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E
l mayor radiotelescopio del mundo, el
de Arecibo, en Puerto Rico, tiene una
larga experiencia en la búsqueda de
inteligencia extraterrestre (SETI, en la sigla
inglesa). Sus primeros escarceos en este
campo comenzaron en 1974 y continuaron,
financiados fundamentalmente con dinero
público norteamericano, hasta 1993. Aquel
año, el Congreso decidió cancelar el proyec-
to pues pensaba que era un despilfarro. A
pesar de la falta de fondos gubernamenta-
les, el programa SETI siguió adelante, bien
financiado privadamente, bien como pro-
yectos de algunas universidades. Quizá, los
dos más conocidos sean Phoenix, del insti-
tuto SETI, y SERENDIP (Búsqueda de Emi-
siones de Radio Extraterrestres proceden-
tes de Poblaciones Inteligentes Cercanas),
de la Universidad de California en Berkeley.
Actualmente, la búsqueda de señales in-
teligentes extraterrestres se basa en explo-
rar el cielo con radiotelescopios, tratando
de descubrir una señal con un ancho de
banda estrecho y cuya potencia sea varias
veces superior a la del llamado ruido de fon-
do. Este proceder se basa en que la mayor
parte de las señales de radio naturales son
de banda ancha, por lo que se presume que
banda estrecha y alta potencia significan
origen artificial. Para buscar estas señales,
la mayor parte de los proyectos utiliza un
hardware específico. Así, SERENDIP usa
un analizador de espectros en tiempo real
diseñado para este proyecto llamado Seren-
dip III. Su trabajo es extraordinario, aun-
que está muy lejos de lo que se puede con-
seguir. Un botón de muestra: solamente
distingue picos de señal al menos veintidós
veces superior al ruido de fondo.
Muy ligado al proyecto SERENDIP, nació
SETI@home. La idea motriz es muy senci-
lla: las señales recibidas en el radiotelesco-
pio de Arecibo se descomponen en peque-
ños bloques que se envían, a través de In-
ternet, a los ordenadores personales de los
voluntarios. Éstos, con un programa pro-
porcionado por el proyecto, que aprovecha
los tiempos muertos del ordenador, hacen
un análisis profundo de la señal. El progra-
ma es un salvapantallas, que sólo se activa
cuando el usuario no está haciendo nada.
Es decir, aprovecha los tiempos muertos
del ordenador. Si descubre algo promete-
dor, le indica al operador que se ponga en
contacto con la dirección del proyecto. Si es
muy afortunado, podrá descubrir algo y su
nombre figurará en los anales de SETI.
Tras varios retrasos debidos a la falta de
patrocinadores, se calcula que el proyecto
empezará a distribuir los datos para su a-
nálisis en marzo y durará dos años. La po-
tencia combinada de los 200.000 ordena-
dores que se estima que colaborarán en tan
¡Busque a ET
en su ordenador!
Cerca de 200.000 internautas de todo el mundo se han adherido ya
al proyecto SETI@home para buscar señales de radio inteligentes
procedentes del cosmos desde sus casas
FÉLIX ARES
38
(Invierno 1998-99)
el escéptico
Fuente: SETI@home
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novedosa inciativa es equivalente a la de un
gran y carísimo supercomputador. Con
una diferencia notable: en este caso, es
gratis para los científicos.
Éxito muy remoto
Las probabilidades de encontrar una señal
de origen extraterrestre inteligente son, sin
embargo, muy remotas. No obstante, creo
que el proyecto es apasionante. Y lo es no
por una sola razón, sino por muchas. La
primera y más importante es que un enor-
me grupo de aficionados se une para cola-
borar activamente en un proyecto científi-
co, poniendo a disposición del mismo sus
ordenadores personales. Si el sistema fun-
ciona, y a mí no me cabe ninguna duda de
que en los aspectos principales funcionará,
será un gran paso adelante para un nuevo
tipo de investigación en la que los super-
computadores se crearán a partir de multi-
tud de ordenadores domésticos aportados
por voluntarios de todo el mundo e interco-
nectados a través de Internet.
