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(Otoño 1999)
el esc
é
ptico
El calendario gregoriano fue adop-
tado inmediatamente por los países
más ligados al catolicismo, pero tardó
más tiempo en imponerse en otras
naciones. Esto puede ocasionar pro-
blemas a los historiadores, ya que al-
gunas fechas resultan ambiguas si no
se especifica a qué calendario se están
refiriendo. Así, la coincidencia en el
mismo año, 1642, del nacimiento de
Newton y la muerte de Galileo sólo
es válida a medias. En Inglaterra, aún
estaba en vigor el calendario juliano
y, según éste, Newton nació el 25 de
diciembre de 1642 mientras que, se-
gún el calendario gregoriano, ese día
era el 5 de enero de 1643. Otro ejem-
plo aún más notable es que la revolu-
ción bolchevique de Octubre tuvo
lugar, para el resto de Europa, en no-
viembre. Y es que en Rusia aún se
utilizaba el calendario juliano, de
modo que el 25 de octubre de 1917
según este calendario fue el 7 de no-
viembre de 1917 según el gregoriano.
¿C
UÁNDO SE INICIA
LA CUENTA DE LOS AÑOS
?
El calendario gregoriano guarda una
estrecha correspondencia con el año
trópico y eso evita que la fecha del
equinoccio de primavera se avance o
retrase en exceso -o al menos se re-
querirán 3.322 años para que se des-
fase un solo día-. Sin embargo, queda
pendiente una cuestión capital. Si el
calendario romano contaba los años a
partir de la fundación de Roma ¿a
partir de qué año estamos contando
los años? La historia que responde a
esta cuestión se remonta a 1285 AUC
cuando el teólogo y matemático Dio-
nisio el Exiguo, tras un detallado es-
tudio de la Biblia llegó a la conclusión
errónea de que Jesús había nacido el
25 de diciembre de 753 AUC. Dioni-
sio, que preparaba una cronología
para el papa Juan I, propuso que una
nueva era comenzase el 25 de marzo
de 754 AUC, por lo que a ese año se
le denominó 1 después de Cristo.
¿Y por qué empezar el año un 25
de marzo? Porque, si Jesús había na-
cido un 25 de diciembre, la concep-
ción debería haberse producido el 25
de marzo anterior. De este modo,
1285 AUC se convertiría en 532. A
¿Por qué
se inicia el año
el 1 de enero?
ALFONSO LÓPEZ BORGOÑOZ
E
l inicio del año
varió grande-
mente a lo largo de
la historia y según
las zonas geográfi-
cas. En el mundo ro-
mano, el día pri-
mero de cualquier
mes era el de las ca-
lendas
. La razón por
la que se eligió fi-
nalmente el 1 de
enero fue de tipo
militar -como pasa a
menudo-, según in-
forma Juan Antonio
Belmonte en su libro Las leyes del cielo. Astronomía y
civilizaciones antiguas
(Ediciones Temas de Hoy,
1999).
Parece ser que en el mundo romano, al principio,
se celebraba normalmente -aunque no en todas las
partes del imperio- el inicio del año en el mes de mar-
tius
-marzo, dedicado a Marte-, dado que era el mes en
el que el ejército se preparaba para entrar en guerra, al
ser el último del invierno -en dicha estación las tropas
solían estar acampadas, sin entrar en combate- e ini-
ciarse la primavera. También dicho mes, por ser el pri-
mero en esa época, era cuando los cónsules, que diri-
gían también el ejército, y otros mandatarios tomaban
posesión de sus cargos.
A mediados del siglo II aC, con Roma en guerra
con casi todo el mundo mediterráneo, se pensó que
era mejor adelantar la fecha del inicio del año a un
momento anterior de la estación invernal, ya que así
los cónsules tenían tiempo de entrenar al ejército a su
gusto, en lo que podríamos denominar como la pre-
temporada, y no ir a la guerra con una tropa que no les
conocía de nada. Y, por ello, se decidieron por la pri-
mera calenda posterior al solsticio de invierno -que en-
tonces tenía lugar el 25 de diciembre-, ya que, por una
parte, era un día 1 y, por otra, era del mes de januarius
-dedicado al dios Jano, el de las puertas-, con lo cual
la cosa parecía tener sentido.