsistir. El caso más cla-
ro lo encontramos en los remedios naturales vendidos en
comprimidos o gotas, fabricados de forma industrial y ar-
tificial. También el miedo hacia lo desconocido provoca
la desconfianza hacia la tecnología, como el rechazo to-
tal a las antenas de telefonía móvil, sin tener en cuenta
los supuestos peligros que los teléfonos móviles, más da-
ñinos bajo el mismo principio, pudieran provocarles.
Si queremos educar a la sociedad para que sea capaz
de asumir y responder ante la ciencia de forma adecua-
da, debemos prevenirla y entrenarla para defenderse de
la superchería. Con ello quizás se pueda dar el salto de
la “sociedad de la información” a la “sociedad de la ra-
zón y el pensamiento crítico”.
(J.J.F.P.)
UN
CONCURSO
DE
TELEVISIÓN
OFRECERÁ
COMO PREMIO UN
VIAJE A
LA ESTACIÓN ESPACIAL
La productora tiene ya reservados asientos en las dos na-
ves Soyuz que llegarán al complejo en 2003.
Una pequeña cápsula con ADN y objetos personales del
vencedor será lanzada al espacio interplanetario.
Será el mayor premio jamás entregado en un concurso te-
levisivo. Un capricho por el que el multimillonario
Dennis Tito, el primer turista espacial, desembolsó unos
3.700 millones de pesetas. “Alcanzar la última frontera
en la historia de la televisión le lleva fuera de este mun-
do”, anuncia en su web Image World Media Inc (IMI). No
es un eslogan gratuito. La productora estadounidense
–sus programas se ven en 128 países y en unos 500 mi-
llones de hogares– ha firmado un contrato con las auto-
ridades espaciales rusas para que el vencedor de uno de
sus concursos siga en 2003 los pasos de Tito y ponga sus
pies en la Estación Espacial Internacional (ISS).
La Agencia Rusa para la Aeronáutica y el Espacio
–RosaviaKosmos– y la empresa estatal RSC Energía se
han comprometido a poner a disposición de IMI y Mir-
Corp –el consorcio que llegó a asumir la explotación co-
mercial de la difunta Mir– un asiento en cada una de las
dos naves Soyuz que viajarán a la estación Alfa en 2003.
Siempre hay una cápsula Soyuz atracada en el comple-
jo orbital –hacen las veces de bote salvavidas de la ISS–,
que es sustituida cada seis meses. En una de esas mi-
siones, viajó Tito a la estación en mayo.
El concurso, llamado Ancient Astronaut (‘Astronauta
de la antigüedad’), explotará la creencia pseudocientífi-
ca de que los extraterrestres ayudaron a algunas civili-
zaciones del pasado a erigir sus monumentos. La prime-
ra fase, en la que competirán cinco equipos
multinacionales, se rodará en escenarios exóticos como
Giza (Egipto), Stonehenge (Reino Unido) y Nazca (Perú).
Los concursantes deberán completar una serie de tareas
usando los mismos materiales, herramientas y métodos
que los antiguos habitantes de la región. Los miembros
del equipo ganador se disputarán luego entre sí una de
las plazas de las misiones Soyuz –la otra se reserva para
un concurso posterior– en la Ciudad de las Estrellas, cer-
ca de Moscú (Rusia). El mejor, el que supere a los demás
en pruebas basadas en el entrenamiento de los astro-
nautas, pasará una semana en la ISS o, si no hubiera si-
tio en el complejo, en vuelo orbital. La productora ha
anunciado que, a bordo de la Soyuz, ascenderá hasta la
órbita terrestre una pequeña cápsula del tiempo, con una
muestra de ADN del concursante y efectos personales,
que será lanzada al espacio interplanetario.
El programa
Título: Ancient Astronaut (‘Astronauta de la antigüedad’).
Participantes: Cinco equipos en la primera fase. Los in-
tegrantes del grupo ganador competirán entre sí por el
premio final.