2
No es el primer proyecto de estas carac-
terísticas. Anteriormente, se había hecho
algo similar con la búsqueda de números
primos y de números de Mersenne. Pero
SETI@home ha tenido mayor difusión, pro-
bablemente porque el tema es más atracti-
vo para el gran público. Sea por la razón
que sea, el hecho es que el proyectp SETI
ha llegado a la sociedad. Ése es su gran
triunfo. La idea de que los aficionados pue-
den colaborar en un gran proyecto científi-
co se ha hecho popular. Hoy, es la búsque-
da de vida extraterrestre; ayer, fueron los
números primos y números de Mersenne;
mañana, podrá ser un sistema para acele-
rar la búsqueda del código genético huma-
no o de cualquier otro ser vivo, la búsque-
da de vacunas, etcétera. Cualquier sistema
que pueda ser paralelizado podrá aprove-
charse de este modo de trabajo. Estoy con-
vencido de que, en muy poco tiempo, apa-
recerán voluntarios del ordenador personal
y organizaciones no gubernamentales del
tipo PCs sin Fronteras, PCs por la Paz... en
las que los poseedores de un computador
personal cederán su potencia de cálculo
sobrante para una buena causa.
Con ser todo lo expuesto anteriormente
muy importante, quisiera señalar la tras-
cendencia que tendrá la serendipity, pala-
bra inglesa de difícil traducción al castella-
no que se utiliza para indicar un descubri-
miento hecho cuando no se buscaba o
cuando se buscaba otra cosa. La historia
de la ciencia y de la tecnología está llena de
descubrimientos serendipitiosos. No me ex-
trañaría nada
es más, casi me extrañaría
lo contrario
que, entre las cerca de
200.000 personas que analicen las señales
radioastronómicas que reciban de Arecibo,
alguna descubriera algo nuevo, desconoci-
do e importante. ¿Tal vez un nuevo objeto
celeste que emita en banda estrecha? ¿Tal
vez un conocimiento más profundo de la
propagación de las señales de radio? ¿Tal
vez un sistema más eficaz para que los afi-
cionados colaboren en un proyecto científi-
co? ¿Tal vez...?
Mi apuesta es ésta: confío en la serendi-
pity; confío en que, de aquí a tres años, el
proyecto SETI@home nos dará alguna
agradable sorpresa, aunque nada tendrá
que ver con la vida extraterrestre.
Félix Ares
es doctor en Informática y director de
Miramon Kutxaespacio de la Ciencia.
1
Los patrocinadores son la Sociedad Planetaria,
Sun Microsystems, Paramount Pictures, Fuji
Film Computers Products, Informix, Enginee-
ring Design Team, Inc, y Amigos de SETI@home.
2
Para colaborar en el proyecto SETI@home, ver:
http://setiathome.ssl.berkeley.edu/home_espa
nol.html.
el escéptico (Invierno 1998-99) 39
El equipo
David P. Anderson. Director del proyec-
to, jefe de Tecnología de JAMtv Corp,
ex miembro de la Facultad de Ciencias
Informáticas de la Universidad de Ca-
lifornia en Berkeley, y autor de unas
65 publicaciones de investigación en
sistemas operativos, computación dis-
tribuida y gráficos por ordenador.
Dan Werthimer. Director científico, in-
vestigador del proyecto SERENDIP en
la Universidad de California en Berke-
ley. Ha estado activamente involucra-
do en observaciones SETI durante
veinte años, publicando más de 35
artículos y libros sobre la materia. Di-
señador del hardware de recogida de
datos de SERENDIP.
Jeff Cobb. Programador científico.
Eric Korpela. Astrónomo investigador.
Kyle Granger. Programador de gráficos.
Matt Lebofsky. Programador científico.
El consejo de asesores de SETI@home in-
cluye a:
David Gedye. Fundador del proyecto
SETI@home y su primer director entre
1995 y 1997. Director de Ingeniería
del proyecto APEX Online Education.
Woodruff T. Sullivan III. Profesor de
Astronomía en la Universidad de Was-
hington y miembro activo de la comu-
nidad SETI académica durante más
de veinte años.
Frank Drake. Presidente del Instituto
SETI.
Jill Tarter. Director del proyecto Phoe-
nix.
Tom Pierson. Director ejecutivo del Ins-
tituto SETI .
Kent Cullers. Científico del proyecto
Phoenix.
John Dreher. Científico del proyecto
Phoenix.
Greg Klerkx. Instituto SETI.