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(Primavera 2000)
el esc
é
ptico
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La historia de
España,
desmitificada
P
ocas actividades humanas son
más proclives a la falsificación
que el estudio de la Historia. En Es-
paña, esta situación se ve agravada
por la intromisión de dos idearios po-
líticos: por una parte, los cuarenta
años de historia oficial basada en la
exaltación de personajes históricos
como los Reyes Católicos y Felipe II
y la denigración de otros como Carlos
III o José Bonaparte; por otra, la vi-
sión cantonalista actual, restringida a
la propia historia de la comunidad au-
tónoma en la que a cada uno le toque
vivir. Contra unos y contra otros, es-
cribe este libro Juan Eslava Galán.
Para que nadie se llame a engaño,
el autor ya avisa en el prólogo: “Sos-
tenía el ateneísta que la historia de Es-
paña que nos enseñaban en los cole-
gios la habían hecho por encargo de
reyes y curas para esclavizar al pue-
blo” y “ahora que asistimos a la liqui-
dación por derribo de esta inhóspita
posada que llamamos España (a la que
algunos sin embargo amamos tanto, a
lo mejor por sus defectos y carencias)
parece que es buena ocasión de contar
cómo se hizo (dejaremos a otros con-
tar cómo se deshizo)”. Así comienza
este recorrido por la historia española,
un viaje a veces trágico, a veces có-
mico; pero siempre desmitificador y
apasionante. Un trayecto que nos con-
ducirá desde los primeros restos fósi-
les hasta la Transición. La amplitud
del proyecto obliga a la brevedad y
ésta es un arma de doble filo. Agrade-
cemos el trabajo de síntesis. Sin em-
bargo, a veces, nos sabe a poco y hu-
biéramos deseado una mayor profun-
didad en numerosos periodos históri-
cos.
Eslava Galán dedica gran atención
a desmontar los mitos del franquismo.
Así, algunos lectores podrán asom-
brarse de que ni Santiago, ni Pablo de
Tarso, ni los Siete Varones Apostóli-
cos pusieron nunca un pie en Hispania
–la afirmación contraria no pasa de ser
una leyenda pía... sin fundamento his-
tórico–; que la gran victoria de Cova-
donga, inicio de la Reconquista, no
pasó de ser una simple escaramuza sin
ninguna importancia estratégica; que
el matrimonio de Isabel y Fernando
sólo fue posible por la falsificación de
la dispensa papal –necesaria porque
eran primos segundos– y que ambos
eran unos trepas sin escrúpulos que no
vacilaron en eliminar cualquier obstá-
culo que entorpeciera sus planes; que
el pío Felipe II tuvo varias amantes;
que Felipe V murió más loco que una
cabra; que José Bonaparte era, en rea-
lidad, abstemio... Este resumen quizás
haga pensar a alguno que Eslava Ga-
lán ha redactado una historia del coti-
lleo y de la anécdota intrascendente.
Sin embargo, el primer paso para una
comprensión de la historia es conocer
la realidad de sus protagonistas, que
nunca son ángeles o demonios, sino
hombres y mujeres de carne y hueso,
con virtudes y defectos, seres huma-
nos que odiaron y amaron inmersos en
una época determinada.
A veces, en cambio, el Eslava Ga-
lán novelista se impone al historiador,
el deseo de narrar una anécdota gra-
ciosa desplaza el necesario comenta-
rio sobre el personaje. Por ejemplo,
despacha a Amadeo I con dos párra-
fos: “Presencia tenía Amadeo, y em-
butido en su uniforme, con los borda-
dos y las charreteras, parecía un figu-
rín, pero aparte de la presencia era
hombre de escasas luces y, lo peor de
todo, peligrosamente gafe”; “Lo que
no se puede objetar es que no estu-
viera por agradar. En un paseo en ca-
rroza por Madrid, el secretario y cice-
rone que lo acompañaba le indicó que
pasaban cerca de la casa de Cervantes
y él respondió sin inmutarse: ‘Aunque
no haya venido a verme, iré pronto a
saludarlo’. Para que se vea la maldad
de la gente, basándose en este dato,
algunos detractores propalan que era
hombre de pocas letras. Cabría repli-
car que casi todos los reyes de España
lo han sido y ello no les ha impedido
reinar, pero además, en el caso de
Amadeo, es falso, puesto que era muy
aficionado a las novelas pornográfi-
cas francesas”. Corto espacio dedi-
cado a la tragedia de un hombre que
fue llamado para ser rey de un país en
el que ninguno de sus súbditos quiso
concederle la menor oportunidad.
Sin embargo, el mayor pero que
se puede poner a una obra cuya inten-
ción es corregir errores, es que los co-
mete y garrafales. Señalaremos un par
de ellos con la esperanza –posible-
mente vana– de que sean corregidos
en próximas ediciones: “El fósil más
antiguo encontrado hasta hoy en la
península Ibérica es el fragmento de
cráneo fosilizado de Orce (Granada),
cuya edad se calcula entre 1,5 y 1,8
millones de años”; y. “todavía falta-
ban unos cientos de miles de años
para que apareciera el hombre de Ne-
andertal en Europa, pero los Homo
erectus
de la familia de Atapuerca ya
apuntaban a él”.
Pese a las deficiencias apuntadas,
se trata de un libro muy recomendable
para aquéllos que quieran iniciarse en
el conocimiento de la Historia y para
quienes gusten de una prosa ágil y di-
vertida. No en vano, Eslava Galán es
un magnífico narrador de gran causti-
cidad.
JOSÉ LUIS CALVO BUEY
Eslava Galán, Juan [1995]: La
historia de España contada para
escépticos
. Juan Eslava Galán.
Editorial Planeta (Col. “Docu-
mento”). Barcelona. 337 pági-
nas.
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