Escenarios: La primera fase se desarrollará en las inme-
diaciones de cinco maravillas de la antigüedad como
las pirámides de Giza y las llanuras de Nazca. La fi-
nal se rodará en la Ciudad de las Estrellas, el centro
de entrenamiento de astronautas ubicado en las pro-
ximidades de Moscú.
Premio: Estancia de una semana en la Estación Espacial
Internacional o, en su defecto, viaje orbital.
Para participar: Enviar un mensaje de correo electróni-
co a contestant@imageworldmedia.com.
Antiguos sí, pero no tontos
El concurso cuyo vencedor viajará a la estación Alfa en
2003, parte del presupuesto de que nuestros antepasados
recibieron la ayuda de alienígenas para construir las pi-
rámides, las figuras de Nazca o las estatuas de Pascua; de
que los antiguos eran inútiles, tontos. El proyecto de IMI
es una forma de maridar un logro de la tecnología hu-
mana, la ISS, con uno de los grandes disparates del siglo
XX, una pseudociencia que tergiversa la historia.
Los cultivadores de la arqueología fantástica, cuyo
máximo exponente es el hostelero suizo Erich von Däni-
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ken, atribuyen a intervenciones extraterrestres todo lo
que escapa a su entendimiento. Para estos autores –nin-
guno de ellos historiador–, los antiguos, por el hecho de
serlo, no pudieron levantar solos la mayoría de los gran-
des monumentos. Y menos aún si éstos se encuentran
fuera de Europa.
UNA DE
MARCIANOS
EN
EL
FRIGORÍFICO
Una de las leyes no escritas de la ufología afirma que por
muy absurda que sea la historia que a uno le cuenten,
siempre habrá alguien lo suficientemente tonto para tra-
gársela.
Esta norma se ajusta de forma ejemplar al caso del
no-doctor Jonathan Reed, ese sujeto que afirma haber
matado a un alienígena de un estacazo en la cabeza. Me
imagino que todos los lectores están al corriente de la
historia porque circula por Internet con intensidad y fre-
cuencia dignas de mejor asunto, pero la resumiré por si
hay algún despistado o alguno ha pasado los últimos me-
ses aislado del mundo en una base en el ártico o en un
monasterio camaldulense.
Jonathan Reed es un supuesto psicólogo infantil que
paseaba un día de 1996 con su perrita por el bosque. De
pronto la perrita olisqueó algo raro y salió corriendo ma-
leza a través. El señor Reed, rebufando, intentó alcanzar
a su mascota guiándose por los gruñidos de ésta. Resul-
ta que lo que había olido la perrita no era una mofeta o
un mapache, era un alien modelo X-Files que debía an-
dar perdido por el bosque al igual que el ET de Spiel-
berg.
A la llegada del señor Reed la perrita ya había iniciado
su particular encuentro del tercer tipo, a base de mandí-
bula y caninos, y mordía con saña al alienígena, que de-
cidió defenderse “disolviendo” a la pobre mascota.
El señor Reed, presa de un ataque de ira vengativa,
echó mano de lo más contundente que encontró, una
gruesa rama, y con tan primitiva garrota arremetió con-
tra el marciano “poniéndolo al día”, como suele decirse.
Parece ser que se aplicó con saña porque el incidente
acabó con el extraterrestre difunto. El pánico sucedió a
la ira y el señor Reed decidió llevarse al “bicho” a su
casa envuelto en una sábana, metiéndolo en su congela-
dor, no sin antes hacerle unas cuantas fotos.
A partir de este punto la historia se vuelve bastante
confusa, más si tenemos en cuenta que el señor Reed la
ha ido modificando y “adornando” a medida que las
voces más críticas de ufolandia le han ido poniendo
pegas al cuento. Por supuesto no podían faltar los malos
de la historia, los terroríficos secuaces del gobierno que
han intentado ocultar toda la trama haciendo desapare-
cer las pruebas e intentando callar al buen doctor, cosa
que a todas luces no han conseguido habida cuenta que
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Representación
artística del
segmento ruso
de la Estación
Espacial
Internacional.
NASA/RSA/ESA/NASDA/CSA