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el esc
é
ptico
(Invierno 2000)
premio de Literatura corres-
pondió al Instituto Británico
de Standards, por su descrip-
ción de la manera correcta de
preparar una taza de té en seis
páginas (BS-6008). Steve
Penfold, de la Universidad de
York en Toronto, fue galardo-
nado con el premio de Socio-
logía, por su tesis doctoral so-
bre la sociología de las tiendas
canadienses de donuts. Y, fi-
nalmente, el Ig Nobel de la
Paz correspondió a Charl Fou-
rie y Michelle Wong, de Jo-
hannesburgo (Sudáfrica), por
desarrollar un coche a prueba
de ladrones, equipado con un
circuito de detección y un lan-
zallamas diseñado de tal forma
que no daña la pintura de la
carrocería.
La divertida ceremonia
contó, como de costumbre,
con la presencia de premios
Nobel como Sheldon Glas-
gow, Dudley Herschbach, Wi-
lliam Lipscomb y Robert Wil-
son. Este último realizó una
exhibición sobre cómo prepa-
rar una taza de té. Se estrenó,
asimismo, la Opera Sembrada,
una mini ópera basada en la
leyenda del pionero en la clo-
nación humana Richard Seed,
con los papeles estelares de la
diva milenaria Margot Button,
el tenor biotecnológico Ma-
thew Campbell y los premia-
dos con el Nobel.
BORJA MARCOS
Casi dos millones
de internautas en
busca del
extraterrestre
perdido
Sin duda alguna, uno de los
grandes éxitos de la divulga-
ción científica a través de In-
ternet durante 1999 ha sido
el proyecto SETI@home. Este
programa que usa la Red y los
ciclos ociosos del procesador
de nuestros ordenadores para
buscar señales de vida inteli-
gente en otros mundos se ha
convertido también en en el
más exitoso experimento de
computación distribuida.
Después de once meses de
funcionamiento, el proyecto
SETI@home había capturado
el entusiasmo de la comuni-
dad internauta de todo el
mundo. No en vano, casi 1,9
millones de personas de 224
países se habían apuntado
hasta abril a sintonizar la ra-
dio del Cosmos a través de
Internet en busca de civiliza-
ciones inteligentes.
Hasta finales del año pa-
sado, se había rastreado casi
la totalidad de material gra-
bado en el radiotelescopio de
Arecibo desde diciembre de
1998 hasta mayo de 1999 y se
habían analizado sólo las se-
ñales más prometedoras, unos
100 millones, que poseen
gran intensidad y banda es-
trecha. El próximo paso será
investigar estas señales can-
didatas en busca de pautas de
repetición, descartando las
de origen natural y las inter-
ferencias humanas. Es en esta
fase donde se podrían descu-
brir señales de vida extrate-
rrestre.
No es de extrañar que
SETI@home haya sido víc-
tima de su propio éxito. En
las primeras semanas, un fallo
informático hizo que todos
los participantes procesaran
repetida y continuadamente
un mismo paquete de señales.
Subsanado este error, otras
muchas complicaciones se
han tenido que salvar, sobre
todo la capacidad de los ser-
vidores del proyecto. Aún
así, el esfuerzo común de
computación realizado por
todos los ordenadores del
mundo se estimaba a media-
dos de abril en casi 250.000
años. Gracias a la capacidad
de esta enorme red de cál-
culo, los responsables de
SETI@home han decidido re-
alizar búsquedas de nuevos ti-
pos de señales no previstos en
el diseño original. Para ello,
a comienzos de este año, se
lanzó la versión 2.0 del pro-
grama analizador.
SETI@home también se
ha convertido, como no, en
el punto de mira de las cons-
piraciones universales. Así,
muchos potenciales usuarios
no han instalado el programa
por temor a que sus datos per-
sonales fueran a parar a ma-
nos de la CIA o a que el pro-
grama se convirtiera en un
caballo de Troya disponible
para las más secretas necesi-
dades de los gobiernos de
todo el mundo.
VÍCTOR R. RUIZ
Los psíquicos
norteamericanos
volvieron en
1999 a fallar en
sus predicciones
¿Recuerdan los 90? Fue la dé-
cada en la que los científicos
debían haber descubierto la
droga antienvejecimiento
que prolongaría nuestras vi-
das hasta los 150 años, la dé-
cada en la que Madonna
alumbraría quintillizos, los
terremotos trasformarían San
Diego y Los Angeles en islas
y la
Super Bowl tendría que
haber sido cancelada debido
a que serían tantos deportis-
tas sancionados por dopaje
que no habría suficientes
para formar los equipos.
O al menos eso es lo que
debería haber ocurrido si los
principales psíquicos del
mundo hubieran estado en lo
cierto. La gente puede haber
primer contacto